El hechizo de Carmilla. Lazo inmortal
Una puerta de repente se abre. Y de la misma solo sale Dracul, viendo cómo estaba en la biblioteca del castillo.
Hasta que nota cómo alguien estaba caminando en su dirección. La cual solo se pone de rodillas y dice.
???: Mi señor. -Drácula en aquel momento quedó un poco sorprendido al reconocerla.
Drácula: Carmilla. -Él sólo camina hacia la Vampira que mató siendo Gabriel Belmont, y poniendo una mano en su barbilla, subiendo su mirada, notando que era igual a su forma humana de aquella pintura.
-Debo estar soñando. -Ella solo se pone de pie y estando al frente del Vampiro.
Carmilla: Y si no despertaras nunca más... ¿te importaría? -Él solo responde seriamente. Mientras que ella solo coloca una mano en su mejilla derecha.
Drácula: Yo te destruí... Hace mucho tiempo. -Ella solamente dice en aquel momento.
Carmilla: Pero no eras tú... todos esos años atrás. -Ella solo se acerca hacia Drácula, quien en aquel momento solo pone una mano, impidiendo que lo bese y simplemente dice en aquel momento.
Drácula: Buen intento. ¿Qué estás tramando? -Ella solo dice tocando uno de sus hombros. Pero en su mirada no le gustaba ser rechazada.
Carmilla: Soy tuya ahora. Haz lo que quieras conmigo. -Drácula tan solo sentía cómo su necesidad de consumir sangre estaba empezando a dar efecto, pero en aquel momento, abre en un segundo su boca, hasta que la cierra.
Y ella rápidamente impacta una uña cerca de su cuello, causando que Drácula retroceda un poco. Y él solo pone una mano en su cuello, sintiendo cómo algo estaba fluyendo en su sangre.
Pero él solo mira a la Vampira, quien ríe mientras que empezaba a retroceder.
-Ahora estoy en ti. Y tu debilidad... será mi fuerza. -Drácula la toma del cuello rápidamente, y sus ojos solo brillaban a una gran intensidad.
Drácula: ¡Zorra! -Ella solo ríe un poco mientras que el Príncipe de las Tinieblas intentaba asfixiarla.
Pero ella de repente solo se lanza y besa a Gabriel con mucha pasión y lujuria hasta que la misma se aleja y dice.
Carmilla: Nunca saldrás de aquí, mi Príncipe. -Ella solo ríe nuevamente y se retira como una sombra roja a gran velocidad. Y Drácula solo siente cómo su cuerpo estaba sufriendo raros efectos.
Hasta que mira delante de él y ve cómo unos esqueletos estaban tomando armas del suelo.
Y los mismos corren hacia el Vampiro. Quien solamente libera su látigo y lo mueve de forma rápida, cortando a gran velocidad a los esqueletos. que al recibir el ataque terminan explotando. Y él solo desactiva su arma, mientras que sentía su sangre luchando contra el veneno de Carmilla.
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Pero al escuchar un sonido, solo mira hacia el frente, viendo cómo en la gran puerta, entra un vampiro para atacar. Y él solo enciende las Garras del Caos.
Pero de repente, una espada atraviesa la cabeza del Vampiro, causando que el mismo se detenga de repente y caiga muerto. Drácula solo queda en shock y su poder se desvanece sin que se dé cuenta... sin quitar su mirada de shock. Pues el... la atacante, era a quien más amó en sus tres vidas.
Drácula: Akame. -La esposa de Gabriel/Drácula, en aquel momento, quitando la sangre de su enemigo de su espada, la legendaria Murasame, responde.
Akame: Gabriel. -Ambos solo se miraban. Hasta que de repente, ambos corren hacia el otro y simplemente se dan un beso.
En señal de nostalgia, necesidad y hasta de no querer perder al otro de nuevo. Pero él solo preguntó alejándose de repente.
Drácula: ¿Eres real... o solo otra ilusión? -Ella solo coloca una mano en una de sus pálidas y frías mejillas.
Akame: Estoy aquí. -Ella solo ve cómo los ojos de su amado esposo, por un momento dejaron de brillar del mismo color rojo que tenía. Hasta tomar un tono más verde.
En aquel momento, mientras sentía la mano cálida de su esposa en su mejilla, preguntaba.
Drácula: ¿Qué poder hace estos milagros? -Él solo retrocede aún sin creerse lo que estaba pasando. Pero ella solo camina despacio hacia su ubicación.
-Aquí estás. Como si no hubieran pasado más de mil años desde la última vez que te vi con vida. Y nuestro hijo... oculto en tu interior. -Ella solo da un ligero suspiro recordando aquello que la hizo decidirse entre la humanidad o en su familia... No toca decir que siempre le dolerá haber elegido lo primero.
Akame: Tuve que protegerlo de ti, Gabriel. Ellos lo sabían, me dijeron en qué te ibas a convertir. No me dejaron opción. -Él solo da una risa y simplemente gira su cuerpo hacia la derecha, notando que el amor de su vida... su paso más importante para caer a la oscuridad... terminó aceptando el camino que causó que matara a su hijo.
Drácula: ¿Y te hablaron de tu muerte a mis manos? -Ella solo se detiene sin decir nada. -¿Te dijeron lo que le pasaría a nuestro hijo? -Él solo empieza a caminar en círculos alrededor de ella. -¿Lo hicieron? -Él solo se detiene al frente de ella, y en su mente aparecen sus batallas contra Trevor, Alucard y Simon.
-¿Te contaron que nuestros propios descendientes me enfrentarían por toda la eternidad? -Él solo se detiene a verla fijamente. Y con sus ojos empezando a brillar.
-¡Tu fuiste engañada, Akame! -Él tan solo sigue mirando los ojos rojos de su esposa. Y simplemente ignorando el dolor de la sangre de Carmilla en sus venas.
-Dime. ¿Esta es la recompensa que Dios reserva... para los devotos y los estúpidos? -Sabiendo que hablaba acerca de lo que pasó en la Capital y lo que ambos vivieron en Europa hace muchos siglos, ella finalmente responde.
Akame: Tú no eres estúpido, Gabriel. -Él tan solo gira su cuerpo hacia el frente, sin decir nada. -Tatsumi. -El solo dice finalmente girando su vista hacia ella.
Drácula: ¡Yo ya no soy Gabriel ni Tatsumi, mujer! -El solo mostró sus ojos rojos hacia ella. Y el lugar, todo el castillo, estaba empezando a temblar.
-¡Yo soy el Dragón, Dracul! -El castillo solo temblaba por la ira de su amo. Y ella solo lo estaba mirando, un poco asustada.
-¡Yo soy el Príncipe de las Tinieblas! -Él solo mueve sus dos manos. Causando que en el derecho salga fuego, empezando a quemar esa parte. Y en el izquierdo aquello se congelar
¡Soy, y voy a ser, por siempre, su mayor error! -El castillo solo deja de temblar. Y el fuego se apaga y el hielo se rompe. Cuando Drácula solo estira una sola mano.
-¡Esa!... es mi venganza. -Ya saliendo del shock y el miedo que había sentido, solo dando un pequeño suspiro, habla.
Akame: Yo sé muy bien quién eres. -Ella solo se mueve hacia su esposo.
-Y sé que quieres terminar con todo esto. -Ella pone sus dos manos en las mejillas del patriarca del linaje Belmont.
-Pero este sufrimiento fue necesario. Y va a acabar pronto, mi amor. -Su esposo, con su voz un poco menos seria e iracunda que antes.
Drácula: El sufrimiento mío, tu sufrimiento, el de nuestro hijo, de nuestra familia, y todos aquellos que llamamos amigos y quienes conocíamos. ¡¿Fue necesario?! -Dijo recordando todas las tragedias que pasaron hace siglos. Pero ella solo sigue mirando a su esposo fijamente.
Akame: Todo eso nos hizo más fuertes, Gabriel. Nos hizo más fuertes para afrontar lo que venía... El sufrimiento hizo que ambos al final uniéramos nuestros caminos... -Ella solo dijo eso finalmente, y él tan solo estaba en silencio.
-He venido a ayudarte. Todos hemos venido a ayudarte. -Él solo responde una voz un poco rota. Algo que hace siglos no sentía... ese sentimiento de tristeza de cuando era humano, que solo tuvo en el momento... que asesinó a Trevor.
Drácula: No puedes ayudarme. Nadie puede ayudarme. No estás aquí. Ninguno está aquí. -El solo tenía su voz más débil mientras que decía esas palabras.
-No eres real. Ninguno lo es. -Ella tan solo quita una mano de su mejilla y de repente solo la impacta de nuevo en la cara de Drácula. Quien estaba sorprendido por esa acción y solo escucha.
Akame: ¡Soy tan real como la sangre de esa bruja que te envenena mientras hablamos! -Ella solamente se aleja y coloca una mano en su arma. Para luego sacarla y cortar un poco de la puerta rápidamente. Causando que una parte caiga al suelo.
-Este Castillo y sus habitantes temen que te marches de aquí para siempre. -Ella solo lo mira de nuevo.
-No se detendrán por nada para impedirlo. Tu poder los mantiene con vida. -Él solo responde bajando su cabeza por un momento.
Drácula: Lo sé. -Dijo con una voz demasiado vacía. Sabiendo del por qué todos en el castillo que antes le servían y la sangre que se movía por sus pasillos, iban contra él.
-Este lugar ha sido mi hogar durante siglos. -Él solo sube su mirada a donde estaba su esposa, quien solamente guarda a Murasame.
-Ahora... solo deseo escapar. -Ella solo camina nuevamente hacia su esposo.
-He visto a nuestro hijo aquí. Este no es lugar para un niño. -Ella solo se detiene frente a su esposo. Quien por un momento solo recordaba la imagen de cuando era Tatsumi y Gabriel. Y la mirada perdida, sin esperanza de Drácula.
Akame: Tampoco lo es para ti, Gabriel, nunca lo fue. -Él no dice nada hacia el amor de su vida.
-Es tiempo de irse. -Ella solo pone sus manos en las mejillas del hombre del que se enamoró. Y quien el destino les pudo dar una familia, si es que el hijo caído de dios no intervenía.
-Tiempo de regresar con nosotros... con tus amigos. Tu familia. -Él solo siente la sangre de su esposa moviéndose.
-Ahora debes beber mi sangre. -Él se sorprende por lo que ella le estaba diciendo. y con una mano mueve un poco su ropa, mostrando su cuello.
-Te ayudará a combatir el hechizo de Carmilla. -Él solo pone una mano en la cintura de Akame, y ella solo pone sus manos en su cuello. Para luego solo besarse nuevamente por unos segundos.
Hasta que con su otra mano, él mueve un poco el cabello de su amada, desde la zona descubierta. Y cuando ambos se separan. él abre su boca e impacta sus colmillos en el cuello de su esposa.
Sintiendo la sangre de ella entrando a su cuerpo, el veneno de Murasame entrando también, pero en vez de hacerle daño, le ayudaba a combatir el poder de una de los Señores Oscuros originales.
Hasta que de repente él solo saca sus colmillos y retrocede un poco, sintiendo su cuerpo recuperado y ya no con dolor.
Hasta que cuando se detiene, solo se limpia su boca llena de sangre. Y ve a su esposa que se sostiene un poco sonrojada la zona donde le impactaron los colmillos.
Y ella solo dice empezando a tapar esa zona.
-Recuerda, estoy contigo siempre. -Él solo la miraba fijamente. Hasta que ella dice poniendo una sonrisa que no indicaba nada bueno cuando la ponía.
-Vamos por esa zorra. -Dijo desapareciendo en aquel instante. Delante de su esposo, quien solo mira hacia la zona donde las puertas se abrieron, y en su mirada roja solo tenía un objetivo en mente.
Matar a Carmilla.
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