Capitulo 5
POV AUTORA:
Suave...
Todo su cuerpo se sentía relajado, como si estuviese en una nube, no se sentía de ese modo desde hacia tantos años...
Y de pronto todo volvió a ella...
Su mision, La iglesia, Su huida, La doctora tepes...
La doctora tepes!!
Abrió los ojos de golpe y se levanto del suave colchón donde antes dormía tan plácidamente, miro a su alrededor con algo de miedo, no sabia donde estaba y mucho menos sabia que había ocurrido con la doctora y con el chico que estaba con ella.
Gruño con frustración al ver que nuevamente se había desmayado y nuevamente estaba en una habitación extraña aunque esta se veía un poco mas...elegante que la primera pero seguía teniendo ese mismo toque infantil.
La habitación, otra vez, sin dudas era de un infante por los peluches que estaban guardados en una cesta, todo era para un niño son duda pero de cierta manera no le desagradaba, miro a un lado y vio el retrato de una feliz familia, un tierno y pequeño bebé, una hermosa mujer rubia que sin dura era lisa y un hombre pelinegro a su lado...su esposo.
Annabeth: no me jodas..-susurro al recordar un pequeñisimo e insignificante detalle de lisa...era la esposa de dracula.
Xxx: no creo que ese sea el vocabulario ideal para una dama.-hablo una voz desde el marco de la puerta.
Movida por su instinto llevó sus manos a su cintura buscando sus cimitarras pero no las encontró, ni siquiera tenia su ropa, en su lugar tenia un camisón blanco.
Se sintió realmente avergonzada, otra vez la habían desnudado estando inconsciente.
Xxx: si busca sus armas, están en el buró a su lado, realmente mi madre confía en que no las usara contra mi.-volvió a hablar internándose en la habitación
Vio en la dirección en la que dijo el muchacho y vio sus armas en perfecto estado.
Con un suspiro se estiró y tomo uno de ellos, se sentía realmente indefensa cuando no los tenía consigo.
Annabeth: como esta la doctora tepes?-pregunto con un deje de preocupación
Xxx: mi madre se encuentra bien, gracias a usted, ni padre ni yo habríamos podido llegar a tiempo.
Annabeth: son vampiros no? Se mueven rápido.-dijo cubriéndose un poco mas con la sabana.
Xxx: mi madre deseaba que ambos viajáramos como humanos por eso nos seria imposible salvarla, estoy realmente agradecido con usted señorita annabeth, y si me permite, mi madre me pidió que le trajera esto.-dejo una canasta en una esquina de la cama.-es algo de ropa, siento mucho haber destruido la suya.-se disculpo avergonzado
Annabeth: entiendo, y te perdono por lo de la ropa. Por favor, agradecele a lady lisa por el detalle, imaginó que ella fue quien sano mis heridas.
Xxx: así es. Ella estaba realmente asustada por su salud, así que entre los dos la trajimos al castillo.
Annabeth: castillo?...el castillo de dracula?-preguntó ocultando su nerviosismo
Xxx: así es, castlevania.-respondió como si fuera algo obvio
La piel de por si ya pálida de la chica se puso aun mas pálida, estaba en el castillo que su abuelo, abraham van helsing, buscó por décadas!!
Y ahora que lo recordaba, le agradaba la esposa del mismísimo dracula y estaba charlando con su hijo!! Ohhh su abuelo y padres estarían tan desepcionados.
Notando su estado cabizjado, el rubio se acerco a ella y coloco una de sus manos sobre sus hombros.
Xxx: señorita?-llamo meciéndola levemente
La chica levanto la mirada y se encontró con la dorada brillante del muchacho.
Ahora que lo veía con mas detenimiento y mas relajado y sin ninguna intención de atacarla, el muchacho le resultaba bastante atractivo, su cabello era largo y rizado al final con un precioso color dorado, su piel blanca parecía porcelana, ese porte elegante e imponente tan similar al que su propio padre tenia cuando ella era niña, le parecía el de un autentico príncipe, sus ojos dorados resplandecían de astucia y curiosidad, aunque ahora mostraban ligera preocupación, como si de un niño se tratase, era muy singular.
Xxx: señorita annabeth?-llamo sacándola bruscamente de su ensoñación.
Se obligó a mantener su rostro sereno aunque reaente estaba avergonzada por quedarse analizando al joven dhampir.
Annabeth: lo lamento, solo recordaba algunas cosas. Sabes si tu padre regresara pronto?-pregunto intentando disimular sus antiguos pensamientos
Xxx: debería llegar pronto, con permiso, le daré espacio para que se arregle.-dijo comenzando a caminar hacia la puerta
Annabeth: o-oye, espera...cual es tu nombre?-pregunto algo interesada, si el sabia su nombre entonces era justo que le dijera el suyo.
El dhampir la miro de reojo y sonrió un poco mostrando ligeramente sus colmillos.
Adrián: Adrian Fahrenheit Tepes.-respondió antes de abandonar la habitación, dejando ligeramente sorprendida a la pelirroja.
Annabeth: alucard-penso, así que ese era el niño demonio del que había escuchado hacia años.
Agito su cabeza desechando esos pensamientos, el muchacho parecía todo menos un demonios, tal vez por su parte humana.
Con esos pensamientos, se volvió a la cesta que el rubio había dejado sobre la cama, la abrió y lo que vio casi le hace poner el grito en el cielo.
Un vestido...
Un vestido rosa...
Con una vena marcada en su frente saco la prenda de la cesta y lo extendió frente a ella.
Sintio mas ganas de vomitar.
Era rosa, con flores y un poco mas abajo de las rodillas, el típico vestido de las "princesas de cuento".
Ohhh rodaría la cabeza del que le hiciera algún comentario.
Lejos de alli, Valaquia...
Un hombre de aproximadamente 40 años se dirigía con paso calmo a la casa de su amada, posiblemente su hijo ya estaría con ella así que estaba mas relajado, Adrián jamas permitiría que su madre fuese lastimada, pero vaya sorpresa que se llevo al ver su " hogar" reducido a cenizas.
Dejo caer su equipaje y camino hacia las ruinas, todo estaba destruido pero no veía a su amada ni a su hijo por ningún lado.
Tal vez Adrián y ella habrían huido pero esa posibilidad le parecía cada vez mas lejana pues no sentía el olor de su hijo en la casa, solo el de lisa.
Anciana: oh, usted debe ser el señor tepes.-dijo a sus espaldas.
El conde se volvió hacia la mujer mayor, llevaba un ramo de flores blancas en sus manos.
Dracula: que ha sucedido aquí.-exigió saber, intentando controlar su ira.
Anciana: la iglesia se llevo a la doctora hace dos días, la llevaron a la catedral e iban a quemarla por "bruja".
Dracula: " iban"?
Anciana: yo era la única que sabia que la doctora era una buena mujer, pero nadie mas me creyó, busque ayuda en una jovencita que su esposa había rescatado ese mismo día y ella fue a salvarla pero no se que pudo pasar después, todo el pueblo dice que ambas escaparon pero después vieron a un enorme lobo atacar a la niña y a su esposa en el suelo, ninguno las ayudo por que el lobo se encargaria de matarlas a las dos, y creo que eso hizo pues no se las ha vuelto a ver.-explico dejando respetuosamente el ramo de flores en el umbral de la casa.
El conde sintió como su ya inerte corazón se volvía a romper, otra vez perdía a su elizabetha, a su lisa.
Apretó sus nudillos intentando evitarlo pero sus emociones pudieron mas que él y las lágrimas de sangre brotaron de sus ojos al instante en que estos se volvían de un color escarlata espeluznante.
La mujer sintió el fuego a sus espaldas y se volteo, asustándose al ver al hombre prendiendose en llamas.
Dracula: tome a su familia y vayandose muy lejos de Valaquia, les daré la oportunidad hasta el anochecer.-gruño lleno de ira.
Continuara...
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