17.

- Abelo.

Esa vocesita podía derretirlo en segundos y lograr que les diera todo lo que quisieran. Pero se repetía en su mente que debía ser fuerte, no malcrió a su hijo menos lo iba a hacer con sus nietos, aunque aveces si lo hacia.

- ¿Que pasa, Camie?- se agacho a su altura, solo notar que traía entre las manos unos de los pañales de su hermanito.

- Milo, huele mal.

Quiso reírse de la forma en la que arrugó su nariz cuando le dijo, también lo invadía la ternura se parecía tanto a Dégel cuando tenia esa edad que de verdad parecía haber viajado en el tiempo. 

Ahora debía cambiarle los pañales a su nieto más pequeño, un inquieto bodoque de cabellos azules de poco menos de un año. Se le ocurrió una maldad. Se acerco a oído de Camus para susurrarle su plan maestro. El niño no tardo en asentir para salir a buscar a su otro abuelo, esta vez le tocaria a Zaphiri sufrir con su consentido.

A los minutos bajaba de la mano de Zaphiri, gritando que era importante lo que tenia que hacer, de vida o muerte incluso. Su pobre esposo  ni se imaginaba lo importante de su tarea.

- ¿Que tengo que hacer para que este mini hielito me fuera a buscar cuando estoy durmien- digo preparando mis clases?

No le creyó ni media palabra, no le dijo nada solo para reírse de su cara.

- Te tocara hacer lo que más te gustaba hacer cuando Dégel era un bebé.

La cara de Zaphiri cambio de expresión en un solo segundo, ¡Ya sabia lo que se venia! No quería, mil veces no. Tenia malos recuerdos de esos años; Dégel por mas tranquilo que se viera era un inquieto de primera a la hora de vestirlo o cambiarle los pañales, quiso salir corriendo pero Camus lo estaba "deteniendo" se aferraba lo más fuerte que podía a sus piernas.

- Abelo, po favor. Milo huele mal.

Volvió a arrugar su naricita. ¿Porque tenia que parecerse tanto a su cabecita de alga? Aunque no quería no podía negarse a esos ojitos azules que lo miraban tan fijamente.

- Recuerdame porque tenemos a estos traviesos aquí

- Kardia y Dégel están de aniversario. Déjalos celebrar.

- ¡Están haciendo oto hermanito para mi!

Ambos lo quedaron mirando entre confundidos y con ganas de reírse.  Olvidando ese detalle Krest le dio el bebé  a su bicho, el que miro a su pequeño nieto con pánico casi rogándole que no fuera como su papá de bebé sino ya veía venir la desgracia. Para su suerte Milo se entretuvo tratando de agarrar los mechones de cabello negro que tenia más cerca.

Lo quedo mirando largo rato mientras trataba de meterse su pelo a su boca, Camus era igual a Dégel y Milo una copia de Kardia sus nietos no tenían casi nada de él, que rara es la genética, su hijo se parece mucho a el padre de Krest, creyó que podría pasar algo similar aunque se equivoco y mucho, pero no le importaba en realidad, esos niños era unas nuevas lucesitas en su vida y esperaba poder estar con ellos muchos años más.

- ¿Vas a extrañar a este viejo cuando vuelvas a casa, Milo?

El bebé lo miraba con atención sin entender porque su abuelo no lo levantaba hasta el techo como lo hacia siempre. Le regalo una pequeña risa cuando pudo atrapar su pelo otra vez. Zaphiri lo miro con cariño, como le hubiera gustado tener más hijos, él no nació con ese "don" y Krest por más que quisiera no podía concebir. Paso muchas veces por su mente adoptar un niño o niña, pero el tiempo paso tan rápido que ni cuenta se dio y ninguno de los dos estaba en las optimas condiciones para criar más niños. Sus nietos ahora se llevaban todo su amor y cariño.

Cuando volvió a la sala escucho como Camus trataba de leer uno de los viejos libros de su abuelo Itia.

- ¡A-mu!

- Ya te llevo con tu hermano espera.- Milo deba pequeños saltos en sus brazos para que lo ayudara a caminar donde su hermano mayor.- mini adicto a las manzanas vas a hacer que mi espalda sufra.

- ¡A-mu!

Su nieto seguía insistiendo, quería por todos los medios posibles caminar donde estaba Camus y su otro abuelo, si no lo bajaba pronto se pondría a hacer pucheros eternos.

- Concéntrate Zaphiri, has recibido palizas más fuertes, resistido golpes que casi te rompen más de un hueso y ni hablar de los saltos de ese habitante de Liliput que tienes por esposo, este bebé no derrotara a tu espalda.

Con una misión en mente ayudo a Milo a caminar. Por suerte no sintió sonar cada uno de sus huesos, se alegro y mucho porque había personas que a los 54 años ya le sonaban cada parte del cuerpo.

- Abelo Krest.

- Dime, Camus.

Krest buscaba algún canal de televisión que pudiera ver ese pequeño cerebrito que tenia en casa, aunque se decidio por apagar el aparato cuando su nieto le hablo.

- ¿Me regalas un gato?

- ¿Qué? 

- ¡Si! Por favor, quiero un gato pero mi mamá no me deja tener porque dice que soy alérgico.

- Pues no hay nada que yo pueda hacer cariño, si eso dice tu mamá yo no lo puedo hacer cambiar de opini- ¡Zaphiri!

Iba a seguir dando su pequeño discurso para que esa mini copia no insistiera en tener un gatito, cuando vio a su querido esposo casi caerse encima de Milo pero de alguna forma logro sacar al bebe de su camino y levantarlo para no aplastarlo. Milo ahora de reía con ganas de todo el movimiento.

- ¿Estas bien, que les paso?

- El niño se me cruzo. Ya me veía dándole un beso al suelo.

Recibió un pequeño golpe en la cabeza por parte de Camus el que lo miraba algo serio molesto por no tener cuidado, pero su expresión cambio para abrazarlo con cariño.

-  ¿Tas bien?

Bienvenida sea la diabetes porque ese niño acaba de provocarle un ataque de ternura.

¿Porque no podían quedarse de ese tamaño?

🍎

Que lindo cuando los niños son chiquitos y dicen tu nombre mal, mi primito me decía "¡Ataliá!" en vez de Natalia  o "Fan" 😭

¿Como es su nombre dicho por un bebé? 

ScorpioNoMilo.💕

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top