Capítulo único.

Catorce de febrero.

San Valentín, día del amor; tanto familiar, como de parejas y amigos. Día en el que todos nos dedicamos a demostrar nuestros sentimientos a las personas que queremos, ya sea con abrazos y besos, una declaración o un regalo.

Febrero, aquel mes que es plagado por comerciales sobre la festividad más cercana dando la noticia de ventas "exclusivas" y dedicadas para tal fecha. Una buena estrategia de marketing, aun si algunos tienen el pensamiento que no todo está en lo material, ni en lo que se compra. Que con un abrazo y un dibujo hecho por ti mismo puedes contentar a tu madre, padre, tío, abuelo, hermano. A quien se lo des. Pero al fin y al cabo, las cosas materiales también provocan algo de felicidad.

Un día diferente, porque así lo indican todos, porque es una festividad y las festividades se festejan provocando un día "especial", único, diverso al resto pero con aquella similitud en que los humanos no piensan.

Porque todos los días son lo mismo, pero tú debes hacer que destaquen, sin
la necesidad de una fecha que la gente considere "importante" para que sea un día de esos.

Sí, se supone que cada persona del mundo tiene aquel impulso en San Valentín para recordarlo por el resto del año y un poco más.

Y con habitualidad, ¡Acuario anda marcando la diferencia! Se encierra en su cuarto con sus rarezas de aliens y demás, y ahí anda.

Actúa como si fuera otro día de tantos. Incluso sabiendo que es su mes-cumpleaños.

Quizás para alguien que no lo conoce esto es muy raro e incluso impactante, que puede llegar a tener algo de sentido al estar sin pareja. Aun incluso con eso, debería de afectarle un poco que sea tal fecha.

Pero el resto de signos estaba acostumbrado a esa actitud suya, tanto que le diese igual que fuera San Valentín como su mes-cumpleaños.

Y no tenían ningún problema con eso.

-Me preocupa...

La mayoría.

-¿De que hablas, Pi? -preguntó Aries.

La situación actual se crea en la casa de los signos de aire, donde Géminis tuvo que irse junto a Libra por otro de los tantos líos amorosos recurrentes en estas fechas; los corazones de los humanos volaban y eran tan salvajes durante el mes-cumpleaños de aquel signo raro que la mayoría estaba ocupado creando lazos.

Esta vez no era diferente, para sorprender solo Acuario, Piscis, Aries, Escorpio y Capricornio eran libres de hacer lo que quisieran. Los dos últimos decidieron quedarse en su respectiva casa para gastar aire, mientras Aries y Piscis fueron a por el acuariano.

-Acuario... -apartó la vista del otro- Él... Solo...

El pecesito se sentía un poco mal por su amigo, el que tuviera esa manía de hacer quiensabeque (que llegaba a escucharse en el resto de la casa) encerrado en su habitación.

Solo.

No le gustaba, pensaba que era algo malo y el pensar como se sentiría él en su lugar empeoraba aquella preocupación.

-Ya sabes como es -le respondió el pelirrojo, sin prestarle mucha atención, adaptado a las costumbres y personalidad de su "mejor amigo".

No tenía porque dar vueltas a lo mínimo, era normal, ¿Cómo Acuario se sentiría mal por algo como eso?...

Piscis prosiguió hablando, pero el otro no estaba muy concentrado en lo que decía. Se mantenía en su mente con toda la novedosa información que le proporcionaron, empezando a dudar. Él no dudaba. Pero el más bajo lo había logrado. Él también estaba preocupándose.

Se trataba del ser representante del onceavo signo, alguien de sentimientos casi inexistentes, que no tenía problema alguno de estar solo o rodeado de personas. Tan estrafalario que perdías un par de tornillos al verlo. Casi nadie lo comprendía, llegando a ser un enigma para muchos.

Entonces ¿Por qué estaba empezando a sentir pena por él? ¿Los poderes adorables innatos del pecesito le hicieron efecto? ¿O acaso era "aquello"...?

-Esta bien -se paro de donde estaba, ya que se encontraban alrededor de una mesa en sus respectivos asientos- ¿Qué tenías planeado?

Los ojos de Piscis se abrieron, sorprendido por tal acto repentino.

-P-pues -bajo su vista, empezando a jugar con sus dedos en muestra de su nerviosismo- no tenía nada planeado, sólo el que alguno de los dos fuera y pasara rato con él, inclusive que arreglara algo para este mes, para que se de cuenta que nos preocupamos por él y estaremos cuando nos necesite.

-De acuerdo -volvió a decir, encaminandose hacia la habitación del adicto a los aliens.

-Espera -lo detuvo el más bajo, teniendo que levantarse e ir torpemente hacia el otro- se mas...cuidadoso con tus palabras, podrían dolerle al decir cosas de más y-

Le dedicó una suave sonrisa.

-Claro -y se encaminó en rumbo a la habitación del adicto a aliens.

Aries amaba a su amigo. Más que los humanos. Más que sus compañeros de elemento. Más que cualquier constelación o estrellita. Más que lo que el signo de aire se amaba a sí mismo. Más de lo que debería por ser "un amigo".

¿Y qué los signos occidentales no pueden enamorarse? Esto es un fanfic lector/a, y un poco las reglas debemos romper.

El signo del carnero se encontraba muy feliz con lo que haría ¿Cómo no? A la persona que amaba le pediría una cita, podría usar la excusa de que era "porque estaba solo" pero en su interior aquello...Iba a ser especial. Apretó los labios ansioso sin dejar de sonreír.

El zodiaco no solía prestarle atención a este día, quizás porque ninguno había experimentado tal cosa como el amor de pareja y no veían necesidad de festejar otro de las tantas fechas de los humanos creadas para vender. A veces Piscis o Cáncer daban la idea de ir a hacer algo juntos, pero no pasaban a más. E incluso alguien tan impulsivo o tonto como Aries, sabía de lo sospechoso que seria proponerle a su "mejor amigo" ir a algún lado.

Las burlas no cesarían para él, pero ahora que tenía una excusa era libre de futuros chistes. Su sonrisa se volvió mas grande.

No tuvo ningún problema en interrumpir la "paz" (para nada silenciosa) que tenía el peli-morado en su habitación, dando toques impacientes, fuertes en la puerta. No se quedaría todo el día ahí, si no le abría sólo iba a darle una patada a la puerta para entrar y hacer lo que debía.

Más golpes a la puerta, y más, y más, y más y muchos más. ¿Cuánto se iba a tardar?

-Ya -la puerta fue finalmente abierta, dejando a la vista un signo de pequeña estatura, lleno de manchas (incluso en su cara) de quiensabeque.

Mostraba una cara molesta, que a los ojos del pelirrojo tenía un toque adorable. Pobre ingenuo.

-Aries

-Acuario

Silencio.

Puro y genuino silencio. El primer signo no tenía nada más que acotar, y el que se encontraba en la puerta esperaba que siguiera hablando. Ya sabía que hoy él junto a Piscis habían venido, por lo que sólo necesitaba la explicación de que hacía ahí; lo que no captaba el pelirrojo.

Termino rindiéndose.

-¿Qué quieres?

-Una cita

Sin reaccionar. Fuerte y claro, al no pensar en las palabras ni la carga que llevaban -su fuerte no eran las palabras, si no los actos- las soltó de inmediato. Dejando, en lo más profundo de su corazón, algo sorprendido al signo mas bajo.

Trato de remediar aquel mal entendido prosiguiendo con lo que decía.

-Ya sabes que tiempo es...

-Mi mes cumpleaños -razonó e interrumpió el otro, dándose cuenta de ese detalle.

En su mente aún no entraba por completo que alguien diera la cara, mucho menos el signo que más acostumbrado estaba a sus rareces. Quizás la razón sea aquel instinto que tenía su amigo por romper las reglas, sí, era eso.

El de ojos rojos asintió veloz con su cabeza, como si su vida volviese a depender de eso. Apretaba sus labios, confirmando aun más el que estuviera mintiendo.

Acuario no tardo en darse cuenta, limitándose a también fingir algo: el no saber nada. Aún no era momento para hacerle otra pregunta, primero averiguaría de que trataba el plan de Aries.

-El catorce esta bien

La puerta se cerro, dejando al mismo chico confundido y sin saber que hacer.

Una vez cuando una de sus neuronas volvió a funcionar, dio pasos lentos hacia el lugar por donde vino. Aun con una sonrisa de bobo enamorado en la cara.

-¿Y? -preguntó el signo de agua al verlo entrar, en todo ese rato se había mantenido sentado esperandolo, pensando en que hacía el otro. No se sorprendía de que se tardará tan poco.

-Una cita -volteo a mirarlo- ¡Acepto!

Aquellos ojos, de por si muy luminosos, brillaron aun mas. Se paro exclusivamente para darle un abrazo al de mayor altura.

-¡Yey, iremos nosotros tres a una cita!

'Espera...'

Se arrepentía que la palabra cita no se usará solo para romanticas. Pero mucho más se lamentaba el tener que explicarle lo que en realidad dijo y arrebatarle las ilusiones al pequeño de agua.

[...]

Y aquello último nunca sucedió.

Mientras iban caminando a la casa de los de fuego (debido a que Libra y Géminis volvieron), el habitante de ese hogar le explica al otro. Al principio estaba algo confundido -y por ende- triste. Un cambio drástico dio su cara cuando continuo explicando, alegrandose cada vez más por su líder.

Sabía lo que en realidad sentía sobre "su mejor amigo". Aries era una persona muy transparente.

-¿Qué le pasa a la rosita? -Leo pasaba por ahí, y decidió dejar caer aquella duda suya a la vez que iba a por un poco de agua para tomarla, curioso por la sonrisa inusual del de ojos rojos.

-¡Invito a Acuario a una cita!

Y el agua fue derramaba de sus propios labios. Cayendo en la cara de un chico que se encontraba entrando por la ventana la cual estaba enfrente de él.

Este mismo chico se mantuvo estático, igual de sorprendido que su compañero.

Dejando a un pelirrojo procesando la información y a un Piscis que mantenía ambas manos unidas con una sonrisa en su rostro. Emana alegría sin ser consciente del futuro sufrimiento del pelirrojo, pensando en lo tierno que podía llegar a ser el primer signo cuando se trataba de su amigo.

Pero, jaja. Dios, los otros dos en lo último en lo que pensaban era en "su amigo".

-¿Cita? -el primero en salir del trance fue el rubio, girando drasticamente para ver al pelo chicle. Debía ser una broma.

-Lo que escuchaste, rubia - pero no lo era, y aquel tono orgulloso pero victorioso del mismo Aries se lo aseguraba.

Sagitario agarro una toalla para secarse antes de felicitarlo.

-¡Congratulations! Nunca te vi capaz de confesarte de esa a Sagitario- Aries, no sirves para el amor -otro "hey" -. Aunque lo bueno es que te declararas pronto y no tendremos que aguantar mas tus ataques de celos al verlo con Géminis o Libra

-¡¿Ataques de celos?! -rechino sus dientes manteniendo su sonrisa.

-Incluso conmigo le daban ataques de celos -admitió el mas bajo de todos.

Que aquellos se enteraran, quizá no fue la mejor opción. Ya se arrepentía. Pero recién se daría cuenta otro día a la mañana que no se libraría del todo de sus amigos.

[...]

El día había llegado.

Después de tanta charlatanería al fin se va a narrar el hermoso momento tan esperado, ¿No es genial?

Pero Aries tenía muchos inconvenientes.

Un poco mas de relleno se aproxima para relatar esos hechos que le sucedieron, unos graciosos hechos, pero vergonzosos a opinión del protagonista de estos.

-Debes ir elegante -mencionó su compañero de elemento diva sacando del armario una chaqueta de ese estilo.

-¡¿Qué haces husmeando en mi-?!

-Shh -lo acalló Libra tirandole un pantalón que combinaba en la cara.

Tan solo se había despertado hace un minuto y ya lo estaban sofocando con los arreglos de la misma cita que tendría hoy.

Espera, ¡¿ERA HOY?!

Tiro al suelo el pantalón para poder levantarse, corriendo directamente al baño para poder arreglarse.

Lo clásico de lo clásico, peinarse, cepillarse el pelo. No vamos a hacer mucho detalle.

Una vez salió lo esperaban dos divas muy afeminadas, listos para obligarle a ir bien vestido a su primera cita.

-No es necesario -mencionó en un tono que reflejaba enojo, intentando detener a Leo de que le sacará la ropa que utilizaba para dormir y ponerle la que él había elegido.

-¡Obviamente es necesario! Aries, por el amor de tu Dios osea yo, -pudo llegar a escuchar la carcajada del signo de aire- es tu primera cita, debes estar formal y lindo...Aunque no estarás tan bien como yo lo estaría -le tendió la ropa y lo volvió a meter al baño para que se cambiará en paz adentro-. Sin contar que si te le quieres confesar debes estar adecuado a la situación. ¿A dónde irán?

-No lo- OYE, ¡NO PUEDES OBLIGARME A USAR ESTA ROPA!

-Acuario me ha dicho que le gusta ese tipo de ropa...

Solo bastaron esas palabras del signo de la balanza para que ya se encontrara sacándose la ropa, con la puerta ya cerrada.

-¿Eso es verdad? -le susurro el rubio.

-No lo se. Pero funcionó -saco su celular, para pasar el rato mientras lo esperaba.

Después de que saliera y de un poco más de relleno gracioso, en el que los signos mas cercanos a él intentaban "ayudarlo" y un Escorpio dandole condones "por si acaso" (mejor no preguntar como llegaron a esa escena), decidió tirarse un rato en su sofá. Con la esperanza de ver a su deseada cita.

Un rato mas tarde, agradeció volver a ver a un cierto peli-morado. Quien en cuanto le abrio la puerta lo miro de pies a cabeza, sin demostrar una emoción en concreto.

'Seguro me veo hermoso' fueron los pensamientos de Aries.

-Cambiate

-¿Eh?

No había llegado a entender, pero el que empezara a empujarlo para que volviese a entrar a su casa aclaraba todo.

-Cambiate -repitió con una sonrisa burlona.

El signo de fuego no solía vestirse así, se "sentía honrado" de verlo con ese estilo, pero era ridículo y contrastaba de mala manera con la ropa habitual que llevaba su cita.

-¿Por qué?

-Te ves mal

-¡Yo te invite, por lo que yo me visto como quiera!

-No creo que quieras ir así para donde vamos a ir -uso aquello como excusa, esperando convencerlo de esa manera.

Pero Aries era terco. Cuando paso un poco mas de tiempo en que se le intentaba convencer de aquello, finalmente accedió a regañadientes y dudando si no debería golpearlo.

Estuvieron hablando durante la caminata al lugar del cual aun no tenía conocimiento el carnero. Se suponía que él lo invito, pero parecía que fuera al revés...¡Debía empezar a tomar las riendas de la situación!

Ambos se detuvieron frente al lugar donde transcurrirá su "reunión".

Cada año, debido al tiempo que era y a la gran cantidad de citas que habían entre los jóvenes, una feria de atracciones al estilo estado unidense se alzaba para dar variados juegos con muchas cosas divertidas para hacer. Había de todo tipo, desde típicos a aquellos que eran dedicados para el día del amor...y amistad.

Era una cita cliche.

Pero con Acuario en medio nada sería normal.

Y eso se mostraba desde el minuto cero, cuando ambos entraron al lugar aprovechando el poder que los dos poseían. La invisibilidad.

-¿Y eso? -preguntó el de fuego ante la idea que dio su cita.

-Para entrar te cuesta un ojo de la cara, y no quiero que tú también te quedes tuerto. Así que usaremos el método ilegal.

Un chiste...de humor bastante negro. Más Aries no le dio relevancia a eso, si no a las palabras que utilizo.

"No quiero que *tú* también..." fácilmente pudo haber dicho 'nadie' pero lo reemplazo por 'tú'. ¡Eso significaba que era importante para el otro! Darse cuenta del detalle solo le subía el orgullo, mucho más siendo lo despistado que era él.

Concentrado en subirse la autoestima mentalmente, no se dio cuenta cuando entraron ni cuando el mas bajo empezó a caminar hacia una de las atracciones. Para ser específico; la monataña rusa. Aquella típica de toda la vida.

Al pelirrojo no le costo llegar al chico -al ser él rápido y el otro ir lento-, y cuando se posiciono a su lado decidió indagar sobre su rumbo.

-¿A donde vamos?

-Es obvio -no detenía su paso, guiandolo- a la montaña rusa. Se que la amas

Por cosas como estas dudaba de si el otro también pensaba que eran amigos.

-Aries

Pero era imposible que sintiera lo mismo, si fuera así mucho antes se le hubiera declarado.

-Aries

Y la probabilidad de que...

-¡Aries!

-¡Auch!

Sintió como le pellizcaban una mejilla, dejandola roja.

Bueno, a comparación de otras cosas que le podía hacer esta no era tan mala...o dolorosa.

-¡¿Qué demonios haces?!

-Hasta que me prestas atención, Dios. ¿No me habre equivocado y traje por error a Piscis, no?

En eso tenía razón. Se estaba perdiendo demasiado en sus pensamientos debido al lado oculto suyo de "adolescente enamorada", ¡Él no era así! Se propuso que a partir de ahora iba a actuar normal. Lo conseguiría ¿Por qué no iba a hacerlo, después de todo?

Levanto su vista, encontrandose que ya era la hora de subir al juego. Cruzó miradas con el chico de aire.

Se adelanto a él pasando primero, luego el otro se subió. Dando marcha a la atracción, empezando a andar, pasando recto para luego subir.

Y aquí vuelve el relleno.

El principio fue lento debido que estaba yendo hacia arriba, por lo que no podía llegar a ser rápido. Esa parte siempre desesperaba al carnero (no era la primera vez que iba) aunque al mismo tiempo le encantaba; significaba que faltaba poco para que viniera toda esa adrenalina. Acuario solo mantenía su sonrisa, paciente por aquella parte en que los gritos se hacían oír.

Llego a la punta, un momento de tensión se acentuó en el aire. Que fue liberado completamente con ruidos de los (predecibles) gritos y risas de la gente.

La adrenalina les corrió por todo el cuerpo, como el aire pasaba por su pelo despeinandolo, se combinaban con los propios sonidos que salieron de su boca. Los ojos rojos desviaron la vista, notando la misma diversión que sentían en los ajenos.

Subidas y bajadas con la mismas intensidades, dando siempre el mismo resultado.

El viaje termino con el aviso de que era hora de bajar.

-¡Extremoo! -termino de gritar Aries con toda la energía que podía llegar a tener en ese momento.

-Y es solo el principio -una sonrisa típica se poso en el rostro del menor.

Caminaron por aquí y por allá, disfrutando de variadas actividades y atracciones. Las más emocionantes, parecidos a la recién narrada, en que volvían a sentir aquel aire recorrerles, y algunos mas tranquilos como el carrusel y juegos de puntería, en el cual ganabas un premio.

Cabe destacar que el amante del rojo en ningún momento pudo ganar algo consiguiendo empezar a enfadarse, y no le servía de nada el que Acuario tenga el problema contrario: triunfaba en todo lo que jugaba, a la primera. Se encontraba frustado después de cada vez que terminaba, golpeaba cosas o pateaba, haciendo berrinches que se le pasaba cuando el peli-morado proponía ir a otra actividad.

Estaba irritado. Con lo competitivo que era, el perder una y otra vez lo molestaba. Exceptuando por los momentos de 'riesgo' y las veces en que charlaba con su mejor amigo de cualquier cosa (o se reía tiernamente de su mala suerte), creía que era una muy mala cita.

Hasta que en frente de su vista se poso algo que le ayudaría a sentirse mejor. Una idea muy buena. No podía salir mal, parecía que ese juego había sido diseñado para recordarle que tenía un orgullo que mantener.

-Y por esa razón los aliens nos-

-Cállate y sigueme -ordenó el pelirrojo empezando a caminar hacia la atracción que se encontraba enfrente, a unos metros.

Era aquella típica de fuerza. Debías dar un golpe y calculaba la que utilizabas dependiendo de una varita que subía, si llegabas al máximo ganabas un peluche. Fácil, sencillo. Y Aries tenía super fuerza ¿Cómo era posible que perdiera esto?

Acuario esta vez no opuso resistencia debido a la curiosidad que le causaba la idea de su mejor amigo, ya se hacía idea con ver para donde iba.

Esperaron a que la pareja que estaba terminará.

-Que poco -menciono el mas alto, sin darse cuenta. Era verdad ya que apenas y había subido aquella cosa demostranda la poca fuerza de la mujer.

La chica se giro molesta para verlo de mala manera. Empezando a caminar sin su novio, y una vez lejos comenzaron a discutir.

-¿Era aries, no?

-Sí

-Curioso, el chico es acuario -se quedo viendo a la pareja desapareciendo entre toda la gente.

¿Esto era una señal del mundo para declararsele? ¿De que iba a ser correspondido? Dio una ligera sonrisa al pensar eso. Debía ser realista, y el hecho de que ambos fueran mejores amigos era la verdad, no podían llegar a más. Y el confesarse no ayudaría en nada.

Aprovechando la distracción del signo de fuego, agarro ese martillo para dar un rápido aunque fuerte golpe.

-Casi -mencionó al ver "el puntaje".

-Pff -se burlo el carnero- estoy seguro que yo lo lograré a la primera

-¿Estas seguro? -lo miro de reojo, aun sin soltar aquello de sus manos.

-Sí, ¿Por qué no debería de estarlo?

-Has perdido todo este tiempo -apoyo lo que tenía en sus manos en el suelo, aprovechando lo grande que era para recargar su peso- . Y aunque tengas fuerzas, sigues siendo una pasiva

-¡¿CÓMO QUE PASIVA?! -grito a los cuatro vientos.

Llamo la atención de miradas confundidas o que le critican por la respuesta exagerada, el de ojos morados las ignoro para contestar.

-Sí, eres mi pasiva -prosiguió con aquella burla.

-¡No soy pasiva! -sus mejillas estaban algo rojas de la vergüenza.

-Sí lo eres -le saco la lengua tirandole el maso, el cual agarro para acercarse a la actividad.

Se paro en frente, con furia. Provocando algo que no esperaría.

Un mal cálculo de fuerza, quizá, o todo aquel odio acumulado por todas las perdidas. Pero cuando el martillo toco aquel redondel, el medidor de fuerza salió volando.

Había roto el juego.

'Oh oh'

Teniendo una reacción inmediata, el signo de aire lo agarro de la mano para salir corriendo de ahí sin que nadie sospechase que fueron ellos, teniendo la esperanza que de las antiguas vistas ninguna se haya mantenido hasta el último momento.

Una vez alejados se quedaron callados un segundo.

-Eso fue... -Acua levanto su vista- Gracioso. Tenía razón que no ganarías nada -recibió una mirada asesina.

-Vayamos a otro juego -desvío su mirada.

Niños iban de aquí para allá, ansiosos con mucha energía al haber (ellos sí) ganado algo, o eso era lo que vio en aquel instante. Aquellas victorias eran premiadas con un peluche. Peluches sean grandes o pequeños todos estaban conformes con aquellos al tener aquella 'adorabilidad' que era la debilidad de los mismos niños, consiguiendo que algunos se envidien entre sí.

Eso conseguía prender su cerebro en un plan.

¿Por qué no conseguirle EL mismo un peluche? Si bien había ganado ya algunos, el gesto sería adorable y especial. Podría llegar a sentir todo su amor en esa acción...O así era según la mente del pelirrojo que omitia que hoy no fuera un dia de buena fortuna.

Pudo visualizar algo que le llamo la atención, que serviría para su plan.

El juego era simple y fácil, hasta un niño pequeño lo conseguiría; ha más de un metro se encontraba un circulo gigante de un color morado, que contenía otros mas pequeños adentro, el importante era el del centro de un color rojizo a el cual si le dabas podías llevarte un peluche en vez de uno de los premios de consuelo. Los peluches no eran tan grandes, pero parecían de buena calidad y eran muy variados.

Incluso había uno de un alien, lo que era un regalo perfecto. O eso creía el rojizo.

Tres oportunidad eran las que tenias para darle, si las gastabas debías dar un poco de dinero para volver a intentarlo. Al no tener ellos directamente, no debía desaprovechar su oportunidad.

-Vamos a ese -ordeno empezando a arrastrar al otro.

-¿No podemos ir a la montaña?

-Ya fuimos 3 veces, Acua

-¡Es divertida! Y ver a los humanos vomitando me causa gracia

-Tienes unos gustos muy raros. Solo es un segundo

-¿Y después vamos a la montaña?

Suspiro. Iba a aceptar solo por esa sonrisa, lo sabía.

-Sí, después iremos

-Andale -ahora era él quien lo arrastraba, animado con volver a subirse a la atracción tan llamativa para sus ojos morados. Aunque fuera más tarde.

Aries se posiciono en el lugar correcto pidiendole al hombre que le diera las 3 bolas. En donde estaba se posicionó preparándose para tirar.

-Hazlo de una vez

Gasto su primer intento. Algo cerca del centro, en el color blanco que lo rodeaba.

Segundo intento, dio en la parte morada debido a que ni siquiera miro para donde tiraba, sólo lo hizo de manera repentina. Era un mal tiro y patético a comparación del otro. Esta vez debía ser precavido, perfecto.

-No tenemos todo el día -alardeo Acuario para que se desesperara y asi desperdiciera su última oportunidad.

Respiro hondo.

Y lo tiro...Dando a escasos centrimetros del centro.

-Al fin ¿Ya podemos ir a-?

Incumpliendo su promesa fue a otra actividad.

Otro juego más. Y otro. Y otro. Juegos fáciles en los cuales no habían tratado, siendo seguido por un curioso Acuario quien ya especulaba porque recién ahora se demostraba desesperado. Hasta que quedo una sola oportunidad.

-Deja de intentar -lo detuvo antes de tratar con la que, podía saber, ultima posibilidad que tenía de conseguir aquello que deseaba.

-¿Tienes una mejor idea? -el otro sonrió.

-Ya que lo mencionas...

El mas alto se le acerco, y él busco con la mirada algo en concreto. A alguien con ese algo.

Pudo captar que un hombre estaba en un parte algo alejada de la multitud, solo prendiendo un cigarillo para fumarlo. Volvió su vista topandose con los ojos rojos.

-Noquea a ese hombre -se limito a contestar señalandolo.

-¿Qué?

-Lo que has escuchado. Ve y hazlo si quieres conseguir tus tontos peluches

Ninguno de los dos se dio cuenta que se había delatado a si mismo al anunciar que sabía las verdaderas intenciones del otro, pero Aries estaba concentrado en dudar de las palabras del otro.

¿Era una trampa? ¿Una venganza? ¿O un experimento social?

En todo caso prefirió no darle vueltas, si no acercarse a ese hombre y proporcionarle un golpe con un pedazo de madera que había por ahí.

-¡Bien hecho, Aries! Esta vez si controlaste tu fuerza y no mataste al hombre -bromeó con lo que había sucedido momentros atrás al asegurarse que este aun respirará...inconsciente, pero no muerto.

Metió una mano en el bolsillo ajeno en busca de un encendedor.

-Tú preocura no violarlo -debido a su posición y poco conocimiento de aquel plan, no se podía saber que hacía el otro. No era mal interpretable (o no tanto), pero también debía burlarse.

-Por favor, es como tú, ni siquiera es guapo

-Como si pudieras hacerlo conmigo. Eres más pasiva que yo

-Oh ¿Aceptas ser pasiva, entonces?

-¡S-SOLO CUMPLE TU PARTE DEL TRATO! -sus mejillas obtuvieron un color intenso que aumentaron casi tanto como el volumen de su voz.

Saco el encendedor y agarro el pedazo de madera

-Sigo sin entender -expresó más que confundido su cómplice.

-Ya verás -prendió el encededor para acercar a aquel pedazo fácilmente quemable.

De unos minutos a otros ellos ya se encontraban con una bolsa llena de peluches, entre ellos el alien, en manos caminando tranquilamente por el parque. Dejando los residuos de una de las atracciones casi destruidas por fuego y un hombre que fue llevado con la policia al "haber sido responsable de aquello".

Hagan sus deducciones.

-Me sorprende que aún no te descontroles tanto -con algo de sarcasmo, pero verdad al mismo tiempo, el que llevaba aquella bolsa le dijo al del sombrero.

-Es que me estoy conteniendo por ti -Aries se volvió mas rojo de lo que era -. Es tu primera cita y no quiero arruinarla...a menos que tú quieras -levanto y bajo las cejas repetidamente, insinuando el hecho de aceptar la propuesta.

-¿No querías la montaña?

-No importa lo que quiero, si no lo que tú quieres -y las insinuaciones siguieron.

-E-eh... -a una velocidad impresionante que nunca volvería a conseguir, agarro el peluche de alien para tirarselo en cara y empezar a caminar hacia otra atracción.

Con una sonrisa en el rostro sostuvo aquel peluche que le habían tirado en el mismo.

"Es lindo"

Después de susurrarlo, siguió al otro sin problema alguno. Ya tenía ideas para fomentar un poco de caos más tarde, y con uno de sus objetivos favoritos.

-La noria -dijo Aries.

-¿La novia? -pregunto el onceavo signo.

-No, la noria

-¿Me engañas con Noria? -se llevo una mano al corazón con fingido dolor- pues te engaño con Jimin primero

-¿Jimin primero?

Señaló al peluche de alien.

-¿No habían solo dos y era Jimmy-?

-Shhh -puso uno de sus dedos en los labios ajenos- ellos cooperan para gobernar el sistema solar junto a los chinos bailarines que ve Libra, tienen toda una secta. Pero es un secreto que solo yo se, no se lo cuentes a nadie más ¿De acuerdo?

Achico sus ojos desconcertado por esa respuesta.

-Ya que hablamos de tu amante Noria, ¿Por qué no vamos a la noria? -pregunto sacando ese dedo al agarrar con ambas manos el alien.

-Sí. Vamos -se limitó a contestar para no mandarlo a la mierda. Y eso solo lo conseguiría en uno de sus actos impulsivos.

Una vez mas, como todas las anteriores, imitaron al hecho de acercarse y subirse cuando se les permitió.

Las charlas cesaron. Ambos se limitaron a ver a su alrededor para aprovechar la altura que iba aumentando, dando un plena vista de todo.

Podían verse a las personas caminando de aquí para allá, algunos tumultos de gente y otros casi vacios. Todo poseía un color llamativo ya sea por lo brillante o poco concordante con el resto que era. Se escuchaba a la lejanía agudos gritos de las personas en la montaña rusa.

Pero en sí el ambiente era pacífico. Los ojos brillantes de Acuario se concentraban en mirar todo, cautivando al otro por un tiempo.

Cuando ya estaba aburrido (porque lo suyo era la acción) metió las manos en sus bolsillos encontrandose con un papel arrugado lleno de párrafos de letras en el lado derecho, lo saco para verlo de reojo. Era aquella idea que le dieron Sagitario y Piscis.

Escribir un poema el mismo.

Era algo muy cursi y mucho más diabetico a su gusto (y, probablemente, pensará lo mismo su amigo) pero los otros dos le obligaron a hacerlo en caso de emergencias. Tuvo que necesitar obvia ayuda la cual ambos chicos de ojos brillantes no tuvieron problemas en darle.

Podía darsela con discreción, no omitir sonido alguno para no arruinar el ambiente, que lo leyera en silencio y todo quedaría ahí. En una escena romántica sin que nadie mas que ellos se enterará.

Sonaba a algo de película.

Pero lo hizo, doblo el papel sin que se notase tanto que estaba arrugado y lo poso sobre la mano ajena.

Miro lo que acababan de dejarle y luego al de ojos rojos repitiendo la escena una vez más. Abrió la nota empezandola a leer, sin alguna expresión que pueda hacer sentir satisfecho al de ojos rojos. Aquellos mismos ojos llamativos, que, sí bien recién se nombra, eran tapados por anteojos de sol decidieron también leer su propio poema.

Notando un error. O algo que no debía estar al final.

Su cara palideció para luego asumir un ligero color rojo. Arrebato de un manotazo el papel dejando algo confuso al acuariano quien estaba algo impresionado y cautivado con tal "belleza" escrita por su amigo.

Un 'Te amo' se posaba en lo último, era la letra linda de Sagitario, la reconocía aunque intentara imitar la que utilizaba el chico que escribió el resto.

Lo despedazo y tiro, siendo llevados por el viento hacia el suelo. Dejando a el chico, que antes tenía aquellas partes en sus manos, aturdido por la inesperada acción.

El mismo chico, se partió de la risa. No literalmente.

-¡¿Lo has escrito tú?! -no podía evitar reírse, llegando a contagiar al otro- no me esperaba que fueras tan gay

-¡Lo sé! -razonó.

Y allí podías ver a dos mejores amigos riendose en la noria, sin poder detenerse valiendoles bastante que una fila de personas (en su mayoría parejas) estuvieran esperando para subirse.

Finalmente detuvieron sus carcajadas para bajarse, con un dolor de panza. La verdad era que Aries ni siquiera sabía de que se reía.

-Fue una lástima que no pude llegar a leer el final. Seguro era lo mas homosexual de todo

Se sintió aliviado al pensar que no había leído aquella parte que tanto problemas le podía generar.

-Tienes futuro como escritor cliche de wattpad -se detuvo un segundo -. Aunque, ¿Por qué lo rompiste? - preguntó a la vez que dirigía su mirada al más alto.

-Por que... -busco alguna excusa o si quiera algo que lo sacara de este aprieto.
Una idea, bastante estúpida, se le cruzo y de inmediato puso en práctica.

-Oye, te puedo comprar algo de chocolate -trato de usar el consejo que un día le dio Tauro.

-Te recuerdo que no tenemos dinero

-Subamos a otra atracción

-Se esta haciendo se noche

Miro un segundo el cielo dandose cuenta de como el sol se iba yendo para dejar a plena vista la luna, empezando a oscurecer todo.

-Lo correcto es ir yendo a la salida, entonces

-¿Desde cuando eres "correcto"?

Entre las típicas risas, bromas y bullyng amistoso caminaron para retirarse de el lugar. Había sido un buen San Valentin, aunque no hayan salido como una pareja (tal como sucedían en los libros románticos) pero habían obtenido buenos recuerdos de este día.

Pero sucedió algo que arruino totalmente la atmósfera homosexual que se había generado.

La panza del primer signo del zodiaco gruño.

-Oh, ¿Tienes hambre? -preguntó recibiendo un asentimiento- ¿Sabes? Tengo otra mejor idea -su típica sonrisa se reflejo una vez más, con aquella maldad que no le faltaba- Cáncer cocina muy bien.

La idea de ir a irrumpir a la casa de los de agua para pedir algo de comer, no era lo mejor que se les ocurría. Pero si divertido.

Y Aries amaba divertirse junto a Acuario, aunque sean solo mejores amigos.

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*Extra sin sentido pleasenololean*

Y ambos vivieron felices atacando todas las noches la casa de los signos de agua en busca de comida, hasta que Escorpio les dio una patada en sus hermosos traseros teniendo que volver a sus respectivas casas. Después de eso cada noche se veían a escondidas, hasta que Capricornio los vio decidiendo obligarlos a casarse, a la boda invitaron a Jimin, los jimmys y a los aliens a quienes adoptaron como sus hijos. Y en la luna de miel se confirmo que Acuario era la psiva, cabe destacar que este mismo se enamoro poco a poco del pelirrojo.

Con un Ofiuco bailando fortnite de fondo.

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¡Hey hey!

Sisisi. Debería actualizar otras historias pero me pongo a publicar one-shots de mis fandom' s.

I am the best? Ok?, ok.

Para empezar me gustaría aclarar que este one shot lo subí primero en el amino "Tell Me Horoscope-sama" ( http://aminoapps.com/c/TellMeHorosc780 ). Y unanse, ¿oc? Porque esta muy chido esa comunidad ~ sin contar que ando mas activa allí (si, solo a esa comunidad) que en wattpad.

Como aclare en la descripción (por si no leyeron) el dibujo de la portada no me pertenece, si no a Marushan_ a quien le dedico este one-shot (otra vez) y le quiero much aunque me sobre explote ♡

No queda nada mas que decir.

× Atte: Una ariesu ♡ ×

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