Capítulo 28: Será un placer concederte ese deseo
Sinceramente empiezo a pensar, que mis días en este castillo, es pasarla en la enfermería por estar herida o algo mas — pensé— Me encontraba acostada en la camilla mientras el doctor revisaba, veía mis ojos, mis oídos, hasta mi pulso lo reviso. No crean que estoy muerta, si tengo pulso, o al menos lo tenemos los que nacimos, los vampiros que han sido convertidos, obviamente pierden su pulso, dejan de ser simples mortales — pensé irónicamente.
— ¿Cómo te sientes Alexandra? — preguntó el doctor Evans.
— Sí le soy sincera, me siento terrible, pero no son dolores físicos — dije y el doctor Evans me miro extraño.
— ¿Entonces no sientes ningún dolor físicamente? — preguntó el doctor Evans.
— No — dije negando — el dolor de mi cuerpo ya paso, pero, ahora queda el dolor de mi cabeza. Ese sonido — dije haciendo una mueca de dolor al recodarlo — era terriblemente ensordecedor y doloroso, es lo peor que he podido sentir hasta ahora.
— De acuerdo Alexandra, llamaré a unos de los doctores que es mago — dijo mirándome — el hará que ese dolor desaparezca y puedas descansar aquí esta noche.
— Quedarse aquí — dijo Jhon inquieto.
— Estaré bien aquí Jhon — dije dedicándole una sonrisa y se relajó un poco — te puedes ir a seguir disfrutando el baile o dejarás a esa chica sola en todo el baile.
— Estas seguras, estarás bien aquí tu sola — dijo Jhon ignorando lo que le dije.
— Tranquilo Jhon, yo me quedaré con tu hermana — dijo Miguel apoyado en la puerta de la habitación donde me encontraba.
— De acuerdo — dijo empezando a caminar hacia mí — estaré pendiente de ti, no creo que me pueda seguir divirtiendo sabiendo que estas aquí en la enfermería — dijo mirándome y pasando su mano por mi mejilla — llámame si ella necesitas algo — dijo Jhon mirando a Miguel y el asintió, para luego mirarme y besar mi frente.
POV's Miguel
El doctor Evans había venido con el doctor Jung, es el que dijo que llamaría. El doctor Jung estuvo rato haciendo que el dolor de Alex pasara y ella no paraba de hacer gesto de quejas, pero no decía nada, ella dejaba que el doctor hiciera su trabajo. Ya había pasado una hora desde que el doctor llegó y aun Alex sentía dolor, pero decía que era Más pasable ahora.
Y así duro hasta que se quedó dormida, el doctor venia varias veces para ver como seguía Alex, su mandíbula estaba tensa y sus manos estaban cerradas en puños, me acerque y coloque mi mano en su hombro cerca del cuello y empecé atrasar círculos con mis dedos. De una u otra forma eso la estaba calmando y lo seguí haciendo hasta que darme dormido.
Aún estaba dormido, pero consiente de lo que pasaba a mí alrededor, pude sentir como varias veces entraron a la habitación y volvían a salir rápidamente, supuse que fue el doctor ya que era el único que venía. Sentí como Alex movía su brazo y empezó a jugar con mi cabello y soltó una sutil pero pequeña risa. Abrí los ojos y levanté mi cabeza para mirarla, se veía mucho mejor que anoche, aun llevaba el vestido negro, se había recogido el cabello en una cola alta y también se había quitado el maquillaje. Pude notar que su piel también estaba perdiendo su bronceado poco a poco, aquí en Gales no hace mucho sol, siempre está parcialmente nublado o lloviendo.
— Duermes como una roca Miguel — dijo Alex riendo.
— Así — dije mirándola divertida — ¿cómo te sientes? — pregunté.
— Mucho mejor, gracias — dijo mirándome — Sabes si el doctor vendrá.
— El doctor ha venido toda la noche, después de que te quedaste dormida — dije bostezando un poco y pasando mis manos por mi cuello.
— ¿Te duele? — Dijo Alex mirándome, pero al notar la confusión en mi rostro señala mi cuello — ¿te duele el cuello? haber dormido así toda la noche como estabas, te debe de doler.
— Aagh — murmuré e hice una mueca — un poco la verdad — dije haciendo sonar los huesos de mi cuello.
— Si quieres te puedo dar un masaje, mis manos son la gloria — dijo Alex divertida.
— Un masaje me vendría bien, vamos a ver si tus manos son la gloria cariño — dije mirándola con una ceja elevada.
— Primero deberás quitarte esa chaqueta y tu camisa — dijo Alex sentándose en forma de indio.
— Cariño si querías que me quitara la ropa solo me lo tenías que decir — dije guiñándole el ojo.
Cuando me iba a quitar la chaqueta alguien toca y pasa a la habitación y era el doctor y más atrás venia Jhon y otro chico.
— Será para la próxima — susurro Alex viéndome y yo le guiñe el ojo.
— Hola Alex, veo que te encuentras mejor — dijo el Doctor Evans.
— Sí, me encuentro mucho mejor doctor, gracias — dijo Alex sonriendo.
— Perfecto, ahora puedes irte, tratemos de no volver tan pronto a la enfermería —dijo con una sonrisa el doctor.
— Eso de lo por hecho — dijo Alex riendo.
POV's Skay
Había perdido el conocimiento luego de ver como golpeaban a Dante y lo dejaban inconsciente. Me he despertado acostada en una habitación oscura, apenas hay una bombilla encendida a medias, no hay ventanas, solo hay dos puertas por lo que intuyo que una es la del baño y la otra para salir de aquí. Intento ponerme de pie, pero es inútil, mi pierna a un no a sanado en su totalidad, ahogo un grito y muerdo mi labio inferior por el dolor.
El sonido de la cerradura de la habitación empezó a sonar, mientras yo intentaba no moverme para que mi pierna no doliera. Un chico de cabello azul entró en la habitación con una bandeja y una mochila, aún tenía la máscara que le cubrí casi todo el rostro a excepción de su boca. No tenía la misma ropa de esta noche o la de ayer en la noche, ni siquiera sé, si ya amaneció o aun es de noche.
— ¿Qué quieres de mí? —pregunté adolorida.
— Habría muchas cosas, que me gustaría hacer contigo —dijo con una sonrisa perversa — pero, no serán posibles — dijo detenidamente, dejando la bandeja en la mesita que se encontraba a lado de la cama — si quieres sobrevivir tendrás que cooperar querida— dijo pasando su mano por mi mejilla y me aleje en un acto seguido.
— No haré nada que ponga en peligro a mi manada — escupí con enfado.
— Veo que eres una chica ruda he — dijo con una sonrisa vacilante en su rostro — querida, será peor si no cooperas — dijo mirando mi pierna, el cual se encontraba ya de un color morado — eso no se ve nada bien — negó — puedo hacer que pase el dolor, si cooperas — dijo volviendo la mirada hacia mí.
—Prefiero morir antes de decirte algo imbécil — dije moviendo la pierna y mordí mi labio ahogando un grito.
— Será un placer concederte ese deseo... Skay no es así — dijo un vampiro entrando a la habitación.
Esto debe ser una jodida broma de mal gusto —pensé— ni de broma diré algo, pero tampoco moriré aquí, debo escapar o al menos intentarlo. Sera muy difícil intentarlo con mi pierna así.
— ¿Donde esta Dante? —pregunté mirándolo.
— Tu Alfa, él está bien o al menos recuperándose en la enfermería — dijo pasando una mano por mi pierna haciendo que el dolor volviera lentamente — no tuvimos la oportunidad de traerlo con nosotros, pero sé que él te buscará y te encontrará—detuvo la mano y apretando un poco, solté un jadeo por el dolor que trasmitía mi pierna — y luego, vendrá la diversión para mí — dijo soltando una risa entre dientes.
— Él te va a detener y romperá, justo como romper una rama de un árbol — dije fulminándolo con la mirada.
—Que tienen los lobos con sus amenazas vacías — dijo el vampiro mirando al chico de cabello azul.
—Ni yo me lo explico, en serio, son una especie que ya no deberían ni de existir — comento el chico de cabello azul.
— ¿Te parece si jugamos un poco a las preguntas colega? —preguntó el vampiro.
— Esto será divertido — dijo el de cabello azul dejando caer su mochila y varias cosas salieron de ellas.
Empezó a sacar unas correas de cuero y se las paso a el vampiro, seguidamente el empezó a sujetarlas a las patas de la cama y a mis muñecas y luego a mi tobillo de mi pierna buena para luego pasar al tobillo de mi pierna rota. Solté un grito quejándome con el apretó la correa a mi tobillo y pude notar como el soltaba una leve risa.
— Maldito imbécil — susurré.
— Esas no son palabras de una dama — dijo el chico de cabello azul sonriendo y humedeció sus labios con su lengua — Seguro te divertirás, tanto como nosotros querida — dijo susurrándome al oído y me estremecí por sus palabras.
No tenía ni la más mínima idea, que iban hacerme, solo pensaba una cosa, pero no quería pensar en esa posibilidad. Escuche como sacaba más cosas de la mochila, me obligaba a no voltear para mirar que cosas eran, pero mi curiosidad podía más. Maldije una voz baja por ver las cosas que eran. Había un regulador de corriente y unas pinzas de metal — Era jodido metal — pensé— no creo que esto sea divertido, al menos no para mí. Empecé a jalar mis muñecas, pero era inútil intentar jalarlas ya que se apretaban más.
— No luches contra las correas linda — dijo el vampiro a milímetros de mi rostro — deberías de estar feliz con ellas, después de todos eres una loba —dijo sonriendo mostrando sus colmillos — apuesto que tu Alfa ha utilizado bastantes veces estas correas contigo en su cama.
Como se atreve a decir eso de mí. Pude sentir como la temperatura de mi cuerpo aumentaba, sentí mis propios colmillos aparecerse y mis ojos tornarse al color gris plomo de un omega, las correa en mis manos impedía que cambiara de forma. Lo único que podía era gruñir, pero intentar retener mi transformación hacia que el dolor de mi pierna se intensificará.
— Es divertido ver tu inútil esfuerzo de trasformación, estas correas son especialmente hecha por cazadores — dijo el vampiro riendo y tocando la correa que sujeta mi muñeca derecha — y nada de lo que hagas podrá hacer que se rompa — se giró y se apoyó en la mesa cruzando los brazos en su pecho mirándome.
— Ya podemos iniciar con esto amigo — dijo el de cabello azul, tocando las pinzas de metal entre sí, haciendo que soltaran un chispazo.
— Iniciemos entonces — dijo el vampiro con una sonrisa — estas son las reglas, por cada respuesta mala es una descarga eléctrica muy dolorosa — dijo sonriendo más hasta que se notaran sus colmillos sobre salir — pero, si respondes bien, mi colega podrá hacer que el dolor de tu pierna pase con su magia ¿Estás de acuerdo con las reglas linda? —preguntó fingiendo amabilidad.
— Estaré de acuerdo cuando pueda arrancarte la cabeza — grite molesta.
— Eso me sonó a que si estaba de acuerdo — dijo el vampiro ignorando lo que dije.
— Primera pregunta ¿Dónde puedo encontrar a Phil Turne? —pregunto firme.
— Eso no es mi maldito problema — dije gritando.
— Respuesta incorrecta — dijo el chico vampiro, sonriendo — te doy el honor —le dijo al de cabello azul.
El chico empezó a caminar hacia mí con las pinzas e iba a ponerlas en mis piernas
— Esto solo dolerá un poco — dijo sonriendo sínicamente.
Cuando la colocó en mi pierna rota empecé a gritar como nunca lo había hecho antes.
Espero que les guste este capítulo :3
Que Team son ustedes #TeamChris #TeamScott #TeamMiguel *u*
Denle en la estrellita os prometo darles galletas
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