Atravesó las puertas de la mansión bruscamente como alma que lleva el diablo, tras salir de ese restaurante lo primero que hizo fue ir donde sus padres. No podía creer lo que estaba diciendo Elijah y también tenía pensado el investigar quien era la persona que se atrevió hacerlo firma tan humillantemente.

Eso no iba a quedarse así él tenía pensado hacerles pagar principalmente a Luciel, buscando unas cuantas maneras de torturarle por verse metido descuidadamente con él.

‹Me niego aceptar todo lo que dijeron esos dos tipos, debieron de estar mintiendo para desconcentrarme y lograr obligarme a firmar. Fuí tan estúpido como para bajar la guardia por una simple provocaciones, que humillante. Pero me las pagarán de eso no hay duda.

Empezando por ese sujeto de cabello amarillo, es de mi estilo y de mi gusto por lo tanto tendrá la suerte de estar vivo por un poco más de tiempo antes de eliminarlo. En cambio a Elijah, ese si lo disecare en el instante en que lo atrapé.

Que disfruten su supuesta victoria por unos minutos, hablare con mis padres que inmovilicen a todos para acabar de una vez con esa familia.›

—¡¿Dónde está mis padres?!—Preguntó aunque sonó mas como un gritó.

Todos los empleados se alejaron disimuladamente al verlo en ese estado, sabían cuan explosivo podría llegar hacer su joven maestro cuando se enoja o las cosas no salen como las planea.

El único que quedó para responder la pregunta fue el mayordomo, él no podía huir como los demás ya que es el principal empleado.

—Se encuentran en el despacho, joven maestro.—Responde el mayordomo sin levantar su mirada, no quería encontrarse con la mirada enfurecida de Elam.—Me ordenaron que lo enviara al despacho cuando llegará.

‹¿Qué pasó ahora? Ya se enteró que los padres de su prometido estuvieron aquí, el solo ver el estado en el que se encuentra puedo estar seguro que habrá mucho ruido en la mansión. Un ruido muy agobiante.› El mayordomo solo quiera suspirar profundamente pero no podía hacer eso.

—¿Estuvieron aquí los padres de Elijah?—Solo pregunté para comprobar que no es así.—Es obvio que no, ¿verdad...?

—Si estuvieron aquí.—Confirmo lo que se negaba a creer con todas sus fuerzas.—Se fueron no hace menos de 10 minutos...¿Joven maestro?—Trago su saliva con dificultad al sentir como su corbata apretaba su cuello.

El mayordomo no podía hacer nada con respecto a los agravios que esta recibiendo por parte de Elam, él solo es un empleado y Elam es su joven maestro por lo que solo le toca resistir hasta que se digne soltarlo.

—Vuelve arrepentir esa mierda, ¿quién estuvo aquí?.—Sigue cortado la respiración del mayordomo, su piel se va volviendo pálida por la corbata cortando la circulación.—¿De que hablaron?

‹Debo de calmarme el que hayan estado aquí no significa que lo del vídeo sea cierto, sí. Tal vez solo vinieron hablar sobre el compromiso o de algo en particular. Me estoy dejando llevar por el enojo una vez más, no puedo perder los estribos.› Suspiro unas cuantas veces antes de soltar al mayordomo.

—E-Ellos si estuvieron aquí...cof, cof.——Busca la manera de normalizar su respiración.—No sé de que hablaron pero ellos llevaban dos maletines negros.

—¿Qué?—No, no, no.

—Se les veía muy felices al cargar tales maletines.—Eso me sorprendió porque en un solo maletín hay mas de cinco millones de dólares, es lo que mis señores tienen libre de impuestos.

—¡Maldición!—Subió corriendo las escaleras.

Exactamente diez millones era la compensación que recibiría la persona afectada del compromiso, o si lo querían romper. Algo que ninguna de las dos familias quería dar. Mucho dinero para entregar solo para romper una hoja de papel.

—¡Papá, puedo explicarlo...

—¡Creí que eras más inteligente maldito idiota!—Lo recibió con mucho “amor.”—¡¿En qué estabas pensando?!

Elam ni siquiera había cruzado por completo la puerta del despacho cuando; sintió una tremenda bofetada que lo termino enviando el piso, si no seguía recibiendo mas golpes es porque su madre estaba deteniendo a su esposo.

No podía permitir que su esposo le cause un severo e irremediable daño a su hijo, pese a eso sigue muy molesta por la estupidez de Elam. No podía entender cómo alguien tan meticuloso cómo él, se dejó atrapar tan fácilmente por Elijah.

Aunque estaban apuntando a la persona incorrecta, la persona que escarbo hasta lo mas profundo para encontrar eso fue nada menos que Luciel, y es que no iba a tolerar que Elijah pagará esa suma de dinero solo por romper ese contrato de compromiso.

"Solo yo tengo el derecho de molestarlo, jugar con él, tenerlo bajo de mí. Y todo aquel que quiera hacer algo como eso, lo pagará muy caro e inclusive con si propia vida." Es lo que pensaba Luciel en el instante en que puso al sistema a investigar el día a día de Elam, durante estos últimos años atrás hasta que encontró unos cuantos sucios secretos.

—Debiste de haberme llamado.

‹¿Cómo consiguieron algo así? Sí Elijah ya tenía algo así en esos manos, ¿por qué no usarlo antes? ¿Por qué esperar hasta ahora?› Mientras se cuestiona a su mente vino el rostro de Luciel.

Elam empezó a sospechar que el causante de todo esto era Luciel, fue el mismo Luciel el que le dijo que había enviado ese vídeo, lo que no entendía Elam es; ¿por qué le estaba ayudando a Elijah? Que no es precisamente por la relación que tenían.

—¿Para que te iba a llamar?—Preguntó, mirado a su hijo como si fuera un retardado.—¡¿Sabes lo que haz hecho maldición?!—Preguntó ya con las venas sumamente alteradas en su frente y cuello.

Levantó su pie y empezó a patear a Elam, pero el ya mencionado lograba esquivar unos cuentos golpes. Eso solo provoca mas molestia en su padre.

—¡¡Qué te dije de mantener todo bien ocultó si hacías cualquier mierda!!—Impacto sus manos en el escritorio.—Te creí mas inteligente que eso, ni tú hermano hace una mierda como la que hiciste.

De solo recordar la cara de esas dos personas me enfurece, siempre supe y alarde indirectamente que quien terminaría recibiendo la compensación por el compromiso roto, sería mi familia. Sin embargo, el hijo que consideraba inteligente termino humillado a la familia entera de esa manera tan vulgar.

Me preguntó cómo es posible que lograron encontrar algo de Elam, mi hijo siempre ha sido cuidadoso y sabe manter su reputación. Podría esperar esto de su hermano pero de Elam jamás y al final ese jamás si llego.

¿Podría ser que hay algún espía en mi propiedad? Alguien que haya estado vigilando meticulosamente los pasos de Elam, sin que nos dieramos cuenta. Si eso resulta ser cierto entonces, toda las operaciones por realizar están en peligro. Tengo que limpiar este lugar a fondo para realizar las operaciones.

—¿No me digas que les creíste?—Escupe a un lado.—Es obvio que es una mentira.—Sigue sin querer aceptar la realidad.

No hay posibilidad de que tengan un vídeo mío, cada vez que me quedo en una habitación de hotel reviso cada rincón. Incluso buscó con un detector si alguna camara, ¿entonces como es posible que logren encontrar evidencia de mis aventuras? No es posible.

—Lo que te hayan mostrado puede ser manipulación...

—¡Solo cállate!—Le lanzó la USB.—¡¿Cuál manipulación si ese eres tú?!—Vocifero.—¡¡Eso es más real que el cabello rubio de tu hermano!!—Bufo.

Verlo en ese estado es verdaderamente vergonzoso, o solo soy yo esperando mucho mas de Elam. Puse demasiado espectativas en él por ser alguien que conseguía todo lo que se proponía sin importar los medios que utilizaba para lograrlo.

—N-No puede ser verdad.—Enciende la laptop, reproduce el vídeo.

Solo le basto ver unos segundos para darse cuenta que no era falso, eso en realidad había pasado. Él estuvo en ese lugar y con esas personas.

—Papá...yo...

—Mejor no sigas sino quieres que te envié al hospital.—Ya no podía hacer nada.

—¿En verdad les diste todo ese dinero?

—Que mas podía hacer, ¿eh?—En verdad quiero romperle las piernas y su cosa para que deje su promiscuidad.—¿Querías que eso anduviera rondando en la red?

—¡No debiste de hacerlo!—Maldita sea.—Podíamos a ver...¡Agh!—Lleva sus manos a su rostro, lo bofetearon una vez más.

—No me vengas con mas estupidezes, todo está arruinado y todo por tu culpa.—Frota su frente.—Al final seremos el házme reír de los demás porque es obvio que esos tipos, se encargarán de correr el rumor que fueron ellos quienes rompieron el contrato, no porque lo hayan querido sino porque tu violates dicho compromiso.

Aunque creó que es lo mejor por fin terminar todo de está manera en vez de perder nuestras vidas, para empezar, nunca fue de mi agrado este compromiso y sino lo rompía era porqué no quería dar ese dinero y por la esperanza de poder suprimir esa familia. No obstante, mis pensamientos cambiaron un poco al ver la actitud de Elijah. Él desde siempre ha estado buscando la oportunidad de morder nuestro cuello y por fin lo logró.

Ese niño tímido que se doblegaba a su familiar ya no existe, solo queda alguien muy sediento de sangre y eso incluye la de su propia familia. Si no estoy equivocado es muy probable que sus padres ni llegarán a disfrutar de ese dinero.

—¡Maestro!—El mayordomo entró corriendo al despacho.—Me disculpo pero esto es urgente.

—¿Qué sucede?—Tuve un mal presentimiento.

—El segundo joven maestro...¡él no vino a dormir a noche y no puedo contactar a sus escoltas!—Informó.

—¿Qué?—Ella perdió el color.—¡Como que mi bebé no vino a dormir!

Él nunca se quedó a dormir a fuera y siempre avisa donde estaba o iba, por lo que no puedo tomar esto como una simple salida con amigos.

—Ordenarle a todos que empiecen una búsqueda discreta...

—Manten la calma tal vez se quedó con un amigo...

—¡Eso no es posible!—Interrumpe a su esposo.—Sabes bien que él no es alguien que haría eso, ¡estoy segura que algo muy mal le paso!

—Bien, diles a todos que lo busquen.

—¡Sí, maestro!—Salió del despacho.

—Maldición lo que me faltaba, otro problema.—Sostiene la mano de su esposa.—Vamos.—Mira a Elam.—Estas castigado, tienes prohibido salir.

Elam solo se quedó ahí inmóvil con miles de cosas pasado por su cabeza, sin embargo no pensaba obedecer a su padre. Tenía pensado en ir por Elijah al que usaría de carnada para atraer a Luciel.

Con eso en mente salió del despacho y mientras caminaba por los pasillos su celular sonó, sin pensarlo mucho lo soca de su bolsillo. Frunciendo el ceño al ver ese mensaje de un número desconocido, lo iba a tomar como spam. Borrarlo pero no lo hizo al leer el título del mensaje; "Escucha los gritos de tu hermano"

—M-Mi hermano.—En segundos su piel se marchito cómo una flor al reproducir el vídeo y ver el contenido.—¡¿D-Dalton?!—Tartamudeo incrédulo al ver que Dalton era el perpetrador, la persona que se llevó a su hermano.

Elam ya no podía seguir manteniendo su semblante de superioridad, sus hombros temblaban al igual que sus labios. Ansioso y preocupado de que sus padres se entere de esto.

—¿Acaso se enteró que le puse algo a su bebida y por eso quiere vengarse de mí?—Cubre su boca.—No, eso no puede ser posible. Él tampoco sabe quién es mi hermano, ¿entonces que está pasando?

Elam está vez piensa mantener su cabeza bien fría, no se dejará llevar por la desesperación o el enojo. Él tenía planeado verificar el vídeo, investigar la persona que le envío ese vídeo y por último llamarle a Dalton, averiguar un poco mas.

—Hola.—Contesto la llamada.

—¿Cómo sigues?—Su tono de voz se volvió preocupado.

—Ya estoy mejor.

Si Elam pudiera ver la expresión de Dalton, se quedaría estático por la oscuridad en su mirada. Dalton ya sabía absolutamente todo de que Elam estaba jugando con él, y también que el hermano del protagonista es el culpable de todo lo que sufrió Luciel.

—Me siento tan culpable...debí de haberme detenido...

—No es tu culpa, en serio estoy bien.

—Entonces, ¿podemos vernos ahora?—Habia deseó en voz.—¿Tengamos una cita?

—Bien.—Se mostró emocionado.—Me encantaría.—Acaricia el cuchillo junto a él.

La trágica escena de dos amantes que nunca se amaron estába por dar inicio. Escena que culminará con el final de la obra y con ello el telón caerá marcando una "misión cumplida."