Estoy bien.

Mi mami volvió a llegar tarde por la noche, la recibí alegre... feliz de que había vuelto sana y salva.

Pero ¿por qué no habría de hacerlo?

Corrí a abrazarla, pero un olor fuerte me hizo alejarme... ella apenas podía estar de pie. La ayudé todo lo que pude para que llegara al cuarto.

Se lanzó al colchón, cansada. Pude sentir el olor fuerte, mezclado con humo. Saqué sus lentes de sol...

Me espanté, el contorno de su ojo estaba -no supe si distinguir un color morado o verde, o los dos-, ella abrió uno de ellos -el sano- estaba rojo, no se si era a causa del golpe. Pero ella entreabrió el otro,... y estaba igual.

Creo que se dio cuenta de que permanecí mirándola demasiado tiempo, porque se volteó ocultándolo de mí.

Me sentí enojada, y ni siquiera sabía porqué.

Salí de allí, no quería verla.

Lloré toda la noche, y aún no sé porqué pero...

... estoy bien.

(9 años)