Capítulo 9
Naruto veía a sus clones con cuidado, el día de la batalla con el Akatsuki estaba seguro de recordar el ataque de todos como si hubiera sido de distintos ángulos, mordió sus labios con duda, mandó a uno a leer un poco al cuarto, lo reventó, sus ojos se abrieron demasiado, levantó un puchero, ¿podrían funcionar para estudiar mientras él entrenaba? mordió sus labios pensando en ¿qué hacer? -si piensas demasiado, después no recordarás nada, relájate -Naruto sonrió ligero al escuchar esa voz -me preguntaba, puedo recordar exactamente lo que mis clones hacen -Itachi sonrió -veo que descubriste el secreto de los clones de sombra -el rubio lo vio con sorpresa, sonrió quedito -me preguntaba ¿puedo usarlos para estudiar y entrenar? -Itachi sonrió satisfecho -tienes el chakra y la energía necesaria, supongo eres el único shinobi que podría lograr algo así, ¿qué te parece si dejas a unos clones estudiar y practicar los kanjis? hoy es domingo y puedo ayudarte, vayamos a crear una rutina de ejercicios mientras tus clones hacen el resto, puedes dejar algunos clones que entrenen control de chakra viento para mejorar tus jutsus, ¿te parece? -Naruto sonrió enorme, asintió -vayamos ttebayo ¿ya desayunaste? -Itachi asintió -no te preocupes, pasé por unas frutas de camino mamá -el Uzumaki levantó un puchero -ya no me preocuparé ttebayo, sino desayunaste, lo siento, me comeré todo antes de que llegues -Itachi sonrió ligero, le regaló un pequeño poke en su frente avergonzando al rubio -sigue preguntando y cocinando, me gusta, por favor no pares -Naruto sonrió poquito, tímido, asintió.
En lo profundo del bosque el Uzumaki entrenaba adecuadamente, Itachi había visto en los sellos del pergamino uno de peso que presionó al rubio para aprender, le pidió aumentarlos a cuarenta kilos en total, el pequeño corría cuesta arriba, al llegar a la cima regresaba corriendo tratando de cumplir su marca anterior, el rubio respiraba agitado después de dos horas de entrenar -¿te encuentras bien? -le dio una botella de agua que el Uzumaki tomó con velocidad -sí, no te preocupes -levantó el rostro con duda -alguien se acerca -
Los clones reventaron con velocidad, Itachi jaló de él, lo ocultó tras un árbol, cubrió su boca para evitar sus suspiros, el Uchiha afiló su mirada viendo a alguien totalmente conocido, apretó el ceño -Itachi-kun -el rubio apretó el ceño con molestia, giró sus azules viendo a la chica, era una hermosa castaña, su cabello era largo, tenía un rostro y cuerpo hermoso, tenía pecho grande y vestía lindo, su voz era dulce, sus gemas se hicieron tristes, se sintió envidioso, celoso de lo que ella tenía y a quién tenía para ella -no hagas ruido, me desharé de ella -Naruto negó, no quería que fuera, tenía miedo de que lo dejara ahí y lo cambiara por la chica.
Itachi lo vió con duda, susurró -aquí me quedo -el susurró en su oído lo había dejado demasiado sensible, se sintió protegido en sus brazos disfrutando su calor, el Uchiha observaba como Izumi se largaba del lugar, fingió un poco más ocultarse para abrazar un poco más de tiempo al rubio, absorbió su aroma un momento disfrutando su aroma a vainilla -creo, que ya se fue -la voz ronca del Uchiha hizo tragar pesado al rubio, quién fue liberado delicadamente.
Naruto se alejó un poco, se obligó a reaccionar -creo, creo que estoy listo para correr -Itachi asintió, lo vió quitar su chamarra y comenzar a correr sin parar una y otra vez, el mayor tragó pesado al ver al pequeño de esa forma, se veía sensual, hermoso, podía sentir que de vez en cuando el rubio lo veía, lo que no sabía es que el Uzumaki disfrutaba su atención en él y el tiempo que le dedicaba, se sentía victorioso al robar un poco del tiempo del mayor, esa chica podía tenerlo toda la vida, mientras él podía tenerlo un poco de tiempo.
…..
Naruto comía su ramen en el Ichiraku lentamente pensando en el Uchiha, su ahora amor imposible -rubio bastardo, hasta que te encuentro, hace días que te vi, no mencionaste que te hubieras mudado, te he estado buscado, que fastidio -el rubio sonrió ligero -la vieja gorda de la rentera me corrió hace meses -el Nara lo vió con sorpresa -bastarda ¿dónde estás viviendo? -el Uzumaki sonrió un poco -me rentan un cuarto en los departamentos de shinobis del área de clanes, no te preocupes, me tratan bien -Shikamaru asintió -no fastidies rubio, esas cosas deben decirse, pudiste quedarte en mi casa, con mi familia y lo sabes -
Naruto sonrió recordando que quisieron adoptarlo -lo sé, te agradezco, no te preocupes, mejor dime, ¿para qué me buscabas? -el Nara suspiró con fastidio -mañana hay junta de generación, ya sabes, quieren juntarse todos y comer mientras discuten cosas estúpidas, ¿qué piensas?, has estado algo distante de todos -el Uzumaki recordó como se había sentido semanas atrás, además mañana era domingo, ese día Itachi se lo dedicaba -no lo creo Shika, es obvio que algunos ahí no me soportan, es mejor así-
El Nara abrió sus ojos con sorpresa -¿de qué hablas? -Naruto comió con calma su ramen observando el plato con atención, su ceño se marcó -sabes de qué hablo, simplemente ya me cansé de tratar de encajar, es mejor así, no les digas, simplemente inventa que tenía sueño, no sé, lo que sea -el Nara asintió -que fastidio rubio, es tu decisión y la respeto, no te pierdas más, a mí sí me agradas -Naruto sonrió divertido -lo sé, tu también me agradas -Shikamaru sonrió ligero -ahora dime, ¿por qué estabas tan pensativo cuando llegué? -el Uzumaki negó con una ligera sonrisa -se… cre… to… -ambos rieron con diversión. El Nara se imaginó que tal vez su amigo por fin se fijó en alguien y no era aceptado, su rostro triste le daba una idea, negó con fastidio, la vida del rubio no era nada fácil.
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