Capítulo 3 Dolor

Rengoku se había despedido de Giyuu para atender el llamado con un paciente con una herida punzo cortante en el brazo, para cuando llegó a la estación de enfermeras, Hana le recibió.

—Hana-san, el paciente.

—Si, llego hace una hora, solo dejó su nombre diciendo que no era algo serio y fue a la sala de espera, pero hasta que la persona que estaba sentada a su lado se dio cuenta que había un charco de sangre a sus pies, nos percatamos que estaba herido, Tanjiro está con él.

—Tanjiro, ¿eh?

—Puede que sea un paciente cuyo umbral del dolor será muy grande, lo pasamos a una camilla y se quedó dormido, ahora Tanjiro está colocando una vía para darle suero, perdió sangre así el doctor Yoshimi dijo que debemos rehidratarlo, me pidió llamarlo por la herida por si requiere cirugía.

—Ya veo, lo vere.

—Cama trece, doctor—indicó ella.

Mientras un joven llegó alarmado, diciendo que alguien lo había atacado en la calle, las enfermeras lo vieron y pensaron que estaba herido, otro médico se acercó a él, pero el chico lo golpeó.

—¡Él está aquí!

—¿De qué habla, señor?—el doctor que está intentando detenerlo.

—¡Ustedes no tienen idea, es un demente!—les dijo.

—Señor, ¿Cómo es?

—Tiene tatuajes por todo el cuerpo, incluso en la cara, debe tener una herida en el brazo—le explicó, el doctor lo recordó. Aoi qué pasaba también lo recordó y casi tira la charola que llevaba en las manos.

—Señor, quédese aquí, Aoi llama a seguridad, Hana-san, por favor, ve con el personal y avisa que despejen la sala, lentamente no debemos poner en peligro a los pacientes.

—Si, doctor, pero el doctor Rengoku fue para allá, también Tanjiro está con el paciente.

—Le enviaré un mensaje, él sabrá que hacer, corre—le dijo el jefe de emergencias.

En la camilla trece, Tanjiro estaba por colocar la aguja, cuando escuchó el escándalo.

—¿Qué pasa allá?—recorrió la cortina, justo cuando el sujeto abrió los ojos, tomando a Tanjiro del cuello con la mano herida, luego sacó debajo de su cinturón un arma colocándola en la cabeza del Omega—¿Qué hace Akaza-san?

—Calla—le advirtió este—.El debió encontrarme—sujetándolo fuerte contra su cuerpo, las personas alrededor vieron lo que pasaba y se alarmaron, Rengoku llegó en ese preciso momento.

—Tanjiro.

—Kyojuro, aléjate.

—Calma—miró a su Omega, luego al agresor—.No sé quién eres, pero no tienes la necesidad de herir a nadie, esto es un hospital, solo ayudamos a las personas.

—¿Por qué?

—¿Por qué? ¿Qué quieres decir?

—¿Por qué ayudar a otros? Los débiles solo deben morir, ¿no? La gente rica es fuerte por eso pasa sobre los demás y nadie les dice nada, los corruptos se llenan los bolsillos con los más débiles y pobres.

—Eso no es así, siempre hay personas que ayudan a los demás.

—Eres un soñador, ¿eh? ¿Cómo te llamas?

—Soy el doctor Rengoku Kyojuro, y puede que tengas razón, soy un soñador, pero esos sueños me han llevado a ayudar a muchas personas y eso quiero seguir haciéndolo, por favor, deja ir a enfermero y te ayudaré.

—No lo creo, Kyojuro—Akaza apretó el cañón contra la cabeza de Tanjiro, eso asustó a Rengoku, el solo pensar que lo lastimara, alzó las manos y dio un paso al frente.

—No sé qué te pasó, ahora mismo todos están asustados—Rengoku vio a las personas en esa sala, los pacientes que podían moverse se ocultaron bajo las camillas, el personal médico cubrió a los que no podían moverse con sus cuerpos, Akaza también los vio, sonriendo.

—Son todos unos idiotas.

—No lo son, son buenas personas, como tú, seguro que tú también lo eres, permíteme ayudarte.

—¿En serio, Kyojuro? ¿Cómo? Acabo de matar a un hombre frente a su hijo, le hice pagar por lo que le hizo a mi hermana, ese bastardo la violó.

—Si fue así, debiste ir con la policía.

—¡No! ¿No lo entiendes? Él era de la policía, Kyojuro, te lo dije, los fuertes y ricos hacen lo quieren, pero ya no más, yo lo mate, le hice ver a su hijo que era un malnacido, un Alfa que se creía superior. ¿Crees que la policía iba a ayudarme? Mi hermana se suicidó hoy en la mañana, así que ya no me importa nada.

Tanjiro y Rengoku escucharon eso, era obvio que estaba lleno de odio y resentimiento contra aquellos que no lo ayudaron, Rengoku miro a Tanjiro y con esa mirada pudo sentir lo que quería decirle, su corazón dio un vuelco.

Rengoku seguía acercándose lentamente.

—Lo lamento mucho, no puedo pensar en lo que debió sufrir tu hermana, lo que tu debiste pasar, pero este no es el camino, si bajas el arma y lo liberas, podremos buscar una forma.

Mientras hablaba con él, el jefe de emergencias llegó con seguridad, cuando los vio, Akaza se alertó más y les apuntó con el arma a los demás pacientes que se llenaron de pánico, los sujetos se alarmaron, ellos solo cargaban pistolas de carga eléctrica, difícil competir con una de fuego, aun así, decidieron sacarlas y amenazar al sujeto.

—¡No!—Rengoku se interpuso, el Alfa sabía que eso empeoraría las cosas. Tanjiro vio que no tenía forma de evitar que lastimara a alguien más viendo una jeringa sobre la mesa junto a la camilla, en un acto de valentía la tomó y se la clavó en el hombro. Sin embargo, el sujeto la sacó y tiró al suelo, golpeándolo con la cacha de la pistola, cayendo al suelo, Rengoku no podía creer lo que pasaba y trató de abalanzarse contra él que había herido a su Omega, pero de inmediato le apuntó con el arma.

—¡NO, KYOJURO!—Tanjiro lo detuvo con ese grito, puesto que no le gustaría que resultara herido con ese acto, deteniéndose en seco, se le quedó mirando con las manos extendidas para que viera que ya no planeaba hacer nada, observándolo, tenía la herida del brazo, en el hombro y la guía que Tanjiro había colocado se la había arrancado con ira había mucha sangre pero no parecía tener dolor, era demasiado para que la adrenalina hiciera efecto, Rengoku murmuró—.ICD, no puedes sentir dolor.

Tanjiro escucho eso, ahora todo tenía sentido, así que su acto de valor no había valido la pena.

—Bien hecho, te diste cuenta, yo siempre fui un problema para mí hermana, ella cuido de mí, media mi temperatura todos los días, revisaba cada día para ver si no tenía heridas.

—La insensibilidad congénita al dolor o ICD, es un síndrome raro cuya característica principal es la insensibilidad al dolor, no tiene cura—Rengoku fijo ahora su marido en Tanjiro quien asintió para decirle que estaba bien pese al dolor que sentía, aunque la herida en la cabeza sangraba.

—No tiene cura...—repitió Akaza.

—No, pero es tratada con...

—Lo sé, tratamiento que salía tan caro que mi hermana se la vivía trabajando, yo me escapaba para ayudarla, me peleaba en las calles, vamos, tenía ventaja, no sentía dolor podía durar en una pelea, aunque ella se enojaba conmigo.

—Pero es peligroso, dado que una herida podría ser mortal sin que te dieras cuenta—Rengoku concentrado en Tanjiro y Akaza pensando en una manera de salvarlos.

—La verdad muerto estaría mejor, por esos trabajos mi hermana terminó con ese cerdo que abusó de ella, ese jefe de policía y su bastardo hijo.

—Dime...—Rengoku pidiendo su nombre.

—Hakuji—le dijo su nombre.

—Hakuji, dime ¿Ella querría que estuvieras aquí lastimando a la gente?

—No sé lo que es el dolor, Kyojuro, y a veces quisiera poder experimentarlo, pero no es así, lo que sí conozco es la rabia,.

—No tienes que sentir dolor para poder sentir empatía, las personas como tú, como tú hermana, como los que estamos aquí, están asustados, debes poder verlo.

—¿Dices que estoy asustado? Eso da risa, Kyojuro.

—No, es real, sino dime ¿Por qué tiembla tu mano?—Rengoku señaló su mano, y precisamente temblaba como un impulso—.Se que no quieres herir a estás buenas personas, por favor, dame una oportunidad para ayudarte, solo una...—Rengoku extendió su mano hacia él.

Una niña que estaba bajo el brazo de su madre sollozaba veía a Tanjiro herido en el suelo, este quería calmarla a lo que murmuró.

—Todo saldrá bien, ¿sí?

Akaza de pronto lo sujetó del brazo y tiró de este para volver a tenerlo bajo su custodia, fue tan fuerte que se pudo ver en el rostro de dolor del Omega.

—¡Tanjiro!—Rengoku sintiéndose frustrado, pero su rostro le dejó ver a Akaza algo.

—Ya veo, este chico es especial para ti, Kyojuro, ahora entiendo porque te llama por tu nombre—en su burla vio en el piso el gafete de Tanjiro, en el marcaba como género "Omega"—.Es un Omega, es la primera vez que veo uno, Kyojuro dime ¿Eres Alfa?

—Si, lo soy, pero eso no tiene nada que ver, por favor, déjalo ir, está herido, no quieres herir a nadie más.

—¿Significa que solo te importa él, eh? Dicen que los Alfas son protectores con sus Omegas, vaya es divertido.

—Estoy bien ¡Arg!—el Omega tratando de detener el sangrado, pero Akaza estaba maravillado con la cara de Rengoku, sonriendo. Sujeto a Tanjiro y frotó su mejilla contra la suya.

—Lástima que no pueda sentir su calor o su suave piel. Dime ¿Si lo asesinó aquí mismo me mostraras la cara del verdadero dolor, Kyojuro?

—Si te atreves a tocarlo, te juro que...

—¡Ja, ja, ja! Eso Kyojuro, esa cara quería ver.

—No, Kyojuro, no caigas en sus provocaciones—Tanjiro que quería alejarse, pero Akaza torció su brazo aún más hasta que se escuchó un crujido, lo había fracturado, Tanjiro pego un grito—¡AARG!

—¡TANJIRO!—Rengoku apretando el puño, la persona que amaba era lastimada ante sus ojos.

—Ya se, si tomas ese bisturí de ahí y cortas a ese sujeto, lo soltare—señalo al doctor Ren, quien se sorprendió con todo eso, los guardias seguían apuntándole sin tener la oportunidad de responder, la enfermera Hana ya había llamado a la policía, todo ese se había convertido en una situación de rehenes, Akaza tenía a media sala de observación bajo su mando, un paso en falso y dispararía el arma matando a alguien.

—¿Qué?—Rengoku vio el bisturí.

—Estás loco, no lo haré—le dijo Rengoku muy firme—.No seré como tú.

—¿Significa que ya no soy una víctima sino un asesino?

—Seré directo, si vuelves a lastimar a Tanjiro o cualquiera en esta sala, te juro que no te lo perdonare—cuya expresión cambió, llenándose de rabia por un instante.

—¡Ja, ja, ja! Kyojuro, eso quería oír, así que déjame verlo, déjame ver tu cara de odio—movió su mano, colocó el cañón en la cabeza de Tanjiro muy firme.

—No, lo hagas—Rengoku estaba por ir contra Akaza, cuando apareció el joven de antes, el hijo del hombre que no hacía mucho acababa de asesinar, no se habían percatado que traía consigo otra arma, apuntándole.

—¡MALDITO ASESINO!

Todo fue en una fracción de segundo, Rengoku se percató que le apuntó a Akaza, pero Tanjiro estaba muy cerca, y era seguro que este respondería el fuego, necesitaba salvar a Tanjiro, sin importar que, por lo que debía evitar a toda costa que la bala del joven detrás le diera por error a la persona que amaba, interponiéndose y al mismo tiempo lanzándose sobre Akaza.

Tanjiro vio cómo la bala del joven atravesó a Rengoku desde la espalda por el pecho, está al mismo tiempo le dio a Akaza en un costado, sin embargo, no terminó ahí, Akaza también reaccionó y disparó su arma justo en el momento en que Rengoku se le echó encima, y esta le dio en la cabeza, entrando por su ojo izquierdo, en un instante el médico había caído al suelo, mientras que Tanjiro se quedó ahí tratando de procesar lo que acababa de pasar.

En esos momentos, Giyuu llegó a emergencias para ver justo en el instante que Rengoku cayó, vio al joven que tenía un arma frente a él, tacleándolo para derribarlo al suelo, mientras que los de seguridad intentaron ir por Akaza con sus pistolas eléctricas para arrebatarle el arma, logrando que cayera al piso, aunque seguía intentando levantarse, después de todo no sentía dolor.

—¡Rápido, sométalo!—les gritó el doctor Yoshimi, Giyuu no sabía lo que pasaba, pero le dio una patada al joven en el suelo, y corrió hacia Akaza, dándole un puñetazo tan fuerte que lo azotó contra la pared detrás, fue el único modo de desmayarlo al fin.

Sin embargo, cuando todo parecía sentirse seguro, se escuchó un grito.

—¡Kyojuroooo! ¡Nooo!

Tanjiro se había arrastrado hacia él, tomando su mano suavemente, había un charco de sangre debajo, Giyuu que les daba la espalda sintió como su piel se erizo, lentamente se dio la vuelta y lo vio, el cuerpo de Rengoku en el piso.

—Rengo...—se dio la vuelta y al verlo tendido en el suelo, varias imágenes llegaron a su cabeza, de varios cuerpos, sonidos de disparos.

El doctor Yoshimi de inmediato llamó apoyo para atenderlo, Tanjiro lloraba desesperado, intentó ayudar pero alguien lo sujetó por detrás, era Tengen quien recién se había enterado de lo que pasó y llegó solo para ver a su amigo tendido en el suelo. Giyuu podía ver a todos moverse para tratar de salvar la vida de Rengoku, pero ningún sonido llegaba a sus oídos.

Fue hasta que Tengen, que abrazaba fuertemente a Tanjiro que gritó su nombre que reaccionó.

—¡GIYUU!

Al fin sus ojos se encontraron con los del doctor, la policía entró en esos momentos arrestando a los perpetradores de aquella tragedia, llevándoselos del lugar hacia otra habitación aislada. Tengen le ordenó a Giyuu que ayudará a llevar a Tanjiro a otro lugar, ya que debían atenderlo, Aoi se ofreció también para curarle la herida, mientras que Tengen revisó su brazo..

—Está fracturado, Aoi llama al doctor Araki, dile que lo atienda.

—No, quiero ir con él, no puedes alejarme ¡Tengen!—Tanjiro forcejeaba, viendo subieron a Rengoku a una camilla para llevárselo a otra sala.

—Entiende Tanjiro, está en buenas manos, por favor, déjalos trabajar.

—No, debo ir—el Omega prácticamente se aferraba incluso a una camilla cercana, Tengen no quería lastimarlo más, el mismo estaba frustrado por no poder hacer nada por su mejor amigo en esos momentos, pero no podía dejar que también Tanjiro siguiera herido.

—Tanjiro...—no pudo terminar de hablar porque Giyuu llegó y le dio un golpe certero en la nuca, desmayándolo—.Oye, tu...

—Solo así podría calmarse—dijo seriamente el ex soldado sin ninguna muestra de emoción que dejó a Tengen impresionado, finalmente lo tomó con su brazo y pidió a Aoi que lo guiara a donde iban a llevarlo.

Para cuando Tanjiro despertó habían pasado 3 horas, estaba recostado en una cama, con el brazo inmovilizado, aún no le colocaban en cabestrillo, la herida en su cabeza tenía una venda, viniendo a su mente lo que había pasado así que reaccionó de inmediato, bajó de la cama y salió al pasillo, Giyuu estaba fuera, recargado en la pared, al verlo, no dijo nada, y Tanjiro molesto lo golpeó en la cara, el ex soldado no tomó represalias.

—¿Por qué te atreviste a alejarme de él?

Giyuu no contestó, Aoi llegó en ese instante.

—¡Tanjiro!

—Aoi-san, dígame ¿Cómo está Kyojuro? Dígame qué está bien, ¿ya puedo verlo?

—Está en cirugía ahora mismo, el doctor Yoshimi está con él.

—Debo ir—el Omega dejó a Giyuu ahí, quien simplemente no pudo decirle nada a pesar de que Tengen una hora antes le dijo que lo vigilará.

El enfermero se precipitó al quirófano, entrando a la sala de preparación, ahí a través del cristal pudo ver al doctor Yoshimi realizando la cirugía, después de Rengoku era el mejor cirujano del hospital, no podría haber alguien que pudiera salvarlo. El Omega simplemente observaba con atención aunque sus ojos expresaban todo el dolor que sentía, él no podía hacer nada ahora llenándolo de frustración, salvo rezar para que él saliera bien.

—Dios, haré lo que desees, pero sálvalo, por favor—se escuchaban los murmullos del chico.

Pasaron cerca de 40 minutos cuando vio que el doctor Yoshimi se detuvo, sus manos dejaron de moverse, otro médico que lo asistía toco su espalda, eso fue un acto que dejó a Tanjiro helado, una enfermera le indicó con la mirada al doctor que él estaba ahí, Yoshimi se dio la vuelta para ver a Tanjiro, sus ojos lo decían todo, fue hasta la puerta y se quitó la mascarilla.

—Doctor Yoshimi...

—Tanjiro, lo siento, la bala alojada en su cabeza está en un área de difícil acceso, si la movemos, solo haremos más daño, él podría quedar en estado vegetal, la bala que perforó su pecho, dejó daños en el pulmón, aunque quitamos las esquirlas es irreversible, ya no hay nada que se pueda hacer, ya no hay más que yo pueda hacer—explicó el hombre, viéndose derrotado por el destino.

—¿Qué? No entiendo lo que dice—era mentira, Tanjiro sabía exactamente lo que quería decirle, sin importar lo que hicieran, el final es inevitable.

—Tanjiro yo lo siento, no puedo salvarlo.

Sintió una enorme opresión en su pecho, Tengen también llegó para escuchar las noticias, fuera de la sala Giyuu también lo hizo.

—Yoshimi, lo lamento, pero ¿Es posible despertarlo?—le preguntó Tengen.

—Si, pero si lo hago, solo serán unos minutos, a cambio, si lo dejamos sedado, podría permanecer hasta 24 horas tal vez un poco más—les describió el escenario.

Tanjiro apretó sus puños, el dolor del brazo ya no le importaba, miró a Tengen y luego bajó la cabeza.

—Tanjiro, llame a su padre, ese desgraciado no quiso venir y no dejo que Senjuro viniera, pero sé que Kyojuro no quisiera vivir dependiendo de una máquina, es un hombre lleno de orgullo, también sé que quisiera despedirse, al menos de ti.

—No quiero que sufra más, y no sé si...

—Tanjiro si no dejas que se despidan, será más doloroso—Tengen muy serio.

En el pasillo, el asistente de Tengen, Zenitsu había llegado tras haber oído sobre el incidente en la sala de emergencias, mirando a Giyuu ahí parado con la cabeza gacha, se dio cuenta lo que pasaba dentro, permaneciendo afuera junto a él.

Finalmente decidieron despertarlo, abandonando el quirófano dejando solo a Tanjiro entrar.

—Pronto perderá efecto la anestesia, pero descuida no sufrirá dolor—le dijo Yoshimi, tocando su hombro para luego irse.

Tanjiro se paró a su lado, tomó su mano, todo su cuerpo estaba cubierto por esas mantas azules, las máquinas estaban conectadas siguiendo sus signos vitales, no tardó mucho para que Rengoku recobrara la conciencia, su ojo izquierdo estaba vendado, pero aun así, pudo ver ese rostro lloroso ante él, entendiendo de inmediato lo que estaba pasando.

—Tanjiro...—su voz se escuchaba cansada, el chico trató de sonreírle pero su rostro se llenaba de dolor.

—Kyojuro yo...

—No...estoy feliz de que...estés bien.

—El doctor Yoshimi dijo que...

—No tienes que... decírmelo, lo sé.

—Kyojuro no puedo, tú eres toda mi vida, si tan solo yo...

Rengoku no podía apretar su mano, no tenía fuerza, pero sí movió su dedo, rozando la palma de Tanjiro, logrando que lo viera, el Alfa le dedicó una sonrisa.

—Te conozco bien, Tanjiro—pudo escucharse como su aliento faltaba, pero decidió seguir hablando—.Ya no eras ese Omega que con el que hable la primera vez.

Los sollozos de Tanjiro inundaron el quirófano.

—Kyojuro, no me dejes...tu no—las lágrimas emanaban a caudales, su corazón se sentía pesado, cada "Bip" de la máquina hacía temblar su alma. El Alfa seguía acariciando con su dedo el dorso de la mano.

—Tanjiro, eres fuerte, por favor no permitas que tus miedos y debilidades te alejen de tus objetivos, man...mantén tu corazón ardiendo, no importa qué pase sigue avanzando y no te rindas a pesar de haberte caído recuerda que el tiempo no espera a nadie—un ligero quejido lo hizo tomarse una pausa—.No te hará compañía, ni compartirá tus penas, por último, por favor, no te lamentes por mi muerte, porque ahí solo quería protegerte a ti, ese fue mi deber como tú Alfa, como tú me salvaste en muchas...maneras, Tanjiro.

El sonido cada vez se pausaba más, la mirada tibia de Rengoku invadió hasta la última célula de Tanjiro, que ya no pudo soportar más, abrazándolo y llorando en su pecho.

—Tú también...tú también me hiciste ver el valor en mí, te amo, te amare para siempre, Kyojuro... Kyojuro solo tú serás mi Alfa.

—Me hace feliz, ja, ja...—le dijo tratando de reír.

El rostro del Alfa se volvía cada vez más sereno, el último sonido seguido de un total silencio, finalmente él se había ido, Tanjiro no necesito la máquina para saberlo, puesto que escuchó su último latido directo de su pecho. Tanjiro levantó su cabeza un poco para ver su rostro por última vez, notando una sonrisa en él.

—¡AAAAAARG! ¡AAAAAH! ¡NOOOO!

Fuera del quirófano, Giyuu pudo escuchar sus gritos, Tengen que estaba a su lado, bajó la cabeza y pronto le dio la espalda, metiendo sus manos en los bolsillos de su bata.

—Doctor Tengen...—Zenitsu al ver a su jefe irse sin más.

—Debo ir a avisar a su familia, luego me haré cargo del papeleo, Zenitsu ayúdame en traerme todo, y Giyuu—se detuvo unos instantes—.Por favor, dile a Tanjiro que...no, no le digas nada.

El psiquiatra se fue, pero Giyuu estaba seguro de que había visto un brillo en su ojo, el amigo del que tanto hablaban en sus sesiones, había fallecido, no era algo que cualquiera debe presenciar. Para Giyuu, quien había visto innumerables muertes en campo de batalla, cuerpos que no podían reconocerse, trayendo solo consigo esas placas con sus nombres en ellas, a veces incluso sus rostros eran desconocidos, no le era tan diferente a otro día, pero antes de despedirse Rengoku le sonrió, lo llamo amigo en varias ocasiones, aun cuando el mismo ya desconocía el significado de esa palabra, sin darse cuenta, algo cálido recorrió su mejilla, al tocarla se percató que era una lágrima, él finalmente después de tanto tiempo le habían devuelto las lágrimas.

«¿Por qué? ¿Por qué me duele tanto? Si no tenía mucho de conocer, era prácticamente un extraño para mí...» pensaba Giyuu, aun así las imágenes de Rengoku, Tanjiro y el comiendo juntos, caminando por la calle, no dejaban de invadir su mente.

—Solo era alguien a quien casi no conocía...—murmuró bajando la cabeza, cubriendo sus ojos con el dorso de la mano.

Un hombre había muerto salvando a muchos ese día, entre ellos a la persona que más amaba, la conmoción en la sala de urgencias se volvió noticia, incluso había un vídeo de un paciente donde podía verse a Rengoku tratando de mediar para detenerlos, el que saltará frente a esas balas fue el instinto de proteger, él se volvió un blanco para impedir que las balas alcanzarán a alguien más al mismo tiempo que intentó someter al secuestrador.

Todos los medios hablaban sobre él y su heroísmo, la gente que estaba en esa sala de emergencia ese día no paraba de enviar flores para agradecer por salvarlos.

El funeral se llevó a cabo una semana después, todos sus amigos y colegas asistieron, el ambiente era impresionante, había demasiada gente, incluso desconocidos que de alguna manera Rengoku salvo estaban ahí para darle el adiós.

Giyuu se paró en una esquina firme y traía puesto su uniforme de gala, puesto que estaba acostumbrado a llevarlo para los funerales en los cuarteles. Tanjiro por su parte, permanecía sentado frente al ataúd, vestido con kimono negro, inmóvil, salvo por aquellos que llegaban para darle las condolencias.

De pronto entró Shinobu, ella había regresado del frente por un asunto familiar, no esperaba que tuviera que decirle el adiós a un amigo, la mujer como Giyuu llevaba el uniforme, tras acercarse a Tanjiro para concederle unas palabras, ella se volvió con Giyuu, parándose a su lado.

—Veo que viniste, me alegro, Tanjiro lo pasara muy mal—le dijo, esas palabras le parecieron extrañas a Giyuu, que le dedicó una mirada, ella le sonrió—.Se que vives en su casa, espero que lo cuides en este proceso.

—Mayor Kochou, no entiendo lo que me pide.

—Estamos fuera de servicio ahora, solo llámame por mi nombre, Giyuu.

—Yo...lo siento, es la costumbre, Mayor, digo Shino...—masticando su nombre, ella lo noto así que le dijo.

—No te fuerces, sigues siendo un soldado aun cuando ya lo dejaste—le dijo ella.

—Lo lamento, pero no entiendo lo que quieres decir respecto a Tanjiro...

—Giyuu, ahora mismo solo te tiene a ti, Tanjiro perdió a toda su familia cuando tenía 15 años en un accidente, solo tenía a Rengoku, pero ahora sin él, considéralo como un pago por lo que hicieron para ti.

Al decir eso, Giyuu se quedó pensativo, la mujer tocó su hombro y se fue a hablar con alguien más. ¿Cómo era posible que le pidiera algo así? ¿Qué podría hacer él por Tanjiro? Y justamente cuando pensaba en ello, se escuchó una bofetada, sorprendiendo a todos los presentes, se trataba de Tanjiro, quien simplemente la recibió.

—Padre, por favor...—un chico muy parecido a Rengoku trataba de detener al hombre que golpeó a Tanjiro.

—¡Sueltamente Seijuro! ¡Si mi hijo mayor murió es por ser un imbécil! Le dije miles de veces que debía alejarse de ti, un simple Omega como tu solo le traería desgracia.

—Puede insultarme o golpearme si quiere, pero no le permitirá que le diga nada a Kyojuro.

—Tu no vas a decirme que hacer—le volvió a levantar la mano, esta vez Tanjiro la sujeto antes que lo abofeteara de nuevo, Seijuro, el hermano menor de Kyojuro no sabía qué hacer. El mayor no se detuvo y esta vez levantó la otra mano, pero antes que tocara el rostro de Tanjiro alguien más lo detuvo, al mirar se trataba de un hombre con uniforme de soldado—¿Quién demonios eres?

—Giyuu-san—el Omega sorprendido.

—Por favor, es un funeral, no haga escándalos, tendré que pedirle que se retire—le dijo apretando fuertemente su muñeca, Giyuu le veía directo a los ojos sin siquiera pestañear.

El hombre se soltó, tras darle una mirada a Tanjiro se fue, mientras que el joven de 15 años lo acompañaba, se inclinó ante el Omega.

—Lo siento, mi padre aún no procesa la muerte de mi hermano, por favor, perdónalo—tras decir eso, se fue.

El escándalo había terminado, Giyuu miro a Tanjiro y bajó la cabeza.

—Lamento haberme entrometido, me retiro ya—se erguía de nuevo para luego retirarse, el Omega se le quedó mirando.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top