8. Recuerdos
KIERAN
Soy más fuerte de lo que pensaba, pero no lo suficiente como para no despedazarla mientras estamos juntos.
Subo las escaleras de dos en dos hacia mi buhardilla y cierro dando un fuerte golpe a la puerta, gesto del que me arrepiento al recordar que mi padre está en casa. Sacudo la cabeza y abro la ventana del todo, saco la cabeza por el hueco e inspiro en profundidad el aire fresco proveniente de los bosques e inmensos pinares.
Cálmate, Kieran, eso ha sido una estupidez por tu parte, ¿cómo se te ocurre enterrarte entre sus muslos?
Sacudo la cabeza y aprieto el alfeizar de la ventana con una rabia interna que casi puedo sentir cómo la cabeza me arde por dentro y por fuera.
—¡Joder! —exclamo cuando la madera húmeda cede bajo mis manos, rompiéndose en astillas que se me clavan en las palmas sin causarme daño alguno.
No tengo tiempo de arreglarla ahora.
Me deshago de la ropa mojada, la meto en el cesto de la lavandería y me seco rápidamente antes de ponerme unos pantalones secos, una camiseta de manga larga y la cazadora de pana por encima. Exhalo un par de bocanadas de aire y, sin saber cómo reaccionaré si me la vuelvo a cruzar, desciendo las escaleras apresuradamente hacia la puerta de la calle.
—Hijo, buenos días —dice entonces mi padre a mi espalda, lleva una taza humeante de café solo en las manos y su mirada es confusa—. ¿No desayunas?
—Tengo el estómago revuelto, te espero fuera.
Sin darle tiempo a responder, salgo y cierro tras de mí, me apoyo en una de las columnas del porche mojado por la humedad que hay en esta región y, sobre todo, durante la madrugada, y saco un cigarro de la cajetilla para fumármelo con tranquilidad.
Paseo con calma y desciendo los dos escalones que crujen bajo mis pies, piso la hierba y el rocío de la mañana, y me alejo unos metros haciendo tiempo a que mi padre termine de desayunar y nos marchemos de una maldita vez. Está empezando a amanecer y la verdad es que es todo un espectáculo ver cómo el sol asciende perezoso por detrás de las montañas nevadas la mayor parte del año.
Entonces percibo algo que me hace darme la vuelta y alzar la vista, encontrándome con Valerie asomada a su ventana, desnuda completamente y con una mirada nada tímida o introvertida como la que tiene el noventa por ciento del tiempo. No se mueve ni trata de cubrirse, de hecho, se inclina un poco más y apoya los codos en el borde. Sostiene mi mirada sin pudor y puedo oler la sangre de su antebrazo igual que si la tuviese pegada a la nariz.
—Ya estoy, vámonos. —La voz de mi padre me saca del cortocircuito que La Bestia ya estaba empezando a provocar.
—Bien —contesto desviando la mirada hacia él. Cuando vuelvo a dirigirla a la ventana, Valerie ya no está ahí.
La camioneta se aleja de nuestra casa y yo observo los alrededores sin prestar atención a lo que mi padre relata, algo sobre un coche que debe estar terminado hoy porque su dueño lo necesita con urgencia para no sé qué.
—Kieran, ¿me estás escuchando?
—¿Qué? Sí. —Lo miro y asiento con convicción.
—¿Y bien?
—Y bien, ¿qué?
—Te he preguntado que por qué discutiste anoche con tu prima, me lo ha dicho esta mañana.
—Yo no... —Cierro la boca al recordar la excusa que ella le ha dado cuando aún estábamos encerrados en el cuarto de baño—. Es que tuvimos un malentendido, pero ya está solucionado.
—¿Qué malentendido? Le prometí a tu tío que cuidaríamos de ella, Kieran. —Me mira un segundo con autoridad antes de clavar de nuevo la vista en la carretera.
—Estoy cuidando de ella.
—¿Estás seguro? No quiero que os peleéis, debe sentirse cómoda entre nosotros. No debe ser fácil para ella haber tenido que despedir a su padre Dios sabe hasta cuando, y ahora tener que vivir entre cuatro hombres más mayores que ella y casi desconocidos.
—Sí, debe estar pasándolo muy mal. —Ruedo los ojos mentalmente y recuerdo cómo sus gemidos cuando mi lengua se enterraba en ella no eran precisamente de estar pasándolo mal.
Ni yo. No tengo explicación alguna para entender por qué darle placer me ha causado semejante éxtasis. Generalmente no es así, al menos no desde que La Bestia pasó a ser parte de mí. Normalmente tengo sexo durante un rato, ignoro si ellas disfrutan o no, y solo pienso en el momento en que toda su sangre me bañe por dentro y por fuera. Me pregunto cómo sería follar con otro vampiro, poder... Dios, estoy enfermo.
VALERIE
Los nudillos de mi mano izquierda se tornan blancos cuando aprieto las sábanas al mismo tiempo que mis otros dedos exploran mi interior cada vez más deprisa. Gimo en alto sin preocuparme de que alguien pueda escucharme, puesto que no hay nadie en casa ni tampoco a muchas millas a la redonda.
Imagina lo que sería sentir a Kieran dentro de nosotras.
—Ah... —Me muerdo el labio al recordar su erección bajo la fina y mojada tela del pijama, dentro de la bañera hace solo un rato.
Piensa en su lengua recorriendo todo nuestro cuerpo.
Esa manera de moverla entre mis muslos, igual que un león enterrado dentro de una cebra, lamiendo, mordiendo y comiendo. Las yemas de sus dedos clavadas en mis muslos con una fuerza descomunal, cuyo dolor solo hacía que el placer fuese aún mayor.
¿Cómo será su expresión cuando se corra? Debe gruñir igual que una bestia.
El solo hecho de imaginarlo detona mi orgasmo, intenso, profundo y devastador. Me retuerzo y alzo la cabeza por impulsos que no puedo controlar. La fuerza de mi muñeca hace que el corte del brazo deje escapar alguna gota de sangre, las cuales no puedo dejar de mirar y de excitarme aún más.
—Maldita sea. —Niego con la cabeza y me levanto, cabreada, confundida y asqueada—. Pero ¿qué me pasa? —mascullo mientras entro en el cuarto de baño y saco del botiquín unas gasas y una venda para cubrir la dichosa herida que tantos inconvenientes me ha causado en las últimas horas.
Observo mi reflejo en el espejo y puedo percibir cómo la mirada que recibo es acusatoria y altiva.
Eres una aguafiestas.
Cierro los ojos con fuerza para eliminar esa jodida voz que no soy capaz de sacar de mi mente desde que llegué aquí; desde que Kieran puso sus manos sobre mi cuerpo y su saliva sobre mi herida.
Decido vestirme y bajar a desayunar, puesto que ya no voy a poder dormirme. Me pongo unos pantalones deportivos y una camiseta de manga larga, hoy hace más frío que otros días, aunque me encanta, ese fue el motivo para decidir venirme aquí y no al sur de Estados Unidos con mi tía.
—Debería engancharme a una serie de televisión o algo —hablo en voz alta mientras me sirvo el café negro en una taza con cereales de chocolate. Hablar en alto me ayuda a no sentirme sola, es como si siempre tuviese a otra persona conmigo—. ¿Qué voy a hacer con Kieran? —pregunto con la boca medio llena de camino al salón.
Follártelo.
—No, no, basta ya. —Lloriqueo y aparto esos pensamientos pervertidos—. Lo que voy a hacer es no quedarme más veces a solas con él, no entiendo esa... electricidad que me atrae a su cuerpo y a él al mío.
Buena suerte.
Pongo los ojos en blanco y me replanteo la idea de volver al psiquiatra.
Cuando era pequeña pasaba más tiempo con la Doctora Juth que con mi padre; bueno, me refiero a después de que me adoptase. Solía tener episodios de rabia en los que descargaba toda mi ira con compañeros del colegio, y les hacía auténticas averías... Siempre me daba por morderlos o retorcer partes de sus cuerpos, era como si necesitase cerrar los dientes y apretar hasta sentir alivio. No puedo explicarlo, nunca pude. Sin embargo, poco a poco esa parte salvaje de mí fue desapareciendo, dormitando sutilmente. La doctora dijo que tenía un trastorno de estrés post traumático por lo que había sucedido antes de que me encontraran —algo que no recuerdo—, y que con el tiempo, me recuperaría.
La verdad es que he estado muy bien durante años, no entiendo a qué viene de nuevo tener estos... pensamientos.
¡Hola! Esto es igual que una olla a presión a punto de estallar y ponerlo todo perdido a su alrededor. No sé cómo va a terminar esta pareja, solo sé que Kieran no podrá seguir conteniéndose mucho más tiempo...
No os perdáis los adelantos, no tienen desperdicio. Seguid la cuenta de Instagram: cazadorwattpad
Nuestra canción semanal es esta:
https://youtu.be/-mJyCbnfqnc
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top