Capitulo.3💜
Dazai solo suspiro y fue a su escritorio no diría que a trabajar, pero si a revisar unos cuantos informes, tanto a la mafia como a la agencia les habían encargado el mismo trabajo por lo que podría decirse que estaban en tregua nuevamente, aunque ya no era novedad, últimamente les encargaban muchas cosas a las dos organizaciones que requerían de la ayuda mutua, últimamente varias anomalías en los puertos estaban sucediendo, y con anomalías se referían a ciertos embarques de contrabando que no pertenecían ni a la mafia ni a las personas comunes que trabajaban ahí.
Por lo que la mafia había investigado algunos de los embarques con destino a los puertos normales, estos habían desaparecido al igual que la gente que trabajaba ahí, las desapariciones solían variar en horarios y días nunca tenían un patrón exacto o alguna preferencia de persona o conexión en especial o algo que les diera una pista, no había nada y era muy frustrante, pero algo no cuadraba ¿ Por qué solo atacaban cosas locales?
Si fuera algo de las personas comunes no llamarían a ambas organizaciones para lidiar con eso, entonces debía haber algo más, ningún dotado fue víctima de la situación solo quedaba la respuesta de que debía ser causa de una persona con habilidad, era la única explicación que tenían actualmente.
Kunikida era actualmente quien lideraba la investigación ya que el presidente le dejo el mando ya que pensó que sería la mejor opción, Dazai y Ranpo solamente serían consultores esta vez, tanto Ranpo como él no le encontraban un significado a todo esto y si ellos no sabían nada acerca de ello, no había mucho más que deducir, solo investigar más cosas.
Dazai suspiro y cerró sus ojos mientras se recargaba en el respaldo de la silla, estaba agotado, no había trabajado de esa manera desde que dejó la mafia con el asunto de Mimic, cuando Guild llegó y el rapto de hace tiempo de Chuya y a sus hijos.
De la nada escucho como se sentaban a sus lados, para ser mas exactos en el escritorio, y al observar, eran sus hijos. Mitsuki le veía algo confundido y Masaru jugaba con los papeles que tenía en el escritorio el castaño.
—¿Qué sucede?
—Estabas muy callado —dijo Mitsuki.
—Sí naturalmente estarías molestando al tío Kunikida. —reafirmo Masaru.
—Bueno no podía hacerlo puesto que tenía algo que revisar.
—¿Estabas trabajando? —dijeron ambos con extrañesa.
—¿Qué tan raro les parece?
—Algo a decir verdad, casi nunca lo haces. —alzo los hombros levemente, mientras Mitsuki asentia.
—¿Por casualidad su madre les ha dicho algo de mí?
Ambos jóvenes se miraron entre sí y después cubrieron su boca riendo, a lo que Dazai suspiro, cuando ellos hacían eso no dirían nada, después hablaría con Chuya sobre qué es lo que le ha contado, después de todo prometieron ser sinceros con ellos pero no era para contarles todo, ellos no solo habían ido con su padre por qué se viera muy concentrado en algo que no hacía, como trabajar, sino porque parecía frustrado, no querían volver a ver a Dazai frustrado y enojado, después de todo esa vez les dio miedo.
—Papá Dazai, ¿Podemos molestar al tío Kunikida? —Masaru decidió desviar el tema.
—Mmm, no veo por qué no, después de todo no creo que esté tan ocupado
—¿Entonces podemos usar la estrategia Blancanieves? —pregunto emocionado Masaru.
—Solo no le causes un paro cardíaco.
—No prometemos mucho —dijeron al mismo tiempo.
Los jovenes, se alejaron a paso rápido hacia la cocina, seguidos por un Kenji y Ranpo, el castaño sin más solo se levantó yendo directo con Atsushi quien estaba con Kyouka en el recibidor, acarició la cabeza del pelo plateado para llamar su atención cosa que pasó.
—¿Sucede algo Dazai-san?
—Solo venía a pedirte que le llamaras a Akutagawa.
—¿Sucede algo?
—Solo necesito que me acompañen ambos a una revisión de un lugar.
—Claro puedo llamarle pero, ellos vendrán, Ryu me acaba de llamar para avisarme al parecer tienen algo que decirnos.
—Eso es raro, Chuya no me comentó nada al respecto, ni siquiera me llamo. —saco su teléfono y reviso su celular por si tenía algún mensaje de su pareja pero no había nada.
—¿Están peleados?
—No que yo sepa, cuando salimos de casa él estaba bien.
—Es extraño, a menos de que Chuya-san estés enojado, no imagino otra cosa por la cual no quiso avisarle.
—Ustedes sí que se llevan bien.
—Bueno... Tenemos charlas agradables eh de admitir —dijo apenado.
—Tal y como unas señoras se tratase.
De la nada Dazai sintió un golpe en su costilla que lo hizo retorcerse de dolor, cuando miro a la persona vio una mirada azul, era Chuya al parecer habían llegado recien, y Dazai al darle la espalda a la puerta no se dió cuenta de su presencia, le sonrió como pudo a lo que Chuya solo soltó un bufido, por su parte Akutagawa se dirigió a Atsushi y le dió un beso en su frente a lo que esté sonrie y lo abraza, si que habia mucha diferencia entre estás dos parejas, una antes era que ni se podían ver y ahora sí se separan casi se mueren si no se ven, mientras los otros seguían igual que siempre.
Antes de alguien pudiera decir algo más una gran explosión se escuchó en el lugar pero no uno destructivo, todos miraron a los escritorios encontrándose con un Kunikida lleno de harina y mermelada de Manzanas, Chuya miro de mala gana a Dazai quién solo desvió la mirada sin decir nada, no delataría a sus criaturas, una porque fue gracioso ver a Kunikida casi pegado al techo por el susto y otra por mera seguridad, ya que sabía que a ellos solo les regañarían y a él le tocaría la peor parte.
Chuya se acercó y buscó a los hijos quienes de alguna manera se escabulleron para no ser vistos y se escondieron detrás Dazai.
—Deja de esconderlos.
—Yo no estoy escondiendo a nadie chibi.
—Si no los dejas salir a afrontar su castigo lo será para ti.
—No es como si no te desquitaras conmigo si los ves.
—Dazai, hablo enserio.
—Solo fue una broma pequeña.
—Pudo suceder algo más, además ya no son unos niños.
—No exageres.
—Salgan ya, no les haré nada así que salgan.
—¡¡Lo ves!! Me tocará a mí la peor parte.
—Si por qué tú debías cuidarlos y los dejaste hacer lo que quisieran, lo que más me preocupa es cómo sabían armar esas cosas.
Dazai no dijo más, se apartó dejando ver a los gemelos, quienes se echaban la culpa entre ellos, discutían en código como siempre, a decir verdad, se parecían a un daza de 16 y un chuya de 16 discutiendo, pero eso era otro asunto, Chuya se cruzó de brazos, y les miro molesto, a lo que los gemelos solo desviaron la mirada.
—En nuestra defensa —Dijo Mitsuki.
—Eso tío Kajii nos enseñó y no nos arrepentimos de nada.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top