Me sentía cansado. Tenía ganas de que esta estúpida bruja me devolviera de una vez a mi cuerpo para volver al loft de Derek, tumbarme en su enorme y cómoda cama y dormir eternamente.

La maldita bruja no paraba de cantar una canción que no tenía sentido ninguno pero que era bastante pegadiza y como no llegara Derek o Scott en cualquier momento me clavaría una garra en la cabeza para morir.

- ¿Es que los idiotas de tu manada no tienen la suficiente mentalidad para encontrarte? Llevamos literalmente dos horas esperando. Se supone que queda 1 hora y quince minutos para que seas gato eternamente.

¿Se supone?

- Oh sí, claro -asiente- Es mentira por cierto, he hecho unos arreglos al hechizo para que eso no ocurra, puedes volver a ser un humano siempre y cuando Derek Hale diga las palabras mágicas.

Pues vamos bien, como sea algo complicado de decir la llevamos clara.

El sonido de unos arbustos agitándose y unas ramas rompiéndose hace que mi corazón empiece a latir con fuerza, queriendo salir de mi pecho. En un chasquido de dedos la jaula desaparece y me encuentro tumbado en el regazo de la anciana mientras que ella me acaricia con una sonrisa divertida.

- Por fin habéis llegado, pensaba que tendría que adoptar a Stiles como mascota.

De los arbustos sale Derek con los colmillos y las garras fuera, mostrando sus ojos de un dorado brillante que resaltan en la oscuridad. Detrás de él sale Scott transformado de la misma manera, pero a diferencia de Derek, Scott tenía los ojos rojos.

- Suéltalo -gruñe Derek con voz grave.

Intento moverme de su regazo, pero lo único que consigo es soltar un ronroneo de satisfacción cuando sus dedos me rascan la cabeza.

- ¿Sabías que Stiles estaba enamorado de tí?

Los ojos de Derek se abren con sorpresa, bajando su mirada hacia mí y después a la anciana, como si fuera un partido de tenis.

- ¿Q-qué?

- ¿No lo sabías? Hay que ser muy ciego para no verlo, está tan enamorado de tí que se a pasado todo el tiempo que a estado transformado pegado a tu culo, diciendo que le protegas sin tu saberlo.

Escondo la cara en debajo de mis patas, intentando esconderme de todo.

Por Dios que vergüenza.

- ¿Y eso que importa ahora? Vuélvelo a su forma normal -gruñe Scott dando un paso hacia adelante.

La anciana hace una mueca de desagrado, poniéndose de pié con los brazos cruzados.

- Dilo y lo haré.

- No es tan fácil -gruñe Derek haciendo desaparecer sus garras y colmillos.

- Claro que lo es, son sólo dos simples palabras -dice- no se te va a caer la lengua ni nada parecido ¿Sabes?

- ¿De qué estáis hablando? No entiendo nada -gruñe Scott cada vez más enfadado.

- Chucho molesto -susurra la anciana, chasqueando sus dedos.

- ¿Qu- como si fuera humo, Scott desaparece de aquí.

Miro con los ojos abiertos como platos a la bruja, la cual simplememte se encoge de hombros.

- Molestaba.

- ¿Dónde lo has enviado? - pregunta Derek con una inusual tranquilidad.

- A su casa, él era multitud aquí -suspira- iré de una vez al grano, para deshacer el hechizo debéis decir lo que sentís el uno por el otro.

¿Qué?

- ¿Qué quieres decir con eso? -pregunta Derek confundido.

- ¿Es que acaso eres idiota? Sabes perfectamente de lo que hablo, no es tan complicado de decir -la anciana frunce el ceño, mirando al ojiverde cada vez más molesta.

- N-no lo haré.

Por primera vez en mi vida, puedo ver a Derek nervioso.

- Bien, pues entonces tendrás que cuidar un gato hiperactivo lo que le queda de vida.

La anciana sonríe, levantándose de la jaula que estaba sentada, dispuesta a marcharse de allí.

- ¡Está  bien! -gruñe Derek, fijando su mirada en mi.

¿Lo va a decir? No creo estar mentalmente preparado.

- Stiles -dice, mirándome con ojos brillantes- Estoy enamorado de ti.

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Fin!

Ahre no, sigan leyendo xD

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La anciana me agarra con delicadeza, dejándome en el suelo con una sonrisa satisfecha. En cuanto chasquea los dedos, todo cambia.

Miro mis dedos sorprendidos, notando que finalmente, era humano.

¿Y ya está? ¿Eso es todo? Ni si quiera me habían dolido los huesos ni nada al cambiar. La magia me encantaba.

- Por fin -dice aliviada- ¿De verdad era tan difícil?

- ¿Por qué? -pregunto con la voz algo rasposa de no usarla en días.

- Porque sois idiotas, eso es todo- responde, como si aquello fuera lo único que necesitaba decir.

- ¿Y eso es todo? ¿Ya nos dejarás en paz?

La anciana sonríe esta vez con ternura.

- Para entender el porqué de todo esto debo explicar quién soy. Mi nombre es Anna, una hechicera que viaja por el mundo para ayudar a las parejas predestinadas a encontrarse y a los que ya se han encontrado a estar juntos. En mis días de juventud tuve la suerte de encontrar a mi pareja, pero por culpa de mi arrogancia y estupidez la perdí. Aquel fue un error del que me arrepentiré hasta el final de mis días, por lo que impido que las demás parejas le ocurran lo mismo que a mí. Quiero daros un último consejo, o advertencia como queráis llamarlo, a partir de ahora estaréis el uno para el otro sin importar las dificultades, si no es así vendré de nuevo y no usaré métodos tan suaves -con una risa cantarina, chasquea los dedos una vez más, esfumándose de allí, junto con la jaula y la televisión.

Y ya está.

- Stiles.

- ¿Sí?

- Te quiero.

- Yo también te quiero, sourwolf.

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Ahora si que sí ;D

Y bueee aquí está el último capítulo, solo falta el epílogo.

Personalmente, Anne me cae bastante bien y este capítulo me ha encantado.

Nos leemos pronto :D

Luuu