15. En El Veterinario
El silencio se hizo en la sala, todos estaban atendiendo a lo que iba a decir el veterinario, mirándolo esperando respuestas.
-Atsushi se encuentra bien - Rompió el silencio, todos suspiramos de alivio al escucharlo - Hubieron un par de complicaciones en el momento de hacer la cesárea, tuvo en total 6 cachorros 2 hembras y 4 machos, dos de ellos están teniendo problemas - Jadearon por la sorpresa - Las próximas cuarenta y ocho horas son las que hay que tener en cuenta para que sobrevivan, si pasan de ahí sobrevivirán, aunque tendrán problemas en su día a día igualmente.
-Nosotros nos encargaremos de realizar un seguimiento de su salud y de darles el medicamento correspondiente para que tengan mayores posibilidades - Explicó - Ahora si quieren pueden ir a verlos, pero no hagan mucho alboroto, todavía puede estar sensible.
Cuando entraron a la sala en donde estaban los gatitos, vieron una escena muy tierna.
Atsushi se encontraba lamiendolos, con el propósito de limpiar a los cachorros recién nacidos.
Cuando se acercaron un poco más escucharon a Atsushi soltar un gruñido.
-Tranquilos, es normal que las próximas semanas se ponga agresivo cuando se intenten acercar a él o a los cachorros, es su forma de defenderlos - Les explicó el veterinario que los había acompañado, al ver sus caras de desconcierto.
Vieron a Ryunosuke saltar de los brazos de Fukuzawa, quien lo había estado cargando desde que se levantaron en la sala de espera. Se acercó con cuidado hacia donde se encontraba Atsushi y los gatitos.
Fue poco a poco hasta llegar a estar a un metro de él. Atsushi le gruñón, sí, pero eso no impidió que se acercara aún más.
Atsushi y Ryunosuke parecieron estar en una especie de debate, sobre si podía o no acercarse más. Al final cedió y él se acercó del todo. Lamío la frente del albino para tratar de tranquilizarlo cosa que pareció funcionar. E hizo lo mismo con los cachorros.
Al verlo tan calmado intentaron acercarse de nuevo, y está vez sí fueron bien recibidos.
Estuvieron un rato más allí, en silencio, viendo como los gatos interactuaban.
Era tierno y relajante ver a la familia de gatos casi completa.
Chuuya salió de la sala para hablar con el veterinario sobre los dos cachorros que estaban teniendo complicaciones.
Le dijo prácticamente todo lo que tenía que saber, como que estaban en una sala aparte en unas incubadoras especiales para ellos, ya que una de las complicaciones que tenían era que no se habían terminado de desarrollar completamente.
También le dijo que si querían podían quedarse a pasar la noche, hasta que le dieran el alta a Atsushi y los otros cachorros.
También estuvieron hablando de la posibilidad de que después del alta, uno de los dos se pudiera quedar con los que estaban en observación en las incubadoras.
Luego volvió a la sala y le explicó todo a Dazai en voz baja. El asintió, indicando que había entendido todo.
-Vamos para fuera, dejemos a Atsushi tranquilo un rato - Dijo Dazai a los demás.
Todos salieron y Kyoka se puso a gritar lo lindos que eran.
-Por cierto, ¿Han elegido algún nombre para ellos? - Preguntó ella - Les hacen falta unos nombres que sean muy bonitos, tanto como ellos - Afirmó - Ya sé, ustedes busquén un nombre para los chicos, y yo les busco un nombre a las chicas.
Dazai y Chuuya asintieron, no lo habían pensado. Con todo lo que habían hecho se les había olvidado lo más esencial.
-Cuando, encuentre unos bonitos, les llamo - Dijo Kyoka despidiéndose.
Sus padres se despidieron, diciéndoles que tuvieran cuidado, que por cualquier cosa que necesitaran podían llamarlos, etc. Y luego se marcharon.
Dazai se acercó a Chuuya para gestionar como iban a hacer las cosas.
-Chuuya - Le llamó.
-¿Si?
-Iré a casa, me bañar él y pondré en un bolso todo lo que vaya a necesitar para pasar la noche, también buscaré algo para Atsushi - Hizo una breve pausa - Volveré aquí, luego irás tu y harás lo mismo - Le explicó - Necesitamos despejarnos un rato aunque sea.
-Ok, pero...¿ No sería mucho trabajo? - Le preguntó - Digo, sería muy cansado, a mi no me hace falta.
-Chuuya - Le reclamó con voz seria - Llevamos mucho tiempo aquí, tranquilo yo me encargaré de todo mientras tu no estés ¿si?
-Está bien - Se quejó.
-Bueno, yo me voy, volveré lo más pronto posible cuida bien de ellos en lo que yo no estoy - Se acercó, le dio un besito en la frente y salió corriendo - !Hasta después! - Le gritó mientras salía por la puerta.
Sin saber qué había dejado atrás a un Chuuya sonrojado y hecho un manojo de nervios.
-¡Mierda! - Maldijo mientras se revolvía el pelo - ¡No puede estarme gustando ese idiota! - Se gritó a si mismo. Y se dio un pellizco en el brazo.
Volvió a la sala donde estaba Atsushi.
Ryunosuke aún estaba allí a su lado, mimando a él y a sus cachorros
Se puso a pensar en lo que había pasado antes de que llegaran su madre, su hermana, Mori y Fukuzawa.
Casi había besado a Dazai, de no haber sido por la llegada de ellos y el grito de Mori lo habría besado. Dios, en que estaba pensando al acercarse tanto a él.
Nada, la respuesta es nada. Es como si no hubiera pensado en nada más, solo en ellos dos.
Bueno..., Dazai no estaba tan mal en cuanto a físico. Lo que si molestaba un poco era su actitud, pero habían veces en las que era tan lindo con él.
Joder, ya estaba volviendo a pensar en él. No podía salir de su cabeza es como si estuviese acaparando cada uno de sus pensamientos.
Salió un rato a la sala de estar, para despejar su mente.
También se compró un chocolate caliente en una de las máquinas que había allí.
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Dazai ya había llegado a casa, preparó el baño para darse una ducha relajante, habían sido muchas emociones en un solo día.
Suspiro mientras sentía la sensación de sus dedos en su cuero cabelludo, esparciendo el champú.
Abrió la llave del agua, para enjuaguar su cabello y que no quedara ningún residuos.
Cuando terminó de ducharse por completo se secó el cuerpo y el pelo con una toalla.
Se puso su ropa interior y se secó el pelo con un secador para quitar parte de la humedad.
Luego se terminó de vestir y se puso a preparar el bolso en donde iba a meter dos mudas de ropa, por si acaso, algún snack, y cosas esenciales.
Luego fue a la cocina y se preparó un café.
Ya había terminado todo, su cuerpo ahora parecía más ligero. No había tardado mucho, calculaba unos cuarenta minutos como mucho.
Se puso los zapatos y se preparó para volver.
Cuando llegó, vio a Chuuya terminando su vaso de chocolate.
Lo saludó, pero pareció ignorarle. Lo único que hizo fue despedirse.
Se sentó en el sofá de la sala donde estaba Atsushi.
-¿Qué le pasa a Chuuya? - Le preguntó y Atsushi le respondió con un maullido - Ya, pero se está comportando más raro que antes - Atsushi le maullo de nuevo - Tal vez es eso, y solo son alucinaciones mías.
Continuará...
¿Cómo están? Espero que bien.
Terminé rápidamente el capítulo para publicarlo ya.
Espero que les guste.
Por cierto, haré publicidad de una nueva historia, pueden encontrarla en mi perfil como "Brasas de un nuevo amanecer".
Es en colaboración con otras personitas hermosas.
Tengan un buen día.
Fecha en la que se escribió el capítulo : 22/01/2022
Fecha en la que se publicó : 22/01/2022
1261 palabras.
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