CAPITULO 8

-¿Qué opinas? -Consulto a Clane que es trasladado a una silla de ruedas, hoy se muda al nuevo pabellón. Me ofrezco a halar su silla.

-Amigo siempre he sido del pensamiento que te falta un tornillo, llegando a la conclusión que en definitiva estás demente.

-No tendré otra oportunidad como esta ¿No lo ves?

-Lo que veo es que estás en demasía obsesionado con Sara, ya se encontrarán en otro momento.

-No lo entiendes. -Lo empujo y suelto las manillas, yéndose la silla a medio lado.

-Hey ten cuidado. -Clane pone el freno de mano, deteniendo su recorrido.

-Lo siento. -Intento halarlo otra vez pero se opone.

-Yo puedo solo, gracias. -Comienza a girar las ruedas.

-Bueno, no tengo la certeza de cuándo será.

-Deberías de no confiar en esa sabandija, ninguno de los suyos son de fiar.

-Will es diferente, tenemos historia juntos, por él he logrado misiones exitosas ¿Quién crees que informó sobre dónde estaba Sara?

-Y casi te matan ¿Cómo va esa herida?

-Sanando.

-No lo tomes personal, quieres.

-Te refieres a Sara.

-Sí.

Malcom, la mano derecha de Gasper, se cruza en nuestro camino.

-Eres llamado.- Me advierte.

-Dile a tu jefe que estoy ocupado.

-Julián por el amor de Dios, ve. -Me regaña mi ex compañero.

Dejo ir un suspiro de fastidio y sigo a Malcom hasta la oficina de mi superior, ambos ingresamos. Me extrañaba que no me citara después del fracaso de la misión.

-Julián. -Gasper se pone de pie y camina hacia mí. -Como siempre no dejas de decepcionarme.

-Y debo ofenderme con tu comentario. -Hago una mueca retándolo. Sé que lo fastidié pero se contiene.

-Tuviste a la princesa vampiro y la dejaste ir.

-Perdón, eso no fue lo que ocurrió, y te recuerdo que al menos mi equipo regreso casi intacto y no en bolsas negras. -Me defiendo.

Su rostro se tensó pero no dio el brazo a torcer. -Pusiste en riesgo la vida de tu compañero, rompiendo así la primera enmienda de los cazadores "Tu compañero está sobre todo"

Pongo los ojos en blanco, otra vez el tema de Ding Dong, mocoso desagradecido, de seguro como niño mimado vino a acusarme.

-Hazlo pasar. -Indica a Malcom. Éste asiente y abre la puerta, entrando Ding.

-Dyon toma asiento por favor. -Gasper le señala una silla. -Estás aquí por lo sucedido ayer, tenemos las declaraciones de sus acompañantes, solo falta la tuya, que eres el agraviado.

-No tengo nada que decir al respecto. -Coloca los codos sobre su regazo.

-Perdón, ¿Acaso Julián no puso en peligro tu vida?

-No, sé que no me arriesgaría.

Lo miré asombrado, es su oportunidad para hundirme, y por el contrario me defiende. Gasper luce igual de consternado que yo.

-Escucha puedes hablar con total libertad acá, estamos de tu lado.

-Y yo de la de él señor.

Gasper se encendió como un cerillo, su cara enrojeció, sonreí internamente, siempre que intentaba destruirme, le salía el tiro por la culata.

-¿Algo más señor? -El joven se consume en su asiento con aburrimiento.

-No, puedes marcharte, conversaremos después.

Ding Dong se levantó, abandonando la estancia, no puedo evitar sonreír ante la situación.

-Sal de mi vista. -Me ordena.

-Con gusto. -Me voy golpeando a Malcom adrede en el hombro.

Alcanzo a Ding Dong y lo llamo, el aludido se voltea.

-¿Qué quieres Julián? -Consulta de mal modo.

-Hey calma, Paz y Amor. -Le sonrío pero ni una sola de sus líneas faciales se suaviza.

-Pudiste joderme y no lo hiciste, he sido un mal nacido contigo, no te comprendo.

-No todo gira alrededor de ti, eres mi compañero, te respeto, aunque a veces te comportas como un imbécil; nada logro con perjudicarte. Me enojé contigo ese día, estaba convencido de que mi presencia te era tan irritante que te querías deshacer de mí, pero me dije, es Julián, no lo considero tan patán para hacerme daño adrede. Medité toda la noche analizando lo ocurrido y llegué a la conclusión que en tu retorcido cerebro había un plan de contingencia. Así que no me decepciones, te doy otra oportunidad, espero que la aproveches.

Me quedé atónito, por un momento de verdad me sentí como la persona más desagradable del mundo, el chico resultó ser más maduro que yo. Quizás Clane tenga razón, a veces suelo encerrarme en un caparazón y no permito que nadie ingrese en mi campus de confort, soy demasiado desconfiado, pero este chiquillo me da hoy una lección.

-Borrón y cuenta nueva Dyon. -Le extendí la mano, nombrándolo por primera vez por su nombre de pila.

Abrió los ojos como platos, no pudo evitar demostrar la sorpresa, pestañeó varias veces, se quedó pensativo unos segundos para luego estrecharme la mano y con una sonrisa de alivio expresó: -¿Compañeros?

-Compañeros.

-No te vas a arrepentir. -Pronunció con optimismo.

-Eso espero, demuéstrame de lo que eres capaz.

-Lo haré, en serio lo haré, entrenaré más, hasta poder estar a tu nivel.

Sonreí para mis adentros, en qué me estoy metiendo. Dyon tiene la capacidad de llegar a ser un gran cazador, si es que logra sobrepasar los veinte.

Le conté a Clane mi conversación con el chico, me felicitó, tiene un buen presentimiento con el muchacho y yo también, así que somos camaradas oficiales, aunque por dentro no desmiento mi deseo que Clane se recupere, pero sé que sus días como cazador acabaron. A personas como él que son dadas de baja con honor, los nombran tutores para las nuevas generaciones, su experiencia es muy valiosa. Regreso a mi habitación pero soy interceptado de camino, es Pete.

-Nos convocan a la Sala de Juntas, ahora.

Tengo el presentimiento que se trata de Sara, seguí a Pet sintiendo como la ansiedad me inunda. Apenas ingresé vi a Eva, me miró con resentimiento, solo eso me faltaba, problemas en el paraíso. Gasper se encontraba de pie en frente de una pantalla de monitoreo.

-Hemos tenido informes que la princesa vampiro se encuentra en este sector. -Señala con un puntero, se ubica en la zona roja de la ciudad, donde la prostitución abunda, los contrabandistas negocian drogas y armas y los maleantes más peligrosos habitan. -La fuente es confiable, no vamos a obligar a nadie a participar en esta odisea.

La sala se encontraba repleta, pero apenas Gasper hizo el comentario, un silencio de sepultura fue la respuesta, interrumpida por mi tosca voz.

-Yo. -Me cruzo de brazos.

-Yo también. -Se ofrece Dyon.

-Y yo. -Pete se coloca a nuestro lado.

-¿Alguien más? -Pregunta Gasper mientras que su mirada recorría a todos los presentes.

-Inclúyanme.

Esta vez fue una mujer. Laminia se levantó de su silla y se nos unió. Me alegro que viniera, antes de ser cazadora o conocer sobre los vampiros, era militar.

-Cuatro no son suficientes. -Gasper masajea su entrecejo.

-Y porque no vas tú y das el ejemplo. -Digo mirándolo con el rabillo del ojo. Eva reaccionó de inmediato observando a su padre.

-Me necesitan aquí. -Alude como disculpa.

-Claro. -Sonrío con todo el sarcasmo que soy capaz de mostrar.

-¿Nadie más? -Su voz resuena con algo de rudeza.

-Al carajo, me uno al grupo suicida.

Ralf, robusto como un roble, ancho de espaldas, corpulento, el maldito parece un tanque de guerra. Un hilillo de sudor recorre su piel morena, pero no demostró una gota de temor. Su cabeza rapada brillaba como una bola de billar.

-Bueno, cinco son mejor que nada. -Expresó Gasper con resignación.

Quedamos los de la misión suicida como nos llamó Ralf, el equipo técnico, Malcom, y por supuesto, nuestro gran líder, nótese la ironía, Gasper. Soy del pensamiento que las cosas planificadas nunca salen bien, a veces es mejor improvisar. Pero Gasper nos aburrió con casi 30 minutos de parloteo, balbuceando incoherencias, no pude evitar reírme en su cara.

-¿Algún problema Julián? -Me reclama.

-En realidad sí, pero no es mi interés dormir a mi grupo con más palabras.

-Me imagino que tendrás algo mejor en mente -Se cruza de brazos.

-Primero olvida el elemento sorpresa, es obvio que es una trampa, huele a trampa a leguas. Lo mejor sería ingresar desde arriba, maniobrar con paracaídas esperando que el viento nos favorezca. El edificio adjunto se encuentra para demolición, no está habilitado, podemos saltar desde ahí hasta nuestro objetivo. Sin embargo guardo mis reservas, actualmente ese lugar es un mercado de drogas, habrá hombres armados hasta los dientes. Narcotraficantes-Vampiros, mala combinación, sin obviar el hecho que somos únicamente cinco.

-Si tienes tus dudas ¿Por qué te ofreciste?

-Porque siempre existe probabilidad, es todo. -Y el hecho que Sara en persona, me está esperando, a menos que en realidad no esté ahí y sea un cebo para atraernos, amo los retos, le digo a mi fuero interno.

-Bien, como ya lo tienes todo resuelto, veamos qué tal les va con tu asesoramiento. -Con el orgullo ofendido se retira, con su perro fiel atrás.

-Tienes agallas para retar al jefe. -Ralf coloca sus codos sobre el filo de la mesa.

-Alguien tiene que hacerlo. Ahora discutamos caballeros y dama, los pormenores de esta hazaña.

En cinco minutos les propuse mi estrategia, estuvieron de acuerdo, listos y equipados, nos pusimos en marcha. Antes de subir a la camioneta, Pete llama mi atención sobre la persona que se acercaba.

-Ten cuidado. -Eva juega con un mechón de su cabello, su blusa descotada me da una hermosa visión de sus senos.

-Creí que seguías molesta conmigo.

-No puedo enojarme contigo aunque quiera, solo regresa con vida.

-Lo intentaré.

Eva se acercó plantando un beso casto sobre mis labios, alejándose luego contoneando sus caderas.

-Cállense. - Los silencio al reconocer sus risas socarronas.

Clane pronto se dará cuenta, me odiara por esto, pero él no entiende que es algo que debo hacer. Cada vez que mato a uno de su clase, la sed de sangre se acrecienta en lugar de decrecer. Nunca es suficiente, el dolor por la pérdida de mi familia no desaparece. No quiero ser un alma atormentada, mi único escape y que me da un poco de satisfacción, es matando a esas sanguijuelas.

La camioneta se pone en marcha, por segunda vez mi princesa me espera, más pronto de lo que esperaba, pero sigue siendo una probabilidad.

************
Capítulo subido, recuerden que seguiré publicando una vez por semana. Espero que la historia resulte de su agrado.

Saludos terrícolas

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top