Aengel vs Daemon


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Un frio aterrador lo abrazo completamente, sus ojos, sus labios, las facciones de su rostro, esa mujer que compartía un parecido totalmente idéntico a Roxan, no era su esposa; la mirada del vampiro bajo lentamente hasta toparse con lo que sostenía en sus brazos, a ella misma, no, a Roxan. Controlar su cuerpo para no temblar... vaya, ni siquiera supo cómo lo había hecho para controlarse y no caer de rodillas frente a ella, sus ojos solo no paraban de mirar el cuerpo que parecía inerte.

-Sigue con vida. – su voz rompió el frio silencio en el cual todo el lugar se encontraba, ni siquiera se podían escuchar los quejidos de Ykhar por lo ocurrido. – vamos, tómala.

-Erika.

Nevra se apresuró a tomar el cuerpo de los brazos de Erika dando un par de pasos hacia atrás para alejarla un poco del peligro, Ezarel se apresuró a ir donde Nevra y colocar sus dedos sobre su cuello, asintiendo a lo que Erika había dicho, Roxan se encontraba con vida.

-Leiftan. – el nombrado sonrió ligeramente bajando la mirada. - ¿Era esto lo que querías?

-De cierta forma, aunque tú no tenías que despertar de esta forma. - dijo mientras miraba sobre su hombro en dirección al altar donde Chrome e Ykhar se encontraban al otro lado.

El joven lobo que se encontraba en el suelo intento retroceder ante aquella mirada que el daemon le lanzaba, de la nada un fuerte viento apareció, el chico simplemente atino a cruzar sus brazos frente a su rostro esperando un gran impacto fuera lo que fuera sobre de él, sin embargo, y para su sorpresa el ambiente a su alrededor se tornó... ¿Cálido?, si, era cálido y agradable, pero ¿Por qué? Con algo de temor se atrevió a bajar los brazos y mirar. Estaba rodeado de lo que parecía ser cristal y no solo él, los chicos al otro lado también eran protegidos por el mismo cristal que lo rodeaba a él.

-Klauth... - el dragón ladeo ligeramente la mirada en dirección donde Erika se encontraba, apretando ligeramente su mano donde tenía lo que zenda le había dejado para recrear el sacrificio azul...- ¿Alguna vez pensaste que nos veríamos otra vez de esta forma?

-Para ser honesto, desde que todo ocurrió no pensé que nos veríamos otra vez y ahora que sabía que despertarías, no es la mejor forma de un reencuentro.

-Tienes razón. – sonriendo Erika regreso su mirada al frente para centrarse en aquellos orbes jade que se clavaban en ella. – Sera mejor que salgan de aquí antes de que no puedan hacerlo.

-No podemos irnos así de simple, tenemos que cumplir una misión. – Intervino Ezarel aun lado de Nevra, pasando su mirada entre ella y el dragón. - y para ello necesitamos recuperar al oráculo.

-Él tiene razón. - mostrando el amuleto de Zenda, Erika enarco una ceja sin comprender. – Eldarya se está desestabilizando, y para regresar su orden tenemos que recrear el sacrificio azul, ¿Entiendes lo que eso significa verdad?

-No prometo darles mucho tiempo. - soltando lentamente un suspiro la pared de cristal que los protegía comenzó a agrietarse.

-Leiftan tiene bajo su poder al oráculo. – esta vez hablo Valkyon - nosotros podemos ocuparnos de lo demás, pero...-su mirada se posó en Roxan que seguía en los brazos de Nevra.

Erika en respuesta extendió su mano hacia atrás una pequeña luz blanca se formó en el suelo, fueron solo segundos donde esa luz incremento su tamaño y Chrome ahora se encontraba con ellos al otro lado del muro.

-¿Qué? – susurro el lobo.

-Chrome ¿Por qué lo ha traído aquí? - demando Ezarel. - ¡Es un traidor!

-Sin su ayuda yo no habría despertado y no les podría ayudar a realizar el sacrificio azul nuevamente. - defendió Erika.

-Confió en ella. - hablo Klauth el tiempo se les estaba agotando, la pared sucumbiría rápidamente ante el poder de Leiftan. - no tenemos tiempo, así que no nos quedan más opciones, Valkyon, si tu hermano llega tendremos otro problema, debes ocuparte de él. – el de obsidiana asintió comenzando a retroceder para salir de ese lugar. - Ezarel, Nevra ahora los necesito conmigo. –ambos compartieron una mirada en silencio asintiendo con la cabeza el mismo tiempo.

No tenía otra opción, aunque estaba bastante resentido con Chrome tenía que confiar en Erika y sus decisiones, aunque fuera por ella que su Roxan estaba en esa condición entendía el hecho de tener que proteger ese mundo donde ambos se conocieron y unieron, además de que había miles de vidas que dependían de ellos ahora mismo.

-Chrome.- la voz seria del líder de la sombra le hizo erizar la piel.- voy a confiar una vez más en ti, no me hagas arrepentirme y matarte con mis propias manos.- acercando a la chica al lobo los llevo a un lugar que considero por ahora sería seguro.

***~~~***~~~

El rugido del dragón y sus llamas azules fue lo primero que Valkyon pudo notar al salir de aquel lugar, su hermano atacaba sin distinción alguna, aliados o enemigos, todos por igual, corriendo en su dirección rápidamente tomo su forma draconiana para alzarse en vuelo y así poder atacarlo.

El rugido de Valkyon llamo por completo la atención de Lance, quien no dudó ni un segundo para atacarlo. Por unos momentos la batalla en tierra se había detenido, todas las miradas se centraron en el cielo donde los dos dragones se enfrascaban en una batalla inimaginable para ellos. El cielo se llenaba de flamas rojas y azules; Valkyon había hecho un movimiento donde su cola se enrosco en el cuello de Lance para después soltar un fuerte golpe con sus garras en su costado, Lance retomo su forma humana para poder liberarse del agarre de su hermano, en esos momentos los movimientos de Valkyon en aquella forma, aunque eran fuertes y mortales, era realmente lento para reaccionar a lo que Lance acababa de hacer.

Lance apenas y puso desplegar sus alas para progrese del fuerte impacto contra el suelo, Valkyon se dejó caer en picada mientras también retomaba su forma humana, hasta quedar a un par de metros lejos de él.

-¡Lance! – le grito, su hermano lucia cansado, su respiración agitada y los movimientos torpes e involuntarios de su cuerpo lo delataban claramente.- Lance, para con esto, aun puedo ayudarte.

- ¿Ayudarme? – pregunto con sátira soltando una gran carcajada.- ¿En qué vas a ayudarme? A regresar a ser un esclavo a las órdenes de una patética kitsune a la que sus padres querían muerta por ser una vergüenza, a liderar a estúpidos que no saben ni usar un cuchillo para la comida.

-¡Ya basta! – no lo soporto más, no, definitivamente ese no era su hermano, él jamás hablaría así de Miiko o de sus compañeros. Sin poder contener su rabia se lanzó contra su hermano asentando varios golpes en su rostro. - ¿Por qué? ¿Por qué haces todo esto?

En un rápido movimiento, su gemelo asesto un golpe en la quijada de Valkyon para poder quitarlo de sobre él, ahora era su torno para golpearlo sin darle la oportunidad de defenderse, en otro movimiento una de sus manos se cerró alrededor de su garganta y con la otra logro sacar una daga que sostuvo por arriba de su cabeza.

-¿Quiere saberlo? Creo que es lo más piadoso que puedo hacer por ti antes de matarte. Cuando Leiftan me conto sus planes, pude entenderlo, nuestro pueblo se sacrificó por un montón de idiotas que se regocijan de una vida sin saber que varios de los nuestro se sacrificaron para tener todo lo que tienen, tendrían que vernos como dioses, adorarnos, y sin embargo solo somos recuerdos sin más una simple mención.

-¡Te puedes escuchar! ¡Estas completamente enloquecido! Ambos acordamos jamás contarle a nadie sobre nuestro secreto, y sin embargo has sido tú el primero en desvelar nuestra identidad... Lance, no puedo entender que fue lo que paso, pero yo voy a detenerte.

-¿Y cómo harás eso? – pregunto de una manera casi enloquecida, bufaba como una animal a punto de lanzarse al ataque, su respiración agitada, el sudor corriendo de su frente y la mandíbula apretada.

-Recordando al hermano honesto y protector que tuve en la infancia, quedándome con los buenos recuerdos, recordando a mi querido hermano.

Aquella palabra resonó en su cabeza como eco...

-Cállate...Cállate ¡CÁLLATE CÁLLATE CÁLLATE!

Su grito resonó por todo el bosque levantando más su brazo apretó con una fuerza sobre humana el mando de la daga que la sangre comenzó a escurrir de su puño cerrado, Valkyon simplemente no hizo ningún movimiento para frenarlo, en su corazón sabía que su hermano jamás se atrevería. Sus ojos solo observaron la punta de la daga dirigirse a él a toda velocidad antes detenerse a un par de centímetros de su ojo.

Nuevamente un grito escapo de su hermano, pero, a diferencia del anterior aquello pareció más un aullido de dolor, en un fuerte movimiento su mano arrojo la daga dejando que esta se clavara sobre el tronco de un árbol, Lance se dejó caer aun lado de Valkyon sin dejar de gritar, la manera en que se sujetaba la cabeza como si intentara arrancarse el cabello con grandes trozos de piel.

-¡YA BASTA! ¡YA BASTA!

-¡Lance! – él sin pensarlo siquiera se abalanzo contra su gemelo para sujetar sus manos, su mirada antes enloquecida ahora parecía ser de dolor puro, por un momento su mirada logro enfocarlo.

-Ayu...dame...

-Lance, ¿Qué ocurre? ¿Qué pasa contigo?

-Yo no...yo no...¡AAAH! – el dolor era grande, demasiado grande de soportar, por un momento Valkyon quedo congelado, no... no lo había alucinado y tampoco parecía ser una trampa, él realmente, Lance realmente le estaba pidiendo ayuda.

***~~~***~~~

El muro que se había levantado para protegerlos por fin había cedido, el fuerte poder del daemon pudo sentirse plenamente, Klauth apenas pudo mantenerse en pie, mientras que los demás terminaron por caer de rodillas al suelo, Ezarel podía sentir su cuerpo temblar no solo por el inmenso poder que Leiftan demostraba sino por el terror, era vergonzoso admitirlo hasta para él mismo, pero se sentía aterrado por lo que sentía. Nevra por su parte apenas pudo girar el rostro para ver a Chrome que trataba de proteger a Roxan, aunque estuviera en el suelo podía ver en la mirada del chico lo aterrado que estaba.

-Leifde

-Leven... creo que no hace falta decirnos más, pensé que tal vez algún día entenderías.

-Por desgracia para ambos, seguimos pensando como en aquel momento, dime ¿Sigues pensando que no merecemos ser dioses para ellos?

-Si, lo sigo pensando, nuestra misión como Aengels no era esta, no era pretender ser dioses para los humanos, o serlo para nuestros congéneres. - alargando su mano la espada que hasta hace unos momentos Klauth tenía bajo su poder ahora aparecía en su mano.

- Convertirte en la cazadora de tu especie entonces ¿Valió la pena? De ser así dime Leifde ¿Qué dice al respecto? – Leiftan imito el acto de Erika, alargando su mano haciendo que su espada apareciera de inmediato.

-No Leifde, no tengo más nada que decirte. - sus palabras fueron frías, algo que hizo que Leiftan se enfadara aún más adaptando su forma de daemon, extendiendo sus grandes alas negras mostrando con orgullo en lo que se había convertido.

Erika cerro sus ojos dejando que una fuerte onda de energía saliera de su cuerpo haciendo que sus alas de blanco inmaculado ocultaran su espalda, vasto únicamente con un pequeño movimiento de las misma se creara una onda de energía que rompió el poder aplastante que Leiftan tenía para con los demás, regresándoles no solo el movimiento en sus cuerpos, sino que de alguna forma que ellos no pudieron explicarse se sentían demasiado llenos de energía.

-Entonces Cazadora de Daemons, terminemos lo que comenzamos.

Erika no dijo más nada, de un momento a otro la Aengel había desaparecido de su lugar para después re aparecer junto con Leiftan, ambos ejerciendo fuerza cada uno con sus espadas para mantener al otro lejos; el frio metal de las espadas se deslió tan rápido que un par de chispas aparecieron. El daemon uso la fuerza de sus alas oscuras para crear una onda de viento que desestabilizo a Erika quien en ese momento se preparaba para intentar atacarlo nuevamente, su espada se deslizo de sus manos por aquello como si fuera un principiante que apenas es instruido para utilizar el arma, Leiftan aprovechó el momento para dar un fuerte golpe en su espalda y arrojarla más lejos de una patada.

-¡Erika!- exclamaron Earel y Nevra al mismo tiempo al ver como el daemon ganaba ventaja apenas iniciada su pelea, por el poder que ella utilizo apenas haciendo aparecer sus alas, les costaba creer que Leiftan fuera más fuerte que ella.

-Déjenla, no se distraigan. - ordeno Klauth, los otros dos le miraron sin comprender. – yo mismo entrene a esa niña desde los tres años. Ahora tenemos otro asunto del cual ocuparnos ya mismo.

De enfrentarse a otra situación de batalla no le habría molestado dejarlo todo de lado y observar la pelea, ni siquiera hubiera dudo en intervenir al ver como Leiftan la golpeaba, además sabía que ella no se dejaría golpear tan fácil y rápido a menos que estuviera analizando a su oponente.

Aunque Erika no supiera de los pensamientos de su padre, él tenía razón, paso mucho desde la última vez que peleo con Leiftan, desde el sacrificio azul para ser exactos, más en el momento que ambos forcejearon con las armas, ella pudo ver al oráculo, el fragmento de cristal donde se encontraba recluido, lo tenía sujeto al cinturón perfectamente oculto entre sus alas negras y ese fragmento de cristal ahora era necesario.

Impulsándose con el pie izquierdo nuevamente se lanzó al ataque intentando dar una estocada en el costado izquierdo del daemon, mientras que este a su vez reaccionaba para defenderse, sin mostrar ninguna otra reacción más que la seriedad en su rostro y los ojos fijos en ella. Ahora era el turno de él para intentar dar un certero golpe contra Erika, sus movimientos eran rápidos, sin embargo, había notado que los lentos de Erika eran por un propósito, en el momento que el daemon intento desarmarla, ella con su otra mano libre sostuvo el filo de la espalda con fuerza para atraerlo hacia ella y poder asestarle una buena patada en la quijada.

- Nada mal Leifde, pero si no te conociera habría pensado que olvidaste como pelear y que solo eres una niña que pretende imitarme. – dijo mientras limpiaba con el dorso de su mano libre su boca notando la pequeña mancha carmín.

-Es un placer entonces que realmente me conozcas.

Ambos extendieron sus alas nuevamente, el combate en tierra, aunque pareciera ser fácil, era más complejo, no había lugar donde apoyarse, ellos ahora simplemente dependían de sus movimientos y la estabilidad que sus alas les ofrecieran en el combate. Leiftan sostuvo con fuerza la empuñadura de su espada para levantarlo por arriba de su cabeza para lanzarse nuevamente al ataque, Erika reacciono rápidamente tomando su propia arma para ponerla frente a ella usando su otra mano para crear así una barrera que evitara la espada del contrario le hiciera daño.

- ¿Por qué te sacrificas nuevamente? - cuestiono ejerciendo más fuerza para poder ganar ventaja. – no puedo entenderlo Erika, todo lo que he hecho por ti.

- ¿Hacer por mí? Por favor Leiftan no me tomes por estúpida, se bien todo lo que has hecho, no me has dejado descansar desde aquel día, mi alma ha vivido atada a ti. Asesinaste, mentiste, hiciste todo lo que sabias podía lastimarme solo para llegar a este momento. - empujando con fuerza fue su turno de poner a Leiftan en aprietos, de una rápida patada logro desarmarlo dejando que la espada del daemon callera sobre el altar donde hasta hace un rato se había realizado el ritual de separación.

- ¡Hice todo porque no quería una vida sin ti! – exclamo. - porque por el amor que siento por ti es más fuerte que cualquier otro sentimiento, siempre te quise a mi lado y ahora nuevamente repetimos la escena que nos separó.

-Tu no me amas.

El gran estruendo en aquel lugar no solo hizo las paredes temblar, sino también hizo que quienes preparaban todo para el nuevo sacrificio perdieran el equilibro. Ezarel apenas logro mantener su equilibrio colocando una de sus piernas en el suelo a la vez que con las manos protegía un artefacto sagrado.

-Ese bastardo, si ambos siguen con esa pelea terminaran por sepultarnos a todos aquí dentro. - bramo el elfo mientras regresaba el objeto en su lugar.

-De ser ese el caso será mejor que nos demos prisa con esto. - dijo Nevra mientras que él también terminaba de acomodar uno de los objetos, el lugar donde se llevaría a cabo el ritual tenía la forma de una estrella de seis puntas trazando un camino con diferentes símbolos que no podría describir, pero tal vez Klauth si, ya que él las había dibujado en el suelo. - maestro.

-Nos faltan dos objetos. - dijo mientras miraba los ya acomodados. - necesitamos un receptor y a esos dos.

- ¿Como? No podemos hacerles parar su pelea y decirles que se paren aquí para ser sacrificados, Leiftan se ocupara de destruir todo este lugar antes que sacrificarse.

-No soy idiota Ezarel, lo sé bien, y Erika también, de alguna forma sé que ella lograra atraerlo. - el dragón de oscuras escamas levanto la mirada hacia el Aengel y el daemon que luchaban en el aire, con tener cualquiera de los dos elementos faltantes sería suficiente para iniciar nuevamente el sacrificio azul.

-Dijiste que faltaban dos elementos y uno es cualquiera de ellos dos ¿Cuál es el faltante? - cuestiono Nevra.

-Un receptor, cuando planeamos el primer sacrificio Erika seria el receptor, en otras palabras, ella sería el oráculo junto al resto de criaturas que se unirían a tal acto, pero al no estar ella presente se creó una entidad que conocen ahora como su actual oráculo, a ella la necesitamos para que tome el poder nuevamente y este mundo siga a delante.

Un nuevo estruendo, todos fijaron su vista nuevamente en la pelea, ambos parecían estar forcejeando entre sí. Erika tenía sus manos entrelazadas con las de Leiftan, tenía que buscar una forma de liberarse de sus manos para poder quitarle al oráculo, la Aengel con la mirada fija en los ojos del daemon dejando que una luz blanca se formara entre las manos de ambos, logrando hacer que Leiftan fuera a dar contra el muro contrario dejando un gran cráter con el dentro, Erika dio un aleteo con sus alas que la a cerco a Leiftan tenía que aprovechar su aturdimiento para arrebatarle el cristal con el oráculo.

Apenas ella pudo acercarse en un rápido movimiento Leiftan la tomo por el cuello con fuerza.

-N-no vas... no vas a poder...ganar esta vez...- dijo con esfuerzo mientras intentaba liberarse de su agarre con una mano.

-Eres tu quien no va a ganar. - Erika soltó una ligera risa a pesar de estar sujeta por el cuello con fuerza, la Aengel apenas levanto un poco su mano para mostrarle el trozo de cristal con el oráculo... ¿En qué momento? Aprovechando su aturdimiento por robarle el objeto Erika se liberó dando un golpe en su estómago para hacer que la soltara.

-¡Klauth! – grito arrojando el cristal en su dirección.

-¡Ahora! – exclamo el dragón a los otros dos.- váyanse de aquí rápidamente o de otro modo formaran parte de este sacrificio.

-¡NO LO VOY A PERMITIR! – el grito de Leiftan resonó nuevamente con gran furia, nuevamente aquella poderosa energía que les impedía moverse se liberó, y, antes de que Erika pudiera hacer algo la sujeto por las alas, su rabia ahora era increíble.

-¡Suéltame!

-Eres una maldita Erika, yo hice todo por ti, si, sabía que hice cosas que te lastimarían, pero con tu despertar tenías que ser solo alguien que respondiera a mi voluntad... ante lo que dijiste en el pasado, juntos por siempre, aceptando todo el uno del otro decisiones y sueños, solo fueron falsas promesas que salían de tus labios y que yo creí como estúpido.

La fuerza que ejercía en su agarre no hizo más que arrancar grandes alaridos por parte de Erika, con él a su espalda no podía hacer mucho para liberarse cada movimiento que intentaba hacer incrementaba su dolor.

-Leiftan...¡LEIFTAN!

El silencio reino, todos los que lo vieron pudieron bien escuchar sin necesidad de estar cerca como el daemon había arrancado las alas de Erika y dejarla estrellarse contra el suelo sin piedad alguna.

-¡ERIKA!- gritaron todos, Klauth se sentía la rabia y la impotencia apoderarse de su cuerpo, a penas los lentos y torpes movimientos que pudo dar fue para tomar el cristal.

-Fue culpa mía pensar que a pesar de todo tú me amabas, pero realmente Erika jamás lo hiciste, por lo que todo esto no tiene sentido. – lentamente descendió hasta quedar sobre el altar y recuperar su espada. – tu despertar fue un error, entonces no me queda más que destruirlos a todos... comenzando con la fuente de tu regreso.

Leiftan señalo con su espada a Roxan quien era protegida por Chrome en ese momento, Erika trato de levantarse con sumo esfuerzo del suelo sin poder creer lo que había ocurrido hace unos segundos, realmente, realmente Leiftan dudo de su amor, realmente fue capaz de arrancarle las alas, y ahora declaraba totalmente tener que destruir todo ese mundo.

-¡ROXAN!

Nevra intento levantarse al ver lo que Leiftan había hecho, el daemon había arrojado su espada con la intención de matar a la chica de la cual se había desprendido el alma de Erika.

Sentir como el frio metal atravesaba su carne y el calor de su sangre deslizarse por el filo de la espada...

Notas finales:

Bueno después de casi un año regresamos con esta historia, la verdad la pelea de estos dos se veía fantástica en mi mente, aun así, espero no haberlos decepcionado con la pelea.

Por cierto el significado de "leve" es vida y es así como Erika se refería a Leiftan en el pasado.

Espero que les este capítulo.

Dudas, preguntas, aclaraciones, lo que sea todo es bienvenido.

Hasta la próxima actualización

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