...

El clima era demasiado frío, comenzó a nevar, el pequeño niño que miraba por la ventana se acercó maravillado, pegando sus manitas y exhalando un pequeño suspiro que empañó el cristal levemente. Se colocó sus pantuflas y corrió por la casa, su pijama lo abrigaba del frío que hacía en su propia casa, abrió con mucha dificultad la puerta de la habitación de su padre, aún era un niño bastante pequeño y su padre toda una torre por explorar.

Con mucha dificultad se subió a la gran cama, su padre estaba acurrucado a un lado, abrazando una almohada grande, un poco triste diría el niño. Lo agitó levemente sonriendo, mostrando y pronunciando el lindo corazón que llevaban sus labios, solo así su padre despertó.

- ¡Appa! ¡Está nevando, está nevando, vamos a fuera Appa!

Su padre, aún un poco desconcertado, acercó al pequeño niño hacía a él y unió sus frentes. Depositó un pequeño beso en su mejilla y se sentó en la cama estirando su cuerpo, el niño, aún seguía sobre la cama, mirándolo. ChanYeol, sonrió.

- Anda a cambiarte ¿o no quieres hacer muñecos de nieve?

El niño saltó de la cama con rapidez, volvió a su habitación casi volando, la sonrisa de ChanYeol, pasó a ser una triste sonrisa, miró el lado vacío de la cama y suspiró. Se levantó y se bañó para vestir unos abrigadores pantalones y ropa caliente, debía evitar resfriar ese año o KyungSoo estaría sobre él diciéndole "Te lo dije" cuando el año pasado aún estando realmente enfermo pudo cuidar al pequeño niño a su corta edad de 3 años. Agradeció a su esposo que haya cuidado de su pequeño bebé, para que él no tuviera que estar enfermo igual que su descuidado progenitor.

Cuando ingresó a la cocina se percató que el pequeño YeonSoo se estiraba, esperando poder alcanzar la manija y abrir el refrigerador, ChanYeol lo cargó y lo dejó sobre la mesa de la cocina.

- ¿Volverás a cocinar Appa? Yo quiero un omelette con queso.

ChanYeol rió suavemente antes de besar su frente y buscar los ingredientes en el refrigerador.

- Siempre cocino Soosie, no sé por qué lo preguntas.

- Muchas veces dijiste que Appa Kyung también cocinaba. Que hacía los mejores platillos de toda Corea y llegó a ti, primero llenando tu estómago y luego tu corazón -ChanYeol se carcajeo sonoramente mientras empezaba a encender la estufa.

- Appa Kyung era muy talentoso, sabía a la perfección miles de recetas y siempre soñó con prepararte una rica lasagna.

- Yo estoy listo para comer su lasagna, pero Appa Kyung no viene, nosotros tenemos que visitarlo -ChanYeol suspiró.

- Appa Kyung está ocupado ahora, nunca olvides que su labor es protegerte.

El niño ya no dijo más, observó a su padre moverse por la cocina, poniendo, revolviendo, a veces le acercaba un poco de queso para que comiera en lo que los panqueque se terminaban de hacer, bajó al niño de la mesa y juntos se sentaron en la pequeña mesa en la cocina, hicieron una pequeña oración y comenzaron degustando sus alimentos, YeonSoo aún era pequeño para alcanzar la mesa sentado en una silla, por lo que ChanYeol colocó un cojín y estaba constantemente revisando que su pequeño retoño no se fuera de lado o con su constante bailarín mientras degustaba sus alimentos pusieron los nervios de punta a su padre.

- Soosie, caerás de la silla, por favor detente -YeonSoo lo miró interrogante pero entendió que se refería a su ligero movimiento.

- No caeré Appa, Appa Kyung me está cuidando y no dejará que caiga -ChanYeol sonrió.

- Lo hace.

~~~~~

No debió salir aquella tarde, pero su bebé insistía en formar muñecos de nieve y ángeles y jugar en la nieve, por lo que abrigados fueron afuera, el clima golpeó de lleno en su realidad, debido a que ChanYeol era demasiado alto y YeonSoo demasiado pequeño, era imposible que pudiera tomarlo de la mano sin doblarse en el intento, por lo que cargó a su hijo mientras caminaban al parque, YeonSoo movía sus manitas mientras contaba todo tipo de aventuras y juegos divertidos que quería hacer con su padre, ChanYeol solo se limitaba a asentir y preguntar pequeñas cosas, evitaba mirarlo mucho puesto que si lo hacía podría perderse en su carita y no ver por donde caminaba, y al ser invierno el pavimento estaba resbaloso.

Pasaron primero a una cafetería cercana, ese brillo tan especial y hermoso en los ojos de su bebé le provocó un profundo dolor y amor, YeonSoo era una copia de KyungSoo, sus cejas pobladas y sus labios gruesos y ahora abultados en un puchero, lindos ojos grandes -característica que ambos compartían- y unas lindas mejillas rojizas y llenas de vida. ChanYeol suspiró, atrayendo la atención de su hijo.

- No estés triste Appa, pronto jugaremos en la nieve y haremos castillos de nieve, como en la playa, construiremos un gran muñeco de nieve y quién sabe, tal vez podemos imitar uno de los bonitos castillos que Appa Kyung y tu solían hacer.

- ¿Quieres hacer dos castillos?

- Si, uno pequeño como yo, y uno grande y bonito, como nuestra familia -ChanYeol sonrió divertido-. También quiero hacer fuertes Appa, para lanzarnos bolas de nieve. Tú pedirás piedad cuando yo lance mi poderosa bola de nieve, serán grande y tan fuerte como el amor que le tienes a Appa Kyung -pero en ese momento ChanYeol no pudo evitar llorar, aún con la sonrisa pronunciada en sus labios, YeonSoo se acercó alarmado a su padre y se subió en su regazo para abrazarlo. ChanYeol rodeó el cuello de su pequeño hijo y recargó su cabeza en su hombro.

- No olvides cuanto te amo YeonSoo.

El niño asintió, abrazando aún más fuerte a su Appa y llorando con él, no quería hacerlo pero cuando su Appa lo hacía era inevitable que él también lo hiciera.

~~~~~

Era tarde, quizás las cuatro o las tres, no habían contado el tiempo, habían por fin terminado el lindo castillo que YeonSoo le había prometido a su padre. Era casi de la altura de Yeon, para él era enorme, para ChanYeol era un castillo pequeño, pero lleno de esfuerzo.

- ¿Cómo llamarás a tu castillo?

- El castillo del Pingüino -ChanYeol, quien estaba hincado, abrazó a su hijo.

- Si es un castillo de pingüinos ¿no te gustaría hacer uno?

- Pero Appa, somos muy torpes con las manos, renegó YeonSoo, ChanYeol rió por lo bajo.

- No tiene que ser la escultura perfecta.

Con algo de esfuerzo y risas pudieron hacer un pingüino de nieve, algo feo, pero a fin de cuentas, estaba ahí, custodiando el castillo, ChanYeol se sentó y abrazó sus rodillas mientras miraba al pingüino, YeonSoo se escabulló por entre sus piernas y terminó siendo abrazado por su Appa mientras veían la bonita construcción.

- Es un castillo majestuoso -alabó ChanYeol.

- Es un castillo para Appa Kyung, para que vuelva a casa. Le va a encantar.

ChanYeol sonrió nuevamente, apretó un poco el contacto que tenía con su hijo.

- Tu Appa KyungSoo quería conocer a los pingüinos -murmuró cerca de la cabecita de su hijo para que solo él pudiera escucharlo-. Siempre soñó con ir a la antártida y verlos mover sus patitas de un lado a otro, graznandole para que no se acercaran mucho porque su familia pingüino estaba cerca.

- ¿Appa Kyung conoció los pingüinos?

- No bebé, Appa Kyung y yo nunca pudimos planear el viaje, recuerdo que una tarde cuando me proponía decirle me mostró la prueba de embarazo, estabas tú, pronto llegarías tú a nuestras vidas y quisimos posponerlo, para que tu también los conocieras y vieras lo lindos que son.

- ¿Hicieron eso por mi?

- Te amamos desde el primer segundo.

- ¿Por qué Appa Kyung no cumplió su promesa? -ChanYeol pasó saliva y respiró profundamente.

- Hay cosas que se salen de nuestras manos Soosie. Hubo un imprevisto.

Se quedaron en silencio unos minutos y entonces ChanYeol recordó un tema importante.

- ¿Quieres visitar a tu Appa KyungSoo? -el niño asintió frenéticamente-. Podemos decirle que hiciste un bonito castillo para que viva en él ¿te gustaría que Appa KyungSoo viviera en el?

- ¡Appa! ¡Es una gran idea! ¡Appa Kyung es un rey en su castillo, con muchos pisos y escaleras! -aplaudió alegremente y ChanYeol sacó su teléfono para tomar una foto, no sólo del castillo, también del pequeño pingüino protector a su lado, bajó a YeonSoo de sus piernas y se levantó, YeonSoo, quién ya no quería ser cargado, se agarró fuertemente del pantalón de su Appa y caminó a su lado, ChanYeol daba pequeñas zancadas para que su bebé no tuviera que correr para seguirle el paso o que se soltara su prenda y protección por el momento.

Una vez llegaron al lugar, ChanYeol se dio cuenta de que había una chica vendiendo flores de papel, sonrió, hacía mucho tiempo él solía hacerlas y regalarselas a KyungSoo con notitas nerds que sólo ellos entendían, un lenguaje que inventaron a base de signos y números.

- ¿Quieres una flor para tu Appa? -preguntó bajando la mirada, viendo como los ojitos de YeonSoo captaban su voz y subía la mirada,asintió lentamente y siguió a su Appa hasta donde estaba la señorita. Pidiendo una florecita que ella le entregó con mucha felicidad.

Entraron al lugar, la nieve cubría los pasillos de piedra y pronto llegaron su destino, YeonSoo colocó la flor con cuidado y se hincó a un lado de su Appa, recargándose un poco en él mientras miraba la lápida.

- Hoy YeonSoo hizo un castillo precioso -empezó-, tiene un pingüino guardián porque sabe que a ti te gustan mucho -su mirada denotaba tristeza, pero no dejó de sonreír-. Gracias por cuidar a YeonSoo en la mañana para que no se cayera de la silla mientras comía su desayuno -tanto ChanYeol como YeonSoo buscaron sus miradas. Las encontraron y YeonSoo asintió levemente.

- Ojalá puedas volver pronto Appa, la casa es un poco solitaria, Appa Yeol mencionó que querías hacerme una de tus famosas lasagnas, ahora si estoy listo para comerlas, tengo mis dientitos -YeonSoo abrió la boca y señaló su dentadura, luego siguió hablando-. Appa Yeol me enseñó a sostener los colores, pero me dijo que no te dije porque le darías unos coscorrones ya que aún soy como un bebé y no debo sostener cosas puntiagudas.

ChanYeol tomó a su bebé y lo sentó en sus piernas, abrazó su cintura mientras YeonSoo seguía la conversación y él solo escuchaba, la principal razón de aquello fue para llorar en silencio sin que su retoño se enterara. Después podrían regañarlo, por el momento, disfrutaba el calor de su hijo.

- Y luego está la vecina chismosa Appa, se llama BaekHyun, está casada con la otra vecina chismosa SeHun, la última vez que las escuché hablando estaban diciendo que el vecino guapo de frente tenía un nuevo perro llamado Chen. Así que le pregunté a Appa Yeol que era un Chen y estaba más confundido que yo, por eso le pregunté al vecino JongIn que era un Chen y me dijo que era su nuevo Beagle, él que adoptó junto a su novio JongDae y me pregunté por qué no conocía a su novio y luego me enteré que es el señor que juega conmigo a las escondidas -dejó de mover sus manos y se acurrucó más a su Appa-. Desde hace meses te he estado preparando una sorpresa para tu cumpleaños Appa, para que entres por la puerta y grites mi nombre, entonces iré a abrazarte y te lo daré. Te extraño mucho Appa, realmente quiero conocerte.

Fue en ese momento donde volteo el rostro, cuando escuchó los sollozos de su Appa Yeol quien mordía sus labios con fuerza y se escondía entre el gorro de su abrigo. El niño se dió la vuelta y tomó las mejillas del mayor.

- No llores Appa, pronto Appa Kyung vendrá y te dará un beso tan largo que te pondrás morado porque no vas a poder respirar -ChanYeol asintió y pegó a YeonSoo contra su pecho, dejó que las lágrimas bajaran por sus mejillas y susurró.

- Es difícil cuidar de un niño cuando no estás para ayudarme Kyunggie -besó la cabecita de su pequeño y miró la lápida, las letras aún eran visibles. "Park KyungSoo"-. Te fuiste demasiado rápido -la nieve seguía cayendo a su alrededor, su corazón estaba muy agitado y recordó vagamente una tarde de invierno, mirando la televisión, ChanYeol sobre el regazo de KyungSoo mirando una tonta película navideña "Me gusta el invierno porque es la excusa perfecta para abrazarte y amarte de más, sin que haya gente que nos reclame porque somos muy melosos" acarició su cabello y depositó un lindo beso en sus labios "Te amo ChanYeol, nunca lo olvides".

~~~~~

Era un día lluvioso, ChanYeol esperaba con paciencia en la sala de espera y movía uno de sus pies, cargaba un pequeño bulto de cobijas azules, eran las únicas que tenía en casa para mantener caliente a su pequeño bebé.

- Park ChanYeol -llamó la enfermera. ChanYeol se levantó y la enfermera le hizo señas al alto para que la siguiera. Doblaron a la izquierda y tomaron el ascensor para ir al tercer piso-. Aún está conectado, está muy débil pero ha preguntado por usted toda la mañana.

ChanYeol asintió, nervioso, su mirada estaba baja pero en sus brazos sostenía con fuerza a su bebé, no podía dejarlo. Llegaron al piso y la enfermera lo condujo hasta la habitación cuando entró se percató que era el único paciente en una camilla, KyungSoo estaba dormido, pero el ligero ruido lo hizo abrir los ojos y sonreír, si, estaba cansado, pero nunca perdería la oportunidad para ver a su pequeño bebé.

- Hola -murmuró después de unos segundos de que la enfermera se retirara y cerrara la puerta.

- Hola -regresó KyungSoo. ChanYeol se acercó hasta él y dejó al pequeño niño en sus brazos, KyungSoo lo miró unos momentos y pasó su pulgar por las mejillas del niño.

- Eres tú, es KyungSoo en miniatura, es precioso -dijo ChanYeol, KyungSoo lo miró y rió quedamente.

- Tiene tus orejas ¿como sabemos que no son tus ojos?

- Porque son hermosos y yo no soy hermoso -refutó ChanYeol, negando y señalandose, KyungSoo extendió una mano hacía él, ChanYeol la tomó instantáneamente, quería evitar que su esposo se cansara de más, a pesar de todo lo que los doctores dijeron, KyungSoo era un chico fuerte ¿verdad? Besó su palma y la colocó en su mejilla mientras se sentaba, KyungSoo lo miró directamente a los ojos, acariciando con suavidad sus mejilla también.

- Cuidarás bien de él ¿verdad? -ChanYeol asintió repetidas veces-. Le dirás lo maravilloso que es su Appa Soo ¿verdad? -pero ChanYeol negó.

- No, no, díselo tú por favor, dile cuán maravilloso eres y cuán orgulloso estás de él, por favor -apretó la mano de KyungSoo, su esposo lo miraba con dolor-. Por favor.

- ChanYeol.

- ¡No! Los doctores mienten, por favor, por favor no me dejes Kyung, no ahora que nació nuestro hijo -KyungSoo sonrió tristemente y dejó que las lágrimas se deslizaran por sus mejillas. ChanYeol lo abrazó, a él y a su pequeño hijo, esperaba que aquel bonito abrazo le diera mil años de vida más a KyungSoo pero no pudo evitar llorar con él.

No aún cuando el contacto de KyungSoo se hacía tan débil, cuando el ligero "Beep" de la máquina bajaba su velocidad o cuando finalmente se quedó en una sola nota. Sostuvo a KyungSoo, antes de que los doctores lo sacaran de la sala e intentaran reanimarlo, lo sostuvo en su corazón aún después de esperar otra hora en la sala de espera.

KyungSoo no volvió a despertar.

Se había ido.

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