CAPITULO 12
-No es tu culpa Julián.
Me repetía aquel hombre que me recibió al quedar sin familia, y se hizo responsable de mi crianza. Arnold Evanson es lo más cercano a un padre, y se ha ganado el derecho a que lo llame de esta forma.
-No lo entiendes, si no hubiera perseguido a quien pensé era ella. -Restriego mi rostro con mis manos. -Me capturaron papá, y por esta razón Pet está muerto.
-Pete sabía perfectamente las consecuencias, él no estaba absuelto a morir tarde o temprano, cada uno de nosotros está marcado por la muerte desde el instante que inicias con este tipo de profesión.
Sus palabras no me consolaban, no tendré cara para enfrentar a su esposa, ni el hecho que dejé sin padre, a una pequeña niña de tres años.
-El doctor te ha dado la salida. -Cambia el tema.
-Ya era hora. -Me levanto de inmediato, buscando mi ropa, no la encuentro por ningún lado.
-Te traje una mudada nueva, la tuya la desecharon, tengo entendido que apestaba. -Su vista viaja a los pies de la cama, donde se encontraba una bolsa de papel grande, adentro, unos jeans, una camiseta, ropa interior, y unas tenis.
-Gracias. -Me dirijo al baño a cambiarme.
-Necesitas ayuda. -Se mofa.
-Muy gracioso. -Sonrío en respuesta.
Al salir Dyon está despertando, después de un pronunciado bostezo y de estirazarse a sus anchas se pone de pie.
-Perdón, me he dormido.
-No te preocupes, lo necesitabas.
-Señor Evanson, señor. -Se pone en posición firme, en frente de un superior.
-No estamos en la milicia, deja eso Dyon, ya no soy el director.
-Pues deberías, renunciar ha sido lo único estúpido que has hecho. -Le reclamo.
-Julián tengo 70 años, mis días como cazador acabaron, estoy cansado, tengo la suerte de retirarme de una pieza, era hora de entregar el mando a una nueva generación.
-Le diste la batuta de poder a un imbécil, arrogante, prepotente, que piensa que todo gira a su alrededor. -Me quejo.
-Carajo diría que te estás describiendo. -Esconde una sonrisa mi padre.
Dyon intenta disimular la sonrisa que afloraba pero al notar mi expresión se quedó serio.
-Esperaré afuera. -Carraspea, dejándonos solos.
-Bueno si quizás le quitamos lo de imbécil. -Me encojo de hombros.
-¿Por qué es tan importante Sara? -Consulta cruzándose de brazos con aquella mirada que conozco de sobra.
-Un trofeo, que se yo.
-Siempre has competido por ser el mejor, Julián el sanguinario, es el apodo que te ganaste, ¿eso eleva tu ego?
-A mi favor Mandrake está más loco que yo.
-No estamos hablando de él, sino de ti, y él sí está loco.
-Debes ayudar a los chicos, Gasper convocó al Consejo, ¿Qué pasará si son hallados culpables?
-Irán a prisión, es la ley, el tiempo que el jurado dictamine.
-No podemos permitir eso.
-No se encuentra en nuestras manos.
-Fuiste director por más de 20 años, te respetan, habla con ellos.
-¿Por qué crees estoy aquí? A parte de corroborar que estás bien.
-Mañana es la iniciación, Dyon se la perderá. _Me lamento.
-Habrá otras iniciaciones.
-Pero sus amigos estarán ahí.
-No te preocupes por eso, hay mejores cosas en que ocupar nuestro pensamiento, como en la defensa de los nuestros.
-Gracias papá.
-Haremos todo lo posible para que Gasper no se salga con la suya.
Coloca su mano sobre mi hombro, sonriéndome. No muy convencido, abandonamos aquella habitación de hospital.
******
Narra Sara.
-¿Qué hiciste qué? -Mi hermano casi gritaba.
-Fui a verlo, no veo el rollo.
-¿Acaso le llevaste flores y chocolates? Y un globo que dijera "Recupérate pronto".
-No es tan mala idea, ¿Por qué no lo pensé antes? -Me quedo en posición meditativa.
-No es un maldito juego Sara, te expusiste.
-Nada pasó, deja el drama.
-¿Por qué te aventuraste? Dame una buena razón.
-Curiosidad, necesitaba saber.
-Me salvó por Ofelia, punto.
-Intrigante, eso quiere decir que le interesa tu noviecita.
-Ella me contó que eran muy unidos.
-¿Qué tan unidos? -Arqueo una ceja.
-No de esa forma. -La defiende.
-¿Estás seguro? -Siembro cizaña.
-Mucho. -Su tono de voz se endurece.
-Bueno, si tú lo dices.
-¿Y qué hay de la otra parte? -Me recrimina.
Entre mi hermano y yo, existe confianza, nos contamos nuestros secretos, sabiendo que ambos seremos una tumba.
-¿Cuál otra parte? -Finjo no saber.
-No te hagas Sara. -Pone los ojos en blanco.
-Diversión, debiste ver su cara, ha sido de película.
-Asco, besar a un cazador, está por debajo de cualquier principio vampírico, y menos si se trata de Julián.
-Es atractivo. -Digo en mi defensa.
-Es un cazador.-Sostiene cruzándose de brazos.
-Al cual le debes tu vida.
-No me lo recuerdes. -Expulsa con recelo.
-No sé qué hubiera hecho sin ti. -Me acerco, colocando mi mano sobre su mejilla.
-Serías la favorita de mamá. -Se burla.
-No sería su favorita ni en un millón de años, parezco decepcionarla una y otra vez.
-Ella es difícil, pero te ama.
-¿Amar? Honestamente no sé si nuestra madre conoce el significado de esa palabra.
-No seas tan severa con ella.
-Agradecería que me devolviera la cortesía. -Espeto con resentimiento.
La puerta se abre entrando Ned, el último vampiro que esperaba ver.
-La reina los llama ante su presencia. -Sonríe de medio lado.
Intercambio una mirada con Darien y en silencio, lo seguimos.
-Darien cariño ¿Te sientes mejor? -Pregunta a mi hermano la reina.
-Sí madre, gracias.
-Bien. -Sus ojos verdes cambian a rojo al enfocarse en mí, su expresión se endurece.-Se puede saber cómo demonios escapó el cazador.
-Ha sido mi culpa. -Tomé la palabra. -Solté sus amarras, un descuido de mi parte, lo subestimé.
-No es eso lo que ha llegado a mis oídos. ¿Cierto Ned?
Los tres giramos en su dirección, él sonríe de nuevo, no me da buena espina.
-Traigan a la acusada. -Habla mi madre y de inmediato mi cuerpo se tensa. Dos vampiros aparecen con Ofelia encadenada de manos y pies.
-¿A qué se debe esto? -Darien intenta acercarse a ella, pero le cierran el paso otros dos vampiros.
-Traición. -Mamá se pone de pie, señalando a Ofelia.
-No. -Puedo ver la preocupación en el rostro de mi hermano.
-Te recibimos cuando mi hijo te trajo, aun sabiendo lo que fuiste, te dimos un hogar, eres la pareja del príncipe, y así osas pagar bien con mal. -Sus ojos chispean.
Ofelia guarda silencio, no puede decir nada en su defensa, mi madre dice la verdad.
-Quiero dar de ejemplo a esta ingrata, para aquellos que siquiera piensen en traicionarnos. Traigan al otro prisionero.
Will hace su aparición, está sin camisa, su espalda en carne viva, debido a los latigazos recibidos.
-Estos dos se atrevieron a darnos la espalda, escupieron en nuestros pies, el castigo por traición es la muerte.
-No madre por favor. -El horror se dibuja en la expresión de Darien.
-Serán ejecutados al amanecer. -Ordena.
-Mamá no lo hagas, debe haber otra forma. -Trato de suavizar la situación.
-Por eso eres débil, tu compasión será tu ruina, jamás serás una gobernante capaz de guiar a su pueblo, si te dejas llevar por sentimientos sin fundamento.
Mi mandíbula se tensa, deseo contestarle que se vaya al infierno, que no me importa lo que ella piense de mí, pero callo. Mis manos en puño, controlan mi ira.
-Llévenselos. -Solicita a los guardas.
-Darien. -Ofelia lo llama con la voz en un hilo.
-Detente, no puedes hacerlo, la amo.
-El amor es una debilidad, aprende esta lección.
Lo que ocurrió a continuación fue inesperado, Darien se lanzó contra los guardas que sujetaban a Ofelia, los golpeó, poniéndola a ella a sus espaldas.
-¿Qué haces? -Madre chasquea los dientes, su semblante cambia, notándose su enojo.
-No lo permitiré, no ella. -Darien la mira desafiante.
-Niño mío, tienes tanto que aprender.
Se movió tan rápido, que apenas he sido capaz de darme cuenta, al voltear mamá sostenía a Ofelia del cuello, levantándola unos centímetros del suelo. Darien se encontraba tan perplejo como yo.
-No. -Le suplica él, pero ella sonríe, demostrando el placer que esto le causa, consume su mano en el pecho de Ofelia, sacando su corazón.
La expresión de Darien es de sorpresa, cuando logra asimilar lo ocurrido cae de rodillas y llora sosteniendo su cabeza. Mamá sigue sonriendo, tirando el cuerpo de Ofelia al piso.
-Uno menos. -Preparen la ejecución del otro como está previsto. -Lame sus dedos, me repugna su actitud, con paso firme, abandona la estancia.
Poco a poco todos se van, menos Darien y yo, no deja de sollozar mirando el cuerpo inerte de su amada. Me inclino a su altura, abrazándolo por los hombros. Mi hermano rechaza mi contacto, se pone de pie acercándose a Ofelia, la levanta entre sus brazos y con dolor planta un beso en sus labios.
-Darien. -Lo llamo.
Sin prestarme atención se retira, le doy su espacio, requiere llorar su pérdida. mamá se sobrepasó, sabía lo que Ofelia significaba para su hijo, esto no hace más que demostrarme que no tiene alma, es un ser oscuro, al que he aprendido a temer y respetar.
Dejo ir un pronunciado suspiro, una carcajada sonora interrumpe mi contemplación.
-Vaya, vaya, la princesita está triste.
Ned se acerca aplaudiendo, como un bufón.
-No estoy de humor para tus payasadas. -Mi labio tiembla, estoy furiosa, sé que ha sido él el informante.
-Pobre Ofelia. -Hace pucheros, siento que mi sangre arde.
Me enderezo, abalanzándome sobre él, lo golpeo tan fuerte por el pecho, que vuela por los aires, chocando contra la pared, agrietándola.
-No me provoques Ned, no sabes lo que soy capaz de hacer.
El aludido se incorpora, puedo notar en sus ojos que desea devolverme el favor, pero muy por el contrario, se retira, no sin antes lanzarme una mirada asesina. Sola, decido irme a mi habitación, luego hablaré con Darien cuando esté más tranquilo, esto no puede ser bueno, no perdonará a mamá nunca, en silencio me voy a mis aposentos.
**********
Ok, Ofelia muere en manos de la reina, ¿Qué pasará ahora? Darien está destrozado, Sara angustiada por él, ¿Cúal será la reacción de Julián al enterarse? Coming soon.
Gracias por su preferencia la leer mi historia, espero esté siendo de su agrado.
Feliz fin de semana. 😘
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