Contigo conocí lo que verdaderamente era amar, y no lo que pensaba que era el amor. Algo que jamás Yeon Jun provocó en mi.

Ya habían pasado dos años tan rápido. Tal cual parpadeo, y cuando menos lo esperaba, yo estaba sonriendo al mirar las fotos de tu familia y tuyas en tu casa. Te habías graduado y yo estaba ya en la universidad.

Estabas tomando una taza de chocolate caliente mientras mirabas la película, traías unos lentes en ese momento porque querías ver los subtítulos más cerca. Según tu, iban demasiado rápido aquellas letras y decías maldiciones a causa de enojo por eso.

¿Te confieso algo?

Te ves hermoso de esa manera, frunciendo el ceño y haciendo un puchero cuando algo te disgusta. Me gustas, y eres demasiado lindo, haciendo aquellas pequeñas cosas que te hacen especial.

"Jimin, ¡Ven a ver esto!"

Señalaste el televisor con enojo. Me reí sin poder evitarlo. Eres demasiado tierno, Yoongi hyung, y no sabes lo que le haces a mi cabeza al igual que mi corazón, quien es un lío por ti.

Uh, era algo vergonzoso de decir, mis pobres mejillas siempre parecían dos tomates cuando estabas cerca de mi.

Recuerdo que me senté en el sofá y recargaste tu cabeza en mi hombro, aquellos detalles eran únicos y especiales para mi. Te miré de reojo, seguías concentrado mirando con intriga la película y se supone que yo debía prestar atención también a ella, porque seguramente me preguntarías cosas de ello, pero en ese momento tú eras que tenía por completo mi atención.

No pude evitar ponerme nervioso, temía que escucharás los latidos de mi torpe corazón.

"Jimin…"

"¿Si hyung?

Y sonreiste.

No sabes cuan hermoso eres, Min Yoongi.

Si mirarás a través de mis ojos, te darías cuenta. Para mi eras algo cómo una deidad, o mejor que ello incluso.

" Si te confieso algo, ¿Me escucharías?"

Yo siempre estaba dispuesto a oírte, Yoongi hyung. Me tienes a tus pies, ni siquiera tienes que pedirlo.

" Claro que si, Yoongi hyung."

Me miraste directamente a través de esoa lentes que traías puestos. No sabes cuan nervioso e inseguro estaba en esos momentos.

Estaba algo asustado.

Temía de lo que pudiese pasar, estabas muy serio.

"Me gustas, mocoso."

Y todo se detuvo para mi después que dijiste esas palabras