066 se tensó al escuchar a su anfitrión nombrar el nombre de "Elijah" después de tanto tiempo, y es que durante los años que estuvo descansando más bien guardando luto, Luciel no volvió a mencionar el nombre de Elijah. Por eso que el escuchar tal nombre y que saliera de la boca de Luciel, le hizo saber a 066 que en el fondo por mas duro que se muestre, su anfitrión extrañaba a quel hombre que enterró en ese primer mundo.

Y a esa persona en cuestión de segundos su aguda mirada de ese hombre de aspecto autoritario; se oscureció tras ser llamado de esa forma, en si no le molestó que Luciel dijera ese nombre.

Lo que hizo sentir disgusta e irritado a ese Adonis es en la forma en que se expreso Luciel, la mirada de inmenso anhelo y esperanzada que ni el propio Luciel se había percatado de ello. Eso le orilló a ese hombre bajar con elegancia de ese Lamborghini, negro. Queriendo saber una sola cosa que le preguntaría a Luciel.

Ya fuera del auto de pie dejo ver su sensual figura, unas sexys piernas largas y no es para menos si bien estaba midiendo; 1.88 metros de altura. Él emana una increíble masculinidad tan increíble como lo es su escultura cuerpo bien definido.

Casi como si cada músculo marcado en su cuerpo hubiese sido trazado minuciosamente por el mejor escultor, cual pincel definiendo las líneas y dureza de esos abdominales, antebrazos, pero en lo que mas hubo mucho esmeró; fue en detallar la magnífica espalda mas sus amplios hombros y de estrecha cintura que se podría considerar de sirena, ¿cómo podrías quitarles los ojos de encima a tal maravilla? Era algo e imposible y Luciel lo sabía.

Él no podía dejar de observar el ovalado y tan cincelado rostro de ese hombre, sus pestañas largas son tan azules como su cabello simi-largo cayendo un dedo bajo su cuello, mechones sueltos sobre frente a lo que cubrían tan bonitas cejas suavemente arqueadas.

‹El golpe en la cabeza de ayer me está haciendo ver y pensar cosas absurdas, o el que este fingiendo tener amnesia pueda que también esté influenciado en mí... podrá tener el mismo color de ojos y quizás la mirada pero solo existe un Elijah...y ya lo enterré.›

—¡Niño está es alguna táctica destructiva para poder llegar al joven maestro!—Exclamó, un esbelto hombre de cabello marrón.

—¿Qué?—Frunce el ceño.

Porque donde sea que vaya me encuentro con gente como está, ¿sus ojos para que los tienen? ¿No se dan cuenta de mi expresión o fingen ignorarlo?

<¡Anfitrión, por favor!> Se exaltó al notar la oscuridad alrededor de Luciel. <Guardemos la calma, ¿si? Recuerde que estamos yendo a la estación de policía. ¿Lo olvido?> 066 se esmera para que Luciel no asesine al primer día de haber llegado a este mundo. [Que estás esperando para decirme quién rayos es.] Para matarlo después por supuesto.

—Ni siquiera se quienes son ustedes, solo los de tuve porque quería pedir su ayuda.—Vacío toda emoción quedando únicamente una mirada inexpresiva, vacía.

Eso no paso desapercibido para el hombre adulto, sin darse cuenta una de sus ya estaba sosteniéndo bruscamente la barbilla de Luciel. Sonriendo fríamente al ver la reacción inmediata de Luciel.

—¿Qué excusa más absurda?—Pregunta, tiene un timbre de voz autoritaria, pero con un toque melodioso  como si cambiará según su cambio de humor—No soy tan fácil para caer en alguna especie de coqueteo que este planeando realizar.—Su dedo pulgar presionó los labios de Luciel, sin percatarse que estuvo a poco de lamerse sus jugosos y rojizos labios.

—¿Quieres morir?—"Esto se siente tan familiar" pensó, al mismo tiempo que procede a dejar salir una presión sofocante.—No soy tan paciente.—Agarra ambos lados de la camisa del contrario, tirando al mismo lado para cubrir la desnudez de ese exuberante pecho (que no se note que tengo una afinación por las grandes pechonalidades...digo, buenos sentimiento)—El coqueto y exhibicionista es otro.

—Buena manera de que evitar tus obvias intenciones.—Se libera del agarre de Luciel—Si quieres que te crea...

—No me importa lo que piense.—Sigue queriendo cubrir la parte expuesta del pecho de ese hombre.—Puedes creer lo que se le venga en gana.

—Primero; respeta a tus mayores—Y segundo, si no era para llamar mi atención, ¿entonces por qué saltaste a la carretera si no era para seducirme.—Es persistente sin inmutarse ante la presión de Luciel, o de su mirada asesina.—Buscarte una excusa más creíble y mejor solo dime, ¿quién te mando a seducirme?—Lo volvió a sostener de la barbilla.

Esa pregunta dejo a Luciel con su mano sobre la del contrario, principalmente tenía la intención de retorcer tan fuerte que los huesos quedarían expuestos. No obstante; eso cambio tras escuchar esas preguntas tan familiar, un deja Vu.

—Que mierda de historia es está.—Retiro de su barbilla la mano de esa persona.

Luciel estaba seguro que algo así fue la primera conversación que tuvo con Elijah, en ese entonces. Creyendo que alguien se está esmerando en jugarle una especie de broma, una que lo está cabreando y podría acabar con todo antes de completar la misión.

—Por lo visto tus ojos están solamente adornó en tu rostro.—Señala la cabeza.—Estoy lastimado y es por ese motivo que detuve el auto.

[¿Cuánto mas tengo que esperar para saber su información? Se me está antojando pantera al carbón.] 066 se estremeció al ser sujetado y sacudió por su anfitrión. [Dime que puedo matarlo] <¡No puede hacer eso!> [¿Por qué no?]

—Lo noté desde que te vi caminando.—Dije pero lo que no le hice saber fue; que ese era uno de los motivos por cuál pedí que detuvieran el auto, la otra otra razón fue porque quería escuchar su voz

...fue extraño pero tenía esa loca necesidad de oír su voz como si estuviera buscando algo por medio de ella, solo que no es algo que diré en voz alta porque es una completa locura, y porque este joven tiene motivos ocultó. O, ¿por qué me llamo como si me conocería?

—¿Entonces como sabes mi nombre si no me conoces?—Fui testigo de como esa expresión imponente, llena de sed de sangre desapareció. Dejando ver únicamente sorpresa en sus ojos.

—¿Qué?—Esa mirada que en su momento era imperturbable flaqueo y de que manera.

Ese cambio de actitud en Luciel le hizo sentir acidez estomacal, y es que era consciente que cualquier perturbación que pueda causar el nombre "Elijah" no era debió a él.

—Me están jodiendo.—Solto una risilla incrédula, preguntándose en si era posible una casualidad tan absurda como está.

[Por eso no podía matarlo, ¿solo por qué se llama igual que mi Elijah?] Eso le hizo enfurecer todavía mas, estaban jugando con fuego y Luciel acabaría con ese fuego mucho antes de salir quemado. Si darse cuenta que había dicho; "mi Elijah."

—¿Qué es ese Elijah para ti?—Lo agarra de la cintura, tirando hacia su cuerpo.

Se percibía posesividad en en la pregunta ese hombre cabello azul, y 066 también estaba confundido con los resultado de los análisis en los signos vitales del mayor, no entendía del porque ese nivel de malestar en Elijah.

—Puedo notarlo cuando lo nombras...—¿Por qué eso me hace sentir tanta amargura que nunca he sentido?

Como si hubiese tragado una bilis, eso pasa cada vez que noto que su voz y mirada se suavizan al escuchar ese nombre, que es mi nombre pero esas expresiones en él no me pertenecían a mi...¿eso es lo que provoca tal malestar? ¡Absurdo! Eso no puede ser posible si a penas lo conozco, pero... ¿Entonces del porque mis intensas ganas de saber que es esa persona para él?

—Esa persona para ti es...

—Una persona muerta.—Mordió ligeramente el interior de su labio, y ahora fue su turno de sostenerlo de la cintura, empujándolo sobre el auto.—Eso es lo que es.—En ese instante su voz se suavizó un poco, había nostalgia.

Elijah cayó sentado mirando hacia arriba justo lo que quería el contrario, se negaba a ser la persona que mirara hacia arriba y no abajo como lo estaba haciendo anteriormente Elijah.

<No puede acabar con él no solo porque se llama así, sino porque él es la persona con la que lo van a comprometer...> [¿Anciano decrépito? ¿de dónde?] Es por eso que no podía elimínarlo si es alguien que debo de proteger, y con quién tampoco debería de relacionarme según los deseo de este cuerpo.

<De hecho esta por cumplir 28 años, considerando su edad y la de Frey, 18-19. Si se consideraría mayor.> Señaló. [Sin embargo, mi edad real ya rebasó los 25 años.] Mencionó como si nada. <Ya veo...¡¿Qué?!> Gritó, siendo empujando ya que alzo la voz cerca del oído de Luciel, por ello lo enviaron a volar lejos. <¿Cómo que su edad real no es de 25 años?> ¿Qué tan viejo es?

—Como sea.—Se aleja de Elijah.

—¿Dónde crees que vas en esas condiciones?—Antes de darme cuenta mi mano se aferra a su muñeca, sin la intensión de dejarlo ir.

Sé que eso está mal y podría ser acusado, pese a eso mi cuerpo no quiere hacerle cazó a la razón. Y se supone que me estaba dirigiendome a cancelar el compromiso con esa familia, no me casaré para ser infeliz a la otra persona porque amor de mi parte no hay para dar.

—Si ayuda es lo que quería entonces te ayudaré.

—Ya no la necesito.—No me agrada nada esto.

Cuando alguien quiere sujetarme de cualquier parte de mi cuerpo, suelo reaccionar antes que eso pase. No obstante, aparte de Elijah nada podía tocarme sin que reaccionara bruscamente, pero verme aquí siendo agarrado por está persona.

<Anfitrión, no hay tiempo.> Comunicó. <El protagonista está a seis metros, corre tan rápido como puede mas cuando lo conoció desde la distancia.> [Ya veo.]

—Tengo que irme.—Le da un manotazo.—Necesito ir a la comisaría.

<¿Qué está planeando?> [¿Acaso no puedes verlo?] Contesto con otra pregunta, dándole una mirada de; "Y dices ser un sistema con alta inteligencia."

—¿La comisaría?—Él solo asintió.—¿Por qué?—Deja de estar sentado, pone sus manos en los hombros de Luciel.—¿Está relacionado con la venda en tu cabeza?

—Sí.—¿Por qué reacciona tan exaltado?—Así que soltarme, tengo que ir con mi mamá y hermano.—De un segundo a otro sus hombros tiemblan.—Ellos me están esperando, necesito regresar.

—No fuerces tu respiración, si sigues respirando tan rápido será muy malo.

El estaba bien pero ahora se encuentra exaltado, se puso así porque mencioné la lesión en su cabeza, pueda que haya sido una especie de detonante que lo llevó a ponerse en ese estado.

—Me disculpó sí.—Luciel lo vio con rareza.—No me veas así, solo me estoy disculpando por verte malinterpretado y por verte detenido cuando por lo visto solo estabas huyendo.

"Está persona está mal de la cabeza." Pensó, alejándose nuevamente pero Elijah lo volvió a jalar y está vez tenía la intención de levantarlo en su brazos, sin embargo eso no se iba a poder.

—¡Luciel, con que aquí estabas!—Un cansado Frey se lanzó sobre Luciel.—Dios, estaba tan preocupado de que te haya pasado.—Lo revisa de pies a cabeza.

—¡¿Quién eres tú?!—Corre a esconderse detrás de Elijah.

Si está persona hablo tanta mierda lo que me llevó a perder mi oportunidad de ir al estación de policía; ahora tiene que servir para algo.

—L-Luciel.—"¡Que atractivo!" Exclamó, sin poder quitarle los ojos de encima a Elijah. Olvidándose que estába ahí para llevarse a Luciel no para quedarse boquiabierto al ver el deslumbrante hombre de cabello azul, hermosa piel bronceada.

—¿Como sabes mi nombre?—Ese bastardo se está comiendo con la mirada a este hombre.

Elijah vio la oscuridad en los ojos de Luciel, en vez de asustarse se emocionó porque esa reacción si era por él. Se dió cuenta que al joven no le gusta como Frey le estaba mirando.

—Como no voy a saberlo.—No es momento de quedarse absorto, pero como no quedarse en ese estado si es la primera vez que veo alguien así de atractivo, masculino. —...Tal vez estes confundido por el golpeé que te diste, traes caer porque tu hermano no quería que vinieras con tu familia.

‹Vaya nivel de maldad en este desgraciado, usar a su favor la supuesta amnesia que tengo. ¿Qué hará cuando me recupere? Ni debería de preguntarme lo obvio, me dará otro golpe para que me vuelva amnésico para siempre.› Luciel se está planteando diferentes métodos para castigarlo, hacerle algo peor de lo que quería el anterior dueño de ese cuerpo que Luciel está poseyendo.

—Eso es...

—En serio te estoy diciendo la verdad, ven conmigo. Por favor—Te voy a explicar las cosas ya que tus recuerdos están...—Se detuvo en secó al ser detenido por Elijah.

El ya mencionado no iba a permitir que diera un paso mas no cuando Luciel estaba temblando, agarrando y jalando con fuerza la camisa del contrario.

<Si sigue terminará rompiendo esa camisa.> Tiembla y se mira tan asustado, pero en su interior ni siquiera hay perturbación. Sus signos vitales están más calmados que nunca. [Tiene dinero, puede comprarse más.]

[¿Estás grabando todo?] <Sí, desde el momento en que llegamos aquí.> Infla su pecho, llevando sus manos a la cintura. [¿Qué?] Lo ve como rareza. [No te comportes como un pollo.] 066 se desinfló en cuestión de segundos, esperaba un buen trabajo porque lo hizo antes de que se lo ordenarán.

Luciel solo sonrió si desde un principio se dió cuenta de lo que quería escuchar 066, y estába meditando si debería o no decirle.

[Buen trabajo.] Al final se lo dije. <¡Sí!> 066 volvió a la vida, sonriendo así quisiera ocultarla no pudo hacerlo del todo. Recibir un elogió por parte de Luciel costaba mucho y por eso es muy valioso.

—No de un paso mas o no respondo.—Advierte, y solo entonces Elijah permitió que su guardaespaldas hiciera su trabajo.

—Sere yo el que no responda si no dejan que hable con mi hermano mayor.—Esto no tiene que volverse un problema, mi padre me envió un mensaje diciendo que el viejo que quiere ser mi prometido está viniendo.

—Luciel, mírame.—Busca que lo miré.

—¿Eres mi hermano?—Como una ovejita temerosa inclina su cabeza a un lado, mirando fijamente a Frey.—¿Lo eres?

—¡Sí!—Es mas facial lidiar con un rebelde mal hablando que con esta versión, muy estúpido.—Así que aléjate de esa persona y ven aquí.

—Yo...¡¿Uh?!—Detuvo todo movimiento y cada músculo en su cuerpo se volvió rígido.

Sus ojos cual flor en plena floración se abrieron ampliamente, estába verdaderamente asombrando pero también había confusión en Luciel, así como una llovizna de inexplicables sensación, emociones, azotó su apagado corazón.

—...Elijah.—Susurró incrédulo, absorto en esas llamas de fuego ardientes tras la espalda del ya mencionado.—Elijah.—Volvio a repetir al tiempo que se pellizco el brazo, verificando que esto era real.

—¿Sí?—Me está volviendo a llamar tal cual como cuando nos conocimos, su voz suave y nostálgica. Cargada de tanto anhelo que logra tambalear mi corazón, ¿qué está sucediendo?...no entiendo nada.

<¡¿Anfitrión?!> La pequeña pantera se asustó ante los acelerados, desbordantes latidos de ese endurecido corazón. Un corazón que únicamente había reaccionado ferozmente para luego apagarse ese día, el día en que Luciel vió morir a Elijah. Cuando lo enterró.

‹No eran solo palabras vacías ni mucho menos los delirios de un muriendo, él hablaba enserio cuando juró que no me dejaría en paz, ¿eh? Que no ibas a permitir que me acostara con nadie mas que no fueras él, que si hacía eso de dormir con alguien mas me iba a maldecir para que mi mi miembro nunca se me levantará...› Sonrió ligeramente, acaricia el tatuaje en la espalda del contrario, sintiendo el estremecimiento del mayor.

<¡Ese tatuaje es...!› No podía creerlo, pero era el mismo que se hizo Elijah en ese instante. [No digas nada más sino quieres quedarte sin pelaje.] Advierte, ignorando absolutamente todo y solo se digno abrazar a un confuso Elijah.

—...¿Ese tatuaje?—¿Qué es esa sensación en mi pecho? ¿Por qué un corazón que no a sentido nada late de esa manera? Hay un solo desastre en mi al punto de ser molesto.

—No es un tatuaje, es una marca de nacimiento...¿rara?—Con tuvo el aliento.

—No...—No sé que está pasando pero únicamente quiero seguir abrazándolo.—Es una marca única lo que la vuelve invaluable.—¿Qué estoy diciendo?

Luciel no sabía cómo reaccionar o de como explicar, interpretar lo que está sintiendo. Los latidos de su corazón nunca se habían escuchado tan fuerte como lo son ahora, al igual que su sangre hirviendo pero no de enojo, era por algo más.

No cabía duda que había extrañado a ese hombre que creyó nunca más volver a ver, y solo en ese instante Luciel entendió del porque desde un principio lo reconoció con solo verlo. No importa su nueva apariencia porque él conocía el alma, la esencia de Elijah. Solo bastaba verlo a los ojos para reconocerle.