Un pasado olvidado.

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Nota: este capitulo estará lleno de diálogos dentro de un recuerdo  para que no tengan confusiones dejo lo siguiente.

dialogo en cursiva : Erika

dialogo en negrita y cursiva: recuerdos.

Bueno, espero que con esa pequeña nota puedan darle mas sentido a la lectura y ahora si, que disfruten del capitulo y espero no confundirlos n.nU

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Todos habían cerrado los ojos cuando la fuerte luz se hizo presente, poco a poco parpadearon acostumbrándose al nuevo entorno, era extraño ya no podían escuchar nada, ni siquiera los rugidos de su enemigo eran audibles, solo el frio silencio.

Nevra escuchaba algo, eran sonidos de metal deslizándose sobre algo... poco a poco recobro la visión estaban en otro lugar, no era la cueva ya que se podía ver el cielo. Un cuelo carmín con espesas nubes negras. Klauth lo reconocía, jamás olvidaría ese día. La creación de Eldarya.

- ¡Miiko!

El grito de Valkyon alerto a los demás al girarse notaron una criatura humanoide con grandes y brillantes ojos carmín de su mandíbula escurría algo negro y espeso que no sabían identificar, la Kitsune quedo paralizada ante esa cosa. Por instinto se cubrió con ambos brazos frente a la cara, los chicos corrieron en su ayuda, pero antes de llegar, algo atravesó el cuerpo de Miiko sin hacerle daño, la criatura se desplomo hacia atrás inerte.

- ¡¿Qué fue eso?! – exclamo aterrada. Un par de metros más adelante había otra criatura la cual parecía estar cubierta por una capa.

-Son Daemons, criaturas corrompidas. - dijo Klauth, los demás lo miraron, miraron a quien había matado al daemon. -y creo saber quién es esa persona.

Nevra miraba a todos lados, sus amigos y el dragón estaban ahí, pero faltaba alguien.

- ¡Roxan! ¡No esta!

-Todos guarden la calma. Estamos dentro dela memoria de la espada y creo saber quién es esa persona.

más Daemons aparecieron, la persona con la capa comenzó a pelear, su espada a travesaba a los corrompidos. No cabía duda, era ella, era Erika. Cada movimiento, cada forma de blandir la espada, él se la había enseñado; los demonios seguían llegando unos más grandes que otros, se suponía que para esos momentos diversos grupos de cazadores estaban en ese lugar para terminar con quienes se habían revelado en contra de la creación de su nuevo mundo ¿Por qué ella era una cazadora? ¿Por qué solo peleaba ella? Erika había hecho una promesa: ser la receptora de todo el poder mágico que mantendría en pie ese mundo, ser el cristal.

Perdido en sus en sus pensamientos mientras la mujer luchaba, mientras los Daemons la atacaban atravesando los cuerpos de quienes eran espectadores en esos momentos, una de las criaturas golpeo fuertemente a la persona quien perdió su espada, esta fue a dar justo a los pies de Valkyon donde la gema roja se desprendió.

Erika estaba desarmada, ahora era una presa fácil.

- ¡Cuidado!

El grito no fue liberado por alguno de ellos. La persona perdió la capa que le cubría revelando quien era en realidad. Erika... era ella, cabello castaño y ojos lilas, tanto Nevra como los demás jurarían que esa mujer era Roxan, pero su aura era diferente a la que conocían. La chica reacciono al grito rodando lejos del daemon usando sus manos desnudas para la pelea, era igual a como Roxan se había enfrentado al dragón días atrás.

Un brillo celeste golpeo a otro daemon, Klauth fijo su mirada en la otra mujer... entonces a eso se refería con ver sus memorias, Zen, su antigua esposa estaba presente.

- ¡Qué demonios te pasa! – le grito- ¿No te das cuenta de la situación? Tienes que regresar con él, no puedes traicionarlo.

-No lo estoy traicionando. Tengo que terminar con esto... él no puede...- antes de poder terminar de hablar un daemon se lanzó sobre ellas, la segunda mujer se lanzó sobre Erika, protegiéndola del ataque.

El golpe le robo el aliento, pero no fue suficiente para aturdirla y despistarla de un siguiente ataque, su rostro se manchó de sangre de su enemigo, Erika se giró a ver a quien le había salvado momentos atrás encontrándola tira en el suelo, todos estaban atentos a sus movimientos, Erika se apresuró a ir con la mujer, al tomarla en brazos noto una herida que le traspasaba del estómago a la espalda.

- ¿Por qué? – le pregunto con un hilo de voz, lagrimas descendían de sus mejillas, mientras se llevaba una mano al estomago

- ¡No! nono no por favor, tienes que resistir. - inútil mente trataba de hacer frenar su sangre. - Mitéra... por favor...-suplico.

-Escúchame... no queda tiempo...él...tienes que ir con él, eres... tu eres su...

-Tengo que detenerlo. - su vos se entrecortaba la sangre seguía saliendo sin control alguno. - resiste, tu eres... Klauth te necesita, eres su esposa no mueras por favor.

-Él dio todo por ti, sacrifico mi felicidad por ti. - cerrando el puño sobre su estómago las lágrimas seguían corriendo sin freno, Klauth entendió esos gestos quedando completamente helado... ella estaba esperando un bebé...en dieciséis años jamás lo noto, era imposible que durase embarazada tanto tiempo, pero, si tenía en cuenta que ella era una bruja entonces...- regresa y termina con... con...

-No puedo dejarte, no puedo...-poco a poco la bruja fue cerrando sus ojos, no, ella no podía morir, no quería dejarla morir, no por su culpa...

Ellos no se movían, seguían siendo espectadores, notaron como Erika la tomaba con ambas manos y entonaba algo con ese idioma que ya habían escuchado antes, el cuerpo de la bruja destello en dorado y poco a poco su cuerpo se fue transformando en un árbol dorado. Más Daemons comenzaron a llegar, soltando un grito lleno de ira se levantó de su lugar yendo a pelear, cazando y eliminando a cada una de esas impuras criaturas.

Sus manos estaban manchadas de sangre, todo su campo de visión estaba lleno de cuerpos inertes, calmando su respiración se en camino en dirección a Miiko, Erika intento limpiarse las lágrimas de las mejillas lo único que consiguió fue mancharse de sangre.

-Todos confiamos en ti. - dijo sin despegar su vista de enfrente, Miiko sintió por unos segundos que esas palabras le iban dirigidas. - todos teníamos fe y esperanza en tener nuestro nuevo hogar, vivir libres de los humanos, vivir en paz... pero tu...-sus pasos se detuvieron a escasos centímetros de ella. - tú los traicionaste a ellos, a mi... a pesar de todo lo que juraste ¿Por qué? ¡¿Por qué?!

La espada en el suelo desapareció, re apareciendo en la mano de la castaña quien apretaba la empuñadura con fuerza. Un par de metros lejos de todos ellos una figura se acercaba con paso lento, calmado, como si lo que pasara en esa zona de batalla fuera lo más natural del mundo, todos podían sentir esa aura vengativa. La figura quedo quita sin emitir sonido alguno.

-Entiendo. - dijo ella bajando la cabeza. - entonces esa será tu respuesta, no es así... Leiftan.

Ese nombre, el nombre de su amigo, Klauth ya les había comentado anteriormente que el nombre perteneció al hijo de un Daemon, el dragón por su parte entrecerró los ojos a la espera de algo más. la figura por su parte se lanzó contra Erika blandiendo su espada intentando dar un ataque certero. Miiko tapo su boca con ambas manos terminando de rodillas en el suelo sin poder creer lo que sus ojos miraban, los otros tres se quedaron congelados en su lugar, esa figura, ese rostro, el cabello, todo... era Leiftan, el Leiftan que conocían. No cabía duda, Klauth no se había equivocado, realmente era ese sujeto el hijo de Damon quien estaba en Eel en estos momentos.

Ambos, Aengel y Daemon se habían enfrascado en una pelea, donde claramente estaban dispuestos a terminar con la vida del otro, no hacía falta el intercambio de palabras, sus miradas y acciones lo decían todo por ellos. La lluvia comenzó a hacerse presente. Sus espadas se deslizaron una de la otra sacando chispas de un ágil salto ambos se separaron apenas un metro de distancia sin dejar de mirarse sin dejar de apuntarse amenazadora mente... en esos instantes donde pudo ver sus ojos, pudo entender su dolor, mismo dolor que él compartía. Ella no quería dañarlo, él no quería lastimarla... pero entonces ¿Por qué no simplemente paraban? La respuesta era más que simple: porque ambos son fieles a su deber, son jodidamente orgullosos y aquello ya era parte de algo personal también.

Las gotas de lluvia comenzaron a caer y fue en ese momento donde ambos saltaron nuevamente a la pelea poniendo fin a su batalla.

Todos miraron boquiabiertos el como la espada de Leiftan atravesaba el cuerpo de Erika, ella en lo que debía ser el último golpe para matarlo simplemente había dejado caer su arma y avanzado hasta él, hasta que la espada de él le atravesó por completo, entonces eso fue lo que paso... Erika se había convertido en una cazadora para encontrar a ese daemon y acabarlo, pero sus sentimientos eran tan fuertes que no se atrevió al final, prefirió dar su vida por él... morir por sus manos.

Nevra sintió un fuerte pinchazo en el corazón, ese fue un sacrifico de amor, por un momento sintió que las palabras de Roxan eran verdad, ella no era una descendiente, sino una encarnación y como tal, Roxan podría despertar sentimientos amorosos por Leiftan y posiblemente repetir la historia una vez más. El sonido del metal desliando por algo llego a sus oídos nuevamente, pero esta vez no le tomo atención, la imagen de ambos en el suelo y un naciente cielo azul poco a poco se fue perdiendo transformándose en un espacio en blanco para todos.

El vampiro sintió un cálido agarre en su brazo, el espacio en blanco pronto se transformó en un jardín, el lugar era hermoso y a su vez misterioso puesto que todo parecía estar congelado, literalmente ese lugar parecía estar hecho de hielo.

-Pero...- este miro a su alrededor dando un par de pasos, al mirar tras de él noto que no había nadie más, estaba solo, ni el gran maestro o Miiko estaban...- ¿Chicos?

-No tienes por qué temer. - una dulce vos resonó en eco en ese lugar, busco por todos lados hasta que la figura espectral se hizo presente.

-Erika...- sabía que era ella y no Roxan, aunque tuvieran la misma apariencia, Roxan tenía un aura diferente.

-Ya veo que eres tú.

-Espera ¿Que soy yo?

-El dueño del corazón de esta chica. - ante aquella revelación, Nevra no pudo evitar sonrojarse levemente. - Estas dentro de sus recuerdos. Me temo que esto aún no termina para ti.

-Te molestaría ser un poco más clara, no estoy entendiendo nada ¿Dónde están los demás?

-Aún quedan muchas cosas que contar, pero no puedo tomarme el tiempo que yo desearía para hacerlo... -Extendiendo su mano le señalo una pequeña luz que pronto se hizo más fuerte, pero a diferencia de la primera vez, esta no le lastimo a la vista.

- ¿Que es este lugar?

- Es aquí donde la historia comienza... - Nevra miro como Erika estiraba su brazo en una dirección contraria donde le señalaba algo, sus sentidos captaron más bien algo curioso un pequeño llanto. al abrir los ojos se encontró en un bosque en las tierras del este reconocía el lugar pues no estaba muy lejos de su tierra natal. - Acércate. La verdad sobre ella comienza ahí -No dejó de señalar el lugar. Nevra la vio algo desconfiado, pero al mismo tiempo curioso. Estaba claro que no se echaría para atrás.

Nevra se fue acercando poco a poco entre los árboles, comenzando a distinguir el claro del agua en el lago, así como también un llanto infantil iba en aumento, salió de entre los arbustos quedando parado aun metro de la orilla; por un momento el vampiro quedo inmerso en sus pensamientos preguntándose porque ese lugar en Eldarya estaba conectado a Roxan o qué tipo de relación podrían tener, al girar su rostro quedo casi congelado en su lugar al ver a una mujer arrodillada sobre la grama sus ropas estaban algo manchadas de sangre y entre sus brazos trataba de cubrir algo, ese "algo" que comenzaba a llorar nuevamente

Erika por su parte se acercó a él siguiéndole los pasos. Cuando vio que él permaneció de pie con desconcierto, ladeó la cabeza en dirección a él y puso sus manos hacia atrás.

- ¿Esto te ha sorprendido? Es como si pensaras que algo malo pasará.

-Esa mujer... ¿Roxan? –ciertamente el parecido era idéntico. Hasta ahora entendía que Erika había reencarnado varias veces, pero...-No, no es ella, eres tu ¿verdad? Esa mujer eres tú. - Erika alzo la barbilla y miro al bebé.

- ¿Qué te hace pensar eso? Si lo aseguras por el tono del cabello, estarías siendo demasiado superficial. Tienes que ver un poco mejor y entender.

- ¿Por qué me estas mostrando esto? - su mirada se fijó en el bebé que había dejado de llorar ... Roxan... ¡¿Roxan nació en Eldarya?! – cuestiono sorprendido. - No, no puede ser verdad. Roxan es ese bebé, es ella... pero ella es humana...

-Solo una parte de ella. - dijo provocando más el asombro de Nevra. - Roxan es especial y al mismo tiempo, víctima del destino... como sabes algunos aengels escaparon, y fueron cazados, con el tiempo erradicados. - suspiró antes de continuar- Roxan fue producto de un amor entre un daemon y una humana, un amor que no debía existir. Desde ahí, se sabía que todo acabaría mal... en tragedia.

- ¿Cómo fue que eso paso? –Erika suspiro nuevamente, ella sabía más de lo que se permitía mostrarle al vampiro. - Erika ¿Cómo fue que esto paso?

-Cuando Leiftan me ato a la niña humana mi alma quedo dormida, fue inevitable que esa niña creciera e hiciera familia, esa humana es descendiente de aquella niña...- Nevra comenzaba a entender un poco más lo que estaba pasando, hasta cierto punto que Erika encarnase usando a la descendencia de la primera niña donde su alma fue encantada hasta llegar a Roxan, pero también había dicho algo curioso...producto de un daemon y los Daemons fueron en su tiempo aengels...

El sonido de ramas y hojas secas ser pisados llamo su atención de nuevo.

-Sé que te está costando entenderlo, pero pronto te darás cuenta de las cosas. - sin despegar su mirada ambos observaron a quien llegaba. Un hombre alto de cabello castaño y una severa mirada violeta

- Tenemos que irnos antes de que ellos te descubran. - fueron las primeras palabras del sujeto que llego hasta la mujer sin siquiera mirar al bebé recién nacido en sus brazos. - encontré otra aldea donde podrás vivir por un tiempo, nadie debe enterarse que eres humana.

-¿Y que hay de ti? No podre estar tranquila sabiendo que estas en problemas. Por favor quedate con nosotras.- suplico la mujer. Sus ojos estaban bastante brillosos para asegurar que tenia miedo y una profunda tristeza.

-Los rumores sobre que estoy protegiendo a un ser humano comienzan a propagarse, si llegan a atraparte no solo te mataran, sino también al bebé, sabíamos que esto pasaría tarde o temprano, sino nos movemos ahora, ellos te atraparan, te prometo apenas librarme de todo iré por ustedes.

Ambos observaron como aquella mujer lo miro largos segundos en silencio. Asintió con la cabeza mientras estrechaba más a su bebé.

-Hare lo que sea necesario para mantenerla a salvo y oraré para que tú estés bien y regreses con nosotras.- En el estoico rostro del hombre se vislumbro una sonrisa que solo ella conocía. ¿Quieres verla?

Las cosas para Nevra comenzaban a tener mayor sentido, menos de por que él era el unico que podia ver esos fragmentos del pasado de Roxan, ni tampoco él por que Roxan fue a parar a la tierra y no permanecio en Eldarya que ahora descubria fue su lugar de nacimiento. La luz blanca aparecio nuevamente cuando el hombre tomo a la bebé en brazos, estaban en un bosque cubierto por la noche, y, extrañamente eso le hizo sentir un nudo en el estomago, algo no estaba bien.

-¿Dónde estamos ahora?- pregunto mirando fijamente a Erika. Pero ella parecia estar perdida en sus propios pensamientos.- ¿Erika?

-Hay amores que no pueden existir... la felicidad nunca dura.- susurro su respuesta,p arecia que hablaba desde un punto muy personal, sacuido la cabeza para recuperar la compostura.- Presta atención. Es lo que quiero que entiendas.

Él miro hacia la cabaña en medio del bosque, apenas una tenue luz se podia persivir de su interior, trato de ignorar el malestar ne su estomago que le advertia que algo malo estaria por ocurrir, la pequeña puerta fue abierta dejando ver nuevamente a la mujer quien parecia estar bastante preocupada mientras miraba a todos lados abrazandose a si misma.

-Ellas... estan muy lejos de un pueblo ¿Por qué?

-Por que aquí estan más a salvo. Los humanos no son bien recibidos como ya lo sabes.- explico sin poder dejar de observar a la mujer a punto del sollozo.

El hombre que habia visto antes y que era el padre de Roxan llego hasta la mujer casi sin aliento.

-Nos descubrieron tenemos que irnos – sentencio

La mujer entro por su bebé y la tomo en brazos sin laterarla, los tres partieron del lugar con sigilo. Nevra y Erika seguian observando todo, aunque a él le hubiese gustado interferir, sabia que eso no era mas que un recuerdo que no podia ser modificado. Caminaron con mucho cuidado por él bosque. El hombre estaba alerta por si escuchaba algun ruido ajeno. Sabia que estaban cerca y que podian atacarlos en cualquier momento.

-¿A dónde iremos?- pregunto la mujer.

-Este mundo no es seguro para ustedes, hasta ahora son solo un rumor que quiero siga siendo eso... las enviare a la tierra.

-¡¿Sin ti?!- exclamo- no puedo imaginarme eso. No me agrada la idea, debe de haber otra forma de estar a salvo sin tener que irnos tan lejos.

-Escuchame, este mundo fue creado para que criaturas como yo nos libramos de ustedes, de los humanos, muchos en mi raza fueron acusados de traidores y cazados... mi deber era entregarte al mercaod negro y que hicieran contigo lo que quisieran, pero no lo hice. Sabes que entu mundo estas mejor protegida que aquí, sabras donde esconderte y tendras mejores medios para proteger a nuestra hija.

Nevra observo como aquella mujer queria llorar, el amor que le tenia era demaciado que solo bastaba mirar sus ojos almendra para darse cuenta que inclusive mataria por él, exagerado tal vez, pero jamás habia sido testigo de un amor tan puro como ese.

-Prometeme que vas a estar bien... y que volveemos a vernos.

-Te lo...-antes de poder siquiera terminar, un silvido corto el silencio que los rodeaba, una flecha habia sido disparada atravesando por completo el homrbo de aquel hombre.

-¡Eitan!- grito desgarradoramente y fue a auxiliarlo, aunque no podria hacer mucho. La aterro ver la sangre fluir sin detenerse.

-Estoy bien... no es nada...-respirando profundo tomo la punta de la flecha y la saco de su hombro.- ya no queda tiempo Nella.- ambos se ocultaron tras unos arboles donde la bebé comenzo a llorar.- abrire el portal aquí, deben irse de inmediato.

Ellos siguieron observando como el hombre que ahora sabian se llamaba Eitan creaba un circulo de setas, esos circulos de hechiceria que solo funcionaban en una sola dirección. Nevra jamás creyo que se les pudiera dar un uso como ese, y sin embargo lo estaba mirando en un recuerdo, tal vez por eso tambien fue que Roxan pudo llegar a Eldarya, no solo por estar en relación con Erika y el cristal, sino que su parte eldariana la llamaba.

-¡Maldición!- el grito frustrado de Eitan corto el silencio, las setas comenzaron a crecer en un perfecto circulo, peor este no era tan grande para que dos personaspasaran.

-¿Qué ocurre? – pregunto Nella.

-El portal solo puede pasar a una perosna...- Nella tardo en procesar la información. Comenzo a negar con desesperación. Era una locura.- no...no puede ser... primero me tengo que alejar de ti y ahora ¿Tambien de ella? No, no puedo

-Nella, si se queda solo los dioses saben que harían con ella si nos atrapan... no quiero dejarla sola, quiro que tu vayas con ella y la protejas pero no queda mas por hacer

-Creo que para estas alturas ya lo has entendido.- la voz de Erika sono dura, como si en el fondo se culpara de lo que estaban biendo.- para esa mujer elegir en pocos segundos fue ver su felicidad ser destruida.

Una nueva luz los cubrió y como la vez anterior aparecieron en un lugar diferente, esta vez el lugar no podía reconocerlo, era una habitación con cunas de cristal y eso solo le hizo entender que estaban en la tierra. tres personas atravesaron su cuerpo hasta llegar al frente de una de las cunas, una de las mujeres se inclinó para tomar a la bebé en brazos.

-Es tan linda, muero por llevármela a casa ahora mismo.

-Es una bebé muy linda. - dijo la mujer vestida de blanco mientras dejaba algo dentro de la cuna.

- ¿Quieres que la llevemos a ella con nosotros? – pregunto el hombre por encima del hombro de su esposa quien venía encantada a la bebé.

- ¿Por qué más estaríamos aquí? Después de seis años, la casa de adopción nos encontró un angelito para nosotros. - dijo mientras tomaba la mano de la bebé. - te encantara tu habitación y todo el decorado. A partir de hoy serás nuestra pequeñita

- ¿Ya has pensado en algún nombre? Apuesto a que sí, conociéndote- se reía el hombre. Su esposa también lo hizo.

-Roxan, ese era tu nombre.

El escenario regreso a ser ese jardín congelado, él aun no entendía mucho, sobre todo porque era el único que podía ver esos recuerdos, se giró a ver a Erika pero al verla su figura era aún más traslucida, tanto que en segundos podría desaparecer.

-Erika ¿Que te...?

-Ella te necesita...-le interrumpió. - te he mostrado algo que sentía tu debías de saber... porque cuando despierte, ella se marchara... la verdadera batalla por la sobrevivencia de su mundo no solo comienza para ustedes, sino para ella también, las dos compartimos un cuerpo, pero pronto solo una va a tomar el control.

- ¡No puedes hacer eso! -exclamo- ¡Ella tiene derecho a la vida!

-La decisión no la tomaras tú, tú no sabes que depara el destino, si, ambos se corresponden, pero esta batalla es personal, no descansare hasta que Leiftan pague por todo. Yo soy Roxan y Roxan soy yo... daré mi vida una vez más de ser necesario.

Zenda miraba la luna fijamente fuera de los muros del C.G. con su cuerpo manipulado, para esos momentos la espada que Leiftan necesitaba para mantener oculta su mentira ya debería de estar en manos de los líderes y la humana, Lance posiblemente estaría muerto o más loco de lo que ya estaba antes de ir a ese lugar suicida. Los gritos llenos de pánico de los habitantes del refugio apenas eran distractores de sus pensamientos, soltando un último suspiro atravesó las puertas como si nada observando todo el caos que los seguidores del daemon habían ocasionado.

-Y se supone este sería mi hogar...- uno de los esbirros al verla tan distraída seguramente congelada del miedo la tomo por la espalda comenzando a estrangularla, pero ella ni siquiera se inmuto, al contrario, la mano del sujeto se destruyó como si del cristal se tratase, no solo su brazo, todo su cuerpo había sido congelado y destruido. - olvide que esto es un recipiente.

Poco le importaba ser parte de esa pelea para defender el C.G. de los invasores, pero si no lo hacía, se delataría como una intrusa más de los que se revelaban, el suplente del líder de Absenta había caído muerto y poco le faltaba a quien suplía Obsidiana... la amadrinado se veía claramente en desventaja luchando contra cinco oponentes. Tomando las armas Saiz que descansaban en su cinturón se lanzó en defensa de la amadrinado. Lo admitía la magia era más útil que la fuerza física, su cuerpo había sido herido, pero se defendía gracias a ese instinto de supervivencia de la mujer.

Al final muy poco logro hacer, termino siendo desarmada y puesta con los demás dentro de una celda, toda la cueva había sido llenada, niños llorando, gente herida y algunos muertos por las heridas. La figura de Yair pronto se hizo presente caminando entre ellos, ya no era la misma dulce y tímida coneja, incluso su ropa había cambiado de colores vivos y holanes a oscuros y ceñidos, incluso su mirada había cambiado. Yair al ver a Andel se acercó a ella levantando su mentón con uno de sus dedos ganándose que la albina le escupiera a la cara y sonriendo ampliamente.

-Tienes tanta maldita suerte.

-Lo imagino, eres una sucia traidora. -Ykhar torció los labios, si no la conociera ahora mismo habría disfrutado de darle una lección, tenía muchas cosas personales en contra de Zenda y contra Indely algunas otras, pero no sería justo que le diera una lección si era manipulada, Zenda no la defendería y al verla tomaría venganza por dañar a su juguete.

- ¡Quita tus manos de ella! - la coneja desvió su mirada a la Hamadriade que había sido encadenada a la pared, no muy lejos de ella mirándole con rabia estaba Kero también encadenado y golpeado. - ¡Maldita traidora!

-Como suplente de Líder no fuiste más que una decepción, todos ustedes son patéticos.

-Si lo somos ¿Porque estás aquí? -Cameria trataba de liberarse de sus cadenas sin mucho éxito, estaba débil y su árbol corría el riesgo de ser incinerado en cualquier momento. - ¿Por qué no has traicionado?

-Yo jamás los traicione. - respondió calmada. - para empezar, jamás estuve de su lado, solo fingía estarlo.

En la sala del cristal Leiftan miraba la enorme roca luminosa que pudo ser Erika, todas las almas que estaban atrapadas dentro, tanto dragones, como Aengel, había mejores métodos como dominar sobre la raza humana, pero no... prefirieron sacrificarse por un mundo donde todos pudieran estar tranquilos, la tierra debió de ser de ellos, si lo hubieran escuchado nada de esto estaría pasando. Desplegando sus alas negras la sala se llenó por completo de un aura mezquina, venas negras comenzaron a formarse sobre el cristal obligando el oráculo salir.

-Cuántas vidas están en tu interior... dices estar aquí como un símbolo de paz y sabiduría, pero no eres más que el resultado de miles de muertes...- la figura del oráculo lo miraba llena de tristeza, podía sentir le dolor en su interior, pero no se atrevía a decir nada.

-De solo pensar que tu Leifde seria ella, el estómago se te hace un nudo. - el daemon miro tras de sí, la figura espectral de Zenda estaba presente.

-No te he ordenado salir.

-Tampoco hacer una proyección... Creo que nuestro querido Ashkore fallo en su misión, no siento su aura, pero aquel lugar ya ha dejado de ser hostil, se podría decir... como se dice, ¡Ah, sí! Ahora es un pequeño paraíso desierto

-Ustedes no saben hacer bien un trabajo.

-En tú lugar deberías de preocuparte por que Erika no este despierta ya, de lo contrario sabes que pasaría.

-Aún es pronto para su despertar, tengo un nuevo plan para ella, pero para eso necesito a Roxan... busca a Lance, sácalo de la isla y esperen a mis órdenes y esta vez Zenda, no falles o me encargare de encerrarte y no en un árbol dorado.

La figura de Zenda desapareció dejando la Daemon y al oráculo solos, Leiftan acaricio la mejilla del oráculo antes de sonreír con total crueldad.

Notas finales:

Bueno no es la primera vez que hago algo parecido de un recuerdo, pero esta vez hubo más de un personaje, solo y en especial quiero agradecer mucho a mi amiga skylar por ayudarme con una parte de este capítulo porque la verdad si necesitaba ayuda y sin ella seguiría estancada. ¡muchísimas gracias por tu ayuda!

Y bueno ahora se sabe que Roxan, no solo tiene sangre faery sino que también nació en Eldarya, tengo pensado hacer un capítulo especial sobre los padres de Roxan pero ya veré como acomodarlo sin que afecte la trama de la historia.

Espero que les gustara el capítulo

Dudas, preguntas, aclaraciones lo que sea todo es bienvenido.

Hasta la próxima actualización.

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