capitulo 2

Suavemente fue abierta la puerta de la habitación, Frey estuvo tocando la puerta anteriormente pero al no obtener respuesta se preocupó y decidió entrar, averiguar si todo está bien. Solo no esperaba ver a Luciel aún dormido, ya eran la siete de la mañana.

‹¿En su casa se levantaba tarde o solo está agotado por el largo viaje que recorrió ayer? Sí, eso debe de ser. Solo está agotado por todo lo que le sucedió en un solo día y noche.› Frey se acercó a la cama.

—Debe de extrañar a su familia.—Hablo un poco alto esperando que Luciel logré escucharlo.—Le diré a mi papá que me permita visitarlo, y para que se sienta más cómodo iré yo con Luciel.

066 solo observaba detenidamente todas las acciones y expresiones del protagonista, también quería saber que es lo que estaba planeando su anfitrión fingiendo estar convaleciente, con una calentura supuestamente a 40° grados, aunque solo es el sistema proyectando un espejismo.

<Se escucha bastante háblale el protagonista, también es muy aparentado ser un joven de 18 años. Un amable hermano menor sin prejuicios o odió de que su hermano mayor se producto de una infidelidad, que únicamente disfruta el hecho de tener un hermano mayor.> Sino supiera el contenido de la trama pueda que le hubiese creído, dándole la razón al anfitrión, de que soy un poco ingenuo para ser un sistema.

066 esperó una respuesta de Luciel pero este no respondió lo que alarmo al sistema, creyendo que tal vez su habilidad de alguna manera si había afectado a su anfitriona, que si está teniendo una fiebre real.

—¿Luciel?—Se alarmó al verlo todo rojo y transpirando mientras temblaba bajo las colchas gruesas.—¡Ay!—Retiro su mano rápidamente de la frente de Luciel, parecía un horno a gran temperatura.

<¿Anfitrión, me puede escuchar? ¿No es divertido si me está jugando una broma?> No había respuesta. <...¿Anfitrión?>

Levanta su manita con la intención de darle una bofetada, pero en eso se puso a pensar que su anfitrión es alguien indescifrable y posiblemente está esperando que haga algo como eso.

[Estuve tan cerca de ser pantera rostizada, una lastima.] Suspiró con pesar. <¡Lo sabía!> Susurró, sosteniendo su pecho y dando gracias a Dios que no cometió tal acto de darle una bofetada a Luciel.

—¡Está hirviendo en fiebre!—Sale de la habitación gritando "Mamá, papá" tenían aue llamar un médico.—¡Alguien que llame un Médico!

‹No puede morir todavía, no sin que se haya comprometido con esa persona, no investigué tan duro para encontrarlo, así como el hecho que permití que un bastardo entrá a mi familia por nada.› Sus verdaderos colores ha empezado a quedar expuesto.

A Frey le aterra el casarse con un desconocido y sobre todo supuestamente un viejo, pero sobre todo porque ya tiene a quién quiere y con el cual quiere pasar el restó de su vida así tenga que vivir en una casa "humilde." Más bien, tenía pensado en volver al protagonista masculino, Dagmar. Parte de su familia, darle su apellido y de esa manera podrá seguir disfrutando de la comunidad solo que ya junto querido, Dagmar.

‹Cómo hermano mayor es su deber proteger a su hermano menor, osea yo, ¿verdad? Tiene que impedir que me case con ese hombre que casi tiene cuarenta años (28) según dicen. También comentan su cara tiene escamas como las de un pescado, eso se debe a que se quemó de pequeño y las cicatrices se volvieron así de feas.

Podra ser alguien con dinero pero ni así ha querido arreglar su apariencia, feo y todavía tiene la desfachatez de querer casarse con un joven, (mas bien su familia son los que le han buscado pareja, él ni sabe de eso.) Por ello Luciel debería de estar agradecido que por lo menos vivirá bien, ya no cuidara vacas como lo hacía en el campo.›

Frey me quiere imponer una obligación a Luciel cuando ni siquiera sabía de su existencia, nunca han convivido como para que Luciel tenga que protegerlo o lo considere un hermano.

Sin embargo, en la cabeza de Frey eso era lo correcto. Así como él el dió a oportunidad a Luciel de vivir entre los lujos, ser un joven maestro de dinero. Luciel tenía que pagar esa amabilidad de Frey, comprometiéndose y casándose con esa otra persona en vez de él.

—¿Qué pasa mi vida?—Mérida corrió y abrazo a su hijo, viendo que todo esté bien con Frey.

¿Qué no dijo que iría a ganarse la confianza de ese bastardo? Le ordene a los empleados que ni se les ocurra ir haberle, mucho menos que sirvan su comida en el comedor. Un bastador tiene que comer en un rincón de la cocina o en patio trasero, y ni piense que disfrutará de los lujos. Los días que esté aquí antes de que se casé, él tendrá que trabajar como un sirviente más.

—¿Por qué gritas de esa manera?—Sus manos descansa sobre la cabeza de Frey mientras lo abraza con protección.—¡¿Ese bastardo te hizo algo?!—Lo sabía.

Sabía que era mala idea traer un campesino bueno para nada, tierroso, apestoso, a este lugar con clase. Es muy obvio que nunca podrá ser como nosotros que desde pequeños nos han educado, enseñado modales.

—Mamá, no te expreses de esa forma de mi hermano.—Se aleja de ella.—Luciel ahora es parte de nuestra familia, por favor, se menos dura con él...

—Es por eso que eres mi orgullo.—Kenne abraza fuertemente a Frey.—Eres tan bondadoso, compresible y tan puro.—Besa la coronilla del contrario.

Será un problema si mi esposa no comprende que Luciel es un valioso recurso, uno que se transcribir por algo mucho mas valioso que beneficiará a la familia. Ya cuando pierda su valor entonces nos desligamos de él y lo echamos tal como llegó, sin nada.

—¿Por qué gritabas?—Tendre que regañar a Luciel por hacernos esperar para desayunar, no queríamos empezar sin él pero al final lo hicimos porque nunca bajo. ¿Está siendo huelga o qué?

Es una molestia el actuar amable con él para que sea dócil, mientras me siga siendo de utilidad tengo que fingir ser un gran padre uno de esos que muestran infinito amor por sus hijos.

—Papá, ¡es Luciel!—Lo agarra de la manos.—Él necesita un doctor, está hirviendo en fiebre.—Muestra una inmensa preocupación.—Por favor, llama al médico...

—Solo dejarlo, seguramente está fingiendo para hacerte sentir culpable.—Ella vuelve a tomar asiento.

Que ridícula manera de llamar la atención, ¿piensa que vamos a sentir algún tipo de compasión o qué? Pierde su tiempo y mientras no se muera todo bien, no va avenir a mi hogar ha contaminar todo con su suciedad para que al final no se logré el único objetivo por el cual entró a está familia.

—No ha detener nada.—Hojea una revista.—Solo quiere llamar la atención o buscar la manera de convencerte que lo devuelvas a su chiquero, aunque deberías hacerlo.—¿Qué tiene de bueno el pisar barró la mayor parte del tiempo o cuidar cuerdos?—Enviarlo devuelta si eso quiere...

—¡Mamá!—Muerde su labio.—Él es una persona inocente, no sé le puede culpar por los actos de sus padres...lo siento, papá...no quise.

—No te disculpes no dijistes nada que no fuera cierto.

—¡Deja de ser tan ingenuo o ese bastardo te quitará todo lo que es tuyo!—Exclamó enfurecida.—¿Qué no te das cuenta que es un hijo ilegítimo? Tú padre me engaño...

—¡Ya basta, Mérida!—Ya no podía seguir escuchando a su esposa.—Ya te expliqué lo que está pasando, dejá de ser tan obstinada y aparte ni siquiera recuerdo nada de esa noche.—Mentira.—Estaba ebrio, no tengo la culpa que ella se haya metió en mi cama.

Denigra a la madre de Luciel cuando él único culpable es él, pero Kenne es tán miserable y sobre todo un abusivo de lo peor. Nunca aceptará que le atraía mucho su asistente pero que ella ni le daba alas y mucho menos lo ponía en su mirada más allá de solo trabajar, eso no le gusto a Kenne. Su orgullo fue roto y tenía que encontrar la manera de que eso fuera reparado, entonces hizo lo que hizo con la madre de Luciel.

Ella a pesar de estár fuera de si se defendió, sin embargo no del todo porque Kenne terminó haciendo de la suya solo que desde ese día jamás la volvió a ver. Fue como si ella hubiese desaparecido de la faz de la tierra pero solo se fue a vivir al campo, ahí conoció a su difunto esposo y desde entonces no se ha vuelto a casar.

—¡Y tú pensantes que yo me trague ese cuento!—Impacto la revista contra la pequeña mesa.—¡Tengo cara de tonta o qué..!

—¡Por favor ya paren!..no peleen.—Baja su mirada.

—Me disculpó por asustarte.—Mérida abraza una vez mas a su hijo.—Ve rápido y llamá al doctor.—Evade la mirada de su esposo.—No quiero gastar en un entierro.

—Bien.—Subió las escaleras rápidamente al mismo tiempo que llamaba al médico de la familia.

Cuando Kenne se cubrió y no se logró ver así como ellos dos ya no podían ser vistos, se dejaron de abrazar para chocar sus manos con una sonrisa complice en sus labios.

—¿Cómo estuve?—Preguntó ella, ondeando su cabello elegantemente.

‹Nunca imaginé que sería tan buena actriz, una lastima que no estudie para eso al igual que es una lastima que soy major como para estudiar actuación.› Se lamenta.

—Estuviste fenomenal.—Levanta el pulgar.—Seguimos hablando después, ahora tengo que ir a reconforta y cuidar de Luciel.—Hay desagradó en su rostro al decir eso.—De igual manera, mamá, por favor no seas tan ruda.

—¿Qué?—Frunce el ceño.—Se te olvidó lo que me tiró ayer, mi cabeza todavía duele.—Tuerce sus ojos de solo recordarlo.—¿No me digas que lo estás considerando un hermano?

—Eso jamás, sin embargo él está por casarse con eso dejará de ser nuestro problema.—Solo quiero que se casé en vez de mi, después seremos desconocidos.

—Solo ve.

—Sí.—Sube corriendo las escaleras sin saber lo que le está esperando.

Frey se tensó al escuchar unos fuertes gritos entre ruidos por objetos cayéndose al suelo, un solo desastre y cuando entró solo vió a un Luciel saltando por la venta no sin antes gritar.

—¡¿Quiénes son ustedes?! No me toquen pervertidos, secuestradores, téngalo por seguro que los voy a denunciar.—Salio de la propiedad antes de que lo pudieran atrapar.

—¿Qué está pasando?—Agarra por el cuello al doctor.

—¡Su fiebre es muy alta y puede que esté confundiendo las cosas!—Respondió al instante.—...¡También es posible que el golpe en su cabeza haya causado perdida de memoria temporal!—Informa.

—¡Maldición!—Tiro a un lado al doctor.

—Papá, ¿qué está pasando?

—¡Luciel escapó no estás viendo, todo por culpa de tu madre!—Si ella no lo hubiese golpeado no tendría esa fiebre que lo hace delirar... tengo que encontrarlo antes de que venga mis futuros consuegros.

—¡¿Aagh?!—Frey se quedó incrédulo ante el empujó que le dio su papá.

Es la primera vez que su padre hace algo como eso así como levantarle la voz, y eso lo ha dejado verdaderamente sorprendido.

<¿De verdad piensa ir a la estación de policía?> Preguntó, analizando el aspecto de vagabundo en Luciel. "¿Por qué se sigue viendo tan bien aún cuando parece que acaba de salir de una institución mental?" Se cuestiona 066.

—Sí, esa es la idea.

Voy a crear un sacándolo lo suficientemente grande para evitar que el matrimonio sea concentrado, también para dejarle saber al protagonista, Dagmar, de lo que es capaz la familia de la persona en la que está interesado.

<¿Por qué no buscar otra manera?> Aunque está idea no es mala, está familia lo que mas presume es su estatus como reputación. Es verdad que trajeron a Luciel pero tenían pensado hacerlo pasar como sobrino de ellos y no como hijo. <¿Qué hay del contrato?> [Estoy loco] Toca su cabeza. [¿Cual contrato? Yo no me acuerdo conocer un tal Kenne.]

—Enviarle un mensaje anónimo a Dagmar, un mensaje detallado sobre el matrimonio de Frey con esa persona.—Una sádica sonrisa adorno sus labios.

Veamos qué hará el protagonista masculino al respecto, cuando se enteré del motivo por el cual Frey lo a estado ignorando estos últimos días.

<Lo haré enseguida pero déjame decirle que la gente de su padre está por alcanzarlo.> Comunicó. [Dejarlos, entré más personas ven como estoy siendo llevado por la fuerza mas creíble serán mis palabras, tú solo encargarte de lo que te pedí y también envía a alguien a proteger a la familia de este cuerpo. Pagarle a alguien no es difícil, ¿verdad?] <No.>

Luciel al ver el auto empezó a correr llegando a la calle principal, con la intención de hacerle parada al primer auto que pase.

—Esto es un poco divertido esperó que en todo el transcurso de la historia siga así.—Detuvo su correr e hizo una parada al auto negro que se estaba acercando.

<¿Y si es un vendor de órganos?> Plantea todo preocupado. [Entonces, serán los de esa persona los que resultarán siendo vendidos.] <Cierto, siempre se me olvida que aquí el más peligroso es usted...pero creó que ese auto no se detendrá...> 066 guardo silencio al ver que si se detuvo.

Luciel se acercó a la puerta del auto y cuando la abrió su cuerpo se quedó inmóvil, sintió un sentimiento verdaderamente raro pasar por su cuerpo y cual magnetismo se convirtió su mirada en busca de aquella mirada aguada mirándole directamente, una mirada de ese color que le era tan familiar.

—¿Elijah?

Sin darse cuenta y mucho antes de percatarse de ello; Luciel terminó nombrado a esa persona que tanto extraña pero que se niega aceptar.

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