11: El único pedazo de vida en la profundidad

Tras un rato de quejas y murmullos de dolor, Will y Thaddeus recuperaron la movilidad que perdieron, esto les duraría al menos un rato más antes de desfallecer, hasta entonces seguirían a la criatura que caminaba como un mendigo.

Ruin, ese era su nombre.

Abominable y lamentable, era difícil saber si tenía dolor por las deformidades, parecía ser una nueva especie, o tal vez, una ya conocida pero defectuosa, muy defectuosa. Feo y sucio. Él iba a la cabeza, arrastrándose de una pierna y la otra alzándola y usándola como palanca.

- así que, eres tú. -dijo Will en un intento de entablar alguna conversación. -pude verte varias veces noches atrás, así que...

La indiferencia fue una respuesta que el lanzador no esperaba, pero fue lo que obtuvo ya que la criatura no le dijo una sola palabra o siquiera se giró a verlo. Will tenía la pésima sensación de que estaba haciendo algo mal, y en busca de alguna tercera opinión, él miró a Thaddeus.

Thaddeus no fue tan reacio y se abstuvo de hacerle una mueca, en cambio solo le miro con el ceño encogido por recelo a la criatura que los estaba guiando. Era su manera de decirle que, era mejor ser precavidos.

Los alrededores se iluminaban gradualmente a medida que avanzaban, los escombros desprendían luces que venían precisamente de un tipo de cristales traslúcidos, el lugar se asemejaba a las canteras de mineral lumino. La ruta que tomaban a menudo tenía pedazos de concreto y piedra que los obligaba a escalar, descender y esquivar.

El tiempo pasaba lento, y la noción de esto se perdió. ¿Cuánto había pasado?

Arrastrando sus piernas y con las espaldas cargando con el pesar y dolor, habían llegado al inicio de un descenso inclinado, cuyo final emitía una mayor iluminación de la que tuvieron en el camino. Will dió un paso hacia delante y se inclinó para poder escuchar detenidamente lo que venía del final del descenso, Thaddeus hizo lo mismo por su parte, mas no consiguieron reconocer qué era eso de abajo.

- ¿Sabes qué podría ser eso? -preguntó Will con una mueca leve.

- no tengo ni la menor idea, pero empiezo a tener la necesidad de tomar un baño.

- y yo empiezo a tener demasiada sed.

Las ideas tenían algo en común, algo que no pudieron conectar ni siquiera con sus bocas secas ni cuerpos apestando a su propia sangre y sudor. No fue unos tres segundos más tarde que, sus frágiles mentes pudieron encenderse y captar correctamente lo que oían.

La criatura movió su brazo retraído en dirección al final del descenso:- entonces, tú y tú vayan abajo, allí hay...

Este no completó su indicación cuando los lanzadores usaron la poca energía que tenían para a continuación lanzarse hacia el descenso, el inclinado suelo fue a su favor y les dió la velocidad que necesitaban, aunque en los últimos metros sus piernas les fallaron para luego caer de manera escandalosa.

Esta vez, sus cuerpos no impactaron contra una superficie sólida. En cambio, fueron recibidos por brazos líquidos que los envolvieron enteramente, dejándose llevar por la corriente fría y fresca, salieron a la superficie hasta sacar sus cabezas y tomar aire uno a uno.

Un manantial, uno que estaba rodeado de vegetación extensa y poco variada, no era un lugar bello, mas daba consuelo luego de tanto tiempo sin ver la vida silvestre de las cavernas.

Thaddeus pasó sus manos por su rostro, el ardor en su piel provocado por el agua mojando sus heridas era la menor de las preocupaciones si ahora podía quitarse la suciedad de encima. Este no fue un caso muy diferente al de Will, aunque había conseguido quitarse parte de la tierra en su abdomen y brazos no dudó en hundir su cabeza y tragar enormes sorbos de agua que revitalizaron su interior.

Con sus mejillas alzadas por la sonrisa que traía, Will expresó: - nunca me había sentido tan feliz por darme un baño... Odio los baños.

El comentario resultó desagradable para Thaddeus, él hizo una mueca: -qué asco.

Will rió ameno y Thaddeus volteó sus ojos, siguieron en el agua, gozando de su humedad, recuperando la hidratación perdida y limpiándose la suciedad que recolectaron en su largo recorrido.

Para cuando la sed y el aseo fueron saciados, el hambre aún debía de ser atendida, no encontraron grandes alimentos a su alrededor, pero sí setas cuya minoría eran comestibles y que pudieron devorar a atracones. Ni siquiera Thaddeus tuvo tiempo para recriminar la manera en que Will se llenaba hasta las mejillas de hongos para luego mascar y repetir el proceso, pues también hacía algo semejante.

Las corrientes de agua se filtraban, poco a poco entre grietas de esa cueva, el agua tan fresca se renovaba constantemente y era un alivio para el alma. Los cuerpos tendidos de ambos lanzadores quedaron inamovibles entre hierbas y restos de cetas, había sido lo que necesitaban; alimento y agua luego de tanto tiempo huyendo por sus propias vidas.

Poco después, la misma criatura se aproximó y tendiéndose en el suelo quedó con sus piernas separadas y la postura encorvada.

- tú y tú, ¿Están llenos?

Thaddeus eructó y Will corroboró la respuesta: -muy llenos.

Eso era lo que había estado esperando la criatura, al menos eso parecía, ambos lanzadores se recompusieron y a pesar de la humedad en sus cuerpos, se sintieron mejor de lo que estuvieron alguna vez. Will se inclinó hacia la criatura, pero Thaddeus le hizo un gesto de paro.

Por una vez, estuvieron de acuerdo en algo. Se mantuvieron al margen, y el primero en hablar fue Thaddeus: -¿Quién eres exactamente?

- exacta... exactamente, soy Ruin.

La lógica de este ejemplar iba a ser complicada de tratar, Will queria creer que tendría más paciencia de la que Thaddeus podría expresar, así que fue su turno.

- lo que mi... compañero, quiere decir, es que, ¿Qué haces? ¿Hiciste algo que te haga... diferente? ¿Eres de aquí?

La criatura tenía la cabeza fija en ellos, silenciosamente sacudió su extremidad chueca y habló: -soy... Ruin, soy de aquí, hice... No sé qué hice, y ahora... ahora estoy sentado.

Thaddeus se llevó una mano hacia su cabeza y se golpeó con la palma que arrastró por su frente hasta su mentón: -voy a vomitar, voy a vomitar hasta mis entrañas si esto no resulta.

Will se apresuró a retenerlo: -claramente está afectado por algo y le cuesta razonar, ten paciencia.

- ya tuve suficiente paciencia.

- entonces, por favor, tenla un poco más.

Los susurros compartidos entre ambos fueron breves pero claros uno para el otro, así que tras un intercambio más de palabras un poco desordenadas, Thaddeus permitió que Will se hiciera cargo.

- empecemos de nuevo. -propuso- Ruin, finalmente te conocemos. Este de aquí es mi compañero Blakk y yo soy.... Un Mercy.

- Blakk y Mercy. -repitió Ruin pausadamente. Will lo confirmó moviendo su cabeza en afirmación- no son bonitos.

El lanzador mayor balbuceó: -y quien viene a decirlo.

Y el menor le dió un cuidadoso pero puntual codazo: -lo sabemos, es que pasamos por inconvenientes camino aquí.

Ruin movió su cabeza, reclinándose hacia su hombro izquierdo: -¿Aún... esos aún están ahí arriba?

Finalmente encontraron un punto de donde partir, Thaddeus fue directo: -si te refieres a esas cosas horripilantes, sí, están ahí.

La expresión de la criatura apenas tuvo cambios, era difícil saber si los veía, pues ni siquiera tenía las cuencas de la cara llenas. Parecía guiarse más por los sonidos tan agudos a su alrededor.

- Ruin, ¿Podrías decirnos qué pasó en Lucrum Limax? -en un intento de ser más directo, Will hizo esta pregunta con la voz muy lenta y cuidadosa. -lo que sea, no importa si no recuerdas mucho o si son solo detalles. Nos ayudaría bastante a pensar en alguna manera de salir de aquí.

Ruin tardo pero hizo una pregunta: -¿Salir?

- sí, niño, salir, escapar, huir... Nosotros no planeamos quedarnos aquí. -una vez más, Thaddeus fue bruto con sus respuestas y fue indiferente a la mala cara de Will- además, espero que no hayas olvidado lo que nos dijiste a cada uno. Will te ayudará, pero tú me ayudarás.

- sí, dije eso. -respondió Ruin sin tropezar en su lentitud.- y haré eso... Tú y tú, tienen un trato... Conmigo.

- ¡Perfecto! -se contentó Will, tanto por llegar a alguna parte como por el hecho de que tenían todo en claro- entonces, ¿Qué tal si ayudas a Blakk, y yo te ayudo a tí después?

- ¿Por qué él es el primero? Yo quiero serlo.

Thaddeus frunció el ceño y endureció su rostro: -porque, para recibir algo, primero debes dar algo. Tú dame lo que necesito, y él te dará lo que tú necesitas.

La mano del mayor fue descuidada al dar un manotazo hacia un lado, logrando darle a la espalda a Will, donde tenía uno de tantos golpes, el Shane se tragó con amargura su queja y se obligó a poner una cara convincente a la criatura que estaba frente a ellos.

- yo quería... tener primero.

Will fue cuidadoso y arrastrándose un poco hacia Ruin, le dió una certeza: -pero, tendrás lo que quieres. Y hablando de eso, ¿Qué tal si nos dices primero en qué puedo ayudarte?

La criatura balbuceaba, notándose poco seguro de hablar, Will le alentó: -puedes decirlo.

- pero. -esa sola palabras fue una grieta en la estabilidad de lo que estaban discutiendo -no sé.

El Blakk alzó una ceja: -¿No sabes con qué quieres ayuda?

Ruin negó con la cabeza de un lado a otro de manera pausada dos veces, sostuvo un poco de silencio antes de soltar: -pero quiero sentirme... bien, solo bien.

Will arqueo una ceja de manera pensativa mientras pasaba su puño cerca de sus labios: -hay muchas cosas que pueden hacerte sentir bien, por ejemplo, el pastel.

Thaddeus se giró con una expresión sin convicción hacia Will, abrió la boca para intervenir pero fue adelantado.

El más pequeño torció su rostro hacia su otro lado del hombro: -¿Pastel?

- sí, ¿Sabes qué es el pastel? -cuestionó el Shane, él pudo percibir algo retorciéndose en su interior ante una posible negación.

- pastel... Es comida, comida deliciosa. -la expresión de la criatura se despertó un poco más. -pero, no sé si me sentiré bien con eso.

Will movió su cabeza en afirmación con total acuerdo y alivio de ver que estaba haciendo un progreso: -es cierto, no hay manera de sentirse bien solo comiendo pastel, ¿Qué tal... Jugar? Hacer deportes también, ver paisajes bonitos, aprender a hacer algo como lanzar babosa.

A medida que Will alargaba su lista, la cara de Thaddeus se amargaba más ya que no percibía algún desarrollo o finalidad. Sin embargo, pudo notar que la cara deforme de esa criatura estaba cobrando más energía a pesar de su mal estado.

- yo... Yo quiero eso, todo, quiero todo.

Era una petición que no iba a ser cumplida fácilmente, Thaddeus lo veía de esa manera mientras que Will pudo encontrar finalmente lo que la criatura quería.

- esas cosas solo se hacen en las Noventa y Nueve Cavernas. -concluyó- si quieres todo eso, entonces lo que quieres es salir de aquí.

Había sido una manera ingeniosa de compartir un objetivo y transformarlo en un deseo que tenía Ruin. Así se ahorraban búsquedas de cosas innecesarias y solo quedaría la petición de Thaddeus.

El Blakk tenía que admitir que Will tenía habilidad para ser convincente, aunque sea en mentes tan débiles y torpes como la de esa criatura que ahora se encontraba emanando una frágil pero tácita emoción.

- yo... Quiero eso, quiero.

Will sonrió satisfecho con haber tenido un progreso más, entonces compartió una sonrisa llena de disposición.

- lo tendrás, yo te lo aseguro. -respondió con un ápice de exceso de confianza, no había manera de fallar. Si él y Thaddeus iban a huir, no costaba nada llevarse consigo a esa criatura.

Con lentitud, Ruin se arrastró con las extremidades rascándose en el suelo, Will no toleró mucho ese daño accidental y se apresuró a aproximarse aún más y sujetarlo con sus manos firmes.

Sus manos pudieron tocarlo. Piel fácil de apretar y moldear bajo la tela tan delgada que cubría el pudor intangible de ese niño, pero también sus dedos pudieron entrar en contacto con huesos fáciles de inclinar.

Se sentía demasiado frágil y antes de que pudiera hundirse en una deprimente angustia, él escuchó a Ruin hablar.

- promesa. Hay que prometer... Promesas no se rompen. Son como roquitas, chiquitas, pero duras. Tú promete... Promesa.

No hubo mayor ruido en ese momento, Will no fue capaz de responder debido a que no había procesado bien la petición de la criatura. Sin embargo, de inmediato se dispuso a responder sin suficiente concentración mientras sus manos, firmes pero suaves, mantuvieron al niño lo suficientemente cerca para verlo.

Ver ese oficio y ese ojo obsidiana.

- lo prometo, promesa de un Mercy.

Al parecer Will quiso entorpecer un poco su propia declaración para desviar la atención, pero fue en vano, Thaddeus ya lo había visto. Pero no diría nada.

No por ahora.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top