Desperté con una fuerte migraña, me estaba hartando del hecho que últimamente me noqueaban por diversión, y no soy ningún payaso de circo. La vista borrosa se despeja poco a poco, al recuperar mi campo de visión, lo primero que veo es a una joven, por su faz nacarada y mirada precavida, es un vampiro. Su cabello teñido de azul resaltaba unos expresivos ojos grises, para mi sorpresa no estoy amarrado. La habitación no es tan grande, solo hay un bombillo iluminando la estancia.

Me enderezo analizando mi situación, a unos cuantos metros de distancia, cuatro vampiros más, bien armados. Al observar sus brazos determino que llevan tatuajes de los diferentes clanes, ¿Acaso es un complot en mi contra? De ser así ¿Por qué sigo con vida?

-Ya despertó. -La de cabello azul se dirige a alguien que sale de las penumbras, mi cuerpo se tensa al reconocerla.

-Gracias Sabanna. No hagas nada estúpido cariño, somos más que tú y por muy bueno que seas, terminaras muerto en un pestañear y te necesito vivo. _Se dirige a mi.

-¿Por qué estoy aquí? ¿Dónde están los demás? ¿Qué han hecho con ellos?

-Demasiadas preguntas, tráelo. -Le indica a la chica.

Abro los ojos como platos cuando ingresa Will en terribles condiciones, y a su lado Dyon.

-Los dejamos solos para que conversen, tienen 5 minutos para darme una respuesta.

Todos abandonan la estancia, Dyon ladea su boca, metiendo las manos en las bolsas de su pantalón.

-¿Alguno de los dos me va a explicar qué carajos sucede?

-Es complicado. -Responde Dyon arrugando la nariz.

-¿Dónde está mi padre y los otros?

-Ni idea. -Se encoge de hombros.

-¿Y qué demonios te paso a ti? -Refiriéndome a Will.

-Cortesía de la reina, si no hubiera sido por Sara, a estas horas estaría muerto, la pobre de Ofelia no topo con tanta suerte.

Al escuchar su nombre, captó mi atención, él me daría respuestas.

-Habla. -Le pido.

-Ned, uno de los nuestros, le brindo información a la reina sobre los vampiros que te ayudamos a escapar. Estaba furiosa, nos sentenció a ambos a muerte, Darien se puso como loco, trató de impedirlo, pero.

-¿Pero qué?

-Ella la mató delante de él, debiste haber estado ahí, el príncipe estaba destrozado. Incluso Sara trató de dialogar con ella a favor de la chica, pero se negó a escucharla, la llamó débil, la humilló en frente de los suyos.

-Ofelia no debió morir, chiquilla tonta se lo advertí. -Digo con pesar.

-El príncipe te culpa. -Agrega Will.

-De eso ya me di cuenta, lo que no entiendo es por qué.

-Alega que de no de haberte capturado, ella estaría con vida.

-Irónico. -Sonrío para mis adentros. -La madre acaba con la vida de su amada, y yo resulto ser el responsable, a todo perro flaco se le pegan las pulgas, no se puede desquitar con su mamita, jodamos a Julián.

-Algo así. -Will baja la cabeza. -Supe lo de Eva, lo lamento.

-No la amaba, nunca la amé, fui un ruin con ella, no se merecía lo que Darien le hizo. Por mi culpa está muerta, súmenlo a la lista de mis pecados.

-Julián ellos quieren hacer un trato con nosotros. -Añade Dyon cruzándose de brazos.

-Ummm. -Lo miro sin entender.

-Nos han rescatado de la matanza de Casiopea para parlamentar.

-Parlamentar. -Repito. -¿Qué ahora somos piratas? -Frunzo el ceño.

-Parece ser que Sara desea destronar a la reina, y solicita nuestra ayuda.

Sin poder evitarlo suelto sonora carcajada, Dyon y Will se limitaron a observarme hasta que me tranquilicé.

-Dime que es una maldita broma.

-Nop. -Dyon me mira con el rabillo del ojo.

-Es su problema, no el nuestro, primero muerto que unirme a los vampiros.

La picazón en la nuca me hizo rascarme, no me daba tregua.

-Es un localizador.

Los tres volteamos para ver a Sara que ingresaba, sigilosa como un gato.

-Este lugar bloquea su señal, por eso lograron llegar a tu base, te lo colocaron mientras permaneciste como nuestro prisionero, si me lo permites, lo retiraré.

-No des ni un paso. -Le advierto.

-Como quieras. -Le entrega una cuchilla pequeña a Will.

-Hazlo tú, o el chico, me da igual, pero apresúrense. _Indica ella.

Will le da la cuchilla a Dyon, se acerca a mí y me revisa la nuca.

-Tienes una protuberancia aquí.

-Adelante. -Lo autorizo.

Siento el filo de la navaja rasgando mi piel, Dyon mete los dedos sacando un pequeño artefacto, parece una píldora metálica.

-La idea era que nos llevaras a la base principal, pero por el contrario, en lugar del pez gordo, nos tuvimos que conformar con un canapé. _Nos hace saber la princesa.

-¿Todo este tiempo supiste que lo llevaba conmigo? _Le reclamo.

-Sí, estrategias de guerra, nada personal.

-¡Maldita bruja! -Me dejo ir sobre ella, bloqueando mi intento de golpearla.

-Contrólate, que carácter. -Sonríe burlándose de mí. La sangre me hirvió, la ataqué de nuevo, logrando atinarle en el estómago. Se quedó unos segundos recuperándose para luego agregar: -Lo merecía.

-Si crees que los cazadores te apoyaremos, estas demente.

-Primero me dices bruja y ahora demente, decídete.

-Deja de burlarte de mí. -Siseo, sintiendo como las venas de mi cuello sobresalen.

-Eso es, enójate, demuéstrame de lo que estás hecho.

-No me provoques.

-Adelante, puedo ver en tus ojos cuanto deseas agredirme.

No tuvo que pedirlo dos veces, me lance en contra de ella, pronto nos debatíamos mano a mano, es muy buena, esquiva mis pobres intentos de siquiera tocarla, no sé qué fue, la adrenalina, o el enojo, pero una fuerza que venía de mi interior, pareció explotar, mis manos en puño, sentí aquella energía recorriéndome, cerré los ojos unos instantes, al abrirlos, ladee la cabeza, evitando un golpe de ella, es extraño, pero presentía su próximo movimiento, sonreí al notar como se desesperaba, perdía terreno, con la palma de la mano abierta, la dejé ir con fuerza sobre su pecho, Sara cayó de espaldas, sentándose sobre el suelo, me miraba atónita.

-Nadie nunca me ha derribado. -Admitió.

-No es con nadie con quién conversas cariño, es con Julián el sanguinario, por algo he ganado esa reputación.

Se pone de pie, la chica de cabello azul a quién llamó Sabanna, se nos une.

-¿Tiene respuesta? -Se dirige a ella.

-Negativa me temo. -Le contesta, acomodándose la blusa.

El semblante de Sabanna se descompone.

-Ya le dijiste.

-No, pedí una pequeña demostración y me ha pateado el trasero.

-Entonces es cierto. _La peli azul me determina con curiosidad.

-Al parecer. _Continuan con su charla privada, olvidándose de nosotros.

-Hey, ¿De qué hablan ustedes dos? -Inquiero hastiado de ser ignorado.

-Hay una leyenda popular entre los vampiros. -Explica Sara. -Sobre un cazador de tiempos de antaño, que era capaz de enfrentar a cinco vampiros él solo, y eliminarlos sin esfuerzo.

-Jamás he escuchado tal cosa. -Intercambio una mirada con Dyon.

-¿Qué llevas en el cuello? -Consulta la princesa.

Toco el dije que guinda de una cadena de cuero, tiene una estrella de David rodeada con runas, y escritura que parece muy antigua.

-¿Has oído de Drácula? _Me pregunta cruzándose de brazos y tocando su mentón.

La pregunta me toma desprevenido, esta ha de pensar que soy estúpido.

-La novela de Bram Stoker, todo buen cazador la ha leído. -Me mofo.

-No es una novela para asustar a los niños, Drácula existió, mi madre no me dejaría mentir, ya que es su hija.

Tanto Dyon como yo quedamos perplejos, sin embargo, al ver que Will endurecía sus facciones, me hizo entender que no mentía.

-Stoker bien es cierto, contó una versión de la historia, muy ficticia para mi gusto. Abraham Van Helsing es el primer cazador de vampiros de quién se tiene conocimiento, de ahí viene todo tu legado. Lo que llevas en el cuello es un pentagrama, y el símbolo de la familia Van Helsing, se dice que Abraham fue mordido por un vampiro, pero muy al contrario, no se convirtió, sino que su sangre mutó, dándole cualidades vampíricas, destreza, fuerza, sentidos más agudos, él se enfrentó a Drácula y pudo matarlo, mi madre apenas escapó. Su generación fue quien fundó a los cazadores, sin embargo, los Van Helsing desaparecieron de la faz de la tierra, su semilla se creía extinta, hasta ahora.

<<Cuando estuviste en el calabozo, observé el dije que traías puesto, reconocí el símbolo, lo que me hizo profundizar en el tema. Me llevó tiempo pero al fin pude resolver el acertijo. Estudié tu árbol genealógico, muy ilustrativo, eres el único capaz de detener a madre si unimos fuerzas. >>

-Quieres que me trague toda esa basura.

-No miento, no has dejado salir todo tu potencial, llevas sangre Van Helsing, por eso señor Evanson, tiene los sentidos más agudos, y ha salido invicto, en todas las misiones.

-Suponiendo que lo que dices es verdad- Hago comillas en el aire. -Mi padre biológico no era Van Helsing sino Silber.

-Plata en alemán, ves la conexión, lo único en el mundo que nos puede dañar. Como mencioné el apellido Van Helsing desapareció con el pasar de los años, quizás para proteger a los suyos.

-¡Oh vamos! ¿Qué tan tonto me consideras? No haremos alianzas contigo, ahora estamos en un dilema, ya pasaron los cinco minutos y mi respuesta en no.

Sara vuelve a ver a Sabanna, asintiendo con la cabeza.

-No los puedes dejar ir, sin él no lo lograremos.

-No lo obligaré a quedarse, pueden marcharse.

-Sara. -La chica la mira desconcertada.

-Adiós Julián, tengo el presentimiento que pronto nos volveremos a encontrar.

Me abre paso, dubitativo camino hacia la puerta con Dyon a mis espaldas, no me fio de sus palabras, aquí hay gato encerrado, pero por loco que suene su historia, parte de lo que ella ha dicho encaja, me dedicaré a buscar información por mi cuenta.

-¿A dónde vamos Julián? _Me interroga Dyon.

-A Casiopea, requiero saber si mi padre está bien.

En silencio, consternado por las revelaciones hechas, me voy con mi compañero a la base.

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Hola, capítulo listo ¿Qué les ha parecido? ¿qué tal el rumbo de la historia? Un abrazo 🤗