Entraste en la habitación, cerrando la puerta detrás de ti sin hacer ningún tipo de ruido cuando viste a Pietro en la cama, estaba tumbado boca abajo, con sus brazos bajo la almohada y las sábanas cubriéndole hasta la espalda baja.

Te pareció adorable verlo de esa forma, con tanta paz y tranquilidad, en su forma mas vulnerable. Y también algo caliente, pues cabe destacar que la espalda era algo que te ponía bastante, y más si era entrenada como la del chico.

Te acercaste lentamente a la cama para después subirte sobre ella, gateando hasta llegar junto al platinado. Tenía la boca entreabierta y los ojos cerrados, muy sexy a tu parecer.

—¿Vas a tumbarte o prefieres quedarte ahí mirando?

Diste un salto del susto, creíste que Pietro estaba en su quinto sueño por lo menos.

—Me acaba de dar un mini infarto —dijiste tumbándote a su lado—. No sabía que estabas despierto.

—Estoy despierto.

—Gracias por avisar —vacilaste metiéndote entre las sábanas.

El chico se dio media vuelta hasta quedar frente a frente contigo.

—¿Estás cansada? - preguntó susurrando.

—No mucho, ¿Por qué la pregunta?

No hubo respuesta de parte del platinado, y sin avisar se subió sobre ti con una mano a cada lado de tu cabeza para después juntar vuestras labios en un ansioso y húmedo beso.

Fue bajando las caricias lentamente por tu cuello, deslizándose hasta tu clavícula sin dejar de repartir besos por donde pasaba.

—Pietro... —murmuraste.

—¿Sí, preciosa? —respondió con una voz más ronca de lo normal.

—No creo que sea un buen momento —susurraste.

—Si es por mi hermana, no deberías preocuparte porque ella —lo interrumpiste antes de que pudiera terminar de hablar.

—No es solo por tu hermana —el chico levantó la cabeza para mirarte a los ojos.

—¿Entonces?

Lo miraste a los ojos, buscando una respuesta con sentido, pero no te dio tiempo antes de que volviese a preguntar.

—¿Eres virgen? —preguntó.

—¿Qué? —contestaste por la repentina pregunta—. No, no serías el primer chico con el que me acuesto.

—¿Y con quien...?

—¡Pietro! —bufaste molesta

—Perdón, perdón, solo me dio curiosidad —explicó rascándose la nuca, aún sin quitarse de encima de ti.

—Si te interesa saberlo fue con Josh, y para tu fortuna me ha dejado las expectativas muy bajas.

—Ese idiota... —murmuro antes de cambiar de tema para no enfadarse—. A lo que íbamos, ¿Qué pasa?

—Aparte de que tienes una hermana con poderes telepáticos, estoy muy estresada con todo lo de mis nuevas habilidades, con lo de mi padre, y no siento que sea una buena manera de tener nuestra primera vez.

Él asintió, moviéndose y tumbándose a tu lado para después hablar.

—No quiero que te sientas presionada.

—No me siento presionada.

Un tenso silencio se creó después de eso, no sabías que añadir a la conversación, pero irse a dormir así tampoco te parecía la mejor de las ideas.

Simplemente no te apetecía tener sexo con Pietro esa noche, tenías demasiadas cosas en mente y no lo disfrutarías, querías que la noche fuera especial. No especial en el sentido de libro cliché en el que la protagonista pierde la virginidad teniendo la mejor noche de su vida para después despertarse con el desayuno hecho y una vida perfecta. Especial en el sentido de que ambos estuvieseis emocionalmente bien, y que esa noche solo iniciara vuestra vida sexual, no basar la relación en eso.

—Creo que te amo —susurró él.

—Lo dices como si fuera algo malo.

—No es malo —corrigió— es nuevo, y lo nuevo me asusta.

—¿Te asusta estar conmigo? —cuestionaste.

—Para nada, estar contigo es lo que más quiero hacer ahora mismo.

—¿Entonces?

—Si alguna vez te pierdo, lo voy a pasar muy mal.

—No vas a perderme, ya te lo dije.

—Eso tú no lo sabes.

—De acuerdo, tienes razón. No lo sé —tomaste su mano—. Pero lo que sí que sé es que yo también te amo, y sí, da miedo, me da miedo perderte o que te canses de mí, pero prefiero guardar ese miedo en un cajón y disfrutar de que ahora te tengo a no estar con la persona que amo por miedo al abandono.

Te miró con una sonrisa, para después soltar una pequeña risa

—Siempre saber como convertir lo bueno en lo malo.

—Pienso en ti, en lo mucho que te quiero, y me doy cuenta de que tú eres lo bueno en mi vida.

Metas? metas es tener una relación sana como la que tienen estos dos.

btw, cuando los capítulos tengan un .5 es que serán más cortos que el resto :)

Mai-