Capítulo 38: El castillo ya no es seguro.
Esa noche Milord nos mandó a todos a nuestras habitaciones y ordeno que no saliéramos, si él no autorizaba nuestra salida o era algo urgente. En pocas palabras, me encontraba nuevamente encerrada pero esta vez estaba consciente de que lo iba a estar.
Teníamos la orden para salir solamente a alimentarnos, al menos los vampiros. Los demás le llevaban sus comidas a sus habitaciones, lo único bueno era eso o eso es lo que decían los demás de nosotros. Ya que somos los únicos que salimos. No es bueno que te vigilen las 24 horas del día, ni siquiera un minuto te dejan en paz.
Solo podía ver a Scott cuando íbamos a la sala de donadores, o cuando nos podíamos ver a escondidas. Mi velocidad era vital para esos momentos, ni siquiera se percataban de eso, podía salir sin que se dieran cuenta pero solo tenía una oportunidad para lograr eso, si me pillaban estaría en graves problemas.
Ya habían transcurrido tres semanas desde el último ataque, la seguridad había aumentado el doble que la primera noche tras lo que paso, Milord y Miguel venían a verme una que otra noche. Se preocupan de que no sufriera otro ataque de Controlamientos mental. Podían pasar dos cosas si eso ocurría, uno podría matar alguien se interpusiera en mi camino, dos mataría y haría lo que me ordenaran de nuevo.
Me entere por los murmullos de los guardias en los pasillos que Milord mando a los más novatos a su otro castillo que estaba en Alemania, se escuchaba que nosotros íbamos a ir cuando Milord lo ordenara.
— Guardias por favor abran la puerta — ordeno Milord desde afuera de la habitación.
Escuche como la puerta se abría pero no le preste atención, todas las noches eran lo mismo el verificaba que todo estuviera en orden y luego se iba, espere unos minutos y no escuche que la puerta la cerraran, me senté y mire en dirección a la puerta y vi a Jhon, a Miguel, Scott y Milord en la habitación observándome.
— ¿Acaso soy un fenómeno para que me miren así?— pregunte sarcástica.
— Parece que alguien está de mal humor — dijo Miguel sonriendo burlonamente.
— Cállate Miguel — rodee los ojos— ¿Que hacen todos aquí? — pregunte seria.
— Ayuden a Alex recoger sus cosas, los esperamos en el portal — dijo Milord sin más y se retiró.
— Sus cosas ya los enviare a su nueva habitación Milord— dijo Luna entrando sonriente y luego corrió abrazarme— te extrañe Alex.
— Yo igual Luna — dije sonriendo y devolviéndole el abrazo — al parecer fuiste la única que me extraño— murmure y ella miro a Scott y luego a mí.
— ¿No te ha saludado? — pregunto Luna irónica y yo negué y me encogí de hombros.
Presentí la intensión que tenía y la sujete por el brazo y le negué. Seguidamente ella fulmino con la mirada a Scott y él la miro confundido y luego paso la mirada hacia mí. Duramos unos minutos mirándonos pero la aparte ya que Luna me estaba llamando.
— ¿No te hace falta más nada aquí Alex?— pregunto Luna.
—Uumm no, aquí está todo, solo tomare mi chaqueta y podrás enviar mis cosas a donde sea que las envíes — dije sin importancia y tome mi chaqueta.
— No te han dicho nada, verdad — comento Luna.
— ¿Decirme que cosa Luna? — pregunte, mientras me miraba en el espejo arreglándome.
— Nos iremos al verdadero castillo Estrella de la noche. Este, solo se podría decir que es una copia — declaro Luna haciendo que mis cosas se desaparecieran del armario.
¿Alemania? ¿En serio nos iremos? Pensé que solo eran murmullos de pasillos. Me quede perpleja en silencio y escuche que Luna me decía que se tenía que ir ya que tenía que enviar muchas cosas aun, le asentí y se marchó. Me quede observándome en el espejo, note que mi piel había llegado a un tono pálido de cualquier vampiro que no veía el sol por mucho tiempo. Mi cabello estaba marrón oscuro, tanto así que parecía que era de color negro, mis colmillos estaban muy afilados que podía desgarrar un cuello si quería.
— Alex — me llamo Scott y gire a mirarlo.
— ¿Si? — dije mirándolo detalladamente.
— Perdóname, por no haberte saludado — dijo Scott acercándose— no he tenido un buen día y te he extrañado muchos en estos días— comento, tomándome de las manos.
— Yo también te he extrañado — dije abrazándolo — ¿Has estado fuera de tu habitación desde temprano?— pregunte curiosa.
— Pequeña curiosa, deja mi mente en paz — dijo riendo y beso mi frente— pero si, estado desde temprano ya que Milord ordeno que los de rango alto estuviéramos de escolta o algo por el estilo.
— Ya todos los demás están en Alemania, ¿no es así? —pregunte y él asintió.
— Solo quedamos unos 15 vampiros aquí y todos somos de rango alto — declaro Scott.
— ¿Yo he sido la última que buscaron?— pregunte separándome de él.
— Has sido la última porque lo ordeno Miguel, piensan que aun esta por ahí la persona que te controlo y quisieron evitar cualquier ataque— respondió y yo asentí y empecé a caminar en dirección de la salida.
— Es compresible que piensen que los matare a todos. Es irónico porque me gustaría hacerlo — dije deteniéndome y girando a ver a Scott que tenía una expresión seria.
— ¿No hay una forma para que no dejes que te controlen? — pregunto Scott.
— No lo sé Scott, no sé cuándo realmente me controlan, no sé si ahora me están controlando aunque lo dudo porque si no ya fuera hecho algo malo o ya estuviera escuchando esa maldita voz en mi cabeza — respondo molesta.
— Vale cariño, pero no te molestes por eso. Ya encontraremos una forma para que no te controlen, si — dijo Scott, tomando mi rostro para besarme seguidamente.
Habían pasado dos días desde la última vez que había besado a Scott, sus labios se movían despacio y sin prisa pero con una pasión que no había sentido antes. Nos separamos y se me escapo un suspiro y Scott dibujo una sonrisa ladeada.
— Se mi novia Alex — dijo Scott rápidamente.
Me quede quieta un minuto y salte a sus brazos en cuestión de segundos y lo empecé a besar como si no hubiera mañana. Había esperado que me lo pidiera desde que habíamos empezado a salir, me estaba enamorando perdidamente de él y sentía que Scott también lo estaba. Podía sentir sus emociones, no sabía como pero las sentía y eso me agradaba.
Cuando llegamos al salón de baile del castillo, solo estaba un profesor que era un mago, Milord y los demás vampiros de rango alto. Ya los guardia se habían ido y colocado el escudo de protección para que no pudieran notar que el castillo estaba completamente vació. Aun fijaban su mirada en mi por ser la chica al cual controlaron y armo un desastre, ahora no solo me observaban por eso, las chicas me miraban ya que venía tomada de la mano con Scott.
Creían que solo iba hacer una chica de una noche como las demás, pero se equivocaron. Yo soy la chica oficial de Scott ahora, y nadie nos podrá separar por que quieran. Me abrace al brazo de Scott y él me sonrió y me dio un beso en los labios como gesto seguido. Algunas chicas estaban maldiciendo en sus pensamientos y otras pensaban cosas nada agradable sobre mí — les sonreí victoriosamente a las que me estaban mirando— Milord vio que ya estábamos aquí y llamo la atención de todos hacia él.
—Muy bien, ya que nos encontramos todos aquí, se les dará la instrucciones que deben seguir al pasar el portal directo al castillo Night Star en Alemania — dijo Milord detenidamente.
Se sintió como un sonido silencioso pero aturdidor, hice un gesto de disgusto y Milord fijo la mirada en mí y leí su mente.
— ¿Algo anda mal Alex?— pensó Milord y asentí de respuesta.
—Por favor procedan a realizar grupos de cinco y vayan a donde está el profesor Gale — miro al profesor y le dio la señal de abrir el portal y empezaron a pasar, Milord empezó a dirigirse hacia donde me encontraba— ¿Exactamente que fue ese sonido Alex?— pregunto Milord preocupado.
— No sabría explicarlo, pero le aseguro que si vuelve a ocurrir no será nada agradable para ninguno, esto será peor que una tortura físicamente —le advertí.
— Por favor apúrense, el castillo ya no es seguro para ninguno — ordeno Milord — Miguel, Jhon vengan aquí.
—¿Ocurre algo padre? — pregunto Milord angustiado.
— Quedaos juntos por ahora, necesito que los cuatro estén aquí mientras hago que Gale, haga dos portales más para poder agilizarnos más rápido— dijo Milord y asentimos seguidamente.
Escuche nuevamente el sonido pero esta vez creo que nadie lo escuchaba, porque nadie se veía afectado. Sentí mi mandíbula tensarse un poco y apreté el brazo de Scott fuertemente, escuche como se quejó y me miro confundido.
— Alex— se quejó y me miro preocupado por verme tensa — ¿qué te ocurre?
Deje de sentirme tensa y el sonido había parada y solté la respiración de alivio, lo cual no me había percatado que no estaba respirando. Solté el brazo de Scott y me aparte un poco, Scott iba a caminar hacia mí pero lo detuve.
— Detente — ordene y él se paró en seco— no te acerques, no quiero lastimarte— dije y Scott y Miguel me observaron preocupados, pero Jhon se acercó sin importar lo que dije.
—No tienes que alejarnos Alex, ¿está ocurriendo de nuevo? —pregunto Jhon.
— No lo sé, pero ese maldito sonido lo escucho cada vez más y al parecer solo me afecta a mí— dije mirando a los demás.
— Respira profundo Alex, no deje que te afecte, no dejes que te controlen de nuevo— me ordenaba Jhon acercándose más.
—Maldición, detente Jhon — grite y todos voltearon a ver.
Empecé a sollozar, tenía miedo, joder que tenía miedo. No quería que me controlaran, pero anhelaba sentir ese poder de nuevo, pero me negaba aceptar que me había gustado. Esto me ha causado mucho dolor, no quiero sentir ese dolor mental de nuevo.
Otra vez el sonido lo volvía escuchar y molesta mis manos se encendieron en fuego. Fue la única manera de que Jhon retrocediera y los chicos se mantuvieron a tras de él. Solo que daban poco para que se terminaran de ir todos, Milord lanzaba miradas preocupadas a donde estaba yo y escuchaba como maldecía entre dientes por que no estaba Zack.
— Vas hacer lo que te diga Vampira indefensa —ordeno la voz.
Esto era como entrar en estado de trance, escuchaba la voz y mi cuerpo dejaba de responderme a mí y hacia lo que ordenaba la voz.
— No dejes que se terminen de ir esos vampiros.
En acto seguido, en mi rostro se dibujó una sonrisa y no era de las tiernas. Corrí hasta donde estaba el profesor Gale e hice una ráfaga de aire y la lance contra el profesor. Estaba indefenso, tenía abierto tres portales y no podía defenderse de un ataque. Los portales se cerraron seguidamente y el profesor se puso en posición de ataque.
—Vamos a ver de que estas hecho niña — me reto el profesor Gale y solté una carcajada.
—No peleare con anciano — me burle.
— Las apariencias engañan niña— dijo Gale y su apariencia pasó a ser más joven, podría jurar que su apariencia era semejante a la de Milord.
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