Íbamos camino a la sala donde se encuentran los voluntarios, eran como unos cubículos con unas cortinas para tener privacidad y no lo interrumpiera estábamos haciendo la fila para registrarnos y alimentarnos, la sangre de ese chico volvió a llegar hasta mí, respiraba profundo para calmarme fue lo que me enseñó mi padre, pero si no pasaba rápido iba a correr sin importar las consecuencias y bebería la sangre del chico, ya había llegado mi turno y un chico que estaba registrando a los de nuevos ingreso para poder venir y alimentarnos cuando vinieran los voluntarios y me preguntó mi nombre.

— Chica, nombre y apellido por favor —dijo sonriendo.

—¿Qué? — dije un poco distraída —Lo siento, es que el olor a sangre me tiene distraída.

— Tranquila, ni te imaginas lo difícil que es trabajar aquí sin morder a alguien —dijo riendo levemente —Tu nombre y apellido para registrarte.

— Alexandra Müller — dijo sonriendo un poco.

— Me llamo Scott y ¿qué tipo de sangre te gustaría?, ya al escoger a tu voluntario no podrás escoger más, de acuerdo — dijo escribiendo en la computadora.

— Perfecto porque, no sé qué tipo de sangre sea, pero quiero la del chico que está al final — dijo mostrándose un poco impaciente.

— El chico al final es AB+ es muy raro verlo aquí, viene muy pocas veces —dijo Scott.

—Espero que eso cambie, ya que ese tipo de sangre me gusta mucho —dije casi en susurro.

— Listo, solo firma aquí — señalando la hoja— y ten, este será tu pase — dando me una tarjeta— cada vez que vengas deberás pasarla por el detector, ¿de acuerdo? — dijo señalando el detector que estaba en la pared.

— De acuerdo, gracias Scott —dije sonriendo un poco.

— De nada Alexandra —dijo Scott.

— Solo dime Alex.

— De nada Alex — dijo Scott guiñándole el ojo.

No le preste mucha atención, al coqueteo de Scott, solo podía concentrarme en el olor a sangre de ese chico, camine lo más rápido que pude hasta llevar deseaba demasiado beber su sangre, abrí la cortina y ahí estaba el voluntario, era alto, rubio, ojos verdes muy apuesto para los ojos de una chica humana, no me atraían para nada los chicos humanos, lo único que me atraía de ellos era su sangre y más si es como la de este chico.

— Hola me llamo Santiago —dijo estirando la mano.

— Mi nombre es Alex —estrechando su mano.

— Lindo nombre, bueno veo que tienes sed —dijo sonriendo.

¿Por qué sonríe?, En serio que hay personas masoquistas eh, bueno no me interesa ¿por qué este chico está aquí?, solo quiero su sangre y no quiero establecer una conversación con nadie ahora.

— Así es Santiago, tengo mucha sed, desde que llegaste — dije acercándome.

— Bueno entonces me recostare para que puedas alimentarte Alex, puedes sentarte encima a de mí, así estarás más cómoda — dijo acostándose en la silla reclinable.

Me acerque me y me senté encima de él, como había pedido, baje un poco la camisa en el lado izquierdo de su hombro y lo mordí, él se quejó un poco, pero luego se relajó, su sangre era como la que recordaba, era como la del primer chico que pobre y mate, era adicta a esta sangre no podía parar y Santiago se estaba debilitando, pero no podía parar, sentía que me jalaron y me sujetaban ya que quería seguir bebiendo su sangre.

— Alex ya calmarte — dijo Jhon.

—Jhon, su sangre, tiene que probarla —Le dije mirándolo.

— Es como la primera que probaste, cierto — dijo Jhon.

— Sí es igual, dejarme beber un poco más — dije intentando soltar me de él.

— El chico, está muy débil, si bebes un poco más lo mataras Alex, Jhon lleva a tu hermana al campus —dijo Milord.

Cuando abra llegado Milord, ni siquiera me di cuenta, solo quiero beber un poco más, me interesa un comino si está débil el chico, solo quiero su sangre.

— Alex, acompaña me —dijo Jhon.

— No iré a ningún lado Jhon, no hasta que beba un poco de su sangre — dije retándolo.

— No me Retes Alex, saldrás perdiendo tu — dijo Jhon fulminando la con la mirada.

— Jhon, suéltame ahora — grite molesta.

Me estaba empezando a molestar, no quiero a pelear con mi hermano, pero es que no ven que tengo sed, no ve que quiero y deseo la sangre de Santiago, ya me arte, de mis manos salieron fuego, si esa era mi don el cual descubrí hace unos días atrás, habían traído una máquina para medir las pulsaciones de Santiago y su ritmo cardíaco estaba disminuyendo.

— No quiero pelear contigo Jhon — dije alejándome un poco de él.

— Zack, ven aquí y nubla los sentidos de Alex, AHORA — dijo gritando Milord.

Como que nublar mis sentidos, están locos, iba a salir de ahí cuando entró un chico contemporáneo a Milord, pero él era más alto que él, estiró sus manos y empezó a salir un humo negro de ellas, el humo venía hacia mí, muy rápido, ya no podía ver nada estaba todo negro, me sentía desesperada, quería salir de ahí, quería decir algo, pero tampoco podía, sentí unas manos alrededor de mí el cual pude identificar que era Jhon por su perfume y sólo me dijo.

— Alex, solo calmante de acuerdo, no te pasara nada — dijo aun sosteniéndome.

— El chico está muerto, Lilith empieza hacer el papeleo y lleva el cuerpo, a nuestro equipó de forense para que hagan un informe y entreguen el cuerpo a sus familiares — Anunció Milord.

—El chico, no tiene Familia Milord — dijo Lilith.

— Entonces quemen su cuerpo, Zack has que no pueda escuchar Alex — dijo Milord para que no pudiera escuchar lo que iba a decir.

— De acuerdo Milord —dijo haciendo que no pudiera oír nada.

Es en serio, lo que iba hacer, aún hay sangre en sus venas, como pueden no preocuparse por eso, odio no poder oír lo que iba a decir Milord, primer día y ya estoy en problemas.

— Extraemos la sangre del chico — dijo Lilith.

— Si, extraigan la y lleven la al banco de sangre, por eso es que no quería que escuchara Alex, hay que verificar que no vuelvan a venir voluntarios con su mismo tipo de sangre, para que no pase esto de nuevo, ya sabemos que Alex bajo efectos de esta sangre su mente se nubla y solo piensa en beber hasta la última gota de sangre de la persona, ya puedes dejar de utilizar tu don Zack — dijo Milord.

Esto de no poder ver, hablar y escuchar es horrible, cuando volví a ver de nuevo ya Santiago no estaba solo estaba Milord, Jhon, Zack y Lilith, yo no volveré a ver al chico, no volveré a beber su sangre odiaba eso, sonara egoísta pero no es justo que lo hayan dejado morir, ahora no beberé más su sangre pensé frustrada, Milord interrumpió mis pensamientos cuando empezó hablar.

— No tendrás ningún castigo Alex, ni tampoco serás expulsada ya que te inscribieron aquí para que te aprendieras a controlar y eso es lo que harás, lo único es que serás acompañada por un vampiro de segundo año todos los días cuando te vengas a alimentar, de acuerdo — dijo Milord.

—De acuerdo Milord — dije ya un poco aliviada — y, ¿quién será el vampiro que me acompañará?

— Será mi hijo, estudia con tu hermano y se llama Miguel, mañana te pasara buscando en el desayuno — dijo Milord retirándose del lugar.

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