08

08 - Un ambiente extraño


Camino entre la multitud que está cada vez más animada. Los cuerpos sudorosos se mueven con torpeza, la gente no se fija a quien empuja o golpea por accidente. Están centrados en la música, en bailar, en restregarse contra los cuerpos de sus parejas... Siento una punzada de celos al ver cómo se dejan llevar sin miedo, sin preocupaciones. Hay algunos tan animados, casi en frenesí, que me pregunto si hay algo más que alcohol en su sistema.

Una canción a todo volumen retumba en las paredes, pero me parece escuchar a alguien que grita mi nombre, así que giro sobre mis talones en busca de la voz que me llama y pocos segundos después me encuentro con Anya. Está agitando los brazos en el aire en un intento por atraer mi atención, no está demasiado lejos, además de que su novio está justo detrás de ella y parece protegerla del contacto con las personas a su alrededor.

Sonrío. Elevo mi mano para hacerle saber que la he visto y me encamino en su dirección. Aunque no es mucha la distancia que nos separa, la manera en que todos los cuerpos están juntos me dificulta alcanzarla. Comienzo de nuevo a esquivar a la gente ebria, a cuidar que no me pisen ni derramen sus bebidas sobre mí mientras avanzo. Tengo que contener una risa nerviosa cuando veo a una pareja metiéndose mano en medio de la multitud. La chica se deja hacer sin sentir vergüenza y tengo que apartar la mirada cuando la mano del chico entra por debajo de su falda.

Parece que el ambiente está cargado de electricidad, de sexualidad, hay feromonas volando en el aire y yo no entiendo nada. ¿Es siempre así en esta clase de fiestas? Porque me siento fuera de lugar. Mientras avanzo, unas cuentas miradas se posan en mí. Son chicos que no están acompañados ninguna mujer, pero me miran como si planearan resolver ese asunto lo antes posible.

Es incómodo sentir que soy una presa y estoy rodeada de depredadores ansiosos de atacar.

Siento que el sudor comienza a humedecer mi cuello y frente. El ambiente se va tornando más sofocado entre más me adentro al lugar. Sin embargo, pronto llego junto a Anya y su novio. Sonrío con alivio.

Detrás de ellos, justo en la pared sobre la cual están apoyados, hay un paisaje pintado. Es una playa. No alcanzo a ver muy bien los detalles, pero sí distingo un par de palmeras oscuras y de inmediato supongo que eso era a lo que se refería Anya.

—Pensé que no llegaría a salvo —bromeo elevando la voz—. Hay muchísima gente.

—Demasiada —concuerda Anya.

Mira a su alrededor intentando parecer relajada, pero veo la tensión alrededor de sus ojos. Me acerco un poco más para no tener que gritar y señalo la escena con mi barbilla.

—No te gustan las fiestas, ¿eh?

—Las multitudes me ponen nerviosa —confiesa.

Mira hacia Colton, luego hacia mí y sonríe pesarosa. Yo asiento al comprender. No sé si sea por la misma razón, pero a mí tampoco me agradan mucho los grupos grandes de gente, y menos si son en lugares tan pequeños. Me hace sentir... claustrofóbica.

Comienzo a pensar que no fue una buena idea traer el cabello suelto. En cualquier momento va a comenzar a esponjarse por la humedad y terminaré pareciendo un espantapájaros, así que opto por recogerlo en un moño sobre mi cabeza antes de que se vuelva un desastre y lo ato con la liga que llevo en mi muñeca.

Me abanico el rostro con movimientos bruscos de mi mano y miro alrededor en busca de algo para beber mientras Anya y su novio se enfrascan en una conversación. Siento la boca seca, necesito agua con urgencia, una bebida para refrescarme, pero no quiero volver a atravesar el mar de cuerpos lujuriosos que bailan en la pista improvisada.

Intento aguantar un poco más, me distraigo hablando con Anya, comentamos acerca de la actitud que tienen todos a nuestro alrededor, pero al final no aguanto más el calor y bufo. Necesito respirar aire fresco.

—Voy a buscar algo de beber —grito para hacerme oír—. ¿Quieres algo? ¿O tu novio?

Anya me mira y eleva un vaso que no me había percatado que tenía en la mano.

—Todavía tengo. —Voltea a ver a Colton y supongo que le pregunta, pero él murmura algo, sacude la cabeza y su mirada vuelve a enfocarse en el gentío—. Dice que no, pero gracias.

—¿No bebe? —pregunto sorprendida.

Anya sacude la cabeza en una negativa.

—No...

Parece que quiere decir algo más, pero al final se muerde el labio y baja la vista al vaso en sus manos. No parece estar divirtiéndose para nada y yo no sé qué decirle.

—Oh. Bien, entonces... ¿Sabes dónde puedo conseguir una de esas?

Me sonríe.

—Al lado del supuesto dj. —Señala con el índice la dirección que debo seguir.

En respuesta le muestro mis pulgares hacia arriba.

—Vuelvo enseguida.

Tras decir esto comienzo a caminar de nuevo entre la multitud. Esta vez, sin embargo, ya no oponen tanta resistencia y es como moverme junto con la corriente, por eso no me toma tanto tiempo llegar a la barra improvisada, que resultan ser cuatro mesas juntas. Me estiro sobre una de ellas para tomar un vaso rojo y, al incorporarme, me encuentro con un chico que observa mi escote con mucha atención.

No sé qué cara hago cuando acomodo mi blusa para evitar que las chicas se asomen más de lo necesario, pero el chico me mira a los ojos después de algunos segundos y sonríe a modo de disculpa.

—¿Puedo ayudarte? —pregunta.

Miro la diversidad de bebidas que hay sobre la mesa: cerveza, vodka, tequila, una hielera con botellas de agua y refrescos, y un termo amarillo con tapa roja. Es de este último del que le sirve a un grupo de amigas así que, una vez que se van, le pregunto qué es.

—Es té.

—¿Té?

—Sí, está bueno. Nunca puede faltar en mis fiestas —dice con orgullo.

Arqueo ambas cejas, sorprendida, y asiento mirando el termo con desconfianza.

—¿Tiene alcohol?

—No, es cien por ciento libre de alcohol. Pero tiene algo de limón. —Me guiña un ojo antes de sonreír y debo admitir que es algo lindo con su cara de no matar ni una mosca.

—Está bien, dame de eso.

Tiendo mi vaso para que sirva un poco y mientras lo toma pregunta si voy acompañada.

—No te había visto antes —explica.

—Vengo con una amiga y su novio. Y no suelo venir a estas fiestas.

—Sí, comprendo. En ocasiones pueden ser muy... intensas.

Miro hacia la multitud cuando él ríe y asiento de acuerdo.

—Bueno, chica. Aquí tienes tu té, disfruta.

Me regala otro guiño mientras doy un sorbo y debo admitir que está muy bueno. Sonrío como agradecimiento, me despido y comienzo a caminar de vuelta a Anya, entonces noto que hay mucha más gente que hace cinco minutos y hago una mueca.

Sé que si me atrevo a pasar por el medio, es inevitable que alguien derrame mi bebida. Puedo intentar sacando mis codos para golpear a quien se acerque demasiado... o tal vez elevar el vaso por encima de mi cabeza...

—¿Qué pasa? —pregunta el chico de la barra.

Ha dejado su lugar como supuesto bartender y ahora está a mi lado, mirando la muchedumbre que baila animada.

—No puedo regresar con el vaso en las manos —me quejo. Él mira mi vaso casi lleno, luego de vuelta a la gente y la manera en que todos están apretujados.

Chico de la barra chasquea lengua con pesar antes de hacer un mohín y asentir.

—Tienes toda la razón.

Miro hacia el vaso y pienso en beberlo todo con rapidez, pero entonces tendría sed de nuevo en poco tiempo y debería volver, lo que terminaría conmigo en la misma posición que ahora.

—Pucha. ¿Sabes qué? —Miro de nuevo hacia la mesa—. Voy a llevarme un refresco de limón.

—¿Y el té?

Antes de que él termine de hacer la pregunta, yo ya me he empinado el vaso. Dos, tres, cuatro tragos y el té ha desaparecido por completo. Me acerco a la mesa para dejar el envase casi limpio y tomo una lata de la hielera.

—Gracias por el té, estaba muy bueno... ¿Cómo te llamas? Esto de llamarte «chico de la barra» en mi mente no está bien.

Chico de la barra ríe.

—Murray. ¿Tú? No te había visto antes, ¿de dónde vienes?

—Soy Blum. —Estiro mi mano y él la sacude—. Y soy de aquí, de la frontera, casi llegando a Harlen.

—¿No estudias en Cove?

—Ayer me inscribí apenas —digo—. Ahí me enteré de esta fiesta.

Murray y yo charlamos durante un rato. Me entero de que él ya va a media carrera y espera poder mudarse a una ciudad grande cuando se gradúe. Tiene veintiún años —solo uno más que yo— y es bastante agradable. Sin embargo, me pone nerviosa la manera en que me mira. Observa mis ojos, labios, y la piel de mi escote con intensidad. Me ha dado un repaso de arriba abajo más veces de las que me gustaría y cada cierto tiempo se relame los labios.

No invade mi espacio y no es grosero, no insinúa nada, pero puedo decir que le gusta lo que ve... y no sé cómo tomarlo. No me siento violentada ni molesta, solo algo incómoda. Diferente. Soy muy consciente de mí misma.

Miro hacia el lugar donde Anya debe estar esperando que vuelva y me muerdo el labio inferior. Estoy pensando en decirle que debo llegar con mi amiga, cuando la canción que está sonando acaba y da paso a una mucha más ruidosa. Murray se acerca más a mí, coloca una mano en la parte baja de mi espalda y sus labios bajan a mi oreja para susurrar algo.

Lo único en lo que puedo concentrarme es en la manera que sus dedos se presionan contra una franja de mi piel desnuda. No sé en qué momento ha colado sus dedos bajo la tela de mi blusa, pero... me gusta. Extrañamente, disfrutar de su contacto me pone inquieta.

—¿Quieres ir a otra parte? —cuestiona en voz baja, su aliento calentando mi cuello.

Me alejo un poco cuando mi vientre se contrae y abro los ojos, sorprendida, al darme cuenta de que estoy excitándome.

Pero, ¿qué rayos me está pasando?

Su mano tira de mí hacia él con suavidad y siento que la piel me hormiguea cuando nuestros pechos entran en contacto.

—Vamos. La pasarás muy bien —promete.

Mi respiración se acelera, siento un espasmo en las entrañas. Murray comienza a besar mi cuello y... se siente tan bien. Echo la cabeza hacia atrás, cierro los ojos y dejo escapar un gemido al tiempo que tomo su camisa entre mis manos. Necesito acercarlo más, necesito...

—¿Paloma?


***
No me maten xD ya viene su tan amado y esperado +18 (/u\) tuve que cortar el capítulo aquí porque era demasiado largo y quería actualizar antes de irme jajaja. Perdón si ven errores por ahí, ya luego editaré ^^

Dedicación de este y los dos capítulos anteriores para las primeras tres personitas que comenten justo AQUÍ ♥

No olviden seguirme en instagram (cmstrongville) para noticias y adelantos. Los quiero demasiado, nos leemos mañana <3

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