capitulo 16

Tímidamente llevó su cabello hacía atrás de su oreja mientras su mirada baja lentamente al suelo, haciéndole pensar a los demás que se encuentra muy nervioso al estar de pie frente a tantas personas de alta clase.

Ocultando su sonrisa la que no debería de tener porque aún no a ganado, pero que creía que solo era cuestión de tiempo para que eso sucediera.

‹Es repugnante verlo actuar de esa manera y aunque no se parece en nada a mi Luci, sigue siendo molesto, nauseabundo el que crea que voy a sentir algo al mirarlo. ¿Debería solo arrancarle la piel y quemarla? No, si lo hago Luci se enojará conmigo por arruinar sus planes. No sé que quiere lograr exactamente aparté de su venganza, pero no importa porque estaré con él y si tengo que ensuciarme las manos lo haré.

Unas escorias como está ni siquiera merecen la atención de Luciel, solo bastaba con que los mandara a torturar bien lejos de nosotros pero eso no le parece divertido a mi joven novio. Y si no es divertido tenemos que hacerlo divertido.› Sonrió para sus adentros mientras imaginaba escuchar y ver la sonrisa perversa en los labios de su amado, ese joven que sabía que lo estaba observando desde alguna esquina de la mansión.

—¿Entonces?—Preguntó.

Elijah no tenía nada de emoción en sus ojos ni rostro era lo mismo para sus padres, estos últimos tenían pensamientos muy similares a los de su hijo sobre destrozar esa cara de Frey por querer pasarse de listo. Sin embargo, no lo hicieron porque el arruinar los planes de Luciel no estaba a discusión.

—¿Por qué llegaron sin avisar como si está fuera su casa?

—Ya le explicamos sobre ello a sus padres.—Que arrogante pero veremos cuánto dura eso.—Joven maestro Winslow.—Sonríe.—Un gusto volverlo a ver.—Jala del brazo a Frey.—Este es mi hijo, Luciel.—Presentó, está tan emocionado que no se percató o no quiso ver la expresión de disgusto en Elijah.

—Es un nombre único y muy hermoso.—Que únicamente le queda bien a mi Luci.

—Si, pienso lo mismo.—¿Eso quiere decir que le gusto?—Hijo, saluda al joven maestro.

—Hola, joven maestro.—Logro cambiar su voz como si un doblaje se tratase.

Sigue siendo tan arrogante y presumido como siempre, se hace el desinteresado cuando fue él, quién pidió a alguien con estás características. No puede venir solo a decir que siempre no porque lo mataré así sea lo último que haga. Oh, solo iré a ganarme el corazón de Dagmar con mi nuevo yo. Sigo teniendo otra opción a parte de esta.

.—Un gusto conocerlo, soy Luciel Day.

Frey seguía muy seguro de simismo y de sus decisiones precipitadas pero su madre no, ella se encuentra muy nerviosa, molesta, decepcionada. Le repugna ver a su hijo con una cara que no es de él, no puede verlo con ojos amorosos cuando tiene un aspecto como ese. Un bastardo producto de la infidelidad del hombre que se suponía que la amaría para toda la vida.

‹Siento que todo esto es un gran error con el que nunca debí de estar de acuerdo, tuve que haber detenido a mi pequeño cuándo planeo traer a ese maldito engendro. Si lo hubiese evitado y detenido a kenne sobre no casar a nuestro hijo con un viejo, el rostro de mi pequeño seguiría intacto y ese bastardo de Luciel con su madre estaría muerto.

Mejor hubiese matado esa familia antes de que mi hijo y mi esposo se enteraran de su existencia, perdí tal oportunidades y ahora mi hijo cometido tal estupidez solo porque no acepta que alguien como Elijah no esté interesado en él... Todo es mi culpa. No obstante, sigo a tiempo para deshacerme de esa familia y de Luciel no sin antes volver a reconstruir el rostro de mi pequeño, él no se quedará con esa horrible apariencia.›

Merida estaba pensando en muchos planes que aseguraba realizar en el menor tiempo posible, en su cabecita todo se escuchaba fácil mas no sabía que cada uno de su pensar se volverá imposible de realizar, poner en marcha.

—¿Solo ha eso vinieron?—Arquea su ceja.—¿A presentar a su otro hijo?—Cuestiona.—Porque si es así no estoy para nada interesado.

Elijah se mantiene calmado pero en realidad se encuentra bastante furioso por lo que de atrevio hacer Frey, pensando en que si esa persona junto al protagonista no existiera entonces sería Luciel el que hubiese sido obligado a cambiarse de apariencia, obligado hacerlo.

—¿Ya olvidó lo que nos dijo hace unos días?—Que no salga con esto, mi hijo no hizo lo que hizo para que ahora se haga el maldito difícil.

Merida quería agarrar del cabello a Elijah obligarlo arrodillarse frente a ellos, por ser el causante de las decisiones de su hijo que únicamente quería hacer algo por su familia.

—Si, joven maestro.—A kenne casi le tiembla la voz por el nerviosismo.

¿Por qué actúa como si no recordara su pedido? Claramente cuando nos dijo que quería a alguien con los ojos como los de Luciel, era porque nos estábamos pidiendo que buscáramos una persona así.

—Comento que se casaría si en nuestra familia había un joven con este tipo de ojos.—Señala los de Frey.

Los señores Winslow junto a su hijo no evitaron mostrar su desagrado, kenne estába tratando a su hijo como un producto vendible e intercambiable pero en realidad ellos estaban enojados por como estarían tratado a Luciel si se hubiera quedado en la familia Day. Eso es lo que les molesta y les hace querer romperle la cara a todos ellos.

—Elijah, es verdad.—Concuerda su madre con Kenne.

Es mi turno de actuar espero que Luciel me elogie después, estoy segura que nos está observando esperando el momento exacto para ser su gran entrada.

—Tú dijiste eso de que querías una persona con los ojos de un color así, como las flamas del Fuego. Lo comentaste cuando te negaste a casarte con el joven Frey.

—Sé que dije...

—Disculpen, lamento interrumpir pero...—Timidamente hace saber sobre su presencia junto a ellos.—¿Quién se va a casar y por qué mis ojos son de su agrado?

—Aquí nadie se va a casar con nadie y tus ojos no son de mi agradó.—Lo ve como si estuviera viendo un loco.

—¿Qué?—La palidez en sus rostros se volvió muy evidente tras la declaración de Elijah.

‹¿Qué está sucediendo aquí? ¿Por qué cambio de opinión cuando dejó muy en claro lo que estaba buscando? ¡Imposible! ¡No puede ser posible!› ansiosamente Frey quiso rascar su rostro hasta que sangrara, pero Merida lo detuvo y le dió una mirada de que todo estará bien.

—¿Hasta cuando piensan seguír humillando a mi familia?—Preguntó Mérida.—Fueron ustedes los hablaron de matrimonio y nosotros sin nigún perjuicio accedimos a ello, sí, no fuimos obligados aceptar su oferta pero cada uno dio su palabra...

—Y tiene razón.—El señor Winslow no se las iba a dar de hipócrita.—Sin embargo, se les prometió darles una compensación por no cumplir el trató.—Los ve fijamente.—Y Elijah no les obligó a traerle a alguien con las características que debería de tener su futura pareja, esa fue su decisión al no querer aceptar la compensación creyendo que si encontraban una persona con esa clase de ojos, nos volveríamos familia, ¿me equivocó?

No pudieron negarlo y aunque lo hicieran no les iban a creer, solo les tocó apretar los dientes y pensar bien cuáles serían las próximas palabras que saldrían de su boca.

—¿Qué no te gusta de mí?

—Luciel...

—¡Tengo los ojos que buscas!—Grito.

Frey no le hizo caso a su madre y solo pregunto lo que quería saber desde hace ratos, no entendía del porque Elijah no estaba satisfecho con su nueva apariencia si tiene todo lo que él estaba buscando.

—Veo que este es tu verdadero yo y no la de un chico tímido.—Sonríe con desprecio.—Ni volviendo a nacer tendrás lo que estoy buscando en mi futura pareja.

—¡Dijiste que querías a alguien con estos ojos!—Señala sus ojos.—Los tengo, ahora solo cumple tu palabra como el hombre que eres.—Esto no puede estar pasando, nada de esto es verdad.

Él tiene que venir a mí se supone que tiene que ser así, no me puse esa horrible cara para que al final obtenga un resultado como este. ¡Es inaudito!

—¡Tus padres también eran así de mentirosos... Aaahg!—Grito tras ser cacheteado y lanzado al suelo.

Esa bofetada si que fue descomunal pero no tanto como la entrada de Luciel, siendo señalado con las temblorosas manos de los contrarios al igual que abrían y cerraban la boca sin poder decir nada. No entendía que estaba pasando y del porque Luciel acaba de llegar cuando se suponía que Frey llevaba el rostro de Luciel.

—No insultes a mi suegros con tu apestosa boca.—Se agachó y volvió a impactar su mano contra las mejillas de Frey.

Elijah sonrió todo orgullosamente al ver a su novio poniendo en su lugar a la basura, pero sobre todo que haya dicho "mis suegros."

—¿Te duele la mano?—Besa la palma de la mano del contrario.

—No, pero ahora tus labios están contaminados.

—Eso lo podemos arreglar.—Beso los labios de Luciel un beso que hizo sentir avergonzado a los señores Winslow, cubriendo sus ojos y oídos para no escuchar nada.

—Elijah.

—Ya lo sé, no somos nada.—Susurró como para que de alguna manera el mundo supiera que no están violando las reglas.

—¡Aléjate de él!—Alzo la voz y se fue encima de Luciel pero antes de que llegara a ellos dos, el ya mencionado empujó con el pie a Frey.

—¡Ugh!—Cayo al suelo otra vez.

—¡¿Por qué me mandaste a matar?!—Preguntó entre gritos.—Si Elijah no hubiese salvado el dia de ahora estaría muerto.—Sus ojos se humedece.

—¡¿Q-Qué?!

<Disfruta darle su merecido al protagonista masculino, ¿verdad?> [No, nada de eso solo quiero terminar con esto para irme a la habitación con Elijah, deseoso de que cabalgue en mi...] <¡Lalalalala, no escucho nada!> Cubre sus oídos.

—¡Déjalo!—Merida abraza a su hijo.

¿Qué es esto? No entiendo nada, ¿por qué las cosas se siguen tornado de está manera? Si Luciel está ahí, ¿entonces que apariencia tomo mi pequeño?

—¿Quién eres tú?—Mantengamos la calma.—¡¿Cómo te atreves a ponerle una mano encima a mi hijo?

—¿Quién más sería sino que el verdadero Luciel?

—¿L-Luciel?—Kenne mira a Luciel y a Frey.—¿Son gemelos?

—¿Qué esa poca inteligencia quería obtener algo de nosotros?—Preguntan los señores Winslow.—O, ¿somos nosotros los tontos por no darnos cuenta?

—No son todos el único tonto es ese señor.—Señala a Kenne.—Es una marioneta de su esposo e hijo.

—¿De que estás hablando?

—¿Por eso me enviaste a matar, verdad?—Ignora la pregunta de Merida.

Nada de eso pasó pero no es como si alguien va ha creer en sus palabras, y tampoco estoy lejos de la realidad de la historia original donde Luciel murió por culpa de esas escorias.

—Es porque querías mis ojos y apariencia.

—¡Dejá de decir mentiras!—Se pone de pie.—¡Yo soy Luciel!—Sí, yo soy Luciel.—Eres un impostor, señores no le crean.

<Sus ojos están tan dilatados él ya perdió la razón, se tomó muy enserio su nuevo identidad.> [Pues morirá creyendo ser alguien que no es.]

—Les digo la verdad, aquí el único Luciel ese soy yo.

—Hijo...—Se le hizo añicos el corazón de Mérida al ver a Frey en ese estado.

—Él tiene que casarse conmigo porque tengo estos ojos, mis ojos son los verdaderos aquí.

—Deja de mentir y mentirte a ti mismo.—Elijah se retiró el maquillaje.—No eres y nunca serás Luciel.

—¡¿Eras... T-Tú?!—Siempre fue jóven y el mismo sujeto que impidió que me llevará a Luciel.

—Sí, siempre fuí yo.—Señal al que se estaba haciendo pasar por Frey.—Por cierto, sé muy bien que eres un psicópata buscado por la justicia y como buen ciudadano le llamé a la policía.

—¡Noo!—Se agarra del cabello.—¡No puede ser cierto!

—¡Frey, tenemos que irnos!—A Mérida ya no le importaba nada mas que solo llevarse a Frey y al otra persona, hacer tan pronto el cambió de rostros otra vez pero eso no se iba a poder.

<¡Anfitrión, el anillo en su dedo a empezado a brillar! La misión sea completado... ¿Anfitrión?> a Luciel no le importaba si el anillo estaba brillando, su mirada estába fijamente en Elijah observando algún cambio en él.

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