Algún día

Antes que nada... este fanfic nuevamente lo estoy subiendo ya que hace algun tiempo lo borre por distintas razones (falta de inspiración preciones y de preción ya que fui parte de todas a quellas a las que le tumbaron la cuenta sin razon) pero ahora regreso a publicarla ya que estoy haciendo GRANDES cambios a mi idea original.

Espero que les guste este fic y disfruten de la lectura.

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El cielo estaba teñido de negro a pesar de la oscuridad se podían ver las espesas nubes cuándo el cielo gruñía mostrando rayos señal de que pronto habría gran tormenta que marcaría el fin de aquella sangrienta batalla, con la cual pondrían fin a todos aquellos marcados como traidores.

Un nuevo estruendo retumbo en los cielos mostrando dos pares de ojos que se retaban intensamente con la mirada, con las respiraciones agitadas, las manos, rostros cuerpos manchados de sangre... en esos momentos no importaban los recuerdos de aquellos días felices, de aquellos días donde ambos reían podían vivir sin que nada les preocupase o importarles más que el hecho de querer una vida tranquila llena de felicidad. A pesar de saber que sus naturalezas eran diferentes a pesar de saber de qué ahora con aquella traición sus vidas fueron condenadas, sus sentimientos traicionados y sus corazones destruidos; en esos momentos ellos no era más que soldados con órdenes directas ejecutar a todos los traidores del nuevo mundo que marcaría una nueva era de paz y armonía para los faerys... pero ellos también tenía la misión de acabar con todos aquellos que se oponían a sus ideales poco a poco cada uno de sus amigos y compañeros caían en batalla cada bando aunque no lo pareciera tenían el mismo objetivo eliminar a todo aquel que se opusiera en los planes.

Un nuevo estruendo se escuchó y ese fue el justo instante donde sus armas chocaron haciendo resonar el filo de sus espadas. Ambos no decían nada sus miradas lo decían todo a pesar de que en sus rostros estaba plasmada la expresión de odio y determinación por acabar con su adversario... él sabía que ella tenía una mirada que dejaba ver su alma, sus sentimientos, la pureza encarnada en una mujer que ahora se encontraba cubierta de sangre. Por desgracia no todo sería felicidad como así lo tenían previsto.

Sus espadas se deslizaron una de la otra sacando chispas de un ágil salto ambos se separaron apenas un metro de distancia sin dejar de mirarse sin dejar de apuntarse amenazadoramente... en esos instantes donde pudo ver sus ojos, pudo entender su dolor, mismo dolor que él compartía. Ella no quería dañarlo, él no quería lastimarla... pero entonces ¿Por qué no simplemente paraban? La respuesta era más que simple: porque ambos son fieles a su deber, son jodidamente orgullosos y aquello ya era parte de algo personal también.

Las gotas de lluvia comenzaron a caer y fue en ese momento donde ambos saltaron nuevamente a la pelea poniendo fin a su batalla.

El final de aquella batalla había llegado al igual que su vida...el cielo antes negro y tormentoso se ilumino de azul un azul ópalo que trasmitía serenidad y paz las gotas de lluvia seguían cayendo sobre ellos... gruesas gotas resbalaron por sus mejillas sintiendo como salían calientes de sus ojos y resbalaban dejando un rastro frio... el arma de su oponente quedo en el suelo y solo podía contemplar la hoja de su espada bañada en sangre.

-¿Por qué? – le cuestiono, las manos de su oponente estaban sobre sus brazos apenas sacando un poco de fuerza para poder sostenerse en pie.

-No... no lo sé...- le respondo levantando la mirada de sus rosados labios escurrió un hilo de sangre mientras sonreía con tristeza y sus ojos puros le mostraban el dolor y la alegría de que siguiera con vida.

Le separo de su cuerpo para retirar la espada que le había atravesado por completo el torso al hacer eso la mancha carmín se extendió, sus piernas se doblaron ya no soportando su peso, rápidamente él le tomo cayendo juntos al suelo manchándose las ropas de sangre... su sangre.

-Eri...

-Está bien... sabíamos que esto pasaría... yo...

-No, no hables por favor yo no quería que esto... - las lágrimas descendieron más rápido por sus mejillas, un par de gotas saladas cayeron sobre su rostro siendo arrastradas no solo por la lluvia que los empapaba sino también por sus propias lágrimas. Un débil rose en su mejilla le hizo mirarle otra vez ella sonreía y él le respondió igual intentando disfrazar el dolor que existía en su interior. Escucho los gritos de sus oponentes intentando causar temor ante las exclamaciones de victoria, tomo aquel frágil cuerpo que se desangraba en sus brazos.

-Lamento que... tal vez...tenían razón lo nuestro jamás debió...

-Ya para no hables... - repitió.- por favor.

-... si algún día yo... si nosotros renaciéramos otra vez, me gustaría conocerte.

Él le miraba sonriente, sonrisa que poco a poco se esfumaba de sus labios.

-Erika... Erika no...¡No cierres tus ojos no!- imploro cayendo de rodillas junto con ella- por favor no... Erika no...- sus labios ya habían perdido color apenas logro moverlos sin emitir sonido alguno.

Sus ojos se abrieron de par en par... ella había dejado de respirar... un grito desgarrador se escuchó mientras él sostenía su inerte cuerpo la lluvia los cubrió a ambos siendo testigo del dolor y llanto. Se reincorporo nuevamente con aquel cuerpo comenzando a caminar sin rumbo fijo... el cielo poco a poco se despejaba al igual que la lluvia terminaba de caer sobre ellos limando un poco la sangre. La había perdido, había perdido lo más valioso que tenía en esa vida inmortal.

Sus pasos lo llevaron a internarse en el bosque teniendo como único compañero al silencio... llego al claro del bosque un lugar parecido a él donde se vieron por primera vez... una pequeña que huía de una turba furiosa con la clara intención de querer lastimarle y el un niño que solo paseaba por el bosque cuando no quería enterarse de los planes de su gente. Un circulo luminoso se formó bajo sus pies, lo único que él deseaba era regresar a aquel lugar era muy significativo y si ella debía tener un lugar de descanso seria ahí... para cuando la luz se dispersó ya estaba en el mundo humano, seguramente aun había criaturas moviéndose a los portales para salvarse de los humanos, sabía que los pocos sobrevivientes escaparían al ver que ya tenían esa batalla perdida y poco le importaba, realmente la vida ya no tenía sentido pues ella ya no estaba.

Camino por el bosque de aquel mundo sin pensar sin mirar el cuerpo que sostenía entre sus brazos.

-Ayuda...

Una débil suplica le hizo detenerse, levanto la mirada frente a él se encontraba lo que parecía ser un derrumbe causado por una tormenta... pudo ver entre las rocas lo que era un brazo humano con sangre y el cuerpo de una mujer debajo de una roca, trozos de madera de lo que seguramente fue una carreta ahora destruida y lejos de todo eso una niña mal herida que apenas se movía... que irónico el acababa de perder al amor de su vida bajo la lluvia y esa niña si es que sobrevivía ya había perdido a su familia en el accidente.

-Ayuda...- repitió la niña estirando la mano en su dirección. El la miro.. su rostro ensangrentado, el charco de sangre bajo su cuerpo... no sobreviviría.

Sus facciones faciales cambiaron lentamente esa niña seguía con vida solo por poco tiempo, Erika ya había muerto pero su alma seguía atrapada en su cuerpo a menos de que este fuese cremado o estuviera dentro de una tumba...algo había pasado por su mente. Con cuidado dejo el cuerpo de su amada en el suelo para después tomar el de la niña que pedio su ayuda lo que aria no tendría perdón y él lo sabía perfectamente seria maldecido por... usar magia antigua eso significaba hacer un gran sacrificio.

Tomo un poco de la sangre que brotaba de la cabeza de la pequeña para hacer una marca en la frente del cuerpo inerte de Erika, después tomo un poco de la fría sangre de Erika para hacer la misma marca en el cuerpo de la niña

No lo negaría... la quería, la quería de regreso y solo transfiriendo su alma al otro cuerpo lograría

"amla euq ah odirfus al nóicarapes es ut opreuc ... aserger a etse odnum odnamot onu oveun aserger a im et ol orolpmi"

Mientras el recitaba el hechizo antiguo las marcas en ambos cuerpos comenzaron a brillar... los ojos de la niña humana se abrieron el color negro de sus ojos poco a poco fue desapareciendo hasta dejar sus cuencas completamente blancas... segundos más tarde sus pupilas tomaron color, el negro había desaparecido y en su lugar un hermoso color lavanda apareció. Tan puros, tan inocentes... las heridas en el cuerpo de la niña comenzaron a cerrarse, su respiración apenas se regulaba y sus ojos se cerraban lentamente.

-Descansa.- le dijo de modo dulce...- pronto nos veremos otra vez Eri... algún día regresaras a mí y viviremos lo que no logramos vivir en esta vida.

Sus palabras eran confusas para ella... pero ella más bien parecía ver un ángel que le rescato de la muerte. Antes de que todo se tornara oscuro el ángel que salvo su vida dijo algo que ella no logro escuchar...

Para cuando abrió sus ojos la lluvia había terminado su cuerpo temblaba el cielo se mostraba de n azul grisáceo, se levantó como pudo mirando a su alrededor ahí no había nadie

La imagen borrosa de un ángel inundaba su mente, al mirar el deslave de piedras y los restos de su familia no supo explicarse por qué no comenzó a llorar esa perdida, era su familia... pero... no la sentía como tal

-Hasta que nos volvamos a ver...

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