Capítulo 1: Tragedia. El inicio de la caída

Al día siguiente...

Se podía ver cómo Akame estaba sentada al frente de la casa con las manos en sus piernas, notándose las lágrimas que estaban saliendo de sus ojos, luego de haber entregado a su primer hijo a la Hermandad de la Luz.... Su único hijo.

El simple hecho de saber que por más que haya intentado ser feliz, el maldito destino le arrebataba la poca felicidad que había obtenido... Le dolía demasiado.

Ella pone una mano en su cara, recordando la imagen de su esposo, sentado en ese trono con sus ojos rojos que sentía que la observaba con frialdad, al contrario de los que le daba de amor puro.

Akame: ¿Por qué simplemente... no puedo ser feliz? -Dijo con su corazón destrozado. Ni siquiera en el Imperio y tampoco en Europa puede tener felicidad, pero ella sólo se para en aquel instante para entrar a la casa.

Pero cuando siente una sensación extraña detrás de ella, gira su mirada hacia atrás viendo una figura detrás de él encapuchada

Y ella sólo acercaba su mano poco a poco hacia su espada que estaba al lado suyo.

Akame: ¿Puedo ayudarle en algo?

La figura sólo levanta poco a poco una de sus manos. Y respondió.

???: Muriendo.

 Hablo el sacando una luz verde sorprendiendo a Akame, la cual por un presentimiento se quita rápidamente de la casa.

¡Boom!

Una explosión había aparecido en el lugar, mostrándose cómo la casa se estaba quemando, y Akame observando a la figura con una mirada seria, pero ella sube su mano libre hacia su cara sintiendo algo cálido que estaba bajando.

Y cuando ve lo que estaba delante de ella, era un líquido rojo el cual conocía bien.

Sangre

Su sangre.

Akame sólo subió su mirada viendo al encapuchado y desenvainando su espada.

Akame: ¡¿Qué es lo que quieres?!

El encapuchado sólo responde sacando mas luz verde de su cuerpo.

???: Eres una amenaza para mis planes. Y para lo que pienso hacer con Gabriel.

Ella abre sus ojos sorprendida por lo que había escuchado. Ese sujeto pensaba usar a su esposo como... un esclavo.

Ella se lanza rápidamente hacia la figura, la cual sólo observaba de forma calmada su acción.

Pero cuando Akame da un corte con la intención de decapitarlo, la figura solo estaba detrás de ella, extendiendo uno de sus dedos en su cabeza.

???: Patético. -Dijo y sacó una luz que mandó a mandar a Akame a volar unos metros hasta caer al suelo escupiendo un poco de sangre por el impacto.

Al mismo tiempo, Gabriel estaba cabalgando con la intención de llegar a casa lo más rápido posible. Pero cuando escucha el sonido de algo estrellándose contra el suelo y el sonido de alguien escupiendo, sangre el sólo abriendo sus ojos en shock

Gabriel: ¡Akame! -Gritó en pánico aumentando más la velocidad de su caballo con la intensión de llegar en unos 8 minutos y sólo deseando que su esposa pudiera aguantar hasta que el llegara.

Mientras que Akame se estaba levantando poco a poco del suelo con todavía un poco de escupiendo sangre, siendo observada por la figura que dice en un tono calmado.

???: Me esperaba más de la legendaria asesina del otro lado del planeta.

Ella giró su mirada donde estaba él, empezando a liberar unas marcas en su rostro que aunque no le gustara usar, debía hacerlo contra quien sus habilidades eran incluso más fuertes que las de Esdeath hace tantos años.

Akame: Cuidado con lo que deseas. -Dijo ella lanzándose hacia su dirección con gran velocidad.

Se escuchaba en la zona, y se veían explosiones verdes y rojas chocando entre sí.

Gabriel solo sigue teniendo su mal presentimiento al mismo tiempo que estaba empezando a llover.

Akame sólo bloquea una espada verde con dificultad ya que tras el anterior choque no se había recuperado por completo, mirando con enojo a la figura que solo la seguía observando bajo la capucha.

Pero ella sólo se mueve rápidamente, haciendo que la figura por unos instantes baje la guardia para luego Akame darle un corte vertical en todo su pecho, cayendo de rodillas cansada, perdiendo las marcas en su cuerpo y ella sólo respiraba de forma casi desesperada.

Akame: Maldición... dar a luz hace unas pocas horas me dejo muy débil...

Pero cuando gira poco a poco su mirada hacia atrás, ve cómo la figura cae al suelo, aparentemente muerta.

Akame: Al menos acabé con él.... -Dijo con su sonrisa ensangrentada. Hasta que ve a la figura levantarse poco a poco dejándola en shock de nuevo.

Akame: Imposible... nadie puede sobrevivir a un corte de Murasame.

Mientras finalmente empieza a llover en el lugar, se notaba cómo en su pecho tenía el corte, el cual poco a poco se fue cerrando de forma rápida hasta no dejar marca.

???: Eres especial Akame. Lo reconozco. Puedo ver la fuerza que existe dentro de ti y por qué Gabriel te escogió.

El se quita la capucha revelando su apariencia frente a la mujer, la cual sólo estaba observando con cansancio e impotencia por ya no poder moverse.

???: Pero no voy a dejar que nada ni nadie interfiera. -Dijo él lanzando una gran luz donde estaba Akame, quien sólo estaba viendo en cámara lenta lo que venía. Y ella sólo dice en voz baja.

Akame: Los amo... a los dos.

 Y después cerrando sus ojos en ese instante, recibiendo el ataque, el cual se escuchó por toda la zona y más allá de ella, y acompañado de ello vino un enorme resplandor.

Gabriel oyó la explosión, reconociendo de dónde venía, y con ello el haz de luz también venía a su dirección.

Gabriel: ¡¡Akame!! -Gritó desesperado mientras se cubría del resplandor que dejó todo en blanco.

...

...

Gabriel empezó a recuperar la consciencia y abrir los ojos. Se hallaba tirado en el suelo, no había rastro de su caballo, probablemente huyó despavorido por el resplandor. Ya estaba atardeciendo. Pero cuando recobró sus pensamientos, se acordó de lo último que vio y corrió con toda su desesperación mientras el corazón le latía a mil.

Después de unos segundos de correr, finalmente pudo ver en la distancia la casa... o lo que quedaba de ella. Estaba ardiendo, y mientras más se acercaba, sólo vio a unas criaturas que estaban en la zona que aún no se percataron de su presencia. Reconoció entre vampiros, lobos y zombis. Pero cuando vio en una dirección exacta... sus ojos se abrieron completamente en shock

Observando la cabeza de su querida esposa... de su amada... de su Akame... empalada justo al frente de la casa, con su cuerpo apunto de ser devorado por una de las criaturas y con su espada clavada en el suelo.

Caminó lento pocos pasos hasta detenerse y tener de frente la cabeza de Akame, se dejó caer de rodillas, llamando la atención de las criaturas que sólo rugían a su dirección, pero él no podía decir nada

Gabriel: No... No... ¡No! -Dijo totalmente preso del horror de la escena. Y mientras veía los ojos vacíos y muertos de su esposa, volvían a su mente recuerdos. Recuerdos que pensó haber superado. Los recuerdos de todos sus amigos, aquellos a quienes llamó hermanos y familia... tantos que ha perdido... Sus rostros... llegaban a su cabeza.

Sayo...

Ieyasu...

Sheele...

Bulat...

Chelsea...

Lubbock...

Susanoo...

Mine...

Leone...

Los rostros y sonrisas enfermas de tanta gente cruel que amenaza contra su vida, regresaban. En especial...

Gabriel: (...¿Por qué?...) -Eso era lo único que pensaba Gabriel. -(¿Por qué sólo yo?...)

Y Ahora... esa pesadilla volvió para darle un último golpe. Llevarse su hogar. Llevarse...

Su corazón...

Ahora... estaba solo en el mundo.

https://youtu.be/LnXu4rxwR48

Gabriel: (...¿Por qué?... ¿Por qué?... ¿¡Por qué!? ¿¡Por qué Por qué Por qué Por qué Por qué Por qué Por qué!?...) -Se repetía constantemente el pobre hombre en angustia y desesperación mientras derramaba lágrimas y apretaba los dientes, mientras ignoraba el sonido de las criaturas que se acercaban detrás de él. -(¿¡¡POR QUÉ!!?)

https://youtu.be/1BUYL2htR7Y

(Pausar en 1:10)

En ese momento, algo se quebró dentro de Gabriel.

...Algo salió...

Un vampiro con un hacha trató de lanzarle un corte en caída, pero Gabriel lo detuvo el hacha sin ni siquiera ver, volteó rápidamente y dio un golpe directo al estómago y cara del vampiro, le quitó el hacha y con ella lo rebanó en dos rápidamente, otro vampiro lo atacó con otra arma que Gabriel reconoció en seguida como Murasame, lo que provocó más la cólera de Gabriel, bloqueó el corte con el filo del hacha y le agarró la muñeca, para después dar brutales cortes al hombro, y después tirar y arrancarle violentamente el brazo entero que llevaba la espada.

Aún vivo pero desparramando mucha sangre, el vampiro quedó desprevenido e indefenso ante un hachazo directo a la cabeza por Gabriel, y después sacarlo bruscamente, dejando el cerebro expuesto y cortado a la mitad mientras cae al suelo muerto. Gabriel sostenía la espada que aún tenía la empuñadura agarrada por el brazo cercenado, por lo que en rápido movimiento con el hacha, cortó los dedos para así quitar la mano y no estorbar.

Luego un lobo rugió y se lanzó a atacar, pero Gabriel reaccionó con rapidez y fuerza.

Gabriel: ¡¡¡GRRRRRHHHHHAAAAAAAAA!!!

y con un grito y mirada de furia y sed de sangre, lanzó un espadazo muy certero que rebanó al instante al lobo, siguió por un zombi cerca suyo y después mutiló y decapitó a otro hombre lobo. El restó de criaturas marchó hacia él sin dudar y Gabriel corrió al ataque como un animal furioso. El césped del campo se bañaba en charcos de sangre mientras Murasame se bañaba de rojo con la masacre que hacía el esposo de su difunta dueña.

Mientras que a lo lejos, entre los árboles y sombras, estaba esa misma figura encapuchada, siendo espectador de la carnicería.

???: Sigue así, Gabriel. Sigue así.

De vuelta con Gabriel, mandó a volar contra la pared de la casa a un zombi ya hecho papilla, embistió contra un cuarteto de zombis y lobos y los sostuvo en el aire en breves milisegundos, y los tiró contra el césped y dio cortés letales para rematar con una puñalada ante los perplejos ojos de las demás criaturas.

Gabriel empuñaba con fuerza y odio la katana de su esposa, dispuesto a acabar de una buena vez con la plaga que destruyó su hogar. Un trío de lobo, vampiro, incluso zombi, quedaron presos de su instinto de supervivencia diciéndoles que corran hacia el bosque, pero Gabriel los siguió con más rapidez como un león hambriento, y como guadaña en el heno decapitó y rebanó al zombi y al lobo, dejando de último al vampiro con una puñalada directa que atravesó desde la mandíbula hasta el cerebro, salpicando sangre, y después la sacó cortando a la mitad la cabeza del vampiro muerto, manchando la cara de Gabriel con esa misma sangre.

Pero no se percató de que otro lobo lo apuñaló por detrás con un tronco afilado en el estómago, sin embargo sin sentir dolor, clavó la katana en la cara del lobo y procedió a quitarse el tronco. La herida y el sangrado no eran nada para él, ya tuvo heridas peores mucho tiempo atrás, y ya lo han herido con la pérdida de su último ser querido. Se percató que un grupo más de criaturas lo rodearon, era la última, por lo que tomó ya por fin su cruz de combate. Y con  Y con los ojos sacando lágrimas mientras se le resaltan las venas de tanta adrenalina y rabia y con la vista en rojo, se lanzó cual tigre salvaje, acabando uno por uno con cada criatura, usando espada, puñal, daga y cadena, los cortes, los gruñidos de Gabriel y la carne y lamentos de criaturas eran el único sonido en el lugar. Todo lo que se cruzaba en su camino era destripado al instante. Apuñaló al último zombi con su cruz y luego apuñaló al último vampiro con ambas armas para después tirarlo al suelo y proceder a apuñalarlo con la cruz de combate, una y otra vez sin parar, mientras la sangre salía a chorros mientras en su mirada había perdido la cordura, y dio el último golpe fulminante con su cruz y Murasame.

Ya por fin tomando un poco de oxígeno y recuperando la cordura, aclaró su vista y vio perplejo cómo dejó el cadáver del vampiro hecho trizas, ya ni tenía rostro y toda la carne y tripas estaban molidas. Cuando Gabriel miró a su alrededor, todo el campo estaba hecho un matadero. Órganos, tripas y huesos de todas las criaturas estaban esparcidos por el campo, y ya parecía un enorme charco de sangre, mientras los restos de las bestias ya se marchitaban, pero ya solo quedaban tripas y sangre.

Gabriel recuperó todo el aliento y se recompuso. Regresó la vista hacia la cabeza de Akame aún intacta donde la vio. Su semblante cambió a uno de remordimiento y tristeza mientras caminaba de vuelta a su lugar.

https://downloads.khinsider.com/game-soundtracks/album/castlevania-lords-of-shadow-mirror-of-fate/77%2520pity.mp3

(1:55-2:54)

Con delicadeza sacó del palo la cabeza de Akame... y no podía hacer más que llorar y cubrir entre sus brazos y pecho el rostro sin vida de su amada esposa.

Gabriel: Akame... Mi amor... Lo siento... Lo siento. -Decía un destrozado Gabriel. Un hombre que lo ha pérdido todo. Sus amigos, su inocencia, su hogar... y el amor de su vida. Sólo con querer expulsar el dolor y angustia, gritó con tanta ira hacia el cielo.

https://youtu.be/u1Fp9APoamA

A la mañana siguiente...

Desde que amaneció, ni siquiera el sol había salido, todo estaba nublado. Tal vez es porque Dios sabe del estado de duelo en el que está ahora nuestro protagonista. Gabriel se pasó toda la noche y toda la mañana limpiando los desastres y preparando un entierro para los restos de Akame. En todo ese tiempo ni durmió y se quedó en total silencio. Puso unas flores y una cruz hecha de ramas, y dio bendiciones para que Dios recibiera el alma de su esposa en el cielo.

Finalmente, con una última vista a la tumba de la mujer que amó, con el corazón hirviendo de rabia, se marchó caminando con una mirada ennegrecida mientras se ponía su capucha. Iba a los cuarteles de la Hermandad de la Luz, ellos debían saber cómo ocurrió esto y quién lo orquestó, aquellas criaturas no habían llegado hasta aquí de casualidad.

Sea como sea que haya ocurrido esto, obtendría respuestas. Y alguien lo va a pagar. Pero lo que no sabe Gabriel... es que esto... sólo fue el comienzo... de algo terrible.

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