Epílogo 1: Mata a Gabriel. Todos me temerán

Se podían escuchar en todo el castillo unos gritos y luego unas risas, al igual que cosas siendo lanzadas y destrozadas, notándose en una puerta también golpes que se escuchaban en el interior.

https://youtu.be/RZdDtOOClRU

Hasta que un momento, cuando las puertas se abrieron, se mostraba dentro a Gabriel con su ropa destrozada, quien se estaba golpeando con una de las paredes en el lugar, saliendo de su cabeza sangre, la cual él sólo toma con una de sus manos escribiendo en la pared.

"Akame"

Él sólo deja caer su mano, notando cómo en todo el lugar, estaban escritas más cosas, hasta que entonces salen de su espalda sus alas, poniendo con fuerza su mano en ellas, empezando a arrancarlas, saliendo mucha sangre de su espalda mientras la reliquia era extraída. Hasta finalmente quitárselas, dando de nuevo un grito cuando las alas desaparecen.

Luego pone sus manos con fuerza una de sus manos donde estaba el Guantelete Negro, empezando a arrancarlo con mucha fuerza hasta sacarlo, lazándolo hacia otra pared de la habitacion, dejándolo destrozado, notándose cuando él se agacha hacia el agua, notaba su piel que pasó de blanca a ser completamente pálida, viendo en el mismo el reflejo de su esposa sonriéndole.

Quitándose para poner sus manos en su cabeza dando un grito, al mismo tiempo que empieza a correr por todas partes en el lugar estrellándose con muchas partes donde había más palabras con sangre.

"Los mataré a todos."

"Tendré mi venganza."

"Mi odio durará para siempre"

"Vivir."

"Sé que todavía vives."

"Te encontraré Zobek"

"No importa dónde te escondas"

"Maldita sea la Hermandad de la Luz para siempre"

"Tatsumi y Gabriel Belmont ya no existen."

Y cuando Gabriel se estrella contra una pared más, las botas terminan destrozadas, lanzándose el de sus pies, activando después la magia de luz y oscuridad, empezando el lugar a ser iluminado por las dos a su máxima potencia.

*¡Boom*

Ambas magias habían explotado al mismo tiempo, dejando sólo humo en todo el lugar. Hasta que cuando desaparece, estaba Gabriel desnudo y ahora sin sus dos magias al haberlas sacado de su cuerpo y de su alma.

Mirando en el agua que había en el lugar, su propio rostro, dando de nuevo un grito que parecía el rugido de un dragón, hasta que poco a poco empieza a ponerse de pie.

Empezando a caminar hacia la puerta de la habitación moviéndose su sangre fresca que había en el lugar hacia él, hasta impactar con su cuerpo, al mismo tiempo que las puertas se abren.

Saliendo Gabriel... No... saliendo un nuevo ser de aquel lugar... quien sólo estaba caminando por el pasillo.

En todo el planeta, las criaturas de la noche empezaron a moverse hacia una ubicación en masa, confundiendo a los humanos de lo que estaban haciendo.

Mientras que con cada paso que daba, la luz de la luna solo estaba mostrando la nueva ropa que tenia el nuevo ser; siendo una gabardina roja, su pecho descubierto, un símbolo metálico con forma de cráneo, unos pantalones negros y unas botas negras.

El castillo empezó a reaccionar con los pasos de él, pasillos enteros estaban recuperándose como en sus días de gloria, mientras que poco a poco, las puertas del castillo estaban dejando a entrar legiones de Licántropos, Vampiros, Nigromantes, demonios, entre muchas especies de la noche, incluyendo a humanos que habían abandonado a Dios o que habían aceptado la oscuridad que había dentro de ellos.

Gritando el nombre del nuevo ser, quien siendo su nuevo líder, siendo su nuevo rey, pero él sólo los estaba observando, hasta que se quita del lugar, caminando por el pasillo que estaba al frente de él hacia una gran puerta, donde la misma se abre revelando un salón del trono.

Empezando a caminar al trono que estaba en el lugar, el cual sólo estaba brillando, hasta que cuando llega, sólo empieza a sentarse poco a poco. Y cuando abre sus ojos, sólo sale un brillo rojo.

Un nuevo ser que había nacido de las cenizas de Gabriel Belmont y de Tatsumi, conocido ahora como el Príncipe de las Tinieblas. El terror de todos los seres vivos, siendo que todos recordarán su nombre por la eternidad en sus pesadillas.

"Drácula."

Quien sólo dice en aquel instante, con una voz que demostraba ira y vacío en su alma completamente

Drácula: Todos me temerán.

Dijo al mismo tiempo que la gran puerta de la sala del trono se cierra. Y la luna sólo brillaba encima del castillo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top