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—Seulgi mira la ventana, Taehyung llamó para avisar —Dijo Jihyo. La nombrada corrió hacia la ventana para ver que los dos miembros del Círculo que estaban en el club ahora se encontraban frente a su casa saliendo de un auto rojo—. Ellos te encontraron.

Hyejin no estaba logrando entender nada, todo era muy confuso para ella. Lo único que sabía era que estaba aterrada y lo que le dijo Jihyo a su madre no ayudaba en nada a sus nervios

¿Quiénes la encontraron?

¿Quién es Taehyung?

¿Qué está pasando?

Eran algunas de las muchas dudas que rondaban por su cabeza.

—Diablos Jihyo, es hora. Hija escúchame, no debes estar cerca mío. Hace tiempo hice que una persona demasiado poderosa se enojara, le escondí algo importante a él y sus seguidores —Dijo Seulgi mientras corría hacia un librero y de una pequeña caja extraía un extraño collar con una piedra violeta en él.

—Entonces debemos llamar a la policía, mamá.

—Al único policía que debes llamar es a Seokjin —Y le dió la vuelta para poder colocarle ese collar—. Mantén esto contigo y piensa en mí cuando lo lleves.

—Mamá no es momento para más regalos de cumpleaños, dime qué está pasando —Dijo Hyejin totalmente alterada. En ese momento apareció Jihyo a su lado y le entregó a su madre un frasco redondo con un líquido verde en su interior.

—Sólo por si lo necesitas, Seulgi.

—Confía en tus instintos Hyejin, porque eres más poderosa de lo que crees —Le dijo su madre con un rostro serio.

Los cuatro hombres armados con espadas bajaron del auto y comenzaron a dirigirse hacia la entrada de la tienda que estaba en la planta baja.

—Quiero a Seulgi viva y encuentren la Copa Mortal —Dijo el hombre de piel morena que al parecer estaba al mando.

—Mamá tengo que entender lo que est...—

—Jihyo ábrelo ahora —Dijo Seulgi. La nombrada extendió su mano y comenzó a usar su magia. De la palma de su mano comenzó a surgir un humo azul junto a una pequeña luz para abrir unas puertas y que de estas salga una pared de humo violeta y negra. En ese instante, dos de los hombres del Círculo comenzaron a subir las escaleras del exterior para llegar a ellas.

—Todas las cosas que hice y todos los errores que cometí fue porque te amo demasiado —Dijo Seulgi mientras colocaba a su hija delante de aquel portal que había creado su amiga.

—¿Mamá qué está pasando? No logro entender nada —Dijo Hyejin con lágrimas de miedo en sus ojos.

—Tienes que ir con Seokjin, él te explicará todo y te ocultará...—

—¿Ocultarme de qué mamá?

—Del Círculo. Él es el único en el que puedes confiar, en nadie más ¿Dónde está Jin ahora?

—En la estación de policía —Respondió Hyejin con mucho miedo porque no lograba entender nada de lo que estaba pasando ni de lo que decía su madre.

—Recuerda cariño que te amo muchísimo —Dijo Seulgi con el dolor y preocupación plasmados en sus ojos marrones por tener que alejarse de su hija, pero sabía que lo hacía por el bien de ella. No quería involucrarla en su mundo, pero era consiente que eso no iba a ser posible.

—Mamá... Mamá... MAMÁ —Gritó Hyejin a la vez que sentía como ese humo violeta la absorbía. En un segundo estaba en su casa y al otro había aparecido en la estación de policía.

—¿Hyejin?

—Oh Capitana Kim —Dijo la pelirroja poniéndose de pie.

—Son las 2am, ¿Qué haces aquí tan tarde?

—Amm Seokjin dijo que me llevaría a casa si aún estaba aquí.

—Aún no confía en los taxistas, ¿verdad? Él se encuentra en una entrevista en estos momentos, podría tomar un tiempo.

—Súper, gracias. Voy a esperarlo en la cafetería

—¿Oye hay algún tipo de problema?¿Con algún chico quizás?

—Sí, es un chico o algo así —Y Hyejin fue en dirección a la cafetería, pero al ver que la capitana ya se había ido decidió ir con Seokjin.

*En casa de Seulgi*

Dos de los miembros del Círculo ingresaron a la tienda de antigüedades de forma sigilosa y comenzaron a mirar a su alrededor, pero en ese momento Jihyo salió de su escondite e intentó usar su magia para golpear la cabeza de alguno con un mangual*, pero el hombre que estaba detrás bloqueó mi ataque con su espada. Corrió hacia las escaleras que conducían al departamento del piso superior y fue seguida de cerca por uno de ellos mientras que el otro se quedó en la tienda guardando todas las copas que encontraba dentro de una bolsa.

Al subir las escaleras, Jihyo comenzó a correrpor un pasillo y se dio la vuelta para ver si continuaban siguiéndola, pero algirar nuevamente otro hombre que los acompañaba la tomó del cuello y la lanzópor la ventana ocasionando que el vidrio se rompa en miles de pedazos y labruja caiga, golpeara su cabeza contra una baranda y se desplome en el suelo.

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Seulgi estaba aterrada, pero no por ella misma sino por su hija. Hyejin es lo más valioso que tiene y la cuidará a toda costa y no permitirá que ellos la toquen.

—No voy a dejar que te encuentren —Dijo mientras dibujaba una runa en la palma de mi mano y comenzaba a quemar por dentro la habitación de Hyejin. Cuando salió de esta activó su espada mientras en la otra mano mantenía la poción que le había dado Jihyo.

Al salir del pasillo que conducía a las habitaciones se encontró de frente con los dos hombres que habían subido por ella y comenzó a luchar atacando primero con su espada al más alto y luego al más bajo dándole con el codo en el rostro, después giró y logró cortar parte del abdomen del otro. En ese instante subió otro hombre por lo que también lo atacó con la espada y le propinó una patada en el abdomen para luego apuntar el arma hacía el hombre que se encontraba detrás de ella y enterrarla en su pecho. El más bajo se le acercó y comenzó a intentar herirla con su espada, pero no por nada Seulgi era una de las mejores cazadoras de sombras en su época, por lo que bloqueó todos sus ataques y lo pateó, haciendo que caiga sobre otro hombre. Al ver que otro se le acercaba por su derecha, aterrizó su codo en su rostro, pero casi al instante los otros 3 hombres se pusieron de pie.

—Esto podría acabar más rápido si nos entregas la Copa Mortal —Dijo el de piel morena.

—Eso no va a pasar, ¿Después de todos estos años siguen detrás de ella?

El hombre rió levemente y dijo.

—No es para nosotros, es para él.

—¿Jongin sigue con vida? —Dijo Seulgi muy sorprendida. Todos creían que él había muerto en un incendio hace muchos años.

—Él estará muy sorprendido de ver qué tú también sigues con vida.

—No voy a dejar que Jongin cree su ejército —Dijo Seulgi muy decidida.

—Una vez creíste en él mujer —Dijo el hombre más bajo.

—No, yo creí en proteger a la humanidad —Al ver que el cuarto de Hyejin estaba envuelto en llamas, destapó el frasco de la poción y dijo—. Nunca lograrán conseguir la Copa —Y Seulgi bebió el líquido para luego sumirse en la oscuridad de un sueño profundo del que solo el brujo que creó la poción podía volver a despertarla.

*En la estación de policía*

Hyejin se ocultó detrás de unas escaleras al ver que Seokjin estaba hablando con una mujer de piel morena y cabello esponjoso con rulos que llevaba puesto un vestido naranja y un hombre de piel color canela y cabello castaño peinado hacia atrás con un traje de vestir negro.

—Cuando descubrimos que Ahn Seulgi seguía con vida fuiste muy fácil de encontrar y resulta que ustedes nunca se separaron. El Círculo la tiene ahora y dentro de poco a su hija también —Dijo el hombre.

—Puedes salvar a ambas si nos entregas la Copa Mortal —Sugirió la mujer.

—Ninguna de ellas me preocupa porque no significan nada para mí, si quieren matarlas háganlo. Mi gente quiere la Copa, ¿Por qué creen que he estado con ellas todos estos años? Cuando logre encontrar la Copa me quedaré con ella, pueden decirle eso a Jongin y al Círculo —Dijo Seokjin mientras se ponía de pie y los miraba seriamente demostrando que sus palabras eran ciertas.

—Nadie mencionó ese nombre —Dijo la mujer.

—No es necesario hacerlo querida. Ahora largo de mi oficina —Dijo Seokjin.

Hyejin se sentó detrás de las escaleras y comenzó a llorar sin poder creer en las palabras que salieron de los labios de Seokjin, el hombre que la había visto crecer, pero que las había estado utilizando todo este tiempo. Inmediatamente puso de pie, corrió al exterior mientras llamaba a gritos a su madre bajo la fuerte lluvia de la noche y se dirigió a su casa.

*Chernóbil, guarida del Círculo*

Delante de unos grandes contenedores de hierro se paseaba un hombre alto y de cabello negro, su piel era pálida, vestía un traje negro con una camisa del mismo color, en una de sus manos llevaba una jeringa con sangre mezclada con otras sustancias. Desde el interior de los contenedores se oían ruidos extraños, como si dentro de ellos hubiera fenómenos que intentan salir de allí.

Cuando el hombre se estaba acercando a uno para inyectar el líquido los 3 seguidores que envío para buscar a Seulgi volvieron con ella pero profundamente dormida, a su alrededor había una bruma color verde. Él se acercó a su lado y la observaba mientras decía.

—Has vuelto, lamento mucho que tenga que ser de esta manera Seulgi. Les dije que la trajeran sana y salva, ¿Qué sucedió?

—Una poción, probablemente estuvo bajo la protección de un brujo —Respondió el moreno.

—Ella estaba asociada con un subterráneo mientras se ocultaba entre los mundanos, es una cobarde —Dijo con desprecio el hombre más alto.

—Ahn Seulgi se escondió del Círculo durante 18 años, ¿Crees que una cobarde es capaz de hacer algo como eso? —Respondió Jongin enojado.

—Lo único que es capaz de hacer es oler como a una mundana. Ella te traicionó a ti y al Círculo por lo tanto no se merece nuestro respeto —Dijo el mismo hombre con desprecio, mientras daba un paso cerca de Jongin el cual clavó en su cuello la jeringa que aún estaba en su mano. Inmediatamente su piel comenzó a quemarse como si se estuviera incendiando desde el interior de su cuerpo, de su boca salía espuma a la vez que caía al piso y comenzaba a convulsionar, para finalmente morir.

*En casa de Hyejin*

Hyejin entró corriendo al pasillo que conducía a la tienda mientras continuaba llamando a su madre, pero paró en seco al ver un gran charco de sangre a las afueras de la tienda por lo que comenzó a imaginarse lo peor y se apresuró a entrar a esta.

Al ver que había vidrios rotos por doquier y todo estaba tirado se asustó aún más y comenzó a llorar con más fuerza. Decidió subir al departamento, por lo que tomó una gran hacha para defenderse, porque Hyejin estaba segura de que había alguien allí, y subió las escaleras. Al llegar a arriba todo estaba tirado al igual que en la tienda. Atenta a todo y con miedo, Hyejin comenzó a revisar toda la casa hasta que en la sala vio a Jihyo de espaldas. Soltó el arma y se acercó a ella.

—Jihyo...—

—Se llevaron a Seulgi —Dijo esta al darse la vuelta.

—¿Quién se la llevó?

—Cazadores de sombras corruptos que buscan la Copa Mortal.

—¿De qué diablos estás hablando Jihyo?

—Piensa Hyejin, por favor, ¿Tu madre nunca te habló de una Copa? Una muy importante que es de oro y parece un cáliz

—No, no sé absolutamente nada acerca de una copa Jihyo, las antigüedades están abajo...—

—No, esas no. Piensa Hyejin, esto podría salvar a Seulgi.

—No puedo pensar cuando alguien secuestró a mi madre —Dijo la pelirroja llorando nuevamente.

—Sabes mucho más de lo que piensas Ahn Hyejin —Dijo Jihyo y su boca se abrió convirtiéndose en cuatro garras enormes con hileras de dientes filosos, como la de la mujer en Pandemonium. Hyejin tomó la estela que estaba en su bolsillo, la enterró en su estómago y la lanzó al suelo.

Jihyo comenzó a convertirse en un horrible monstruo que parecía ser un demonio, su piel se tornó gris y tenía extrañas elevaciones, de sus manos salieron grandes garras con membranas interdigitales*. De inmediato, la extraña criatura se dio la vuelta y se lanzó sobre Hyejin, pero ella logró esquivarla y ambas cayeron al suelo. El demonio logró herir su cuello con una de sus garras para luego acorralarla contra un pilar. De a poco comenzó a acercarse a su rostro con su boca abierta lista para matarla, pero una espada atravesó su pecho ocasionando que se desvanezca en el aire como cenizas quemadas y dejando que Hyejin viera al chico rubio de Pandemonium, quedó totalmente paralizada al verlo.

—¿No vas a agradecerme por haber salvado tu vida? —Dijo el chico para luego acercarse a ella y tomar su rostro entre sus manos—. Ten cuidado, ese demonio te hizo daño.

—¿Demonio? —Susurró ella, sintiendo que su cuerpo perdía energía y que pronto caería.

—Sí, ¿Qué crees que era esa cosa asquerosa y miserable? —Dijo Namjoon mientras continuaba revisándola para ver si tenía alguna otra herida.

—Yo pensé que era Jihyo —Dijo Hyejin comenzando a sentirse mareada y su vista se tornaba borrosa.

—No, era un demonio rastreador cambia formas.

—¿Por qué gira esta habitación?

—Veneno de demonio.

—¿Y eso es malo? —Dijo segundos antes de que todo se volviera oscuro para ella y se desplomara en los brazos del chico, por lo que este la tomó con ambos brazos y la llevó al instituto para curarla.

*En el instituto de Cazadores de sombras*

Comenzó a mover lentamente su cabeza de un lado al otro. Estaba recostada en una cama y habitación que no le pertenecía, pero de ello apenas podía percatarse. Quería abrir sus ojos, pero no podía, por lo que sintió miedo y tocó el collar que le había dado Seulgi como si éste fuera a protegerla de todo, y frente a ella apareció la imagen clara de su madre rodeada por una bruma verde junto a un hombre algo robusto, completamente vestido de negro y que la observaba detenidamente. Ella estaba dormida y él tampoco tenía buenas intenciones. Hyejin susurró su nombre una y otra vez, pero ella no la oía.

Mamá

Mamá

De repente pudo oír las palabras extrañas que ese hombre le decía cerca de su cuello. Llevaba una estela en su mano, la acercó al cuello de Seulgi e hizo un movimiento circular. Hyejin se asustó al pensar que le estaba haciendo daño, en su cuello se notaba la marca de dos círculos, uno dentro del otro. El gemido de dolor de su mamá, la desconcertó.

Estás nuevamente conmigo, Seulgi.

Su respiración comenzó a acelerarse, quería ir por ella y alejarla de ese hombre, sin embargo no lograba moverse. Su cerebro parecía renuente a seguir sus órdenes. No obstante, Hyejin despertó.

Se sentó rápidamente por el susto, pero por accidente golpeó la frente de alguien más. Era una mujer de piel blanca, con un poco de maquillaje en su rostro que resaltaba sus delicadas facciones, su cabello era de color negro lo cual hacia resaltar aún más su piel y su cuerpo delgado, llevaba puestos unos pantalones negros y una musculosa adherida a su cuerpo del mismo color. Al igual que el chico rubio del club, ella también estaba repleta de tatuajes.

—No te conoz...—

—Soy Lalisa Manoban. Nunca había visto a Namjoon tan curioso sobre un mundano, o distraído. Como ya viste, las distracciones son muy peligrosas en nuestro trabajo —Dijo la pelinegra con una radiante sonrisa en sus labios.

—No tengo ni idea de lo que estás hablando, ¿Quién es Namjoon? —Dijo Hyejin mientras miraba confundida a la mujer que no dejaba de sonreír.

—Realmente no sabes mucho de esto, ¿verdad?

—Todo lo que sé es que unos hombres se llevaron a mi madre y ahora ustedes a mí.

—Y por llevar te refieres a salvar tu vida.

—Una mundana ni siquiera debería estar aquí —Dijo un chico alto y cuerpo fornido, su piel era pálida y su cabello era negro, llevaba puestos unos pantalones, unas botas, una camiseta y una chaqueta, todo de color negro. Hyejin comenzó a pensar que en ese lugar todos amaban ese color. En su rostro se podía ver lo serio y maduro que es. Él estaba ingresando a la habitación acompañado del rubio.

—Ya te dije que no es una mundana, Jungkook —Dijo el rubio.

—¿Cómo sabes eso Namjoon?

—Porque él cuchillo serafín se iluminó cuando lo tocó en Pandemonium. Con permiso Lalisa —La muchacha se levantó y dejó que su amigo tomara asiento—. Soy Kim Namjoon.

—Yo soy...—

—Ahn Hyejin, sabemos quién eres.

—¿Soy el único al que le parece inusual todo esto? —Dijo Jungkook desconfiando completamente de la pelirroja.

—Tú crees que todo es inusual, Jungkook —Le dijo Namjoon.

—Tengo que informar todo esto.

—Relájate un poco, ¿quieres? —Dijo el rubio.

—Mi hermano no sabe lo que es relajarse. Yo te quiero Jungkook, pero estás tenso todo el tiempo —Opinó Lisa.

—Yo también te amo Lisa, pero esto es...—

—Bueno, ¿sabes qué? Dame un minuto con ella. Te diré algo que nunca digo, por favor retírate —Pidió el rubio.

—Vámonos Jungkook —Dijo Lisa tomando su brazo y llevándolo con ella fuera de la habitación—. Te lo voy a explicar.

—No la conocemos y no hay nuevos Cazadores de sombras, ¿no te parece extraño? —Dijo Jungkook una vez que se encontraron fuera de la habitación.

—Lo que me parece extraño es que estés tan enfadado, tal vez te molesta la forma en la que Nam la mira, mientras que debería alegrarte que él esté interesado en alguien más que en sí mismo

—Tal vez me molesta que ella arruinara la misiónporque nunca supimos quién compraba la sangre y ese era nuestro único trabajo—Dijo Jungkook para luego alejarse totalmente enfadado.

*En el instituto de Cazadores de sombras*

Comenzó a mover lentamente su cabeza de un lado al otro. Estaba recostada en una cama y habitación que no le pertenecía, pero de ello apenas podía percatarse. Quería abrir sus ojos, pero no podía, por lo que sintió miedo y tocó el collar que le había dado Seulgi como si éste fuera a protegerla de todo, y frente a ella apareció la imagen clara de su madre rodeada por una bruma verde junto a un hombre algo robusto, completamente vestido de negro y que la observaba detenidamente. Ella estaba dormida y él tampoco tenía buenas intenciones. Hyejin susurró su nombre una y otra vez, pero ella no la oía.

Mamá

Mamá

De repente pudo oír las palabras extrañas que ese hombre le decía cerca de su cuello. Llevaba una estela en su mano, la acercó al cuello de Seulgi e hizo un movimiento circular. Hyejin se asustó al pensar que le estaba haciendo daño, en su cuello se notaba la marca de dos círculos, uno dentro del otro. El gemido de dolor de su mamá, la desconcertó.

Estás nuevamente conmigo, Seulgi.

Su respiración comenzó a acelerarse, quería ir por ella y alejarla de ese hombre, sin embargo no lograba moverse. Su cerebro parecía renuente a seguir sus órdenes. No obstante, Hyejin despertó.

Se sentó rápidamente por el susto, pero por accidente golpeó la frente de alguien más. Era una mujer de piel blanca, con un poco de maquillaje en su rostro que resaltaba sus delicadas facciones, su cabello era de color negro lo cual hacia resaltar aún más su piel y su cuerpo delgado, llevaba puestos unos pantalones negros y una musculosa adherida a su cuerpo del mismo color. Al igual que el chico rubio del club, ella también estaba repleta de tatuajes.

—No te conoz...—

—Soy Lalisa Manoban. Nunca había visto a Namjoon tan curioso sobre un mundano, o distraído. Como ya viste, las distracciones son muy peligrosas en nuestro trabajo —Dijo la pelinegra con una radiante sonrisa en sus labios.

—No tengo ni idea de lo que estás hablando, ¿Quién es Namjoon? —Dijo Hyejin mientras miraba confundida a la mujer que no dejaba de sonreír.

—Realmente no sabes mucho de esto, ¿verdad?

—Todo lo que sé es que unos hombres se llevaron a mi madre y ahora ustedes a mí.

—Y por llevar te refieres a salvar tu vida.

—Una mundana ni siquiera debería estar aquí —Dijo un chico alto y cuerpo fornido, su piel era pálida y su cabello era negro, llevaba puestos unos pantalones, unas botas, una camiseta y una chaqueta, todo de color negro. Hyejin comenzó a pensar que en ese lugar todos amaban ese color. En su rostro se podía ver lo serio y maduro que es. Él estaba ingresando a la habitación acompañado del rubio.

—Ya te dije que no es una mundana, Jungkook —Dijo el rubio.

—¿Cómo sabes eso Namjoon?

—Porque él cuchillo serafín se iluminó cuando lo tocó en Pandemonium. Con permiso Lalisa —La muchacha se levantó y dejó que su amigo tomara asiento—. Soy Kim Namjoon.

—Yo soy...—

—Ahn Hyejin, sabemos quién eres.

—¿Soy el único al que le parece inusual todo esto? —Dijo Jungkook desconfiando completamente de la pelirroja.

—Tú crees que todo es inusual, Jungkook —Le dijo Namjoon.

—Tengo que informar todo esto.

—Relájate un poco, ¿quieres? —Dijo el rubio.

—Mi hermano no sabe lo que es relajarse. Yo te quiero Jungkook, pero estás tenso todo el tiempo —Opinó Lisa.

—Yo también te amo Lisa, pero esto es...—

—Bueno, ¿sabes qué? Dame un minuto con ella. Te diré algo que nunca digo, por favor retírate —Pidió el rubio.

—Vámonos Jungkook —Dijo Lisa tomando su brazo y llevándolo con ella fuera de la habitación—. Te lo voy a explicar.

—No la conocemos y no hay nuevos Cazadores de sombras, ¿no te parece extraño? —Dijo Jungkook una vez que se encontraron fuera de la habitación.

—Lo que me parece extraño es que estés tan enfadado, tal vez te molesta la forma en la que Nam la mira, mientras que debería alegrarte que él esté interesado en alguien más que en sí mismo

—Tal vez me molesta que ella arruinara la misiónporque nunca supimos quién compraba la sangre y ese era nuestro único trabajo—Dijo Jungkook para luego alejarse totalmente enfadado.

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—La herida ya está curada —Dijo Namjoon mientras señalaba el hombro de Hyejin. Totalmente sorprendida desvío su mirada a dónde se suponía que estaba la herida pero ya no había ni rastro de ella, parecía que nunca estuvo ahí.

—¿Cómo es eso posible?¿Entonces ahora estoy milagrosamente curada y todos ustedes tienen poderes mágicos?—Dijo Hyejin sin poder creer lo que había visto, lo que ocasionó risas en el chico.

—No, no me confundas con un brujo.

—¿Un qué? —Dijo la pelirroja sin lograr entender nada de lo que él decía.

—Un brujo es uno de los subterráneos.

—Lo que dices no tiene ningún sentido—Dijo Hyejin aún más confundida de lo que ya estaba.

—Brujos, vampiros, seelies, todos son...—

—Literalmente mi cerebro está a punto de explotar porque no entiendo nada—Dijo, a punto de alterarse.

—Entonces lo haré fácil para ti. Todas las leyendas son ciertas, somos Cazadores de sombras y protegemos al mundo humano del mundo de los demonios, así que esa gente que viste asesinada en Pandemonium no eran humanos, eran demonios cambia formas —Le explicó Namjoon.

—No estoy para nada interesada en formar parte de su mundo de peleas sobrenaturales, lo único que quiero es encontrar a mi madre, por favor... por favor ayúdame a encontrarla —Dijo Hyejin, no sabía por qué pero sentía que él podía ayudarla a encontrarla.

—Yo soy tu mejor opción —Respondió el rubio muy seguro de lo que decía.

—Ni siquiera te conozco —Dijo Hyejin. En ese momento comenzó a sonar su teléfono, al ver que era Hoseok se levantó de la cama en la que estaba y contestó de inmediato la llamada.

—No puedo creer que no contestes el teléfono por casi 2 días Ahn Hyejin —Fue lo primero que le dijo su amigo.

—Lo siento. Durante estos días las cosas están desmoronándose.

—¿Dónde estás? Mi localizador me dice que tu teléfono se encuentra en una iglesia abandonada, estoy afuera.

—Te veo Hobi —Dijo Hyejin al asomarse por la ventana.

—Yo no te veo Hye

—Deja que me visto y voy.

¿Qué haces desnuda en una iglesia abandonada?¿Tienes algún problema de metanfetaminas del que quieras hablar?

—Hoseok dame solo 5 minutos, ¿sí? —Dijo Hyejin para luego cortar la llamada y acercarse a Namjoon—. ¿Qué pasó con mi ropa?

—Veneno de demonio, ¿Lo recuerdas? Tuvimos que quemarla, Lalisa te dejó esa —Dijo a la vez que señalaba la vestimenta que dejó su amiga. Cuando me dio la vuelta y vio lo que le había dejado, tomó una bota y lo miró.

—¿Es en serio?

—Ella está muy orgullosa de su cuerpo —Dijo Namjoon con una sonrisa ladina.

Luego de vestirse, Hyejin se miró en el espejo. Llevaba puesto una musculosa escotada de cuero que se adhería a su cuerpo, una falda corta y unas botas que llegaban hasta arriba de sus rodillas y todo era de color negro. Quitó el cabello de su cuello y vio la marca que había allí y que, según sus recuerdos, no estaba.

—¿Qué es esto de mi cuello? —Le preguntó a Namjoon

—Yo lo dibujé allí —Respondió él.

—Okey, aun no entiendo todo lo que está pasando aquí, pero no quiero que hagas tatuajes en mi cuello.

—Ya te escuché, supongo que la próxima vez te dejaré morir —Dijo Namjoon para luego levantarse y acercarse—. Y eso es una runa, no un tatuaje, la cual tiene un gran poder para nosotros, pero totalmente letal para los humanos, aunque tú ya sabes mucho sobre las runas, ¿verdad? —Dijo mientras ventana el libro de dibujos de Hyejin en el cual había ciertos dibujos de runas. Al ver el rostro de confusión de la muchacha, Namjoon comenzó a creer que ella en verdad no sabía nada—. Me encantaría saber qué es lo que hace que tú seas tan interesante Ahn Hyejin.

Luego de esa pequeña conversación, ambos se dirigieron a la salida del instituto, en el camino Namjoon tomó una espada y antes de salir la activó por lo que Hyejin lo miró severamente.

—Vi algo detrás de tu amigo.

—Espero que no mates a Hoseok, ¿verdad?

—Proteger a los humanos, matar a los demonios, lo entenderás con el paso del tiempo —En ese momento salieron al exterior y Hoseok vio que su amiga salía, pero hablaba con "su amigo invisible"

—¿Por qué Hoseok no puede verte? —Le preguntó Hyejin a Namjoon.

—Es un espejismo, una runa que me hace invisible a los ojos de los mundanos —Respondió este mientras le mostraba una de las runas que estaba en la parte baja de su abdomen—. Es una lástima porque no pueden ver toda esta belleza —En ese momento se acercaron a Hoseok el cual la miraba de forma rara, como si de la nada Hyejin tuviera otro par de brazos.

—¿Qué llevas puesto? Hye te llevaré a casa —Dijo a la vez que sacaba una campera de su mochila y la cubría con ella.

—Creo que ya no tengo una, Hobi.

—¿Qué quieres decir Hye?

—Bueno, es que...—

—AHN HYEJIN —Gritó una voz masculina a sus espaldas, cuando se dio la vuelta pudo ver que se trataba del hombre que estaba en la estación de policía hablando con Seokjin. Este activó su espada, pero Namjoon tomó su mano y cuello desde atrás e hizo que la suelte. Hyejin miraba todo horrorizada y Hoseok, que no podía ver nada de lo que estaba pasando, le dijo.

—Hye, ¿qué está pasando?¿Qué estás mirando?

—Si nos das a la chica te dejaré vivir —Dijo el hombre, con mucho esfuerzo por tener el brazo de Namjoon en su cuello.

—Creo que no estás en condiciones de decir eso —Dijo el rubio mientras continuaba reteniendo a su oponente, pero el hombre lanzó su cabeza hacia atrás y golpeó su rostro. Rápidamente se dio la vuelta y volvió a tomar su espada e intentó apuñalarlo, pero Namjoon fue más rápido y tomó su mano y comenzó girarla para que suelte el arma. El hombre se acercó a la vez que aproximaba el cuchillo a su cuello, pero el rubio plantó su codo en su rostro, lo tomó de su nuca, lo acercó a él y apuñaló su abdomen con el arma.

—Nunca dejaremos de cazarla —Aseguró el hombre.

—Esto es por mi padre —Dijo Namjoon con odio para luego enterrar aún más el cuchillo en su abdomen y matar por completo al sujeto.

—Namjoon, ¿está muerto? —Dijo Hyejin a la vez que se acercaba y señalaba el cadáver en el piso.

—¿Disculpa? —Dijo Hoseok sin comprender el comportamiento de su amiga, porque para él ella no estaba hablando con nadie y solo señalaba el suelo vacío—. ¿Quién está muerto? —Pero en ese momento apareció el cadáver de un hombre a los pies de la pelirroja.

—¿Podrías romper el espejismo para que mi amigo no crea que estoy enloqueciendo por favor? —Le dijo Hyejin a Namjoon.

A los pocos segundos apareció un chico rubio quemándose la piel del abdomen frente a Hoseok, ocasionando que este se sorprenda aún más de lo que ya estaba.

—¿Qué está pasando? —Preguntó Hoseok.

—No tenemos tiempo para explicar, debemos entrar al instituto —Dijo Namjoon mientras se dirigía a las puertas de lo que parecía ser una iglesia abandonada.

—Hye, ¿Quién es él?¿Te vende la droga? —Dijo Hoseok siendo totalmente ignorado por los presentes.

—Lo he visto antes, en la estación de policía —Recordó Hyejin.

—Él era miembro del Círculo y estaba aquí por ti —Respondió Namjoon.

—Entonces es de los que se llevaron a mi madre.

—Sí, y tu amiguito lo guió hasta ti, él vino para capturarte o matarte.

—Hay un cuerpo ahí, tenemos que llamar a Seokjin —Dijo el pelinegro.

—No podemos volver a confiar en Seokjin nunca más —Le respondió su amiga.

—Hyejin necesito mantenerte a salvo, prometo ayudarte a encontrar a tu madre, pero ahora eres una de nosotros, una cazadora de sombras —Dijo Namjoon mientras la tomaba del brazo derecho.

—Hye, no conoces a este chico, ven conmigo y conseguiremos ayuda —Dijo Hoseok a la vez que tomaba su brazo izquierdo.

Hyejin se encontraba entre dos hombres, uno era su mejor amigo y el otro podía ayudarla a encontrar a la persona que le había dado la vida, y debía decidir a quién seguir, lo cual era una decisión bastante difícil.

*Chernóbil, guarida del Círculo*

—¿DÓNDE ESTÁ LA COPA MORTAL IDIOTA? —Gritó Jongin frente al rostro del hombre moreno que había ido por Seulgi.

—Ya buscamos, revisamos cada rincón y no está en ese lugar —Respondió su seguidor con la voz temblorosa.

—Que no pudieran encontrarla no significa que no esté ahí.

—Descubrimos que hay una hija y se ve igual que Seulgi, pero no hay señales del padre por lo que probablemente sea un mundano.

—Pues en ese caso me gustaría hablar con la hija se Seulgi —Dijo Jongin.

_______________________________________

*Mangual: arma de la época medieval. Consiste en una bola de hierro pesado con púas unida a un mango de madera o metal mediante una cadena.

*Membranas interdigitales: son membranas de piel que se encuentran entre los dedos de las extremidades, en este caso se encuentran en las manos.

(Así es como se desintegran los demonios cuando los matan)

Aquí les traigo la segunda parte del primer capítulo de la serie✨
Espero que les guste y que dejen sus votos y comentarios 💜
Los quiero muchooo

Chaer

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