libro 1:no-muertos.

Parte 0.

"Cuando estas muerto no sientes nada, pero los demas sufren por ti, lo mismo ocurre cuando eres imbecil"

Prologo.

Una niña pequeña y rubia, peinada con dos trenzas, admiraba maravillada la fuerza con la que caia la lluvia, a sus inocentes ojos cada gota que impactaba con el barro era digna de precisa observacion.
Miraba sin miedo como el temporal azotaba los grandes arboles. Porsupuesto desde la humildad de su pequeña casa, un poco metida en el bosque, en alguno pueblo pequeño en algún lugar de Argentina.

"¡Mama!" Grito la niña sin apartar los ojos del espectáculo natural. "¿después de la lluvia sale el arcoiris?"

Pregunto la niña emocionada, su madre respondió desdé la cosina, pero el ruido de la lluvia opaco por completo el sonido de su voz.

"¿Qu... ?" La pequeña guardo silencio al ver una figura borrosa entre los arboles, la lluvia que caía con estruendosa violencia dificultaba mucho la vista, pero lograba apreciar la forma de una persona alta, grande y corpulenta, que avanzaba con torpeza entre el barro y los matorrales del bosque, cada vez que la singular figura tropezaba, si forzaba su oído con toda su atención, podía distinguir el ruido de metal chocando contra metal."¡Ma'! ¡hay un hombre en el camino al cementerio!"

"¿Como en el camino al cementerio?, tas' viendo cosas chiquita, ¿que loco saldría con este tiempo?"

La mujer volvió a su trabajó en la cocina.

La niña siguió mirando la torpe figura, que se movía lenta pero segura en dirección al viejo cementerio, la pequeña no le quitó la mirada de encima hasta que se perdió entré los árboles.

"Pucha, el clima esta horrible." Un hombre de estatura medía y barba candado sacó la cabeza de su diario por primera vez en dos horas. "ta' loco el tiempo Paula, acá en el diario dice que debería estar soleado."

"Viste amor, qué cosa rara. "Concordó la mujer." ¿Y ya escuchaste lo que le pasó al Raúl?"

"Si, ¿podes creer qué lo atacarán los animales del rancho?" Dijo el hombre, que le dio unos sorbos a un té que se había enfriado hace mucho tiempo. "Dijo que todos los animales están muy agresivos."

"Si, y encima se le enfermó el hijo, podes creerlo, este pueblito está engualichado por una bruja dijo la vieja chilota."

"Esa vieja es una bruja." Respondió el marido frunciendo el entre cejo. "¿qu... ?"

Un golpe seco detuvo la conversación.

"¡Paula, encende la camioneta, le pasó algo a la nena!"

***

Un hombre de piel azabache, alto como un poste (no literalmente) y musculoso cuál físico culturista entró corriendo en una vieja estancia, esquivando varios peones cargando cajas en el proceso.

"¡Patrón! ¡patrón!" Gritó cuándo abrió las puertas dobles de la gran hacienda. "¡tenemos un trabajó! ¡urgente! ¡la generala y la princesa andan precisando nuestros servicios... ! ... ... ¿patrón?"

El hombre se sorprendió cuándo su jefe no bajó de las arcaicas escaleras cómo de costumbre, inclusive cuándo el trabajo no es urgente su patrón no perdía ni un segundo.

Eso extrañó al hombre de ébano, quién apresuró el paso.

El hombre subió las escaleras y caminó por el largo pasillo qué llevaba al estudio de su jefe, entré las muchas puertas que conectaba el pasillo, solo una tenía las luces encendidas, al hombre le pareció extraño no ver a ninguna de las empleadas, qué normal mente entran y salen todo el tiempo de las habitaciones.

En el camino vió algunas botellas de vino vacías, tiradas en el suelo, pero ni una sola gota se había derramado en la alfombra del pasillo.

Cuándo abrió la puerta del estudio, encontró a su patrón recostado en el suelo con una botella de vino en una mano y una foto en la otra, muchas otras botellas estaban desparramadas en el escritorio.

"Ah, asi que es ese día." El corpulento hombre que fácilmente pasaba los dos metros era un absoluto gigante al lado de su patrón, un hombre con la apariencia de un chico de trece años. "¿te tomaste toda la bodega otra vez?"

En este caso decir toda la bodega no era para nada un exageración.

"Si..." Respondió sin ganas, estaba muy desalineado, su expresión era sombría. "Tengo ganas de morir... ya no hay mas vino..."

"Vamos, un poco de trabajo le levantará el ánimo."

"Ok, déjame arreglarme... "

***

Dos adolescentes, un chico y una chica, discutían mientras caminaban por una larga carretara de tierra.

"¡De nuevo nos perdimos por tu culpa!" La chica le lanzo un mapa al que sería su hermano. "¡ahora estamos en medio de la nada!"

"¡y que quieres que haga!" Dijo mientras esquivaba el mapa. "¡tu elegiste esta misión!"

Los dos hermanos siguieron discutiendo, mientras sin darse cuenta se acercaban accidentalmente a su destino.

***

Una semana antes.

Un rugido de ira hizo temblar al bosque entero, desdé el cementerio, dos ojos rojos colocaban su siniestra mirada en un pequeño pueblito.

"¡N-no no! ¡perdón! ¡piedad!" Un decrépito anciano chamán y profanador de tumbas suplicaba por su vida, aterrado por la bestia que tenía enfrente. "¡porfavor! ¡Joseph!"

La enorme figura, levantó su oxidada espada, y apuñaló con furia al anciano, el cual no dejó de gritarle por piedad ni por un momento, pero de nada sirvió, al final se ahogo en su propia sangre. El anciano tenía una resistencia sobre humana, pero eso ya es igual.

La bestia solo miro el pueblito, buscando otras víctimas para descargar su ira contenida por siglos.

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Está historia nunca continuará, pero como fue una de mis primeras ideas le tengo un cariño especial. Quizá algún día lo vuelva a intentar, pero por ahora se queda así.

<3

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