Capítulo 31: Lo prohibido es tentador


Cuando escuche ese pensamiento, el hada que estaba discutiendo clavo el cuchillo en el abdomen de la chica llamada Julie. Tenía la mirada clavada en su pierna, podía ver la sangre que corría de ella, pase la lengua por mis labios y me pare rápidamente.

—Alex — grito Miguel — Alex contrólate.

—No puedo hacerlo Miguel —dije mirándolo — ayer no te vi por ninguna parte, así que no pude beber sangre, estoy débil muy débil —demandé con la mandíbula tensa— no me pidas que me controle, no ahora.

—Joder Alex detente o dejo caer el escudo — amenazó Miguel.

Me detuve en seco y pasaba mi mirada del hacia Julie que se estaba desangrando. Maldecía entre dientes y empecé a golpear la mesa que tenía a mi lado frustrada.

"No hagas lo que te diga"

"Ve tras esa chica y bebe su sangre, saciad tu sed" — repetía una y otra vez.

Empecé a reír fríamente negando y levanté la mirada hacia Miguel, su mirada había pasado de molesto a preocupación en segundos. Lo observaba fríamente con una sonrisa ladeada.

—No te hare caso — dije sonriendo fríamente— No sé quién rayos está pensado y diciéndome que no te haga caso —dije ahogando una risa y solté un suspiro— esto es tan tentador — dije despacio y volteando a verlo.

—Alex, no vayas hacer una tontería— dijo Miguel nervioso— sabes que está prohibido morder a alguien— exclamó.

—Recuerda esto — dije caminado hacia el— Lo prohibido es tentador — le susurre cerca del oído y me gire — y lo tentador es lo mío — murmure alejándome.

Salí del escudo y me estremecí un poco, pude sentir el dolor, pero era muy leve. Aun podía leer los pensamientos y cada vez decía que siguiera caminando hacia Julie y terminara con su sufrimiento —Iba hacerle un favor —pensé — Empecé a mover mis manos haciendo que el aire formara un remolino a mi alrededor. Las sillas salían volando lejos de mí, las mesas chocaban entre ellas haciendo que resonara cuando caían las sillas.

"Acaba con ellos, en especial con los lobos"

Sonreí por el pensamiento y el aire paso hacer fuego en segundos, vi como muchos ponían cara de horrorizados y empezaban a correr hacia la salida. Con un rápido movimiento de manos hice que una ráfaga cerrara las puertas y negué hacia ellos.

"Mata a la chica Hada, y podrás continuar"

Gire en dirección de Julie y un chico estaba frente a ella, tratando de protegerla. —Un intento inútil porque ella va a morir — pensé.

—Aléjate de ella — gritó el chico.

—Empecé a reír levemente — Porque me tendría que alejar —dije mientras levantaba mi mano con fuego en ella— no la ves cómo está sufriendo —comenté y el giro a verla.

—Solo déjala en paz — amenazó mientras algo de su cintura se movía y era un látigo con unos de sus encantos de serpiente.

—Una propuesta interesante, déjame pensarla — dije mientras observaba mi mano— uumm creo que no la tomare.

"Acaba con el"

—Será un placer —susurre para mí y me lance contra él.

El chico agarro su látigo y lo lanzo contra mí, lo esquive con facilidad por mi habilidad y lance una ráfaga de aire haciendo que él chocara contra la pared y sus huesos crujieran mientras el ahogaba un grito de dolor. Me giré y empecé a caminar hacia Julie y ella se levantó del suelo y se sujetaba la herida con la mano mientras se alejaba de mí.

—Por favor, no me mates —suplicaba sollozando.

Mientras más se movía más sangre hacia que saliera de la profunda herida que tenía —está desperdiciando mucha sangre —pensé negando y sonreí mostrando mis colmillos—

—Esto será rápido y no te dolerá — dije sutilmente — eso te lo prometo.

Julie choco contra la pared y empezó a llorar. La sujete por el cuello asfixiándola y pase mi otra mano por la herida llenándola de sangre, la presione haciendo que Julie se quejará. Lentamente empecé a calentar mi mano en su herida y se retorcía bajo mis manos, intentando zafarse de ellas. En un movimiento rápido mordí su cuello y ella grito, la inmovilice con mis piernas y su pulso empezaba a debilitarse.

Siento como algo me golpea en la pierna y se sujeta alrededor jalando hacía atrás tirándome al suelo. Volteo y veo al chico de nuevo de pie —por qué no terminas de morir imbécil. Esta vez no tendré piedad contigo— pensé— Me pare del suelo, y levante mi pierna girando hacia la derecha, golpeándolo directo en el rostro. Uní mis dos manos y empuje hacia él una ráfaga golpeándolo contra la pared y dejándolo inconsciente.

— Julián, Julián — repetía murmurando Julie.

— El amor, el amor — dije sarcásticamente — razón para destrozar muchos corazones— exclamé — ahora, acabaré con esto de una vez por todas.

La sujete por el cuello y lo gire haciendo que su cuerpo se desplomará en el suelo. Clave mis colmillos por última vez y bebí toda su sangre. Cuando me separe de ella, me quede quieta arrodillada frente a Julie, mirando su rostro.

— Que hice — murmuré mirando mis manos.

El comedor había quedado en completo silencio, se podía escuchar las aves que volaban a fuera en el campus. Hubo un ruido en seco golpeando el suelo, me levanté y empecé alejarme lentamente del cuerpo de Julie. Tenía la mirada clavada en mis manos que estaban cubiertas de sangre. Tropecé con una silla y caí al suelo apoyándome de mis manos, las lágrimas habían empezado a caer por mis mejillas. — Otra vez estaba ocurriendo, otra vez habían controlado mi mente, otra vez había matado a un ser vivo— pensé.

— Alex — me llamo Jhon y levante la vista.

— Esta muerta — murmuré mirándolo— ella está muerta — dije con la voz entre cortada.

— Alex ¿De quién hablas? — preguntó Jhon preocupado.

— Yo la mate — lloré — yo la mate con mis propias manos.

— Alexandra ¿Que sucedió? — preguntó firme Milord.

— Joder yo la mate — grité pasando las manos por mi cabello — está muerta, por mi culpa, volvió a ocurrir Jhon, volvió a ocurrir— dije mirándolo.

— Alex, Alex escúchame — dijo Jhon agachándose y sujetando mi rostro— Cálmate, vamos respira conmigo— dijo y empecé a respirar calmadamente— eso es, ahora, ¿ocurrió como la primera vez? — preguntó.

— Esta vez el deseo era más fuerte — dije limpiando mis lágrimas— la sensación me gustaba, tener el control de mi fuerte en tal magnitud me gustaba— dije bajando la voz.

— Los pensamientos ¿De quién provenían? — preguntó Jhon.

— No lo sé Jhon, no lo sé— dije negando y levanté la vista hacia Milord.

— Milord — dijo Jhon levantándose— Alguien estaba controlando a mi hermana, pero — dijo viendo alrededor— no creo que solo allá controlado a Alex.

Muchos estaban sentados o apoyados en las paredes o mesa, observando al vacío. Conocía el sentimiento muy bien, el deseo de matar, el deseo de saciar la sed de sangre tan violentamente era demasiado fuerte y hacia parecer como si nadie te estuviera controlando. Solo hasta después de hacer lo que los pensamientos te ordenaban, te das cuenta de lo que habías hecho.

Me levante y vi a Milord, que tenía una expresión sería. No sabía si estaba molesto, decepcionado, o no sabía qué hacer. La profesora Elizabeth, venia molesta y fijo su mirada en mí.

— Pequeña Vampira insolente —grito Elizabeth señalándome— como te has atrevido a tocar a mis alumnos.

Retrocedí hasta chocar con una mesa y Milord se giró hacia la profesora. —Ya estoy expulsada, es lo más seguro que vaya a ir a recoger mis cosas—pensé.

—Tú no te iras a ningún lado Alex — dijo Jhon mirándome— esto no fue culpa de mi hermana.

—Entonces ¿Quién mato a mi alumna y dejo inconsciente a uno de ellos también? —Preguntó Elizabeth— responde ¿Quién lo hizo, sino fue tu hermana? —ordenó.

"No dejes que te intimide"

—No de nuevo— susurre y coloque mis manos en mi cabeza.

"Levanta la vista y mírala"

—No dejare que me controles, no de nuevo, sea quien seas —dije entre dientes.

—Alex — dijo Jhon viéndome.

Empecé a reír levantando mi vista poco a poco y empecé a resistirme.

—Váyanse de aquí todos —ordené.

"Muy tarde para avisarles"

Las lámparas empezaron a explotar seguidas una tras otra, los vampiros de rango bajo, los lobos novatos y las hadas salieron del comedor y solo se quedaron los que estaban de rango alto y rango medio. El profesor Zack había llegado y humo negro empezaron a salir de sus manos, primero perdí mi vista, luego mi voz. Intente orientarme con mis manos, pero sentí que me sujetaban de la cintura y olí el aroma de Scott y me quede quieta.

—Soy yo, tranquila yo te guiare— susurro Scott en mi oído y yo asentí.






Holaa pequeños mortales :3

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