Mori y Yukichi Fukuzawa, compartían el apellido no porque fueran familia, sino algo más intimo. Ellos hacia 2 años que se habían casado, se casaron apenas habían acabado la universidad y luego de 3 años de relación ya era hora de hacer su relación más formal y esa forma era el matrimonio, Yukichi el día de la graduación fue cuando le pidió matrimonio, y como no, acepto.

Su boda fue pequeña pero lo suficiente feliz para ellos casi no habían asistido personas, las únicas personas que fueron eran conocidos y amigos.

Mori Ougai no tenía familiares ni muchos amigos el había sido críado en un orfanato el cuál estaba en un estado deplorable en el que apenas y comian, así que cuando había cumplido su mayoría de edad salió de allí, la única amiga Kouyo que tenía también había salido el mismo año de allí pero habían tomado caminos distintos y poco después había conseguido una beca para una buena universidad de medicina. Allí conoció a Yukichi, el cuál asistía a la universidad que estaba pegada a la suya, la cual era la de derecho, ellos siempre coincidían en el camino de ida y vuelta y poco a poco se fueron acercando hasta el punto de que se hicieron muy buenos amigos poco después confesaron sus sentimientos, si tuviera que describir su vida hasta ahora el diría que aburrida hasta que conocío a Yukichi.

Y por otro lado Yukichi Fukuzawa pertenecía a una familia disfuncional, con un padre abusador y una madre muy sumisa que aseguraba que lo que le hacía era por amor. Apesar de que ella defendía a su padre, el amaba mucho a su madre era alguien amable pero rota por dentro y a el le dolía mucho no poder hacer nada para ayudarla, poco después hubo un incidente, su padre había llegado muy borrado y drogado y había asesinado a su madre el estaba muy asustado, y poco después llegó la policía al parecer una de las vecinas había escuchado los gritos que habían en su casa y había llamado asustada. Al llegar la policía vio a su madre y habían detenido a su padre. A el lo llevaron a un centro de acogida en el cuál lo adopto un hombre algo extraño pero carismático. El después de todos esos años de abuso había desarrollado una personalidad fría y distante con las personas. El hombre que lo acogió, Natsume, entendio eso y lo llevó a terapia para que pudiera superar sus traumas. Ya habían pasado años y el ya asistía a la universidad, había escogido derecho para poder ayudar a personas, como le hubiera gustado que lo ayudarán en su pasado y poco después conoció a Mori, el había llegado a su vida para quedarse y de buena manera poco después habían empezado una relación y más tarde se habían casado.

Se podría decir que sus vidas eran algo crueles y traumantes hasta que se conocieron.

Ya hacían 3 años desde que se habían casado y sentían que algo les faltaba, su rutina se estaba volviendo aburrida y nesecitaban algo nuevo. Un día en el cual estaban en una cita pasaban por el parque y vieron a una pequeña familia y sintieron algo extraño.

Pocos días después de eso Mori hablo con Fukuzawa sobre algo que había pasado en el hospital en el que trabaja.

-Cariño necesitamos algo nuevo ya hace algún tiempo que esta rutina se está volviendo aburrida- dijo Mori.

Hay Yukichi empezó a tener miedo ¿y si le dejaba? Empezó a temblar y sus ojos se humedecieron y fue directo a darle un abrazo a Mori.

-No me dejes - dijo con voz quebrada pocas veces se podía ver así de vulnerable y su esposo lo sabía.

Mori le aplasto los cachetes y le obligó a mirarlo a los ojos y le dio un pequeño toque de labios.

-No te voy a dejar, tranquilo, nunca pienses eso de nuevo, yo te amo demasiado como para dejarte -dijo todavía viendolo a los ojos, los cuales poco a poco dejaban de echar lágrimas

-¿Entonces que era lo que me ibas a decir? - dijo, su esposo podría parecer frío y distante, pero cuando estaba con el parecía un cachorro que necesitaba atención y cariño.

-El otro día estuve pensando que era lo que causaba este vacío dentro de nuestra relación hoy me di cuenta de lo que era, veras hoy al hospital llegó un niño de 6 años, había sufrido un accidente automóvilistico, sus padres fallecieron y el sobrevivio apenas, lo q digo es que tal vez lo que nos falte en nuestras vidas es algo de lo que no podamos predecir como pasara o cuando, tal vez lo que nos falte sea otra compañía la cual nos llene de alegría - terminó diciendo Mori viendo a Yukichi el cual estaba procesando la información.

-Osea que quieres que adoptemos al niño, es buena idea, ayudamos al niño y de paso, pero tienes que tener en cuenta de que críar a un niño no es un juego en el que puedas poner pausa cuando te de la gana, tener un niño es más como un juego online en el que tienes que estar atento en todo momento - dijo ya calmado Yukichi.

-Lo se Yukichi, lo se aún que todavía queda hacer los trámites y que nos aprueben la adopción - dijo emocionado.

-Te amo - dijo de repente el peli blanco.

-Yo también, yo también te amo - finalizo dándole un beso.

Ya había pasado una semana y al fin habían acabado todos los trámites, Ranpo, así se llamaba en niño, ya era legalmente su hijo.

Al principio fue algo incómodo pero poco a poco se empezaron a acostumbrar, Ranpo no daba muchos problemas, era inteligente, algo vago y un fanático de los dulces.

2 años pasaron Ranpo ya tenía 8 años, y hacía poco que Yukichi y Mori habían decidido añadir una nueva integrante a su pequeña familia, su nombre era Akiko, ella tenía un año menos que Ranpo y era más extrovertida y algo sádica para su edad, tardaron poco tiempo en acostumbrarse a la nueva compañía. Simplemente su historia no era tan trágica como la de las demás de la familia, su padre había sido asesinado antes de que ella naciera y su madre falleció de cáncer unos meses antes de haber sido adoptada.

3 años después Dazai había sido adoptado también (es decir Ranpo tenía 11 y Akiko 10). Dazai había sido abandonado enfrente del orfanato apenas siendo un recién nacido, se crío allí y hizo dos pequeñas amistades Oda o Odasaku como el le decía y Ango, pero esa amistad se terminó cuando adoptaron a Odasaku y poco después Ango había sido transferido a otro orfanato, desde ahí no hizo más amistades y era solitario, no se podía decir que no recibía cariño, todo lo contrario las monitoras siempre intentaban que se divirtiera y se olvidara de sus problemas un rato pero no lo lograron, poco después fue cuando le dieron la noticia de que una familia había decidido adoptarlo se sorprendió mucho y sonrio por primera vez después de la partida de sus amigos. Dazai de 7 años ahora tenía una familia y intentaría llevarse bien con ella.

Se podría decir que su familia cada vez crecía más y más Mori y Yukichi estaban muy alegres porque de no haber sido por esos pequeños cambios en su relación habían acabado divorciandose.

Pasaban los años cada uno poco a poco iban creciendo y creando y forjandose un futuro, Ranpo había decidido estudiar criminología, Akiko al igual que su padre Mori se había decidido por la medicina.

Justo cuando Akiko empezó su carrera, sus padres decidieron adoptar a dos niños más, Elise de 9 años y Yumeno de 7.

Se podría decir que su familia poco a poco había crecido y habían forjado lazos a pesar de no tener su misma sangre.

Koyou Ozaki era una mujer la cual estaba casada y con un hijo, Chuuya de 5 años, un día cuando le contó a su esposo que estaba embarazada de nuevo, este abandono a su esposa embarazada y a su hijo, crío a Chuuya y a su hija Kyoka sin un padre, pero ella era una mujer fuerte y de gran personalidad, no iba a dejar a sus hijos solos por un incompetente que no se había hecho cargo de su responsabilidad además no quería que sus hijos sufrieran por su culpa, ella sabía muy bien lo que era que una madre no hiciera cargo de sus hijos, ella le había tocado vivir una infancia en la que su padre no estaba presente y su madre una alcohólica que se había suicidado cuando ella tenía 8 años, y poco después había llegado a un orfanato en el cual la trataban indiferente al igual a los otros niños y no daban la mejor atención. Allí hizo un amigo Ougai, cuando alcanzaron su mayoría de edad abandonaron el orfanato y tomaron distintos rumbos pero sin cortar la conexión. Su vida había sido una mierda, pero no por eso iba a hacer una la vida de sus hijos.

En el cumpleaños 18 de Chuuya, junto a su hija Kyoka de ahora 13 años le habían regalado un gato el cuál llamó Ryunosuke. En poco tiempo se habían encariñado aún que este era un poco arisco demostraba su cariño hacia ellos de forma distinta.

Continuara...

¿Que tal?

Aquí el capítulo de esta semana, intentaré subir un capítulo por semana.

En el siguiente capítulo estaremos en el presente que dejamos en el primer capítulo

1597 palabras.

20/03/2022