Capítulo 7 La intromisión
El sujeto comenzó a reírse, incluso Tanjiro sintió desagrado por esa persona, notando su brazo.
—Lo siento, no quise sonar desagradable, es que ella es preciada para mí, debo decir que creo que tengo celos.
—¿Qué dices?
—Es la primera vez que alguien me rechaza, aunque estuvimos comprometidos desde niños, Shinobu, simplemente me dejó, en serio que dolor—al decir eso se llevó la mano al pecho.
La mirada de Giyuu hacia ese sujeto le hacía percibir hipocresía, en sí, sus palabras no parecían tener nada de sentimientos en ellas.
—En ese caso, no deberías decir tales cosas de la Mayor.
—Si, lo sé, pero no puedes culpar a un hombre despechado, en especial cuando me engaño con alguien como...tú—le miró de arriba abajo, Tanjiro sintió arder de coraje, interponiéndose.
—¿Cómo se atreve a decir eso de Giyuu-san? Él es un héroe y una excelente persona.
Giyuu se quedó un poco pasmado al escuchar como Tanjiro lo estaba defendiendo. Luego ese tipo, observó a Tanjiro y comenzó a reír.
—Pero si eres un pequeño Omega, vaya, vaya, ¿es tu hermanito? No me digas, ¿te gusta también?
—¿Eh?—Giyuu miro a Tanjiro de reojo y este también, cruzando miradas, aunque luego el Omega le contestó.
—No diga tonterías, él es una persona recta y amable, solo somos amigos. Si la señorita Shinobu es su pareja, yo estaría feliz.
«¿Qué fuera mi pareja estaría feliz? Espera, no entiendo lo que pasa aquí...»
—Perdón, perdón, no quería hacer enojar a este pequeño Omega—contesto, tratando de tocar su cabeza, más Giyuu sujeto su mano, mirándolo despectivamente. Aquello rebasó la tolerancia de Giyuu y con una imponente presencia, que inclusive dejó a Tanjiro helado, le dijo.
—No te atrevas de ponerle un dedo encima, si lo haces, te arrepentirás, aunque ya no sea un hombre completo—dio otro paso al frente, casi sintiendo el aliento ajeno—.Fui el capitán del primer escuadrón de las Fuerzas Especiales Bravo, dedicado a intervención de rescate y maniobras tácticas de eliminación de terroristas, no sé quién seas, pero lo que me falta de brazo, te falta de agallas para repetir lo que dijiste de la Mayor Kochou y te invito a que lo intentes, por aún puedo levantar 120 kilos con un solo brazo.
—No sabes quién soy—el tipo contestó apretando los dientes.
—Para un cobarde que habla de los demás a sus espaldas.
—¡Tu!—se notaba su enojo, pero pronto se calmó y retrocedió unos pasos, riendo—¡Ja, ja! Eres demasiado, gracioso.
—Douma, lo sabía eres tú—Shinobu los encontró—. Molestando a mis amigos, en serio que no aceptas un no como respuesta.
—Shinobu, se supone que soy tu prometido, traer a tu novio a la boda de tu hermana, es poco sutil, ¿no crees?
—Eso es algo que no debería importarte, creo que debí ser clara, escogí la milicia antes que a ti, no eres más que un idiota presumido que se esconde detrás del poder de su familia, que no tiene ningún sentimiento genuino—la mujer tomo del brazo a Giyuu y le hizo un gesto de despedida con la mano—.Adiosito.
—¡Ja, ja, ja! Debes saber que el rechazo es no sólo ante mí, sino a mi familia.
—Si lo sé, y precisamente por eso te detesto, a ti y tu familia—la mirada fría de la mujer dejó impactado a Tanjiro, tanto como sus palabras.
El tipo llamado Douma por Shinobu miró a Giyuu quien seguía firme ante su amenaza, el tipo se fue dejando solos a los tres.
—¡Ja, ja, ja! Giyuu eres tan impulsivo, como sea, me ayudaste con Douma, te lo agradezco.
—¿Quién era ese tipo?—le preguntó Giyuu.
—Si, era desagradable—Tanjiro exponiendo su sentir.
—Pues verán, es mi ex prometido como dije, su nombre es Douma Nijimura, hijo de un concejal de la corte, digamos que es un pez gordo, pero no se preocupen.
Al escuchar eso, tanto Giyuu como Tanjiro mostraron un temor por las represalias.
—Ko...Kochou-san, eso es malo, ¿no?—el Omega un poco asustado.
—¡Ja, ja, ja! Claro que no, es tan orgulloso que no hará nada, digo, fue amedrentado por un ex soldado discapacitado, se vería como el idiota que es ante su padre.
«Se nota que lo odia mucho...» pensó Tanjiro.
—Aun así, fue grosero con la Mayor, eso no podría tolerarlo, tanto como militar como caballero.
—Vaya, si sigues hablando así, podría enamorarme ¡Ja, ja, ja!
El cuerpo de Giyuu se puso rígido como una estatua, casi se podía ver cómo se volvía piedra.
—¿Giyuu?—la mujer pasó la mano por el frente del otro.
—Por favor, deje de bromear.
—Claro, claro.
Tanjiro volteó a mirarla, ella lucía divertida mientras molestaba a Giyuu, luego Shinobu se dirigió a Tanjiro.
—¿Cómo te has sentido, Tanjiro? Desde el funeral no he podido reunirme contigo, quisiera poder hacerlo antes de volver al frente, sobre todo porque él me hablaba mucho de ti, pero vine a conocerte en las peores circunstancias.
—Descuide, Kyojuro también me habló mucho de usted, además fue usted que envió a Giyuu-san a casa y le salvó la vida en el frente, me alegro por eso.
—Si, bueno, fue difícil, este idiota los primeros días trato de escabullirse para ir al frente en un estado deplorable, debiste verlo Tanjiro, daba mucho lástima, todos en la clínica ya ni lo soportaban.
—Eso no es cierto, le agradaba a todos.
Shinobu se acercó para hablarle al oído a Tanjiro.
—No es cierto, siempre fue un antipático, créeme, es todo un G.I. Joe.
—¿Un qué?—Tanjiro confundido.
—Deja de meterle ideas a Tanjiro—Giyuu en un movimiento tomó al Omega del hombro y lo alejó de ella, pegándolo a su cuerpo, aquella acción tomó por sorpresa a Tanjiro, para Shinobu fue una señal, comenzando a carcajearse.
La música empezó, era la melodía de los novios por lo que debía regresar al escenario principal.
—Debo volver, es hora del baile de los novios, Giyuu no tardes, que nos toca bailar.
—Si, voy—suspiro este al saber que debía volver a rodearse de tanta gente.
Tanjiro sonreía al ver cómo esos dos tenían una hermosa relación.
—Giyuu-san, sabe bailar, es increíble, espero verlo.
—Si, bueno, es una larga historia.
—¡Ja, ja! Ojalá pueda escucharla un día de estos.
—Claro—Giyuu obsequiándole una sonrisa, últimamente Tanjiro se deba cuenta que aquel soldado estoico que llegó así casa hace casi tres meses tenía un lado diferente.
Los dos se encaminaron a la pista, Genya se encontró con Tanjiro de nuevo, mientras que la canción de los novios armonizaba la velada, Sanemi y su ahora esposa, Kanae bailaban en el centro de la pista, todos aplaudían.
—Me siento muy feliz por tu hermano mayor—la madre de Genya y Sanemi se acercó a su hijo menor—.Gracias por venir, sé que no querías asistir, pero insistí.
—Mamá, descuida.
—Tu hermano no quiso decirte todo eso, pero sigue culpándose por lo de tu padre.
—Lo sé, pero no importa, yo también quería venir a verlo en su día, aunque no me quedaré mucho.
—Entiendo, Tanjiro, gracias por venir y lamento mucho lo de Rengoku.
—Descuide señora Shinazugawa, Genya es un buen amigo.
Pronto Shinobu y Giyuu entraron a la pista para acompañar a los novios, todos aplaudían y fue cuando Tanjiro los vio, era una hermosa escena, una pareja feliz en el día de su boda, el Omega paso la vista hacia Giyuu y de pronto, en su rostro se reflejó Rengoku, puesto que ellos algún día pensaron en una gran boda, era lo que Rengoku quería pero Tanjiro jamás se lo permitió, en ese preciso momento se llenó de culpa.
«Si tan solo hubiera dicho que si, una escena así hubiera sido realidad...»
Entre sus pensamientos sus ojos se llenaron de lágrimas, Genya lo vio.
—¿Tanjiro estás bien?
—Si, solo...con permiso—este se alejó de la conmoción para tomar aire fresco, ya se había hecho de noche, tal vez las 8 p.m., Tanjiro salió a los jardines deteniéndose en lo alto del puente de madera, había patos nadando y las luces iluminaban el lugar. El dolor seguía ahí, sus lágrimas quemaban como ese día.
En la pista, Giyuu vio que Tanjiro se fue y eso llamó su atención, cuando la canción terminó tocaron una música más movida, él se disculpó con Shinobu, ella no vio irse hacia el puente, solo sonrió y fue a hablar con su hermana.
Al encontrarlo estaba llorando, solo ofreciendo un pañuelo, Tanjiro lo vio y lo tomó.
—Gracias, lo siento, eche a perder su baile. La señorita Shinobu de seguro lo buscará.
—Tanjiro, te dije que sería tu amigo, creo que dejar ir a un amigo triste no es lo correcto, l Mayor lo entenderá.
Sus palabras lo conmovieron, dibujando una pequeña sonrisa.
—Giyuu-san es un gran amigo.
—Lo intento.
Los dos tomaron aire, admirando la belleza del lugar.
—Giyuu-san, ayer vi en la mesa los documentos de su nuevo departamento, ¿continuará con la idea de mudarse?
—Creo que es lo mejor, Tanjiro, no es justo que siga quedándome sin aportar nada y más ahora que Rengoku ya no está.
Tomando unos minutos de silencio, Tanjiro apretó sus manos contra el barandal del puente y luego muy serio volteo con el mayor.
—Precisamente por eso—Tanjiro alzó la voz—.Lo siento.
Aquello dejó al Beta un poco consternado ¿Qué quería decir con eso?
—Tanjiro yo...
Una fuerte discusión los distrajo.
"Hermano..."
—Esa voz, es Genya—preocupado Tanjiro fue a dónde el sonido de la discusión, seguido por Giyuu.
Minutos antes, durante el baile, Sanemi logró ver qué Genya estaba ahí hablando con su madre, esperó a que la pieza terminará para disculparse con su esposa y salir un momento con alguna excusa, abordando a su hermano a quien llevó a los jardines.
—Creí que había sido claro.
—Vine porque mamá me lo pidió, y yo quería verte.
—¿Verme? Perdedor, regresaste de tu viaje, ¿eh? Dime, pudiste divertirte con otros por allá—lo acorralo contra un árbol.
—Hermano, solo fui para aprender más, quiero ayudarte en tu trabajo y atrapar a los malos como tú. Ya que no pude aprobar el examen de la policía—Genya bajo la mirada.
—No digas tonterías, un Omega como tú solo debe quedarse encerrado, deberías renunciar.
—Lo siento, pero no puedo, me darán la oportunidad de presentar el examen para ser investigador forense, podré ir al campo y...—solo que una mano sujeto su solapa y atrayéndolo hacia su interlocutor.
—¿Qué dijiste? Tu ir a las escenas de crimen, debes estar bromeando.
—No, yo confío en mi capacidad.
—¡NO ERES MÁS QUE UNA MALDITA VERGÜENZA, OMEGA!—apretó su agarre y cuando parecía que le daría una bofetada alguien sujetó su brazo, aunque logró rasguñar el rostro de Genya, al mirar hacia atrás se trataba de Giyuu—¿Ah?—Sanemi frustrado por la interrupción.
—Por favor, no hagas esto—le dijo.
—¡Suelta a Genya!—Tanjiro se adelantó y le dio la bofetada primero, Genya no podía creer lo que pasaba.
—¡Tanjiro!
Incluso Giyuu quedó impactado por la reacción del otro, no esperaba esa agresividad de ese rostro siempre amable, pero en esos momentos lucía furioso. La cara de Sanemi se dobló hacia un lado por el empuje de la cachetada.
—Basta Sanemi-san, no entiendo porque odiar tanto a tu propio hermano, si yo tuviera a los míos...—pensó en ellos, logrando entristecerse—.No debes lastimar a tus seres queridos jamás podrás saber si será la última vez que los veas, por favor entiende a Genya, el solo quería compartir con su hermano el mejor día de su vida.
—¡Tú! Mira como dejaste mi rostro en el día de mi boda, voy a romperte un par de huesos—el novio quiso arremeter contra el amigo de su hermano menor sin escuchar una sola razón, Giyuu apretó su mano tan fuerte que pudo sentir como cortaba su circulación—.Suéltame o también te haré pagar.
—No, no dejaré que le pongas un dedo a Tanjiro.
«Esta embarazado...» cruzó por la mente de Giyuu.
—¡Dije que me sueltes!—Sanemi que le tiró un golpe al ex soldado sin saber que se toparía con pared, puesto que Giyuu lo detuvo y no solo eso, barrio sus pies y con una maniobra lo dejó caer de espaldas en el suelo, Sanemi no supo ni cómo es que llego ahí.
—¡Hermano!—Genya quien tomó a Giyuu por la solapa—No sé quién eres, pero ¿Cómo te atreviste a hacerle eso a mi hermano?
—Calma Genya, es que Giyuu-san solo quería protegernos.
—¿Protegernos?
—Si, hablo de nosotros—se llevó la mano al vientre, Genya no podía creerlo su mejor amigo estaba embarazado.
—¿Tanjiro estás esperando?—Genya soltó a Giyuu, luego trató de ayudar a su hermano a levantarse, pero este le golpeó la mano.
—Déjame en paz—Sanemi se levantó por su cuenta, sacudiendo de sus ropas rastros de césped. Sanemi se molestó con Giyuu por haberlo derribado, manchando su saco—.Tu, imbécil más vale que no te vuelvas a pasar de listo conmigo.
—Lo siento, pero no podía permitirte que lastimaras a Tanjiro en su condición.
Sanemi por su parte encogió los hombros al escuchar eso.
—Ah, maldita sea, no golpearía a un Omega embarazado, pero esa bofetada me la cobraré algún día—le advirtió para luego irse y dejarlos solos.
Genya se tranquilizó tras lo que pasó, mirando a Tanjiro.
—No puedo creerlo, debiste decirme.
—Si, lo siento, pero nadie lo sabe aún en mi trabajo, yo espero que me guardes el secreto, Genya.
Una sonrisa se formó en la cara de Genya olvidando su enfado hacia Giyuu, para luego disculparse con gesto de la cabeza.
—Lo haré.
—Genya, déjame presentarte a Giyuu Tomioka-san, fue paciente de Rengoku.
—Si, me hablaron de ti, lamento lo de mi hermano, me sorprende que fueses su padrino.
—Fue algo que surgió, en realidad no me agrada tu hermano.
—¡Je, je! Me lo dicen seguido, pero discúlpalo, ha pasado por mucho por mi culpa.
—Aun así, tratar a su propio hermano de esa manera—le dijo de pronto recibiendo un mensaje a su móvil, era Shinobu preguntando por Sanemi—.Disculpen, tengo que ir, Tanjiro nos veremos en casa.
—Si, de hecho ya nos íbamos—le contestó mirando a Genya, claro que le dedicó una mirada a este mientras desaparecía en el jardín. Genya noto algo extraño en todo eso, pero no dijo nada.
Cerca de la salida del jardín, Sanemi estaba tallando su saco por la mancha de césped.
—Puta madre, esto es del asco.
—¿Pasa algo?—llegó el otro.
—Es tu culpa, se manchó, maldición—se quejó por lo ocurrido.
—Déjamelo a mí, cumpliré con mi deber—le dijo, tomándolo del brazo para tirar de este hasta llegar con Kanae y Shinobu.
—Oigan, los estábamos buscando.
—Lo siento, pasó un percance y Sanemi me ayudó, solo que...—Giyuu señaló la manche en el saco del novio y su cara, al verla Kanae le sonrió.
—Descuida, ayudaste a un amigo, así que no importa, quítate el saco y ya.
—Pero, no quiero lucir desarreglado para ti.
—No es nada, Sanemi siempre es tan amable—Kanae le dio un beso en la mejilla, Shinobu miró a Giyuu quien desvió la vista, lo que hizo creer que algo más había pasado.
Tras dejar a los novios solos de nuevo, ella le dio un codazo a Giyuu.
—Seguro se pelearon, ¿no?
—No sé de qué hablas, leí que el deber de un padrino es apoyar al novio.
—¡Ja, ja! Vas a guardar el secreto, ¿eh? Está bien, no le diré nada a mi hermana.
La fiesta terminó a medianoche, Giyuu volvió a casa alrededor de la una, solo para toparse con Tanjiro esperándolo en la sala, aunque se había quedado dormido, el Beta fue por una manta y lo cubrió para luego irse a dormir a su habitación.
Al día siguiente cuando Tanjiro despertó Giyuu ya no estaba, dejando una nota en la mesa que decía que debía hacer algo muy temprano, por lo que no pudo terminar la plática con el Beta.
. . .
En la parada de autobús de la línea que iba hacia los edificios del centro donde se encontraba la estación de policía, Genya esperaba su transporte, el cual tenía la hora de 8:15 a.m., mirando la hora en su móvil apenas eran las 8:00 a.m. por lo que faltaba algunos minutos, el joven se sentó para esperar, cuando alguien se sentó a su lado, sintiéndose algo amenazado porque el sujeto media más de 2 metros.
«Es enorme...» pensó Genya mirándolo un poco, el tipo se giró con él, encontrándose sus miradas, Genya se avergonzó y de inmediato retiró la vista.
El hombre metió la mano en su mochila y sacó algo, presentándoselo a Genya.
—Por favor—le dijo con una voz algo gruesa.
—¿Disculpe?—el Omega sorprendido, dado que se trataba de una vendita con dibujos gatitos, el tipo señaló su mejilla, fue cuando se dio cuenta que era para su rasguño—.Ah, está bien, yo...
—Insisto, es bueno cuidarse, eso le digo a mis alumnos siempre.
Genya y ese sujeto se miraron mutuamente unos instantes hasta que el Omega se sonrojo, tomando la vendita.
—Si, insiste—dijo avergonzado, pero antes que pudiera agradecerle, el autobús de las 8:10 a.m. llegó, ese hombre se levantó, sacando un bastón el cual se desdobló hasta quedar recto y lentamente subió a ese autobús, viéndolo partir.
«Ese bastón, ¿era ciego? ¿Cómo supo de mi herida?...» pensó, pero antes que pudiera preguntar o si quiera agradecerle, se fue el transporte, quedándose con la vendita en su mano.
. . .
En la sala de emergencias recibía su turno, notando que la joven que fue apuñalada aún estaba en internada, preguntándose ¿Cómo estaría?. Aoi se detuvo a su lado llenando los formularios para suministros cuando ella le habló de algo que pasó el día anterior.
—¿Recuerdas a la joven que llegó apuñalada en tu último turno?
—Si, la recuerdo, ¿pasó algo?
—Si, debiste estar aquí, ayer por la mañana apareció un chico con capucha exigiendo verla, hizo un escándalo, tuvieron que sacarlo los de seguridad, incluso llamaron a la policía, cuando vieron las imágenes de las cámaras, ese chico resultó ser un criminal, por lo que oí es un matón.
—¿En serio?—Tanjiro recordando lo que pasó cuando lo topo.
—Si, además colocaron policías en la habitación de la chica, quieren que sea testigo de un caso por lo que se.
—Ya veo.
—Dijeron que tuviéramos cuidado.
—Si, estaré atento—Tanjiro asintió tras la advertencia de su compañera.
El joven comenzó a trabajar yendo de un lado a otros, atendiendo a los pacientes en emergencias, cuando terminaba de curar una herida de un trabajador que tuvo un accidente, noto algo, una puerta se cerrándose en el almacén de suministros, teniendo un mal presentimiento, Tanjiro fue a ver de quien se trataba, al entrar la luz estaba apagada, por lo que la encendió.
—¿Hay alguien aquí?—pregunto mirando por los estantes, cuando creyó que solo era su imaginación alguien lo sujetó por detrás, cubriendo su boca—¡Mmm!
—Si gritas, te mato—le dijo al oído, sin lugar a duda era la misma voz del hermano de Ume, Gyutaro, lentamente liberó su boca.
—Gyutaro, ¿eres tú?
El tipo le dio la vuelta para ver el rostro del enfermero, apuntándole con una navaja.
—Así que eres ese lindo enfermerito—acercó su rostro, mostrando una sonrisa y olfateándolo, Tanjiro alejo su cara de este—.Ya lo recuerdo, tú me ayudaste antes, perfecto, ahora tendrás que hacer algo por mí.
—Por favor no hagas esto, si esa chica es tu hermana, deja que la policía la cuide.
—No lo entiendes, si ella atestigua, la mataran, debo llevármela de aquí.
—Pero no puede moverse, sus heridas son graves.
—Aun así, debo llevármela y tú vas a ayudarme.
—¿Qué?—Tanjiro de nuevo estaba en peligro, aquella escena durante el incidente donde Rengoku entrego su vida vino de nuevo a él, luego pensó en su bebé, pelear no era una opción si quería que no lastimaran a su hijo no nato, por lo que debía buscar una manera de escapar de este—.Bien, pero deberías pensar en tu hermana más, seguro que la policía podrá protegerla, no creo que alguien que quiera a su hermana así sea mala persona.
—No sabes nada de nosotros, tengo que hacer muchas cosas malas para mantener a Ume, ella solo debía ir a la escuela y hacer una profesión para demostrar que es bella e inteligente, me sentía orgulloso de que alguien tan feo como yo, pudiera tenerla de hermana, pero...la muy tonta se dejó llevar por todas esas prostitutas, así que mejor calla y llévame a su habitación.
Los dos salieron del almacén, sería imposible llegar a la habitación de la chica sin ser vistos por el policía que resguardaba la puerta, cuando llegaron y Gyutaro lo vio se dio cuenta que necesitaría algo más.
—Piensa ¿Cómo podemos alejarlo?
—Bueno, solo si hay una emergencia.
—Entonces, hazlo, pero sin intentar nada audaz—Gyutaro apretó su agarre y colocó la navaja en su espalda.
En el elevador, dos personas subían a su piso, se trataba de Tengen junto a Zenitsu, ambos completamente serios y evitando sus miradas, hasta que el doctor habló.
—Lo que pasó...
—¡No quiero escucharlo!—Zenitsu hizo un escándalo cubriéndose sus oídos.
—Oh, vamos, fue un error.
—¿Un error? Eres un maldito, te atreviste a...tú y yo...—apenas mordiendo las palabras, estaba tan furioso que en el siguiente piso se bajó—.Ah, me iré por las escaleras, no quiero ver tu tonta cara.
—Soy tu jefe—le reclamó Tengen mientras las puertas del ascensor se cerraban .
—No eres más que un idiota que se aprovechó de mí.
—¿Qué me aproveche de ti? ¡Zenitsu!
Zenitsu se fue dando grandes zancadas por el pasillo para ir a las escaleras y al dar la vuelta en la siguiente esquina se topó con Tanjiro y Gyutaro.
—Tanjiro—la llamo al mismo tiempo dándose cuenta de que el otro sujeto traía una navaja y amenazaba al Omega.
—¡Zenitsu, corre!—le gritó, el chico se quedó pasmado un momento, siendo la pauta para que Gyutaro empujara a Tanjiro al suelo y luego arremetiera contra Zenitsu, golpeándolo en la cara, hiriendo al rubio, Tanjiro en su desesperación de que nadie saliera herido se arrastró hacia Zenitsu y lo cubrió con su cuerpo—¡Alto, por favor, pero no lo lastimes!
Gyutaro miró a Zenitsu, aunque tenía la nariz sangrando podía ver que su cara no era tan fea.
—Otro chico lindo, ¿eh?
—¿Chico lindo?—el rubio tratando de parar el sangrado de su nariz, Tanjiro le dio un pañuelo para hacer presión.
Gyutaro ahora los amenazaba a los dos con su navaja.
—En ese caso, ustedes dos, levántense, ambos van a ayudarme.
—¿Qué está pasando, Tanjiro?—Zenitsu temeroso.
—Todo saldrá bien, Zenitsu, por favor, solo obedece.
Cuando Zenitsu vio el rostro lleno de marcas del joven que los amenazaba debajo de esa capucha tembló, era demasiado horrible.
Llegando a su piso, Tengen bajó del elevador y noto que Zenitsu aun no llegaba, yendo a su consultorio, tras cerrar la puerta se llevó la mano a la cara.
—Mierda, eso no debió pasar, dormí con mi asistente, y para colmo un Beta.
Resultó que durante la fiesta Zenitsu bebió demasiado, puesto que estaba nervioso cuando Tengen le dijo que le presentaría a una de las damas de la novia, no midiendo el alcohol se puso ebrio, Tengen al ver al joven que apenas podía ponerse de pie, sintió la responsabilidad de llevarlo a casa, dejando a las chicas que había conquistado.
Solo que justo se habían subido a su auto cuando noto que no tenía idea de donde vivía Zenitsu, su asistente no hablaba con él sobre su vida privada, así que intento buscar en sus bolsillos una identificación para averiguar, pero al pasar su mano por la cintura de este, Zenitsu se movió y sus rostros quedaron juntos, abriendo sus ojos lentamente.
—Qué bueno que despiertas, te llevare a tu casa—le dijo, pero justo en ese momento Zenitsu tomó la solapa del otro y tiro de este, besándolo intensamente, Tengen pronto se dejó llevar, al separarse, el rubio le dijo.
—Lléveme a tu casa.
Obedeciendo sin dudarlo, cuando llegaron, Zenitsu lo acorralo contra la pared, besándolo y quitándole la ropa, Tengen sencillamente no dejó pasar la oportunidad, después de todo, en esos momentos. Los dos se dejaron llevar hasta llegar a la cama, donde estando desnudos, fue el otro tomo la iniciativa.
—¡Ja, ja! Zenitsu, no pensé que te gustaban estos juegos.
—Cállate, solo eres mi esclavo, estúpido Alfa—le dijo viéndose tan serio, eso realmente encendió a Tengen, nunca había sido amedrentado por su pareja en la cama, el rubio tomo el mando completamente sin tener control de sus sentidos.
—Oye, ¿piensas castigarme más tiempo?—Tengen estaba emocionado, dejando a Zenitsu sorprendido, pero lejos de asustarse, le gustaba y continuo el castigo para el Alfa—.Mierda, lo haces muy bien, dime ¿tienes experiencia en esto?
—Calla—el rubio se había estado preparando, el rostro de Tengen ante las acciones de Zenitsu fueron más que satisfactorias.
—Será mejor que me sueltes.
—No, odio a los Alfas.
—¿Odiarlos? Pero están con uno.
—Dije que te calles—Zenitsu sentándose más fuerte, eso provocó aún más a Tengen, ya no podía soportarlo, quería tocarlo y estrujarlo, así que rompió la corbata con su fuerza y arremetió contra el Beta, llevándolo debajo de un solo movimiento.
—Me gusta esta faceta tuya, Zenitsu, pero no siempre seré el sumiso—le dijo con una sonrisa maquiavélica.
Pero de buenas a primeras, Zenitsu se desmayó.
—¿Qué? Espera, tu...—Tengen al menos terminó, pero no pudo ver su rostro cuando termino, seguía sin entender lo que había pasado.
Regresando a su consultorio, recordaba esa noche, pensando en el mejor que había tenido antes, aunque no se podía decir que era un mujeriego, se había casado tres veces y sus esposas nunca le llegaron a dar tal satisfacción como ese chico Beta.
—Mierda ¿Qué haré cuando vuelva? Quisiera volver a tenerlo en mi cama—suspiro.
. . .
Saliendo de la terapia con Mitsuri y la doctora Tamayo, Giyuu esta vez se sentía muy cansado, puesto que habían probado una nueva técnica que consistía en corrientes eléctricas menores por sus nervios para activar sus neurotransmisores.
—¿Esto en serio es parte del proceso?—Giyuu molesto por los entumecimientos.
—Si, la estimulación es primordial—le dijo la doctora Tamayo—.Agradezco que viniera temprano.
—No, está bien, imagino que no querían que los niños vieran esto.
—Si, podría asustarlos—Mitsuri siendo cuidadosa al quitar los electrodos—.Además con esta terapia podemos identificar si hubo algún nervio dañado que impida la implantación del nuevo brazo—explicó la doctora de cabello rosado.
—La próxima semana tendremos el aparato que hará las mediciones en tercera dimensión de su brazo nuevo, con eso podremos enviarlo a construir—agregó Tamayo.
—Ya veo, ¿Cuánto tardará?
—Unos meses antes de la implantación.
—Si, bueno—el quito el último de los electrodos por su cuenta, mientras notaba que alguien los veía desde la puerta—.Tokito, ¿eres tú?
Las dos mujeres se dieron la vuelta, el joven paciente de Tengen apareció en la puerta.
—¿En serio te pondrán un brazo nuevo?
—Bueno, algo así—Giyuu muy serio.
Tokito siempre se paseaba por el hospital aunque eso provocará problemas, nadie podía detenerlo.
—Pero, Tokito-kun, deberías estar en tu pabellón—le dijo Mitsuri.
—Mitsuri, es aburrido ahí, además quería ver si era cierto lo de Giyuu.
—Ya veo, también lo llamas por su nombre, eres un chico muy osado.
La doctora Tamayo se le quedó mirando al chico, fue cuando Mitsuri los presentó.
—Ah, debo presentarlos, Muichiro Tokito, su familia...
—Su familia son los dueños de la única empresa armamentista japonesa y la más importante del mundo, claro que los conozco, alguna vez trabajé con ellos—dijo ella.
—¿Trabajo para mi familia?—Tokito mirándola con detenimiento.
—Digamos que no siempre me dedique a ayudar gente, joven Tokito.
—Ya veo—se quedó pensando este.
—Te acompañaré de regreso con Zenitsu, debe estar buscándote—Giyuu terminó de vestirse, Mitsuri los despidió, pero antes de salir de la sala de terapias, el chico volteo con ellas.
—La próxima semana será mi cumpleaños número 18, me dejaran regresar a casa, tendré una fiesta, Mitsuri, doctora Tamayo, espero que vayan.
—Claro que sí, pero Tokito-kun, también soy doctora—Mitsuri le lloró, pero el chico sonrió y contestó.
—Eres Mitsuri para mí.
Los dos salieron para dirigirse al elevador cuando vieron a Hana junto con Aoi, ambas lucían preocupadas.
—¿Pasó algo?
—Oh, Tomioka-san, me da gusto verlo es que...
—Hace más de una hora que no localizamos a Tanjiro y no contesta su móvil—termino Aoi.
—¿Qué?—Giyuu se sorprendió, Tokito igual—.Lo buscaremos.
—Yo puedo ayudar.
—No, será mejor que regreses a tu pabellón.
—No, ya no soy un niño, Giyuu déjame ayudar, Tanjiro es muy bueno conmigo.
—Bien, pero no te alejes del hospital—le dijo el mayor.
Tengen salió de su oficina para toparse con que Zenitsu no estaba en su escritorio, fue hacia el pabellón de sus pacientes y nadie lo había visto, eso le pareció extraño, justamente cuando se preparaba para ir a buscarlo, se topó en elevador con el oficial de policía herido y desmayado.
—Pero ¿Qué demonios?—Tengen de inmediato comenzó a atenderlo, llamando a otros para ayudarlo, detuvo la hemorragia del abdomen haciendo presión con sus propias manos—¡Maldición! ¿Qué está pasando aquí?
Hana y Aoi asistieron a la escena, igual que Giyuu y Tokito, al ver lo que pasaba solo tuvieron un mal presentimiento.
—No puede ser, es el oficial que cuidaba la habitación de la señorita Ume—Aoi cubriéndose la boca.
—¿De quién? ¿Dónde es?—Giyuu tomo a la joven del hombro, ella le indico y el junto a Tokito corrieron hacia ella. Tengen se quedó para esperar a los demás para llevarse al policía y salvarle la vida.
Cuando los dos llegaron a la habitación 312 esta estaba vacía, Giyuu busco por todos lados, Tokito corrió hacia las salidas cercanas y al entrar a las escaleras de emergencia, vio un móvil en el suelo, tenía un dije de una carta de Hanafuda, sabía perfectamente de quién era.
—¡Giyuu!—lo llamo, mostrándoselo.
—Definitivamente algo pasó.
En ese momento, Tengen llegó a ellos, sus manos aún estaban un poco manchadas de sangre.
—Zenitsu tampoco aparece, eso no me huele bien—les dijo.
Continuará...
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