6. Secretos encubiertos

KIERAN

Miro a mi alrededor, todo es un absoluto desastre, una escena del crimen chapucera y llena de sangre. Normalmente, después de quedarme satisfecho y alimentarme, me tomo unos minutos en limpiar las pruebas que puedan inculparme, aunque soy consciente de que mi ADN queda plasmado por todo su cuerpo. Sin embargo, no estoy fichado por la policía, nunca me han puesto ni siquiera una multa, así que no tengo antecedentes.

—¿Kieran? —Su voz me reafirma lo que ya sabía, ¿cómo coño ha llegado hasta aquí?

No respondo, en su lugar, me visto y me aseguro de que no dejo ningún objeto personal. Observo el cuerpo inerte de Clarissa y maldigo en silencio por no haber podido aprovéchalo en condiciones, pero en fin, no me queda otra que desaparecer antes de que Valerie me encuentre aquí.

—Sé que estás ahí, he escuchado a esa chica gritar. Abre.

Me limpio la boca con un poco de agua y abro despacio la ventana del cuarto de baño que da a la parte trasera del motel, tomo impulso para sacar la cabeza primero y después termino de salir por completo. Miro a mis costados, asegurándome de que no hay nadie por aquí, y camino apresuradamente hacia unos matorrales desde los que poder observar a mi prima la entrometida.

Casi desearía sorprenderla por detrás y acabar con esto de una vez por todas, pero no puedo.

Gira su cuerpo y mira justo hacia donde yo me encuentro, entorna los ojos y, después de llamar a la puerta una vez más, se sube en la camioneta de mi padre —me pregunto si le habrá pedido permiso para cogerla—, y se aleja por la calle. Yo espero un par de minutos y voy hacia mi coche para intentar llegar a Bragg Creek antes que ella, no puede verme en este estado después de saber que he entrado con esa chica en el motel.

A pesar de conducir deprisa, no logro encontrarla por la única carretera que va hacia el pueblo, ya son las once de la noche y la niebla hace rato que se asentó en el bosque a los costados del camino. Un viaje de cuarenta minutos lo hago en menos de treinta, detengo el vehículo junto a la camioneta que ya está en su lugar habitual, y agudizo el oído para escucharla.

—Te he visto.

Me doy la vuelta sobre los talones para encontrarme con ella, está apoyada en un árbol, con los brazos a los lados y las piernas cruzadas. Lejos de parecer asustada, tiene un aire diferente al de hace unas horas cuando se ha cortado.

—¿Me has seguido? —pregunto acercándome a ella, las hojas secas hacen ruido a medida que voy apartándolas con los pies.

—Sí. —No estoy sosteniendo su mirada, ella sola está contestando con sinceridad por voluntad propia.

—¿Por qué me has seguido?

—Te has ido enfadado y algo me ha dicho que debía hacerlo. —Se encoge de hombros y entonces parece que vuelve su personalidad tímida y asustadiza—. ¿Qué-qué has hecho con esa chica?

La comisura de mis labios se estira en una sonrisa traviesa a la vez que me inclino para pegarlos a su oreja. Cierro los ojos por la cercanía y el sonido de su pulso, acelerado y fuerte. Soy consciente de que mi camiseta tiene gotas de sangre, al igual que mis manos y seguramente mi rostro.

—La he sujetado por la cintura para poder besarla —susurro sin separarme, mis manos la sujetan por en mismo sitio y Valerie se tensa—. Ella ha pasado su lengua por mi cuello y después se ha agachado entre mis piernas, me ha desabrochado los vaqueros y se ha metido mi polla en la boca. —Alejo mi cabeza unos centímetros para poder observar su mirada. No está pensando en nada, pero una sensación de calor y de excitación invade todo su cuerpo—. Después de correrme, la he tumbado en la cama y...

—No quiero más detalles de ese tipo. —Me interrumpe sacudiendo la cabeza.

—¿Quieres detalles del otro tipo? —pregunto indagando en su franqueza—. ¿Qué crees que he hecho con ella, Valerie?

—Creo que le has hecho daño.

—¿Me tienes miedo?

—No. Creo que... Creo que estás ocultando algo, pero no creo que seas capaz de hacerme daño a mí.

—Te equivocas. —Clavo los dedos en su cintura y ella suelta un gemido, el cual, lejos de estar provocado por el dolor, lo está por todo lo contrario—. Si por mí fuera, te haría tanto daño que no podrías soportarlo.

—¿Por qué? —cuestiona cuando ya he roto el contacto visual, cuando me encuentro rozando mis labios con los suyos. Su respiración es igual de veloz que su pulso, tengo una necesidad de besarla que no puedo controlar, pero temo no ser capaz de parar y que termine igual que Clarissa y todas las demás.

—Porque eres todo de lo que huyo cuando vuelvo a mi casa, y ahora te tengo aquí, no tengo escapatoria y tú tampoco.

Mi pelvis se pega a su cuerpo al mismo tiempo que mi lengua entra en su boca, la beso unos segundos y tiro de su pelo con fuerza hacia atrás, haciendo que separe los labios. No deja de mirarme y puedo oler desde aquí cómo su excitación es tan grande como la mía, desearía poder follármela y ya, nada más. Poder hacer con ella todo lo que hacía antes de convertirme en esta bestia que tortura, despedaza y se excita aún más con la sangre.

—Tu padre está en casa —dice cuando deslizo la punta de mis dedos por su muslo.

—Dale la gracias. —Detengo mis intenciones y tomo una profunda bocanada de aire—. Si no fuese por él, probablemente esta habría sido la última noche de tu vida.

No pregunta, no habla y no cambia de expresión, solo permanece ahí, apoyada contra el árbol mientras yo retrocedo unos pasos antes de rodear la casa y poder entrar por la parte trasera.

VALERIE

Mi lengua pasea por mis labios antes de morderlos, el mismo punto donde acaban de estar los suyos. Kieran me ha besado y yo no me he apartado, de hecho, me ha gustado como intuía que me gustaría, de un modo salvaje y perturbado. Sé que le ha hecho algo a esa chica, no soy estúpida, o quizá sí por besarme con él en lugar de denunciarlo a la policía. Sin embargo, tampoco tengo más pruebas que unas cuantas gotas de sangre.

Olvídalo, hemos disfrutado de ese beso, no le des más vueltas.

Esa voz que aparece en contadas ocasiones, sobre todo desde que he llegado, me habla de lejos, como si estuviese detrás de un velo negro y me impidiese ver su verdadera naturaleza.

Me tomo unos segundos para recomponerme y entro en la casa, le había dicho a mi tío que tenía que hacer unas compras "femeninas" y por eso me ha dejado la camioneta, aunque me ha dicho que puedo cogerla siempre que quiera si él no la necesita.

—Cielo, ¿todo bien? ¿Has encontrado bien Calgary? —Me pregunta en cuanto entro por la puerta.

—Sí, todo estupendo. —Le dedico una sonrisa y no puedo evitar dirigir la mirada a la planta superior, donde Kieran ya se habrá colado para cambiarse de ropa sin que su padre lo vea.

—Genial, Frank y Charles están viendo una película en el salón, ¿por qué no te unes a ellos? Yo ya me voy a dormir, mañana es viernes y tenemos mucho trabajo en el taller.

—Creo que también me iré a la cama, buenas noches.

—Buenas noches —dice acariciando mi cabeza antes de ir a su dormitorio, el único que está en la planta principal.

Subo las escaleras para ir al mío y tumbarme en la cama, creo que necesito asimilar demasiadas cosas, hoy ha sido un día muy largo.

Me quito la falda y termino de desnudarme para ponerme la camiseta de dormir, observo mi reflejo en el espejo junto a la cama y paso los dedos por encima de mis labios, cierro los ojos para recordar ese beso que ninguno de nuestros padres aprobaría, y me tumbo en la cama. No entiendo lo que me sucede ni por qué estoy haciendo cosas que sé que no debería hacer, tan solo... no puedo explicarlo.

No le busques explicación, mejor sube a por él y terminemos lo que hemos empezado.

Sacudo la cabeza y me regaño a mí misma por pensar en eso, lo mejor que puedo hacer es dormirme y olvidarlo todo.

Un grupo de personas se encuentran sentadas a mi alrededor, miro hacia mis pies y veo que estoy descalza, llevo un camisón blanco y todo está muy oscuro. Además, estoy dentro de una especie de pentagrama invertido dibujado con piedras negras y un círculo a su alrededor, una vela del mismo color está situada en cada punta de la estrella y, tras ellas, cuatro hombres y una mujer. Todos tienen los ojos cerrados y están murmurando algo que ni entiendo ni escucho con claridad, pero puedo ver cómo el pelo de la mujer se mueve de forma violenta cuando una ráfaga de aire le pasa por detrás al mismo tiempo que la mecha de las velas se prende con más intensidad.

Entonces, uno de los hombres abre los ojos, rodea una especie de daga con sus dedos y se pone en pie, camina hasta mí y comienza a hablar mirando hacia arriba; sus labios se mueven, pero no escucho lo que dice. Poco después, vuelve a mirarme y yo grito de dolor cuando la hoja de la daga me raja el abdomen de un lado al otro.

—¡No, por favor! —grito y me sacudo, pero permanezco inmóvil en el mismo sitio, mis pies no me obedecen y el dolor es insoportable—. ¡Socorro!

—Eh, Valerie, despierta. Despierta.

Abro los ojos de golpe al mismo tiempo que me incorporo en la cama, Kieran está mirándome desde la puerta y Charles sentado en mi cama, sujeta mis manos y pasa una mano por mi frente cubierta de sudor.

—Estás ardiendo, ha sido una pesadilla —dice destapándome—, seguro que estás incubando una gripe. Voy a llenar la bañera con agua fría, tenemos que bajar esa fiebre.

—No despiertes a tu padre, estoy bien. —Le pido aún con el pulso acelerado.

—Tranquila. —Se levanta y camina hacia la puerta donde está apoyado su hermano—. Quédate con ella mientras preparo el agua.

Kieran asiente y espera a que su hermano se meta en el cuarto de baño, a continuación camina hasta que sus piernas tocan el colchón y posa sus ojos en mí.

—¿Qué has soñado?

—No-no estoy segura. —Niego con la cabeza mientras me froto los ojos—. Estaba en medio de un pentagrama invertido y... Había un grupo de personas diciendo cosas, uno de ellos me ha... cortado con una daga. —Le miro de nuevo para ver si él le encuentra alguna lógica.

—Un ritual satánico.

¡Hola! Cosas importantes sucedieron aquí... Contadme vuestras impresiones, sensaciones y premoniciones sobre lo que se viene.
Si queréis adelantos y fotos tan perturbadoras como Kieran, Valerie y Cazador en general, seguid la cuenta oficial de Instagram: cazadorwattpad

Canción de esta semana:

https://youtu.be/8qRuXY0wQ0A

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