capitulo 11

Los señores Winslow por poco y escupen la bebida en su boca al ver bajar por las escaleras a su hijo, uno que se había transformado en señor de mediada edad. Pero no cualquier señor ya que podían negar que aun con esa apariencia seguía viéndose muy atractivo. Sobre todo, su fornida figura sobresalía mas que nunca en ese traje de dos piezas, morado.

Luciel no quería que se mostrará de esa manera a nadie mas, el quería monopolizar todas las versiones de Elijah. Nadie aparte de él era lo suficientemente digno como para admirar lo grandioso que es Elijah.

También era porque si el mayor lo calentó a él con solo ver la forma en que sus músculos se marcan en la tela, pegada a su cuerpo, era imposible que otras personas no pasarán por lo mismo. Sin embargo, se tranquilizó al recodar que eso se podía resolver fácilmente; sacándole los ojos y lavándole el cerebro a todo aquel que vea su Elijah.

066 se alejó inconcientemente al ver esa expresión tan horripilante en Luciel, dándole a entender que nada bueno ni simple estaba pasando por la mente sádica y perversa de su anfitrión. Dándose cuenta que su anfitrión cada día esta más loco y disfruta causar problemas.

‹Luci tenía razón cuando expreso que los dejaría con la boca abierta sin importar que llevé puesto, pero me sigue molestando el hecho que dijera que me vería guapo como mi padre.› El ser Winslow se sobresalto al notar la fría mirada de su hijo sobre el, preguntándose si hizo algo mal como para ser visto de esa manera

Con unos ánimos nada agradables Elijah siguió bajando las escaleras, con porte y elegancia sin darle ninguna mirada a nadie pero si podía sentir ciertos pares de ojos sobre él.

‹¡¿En verdad ese es el hijo de los señores Winslow?! ¿Donde está lo viejo y grasiento que muchos aseguraban que tenía? También se rumoreaba que no salía de su habitación, que era básicamente un rarito con gustos también raros. Sin embargo, podrá calcularle que tiene unos treinta y algo pero sigue viéndose así de guapo, con gracia y elegancia... ¿Estaría bien casarme con él?› Frey también tenía la sensación de haberlo visto en otro lugar, no sabía donde pero estába seguro que no es la primera vez que se encuentran.

El protagonista no era el único sorprendido sus padres también lo estaban, ellos dos no esperaban ver a un hombre así de guapo, tan limpio con un excepcional cuerpo. La edad ya era lo de menos no les importaba si el “supuesto señor” no tenía nada que envidiarle a un joven.

—Hermano, ¿por qué me mandaste a llamar cuando sabes que estoy muy ocupado?—Pregunta con molestia.

El señor Winslow iba a refutar ese "hermano" pero su esposa lo pellizco discretamente, ella si había entendido rápidamente el juego que está jugando su hijo.

—¿Ocupado en que?—No me quedará de otra que seguír la corriente.

¿Desdé cuando tiene estos pasatiempos de dárselas de actor? Si quería ser actor me lo hubiera dicho con antelación, lo hubiese enviado a la mejor academia de bellas artes.

—Ya te dije que apartir de mañana empezarás hacerte cargo de la empresa, es momento que tomes el mandó por completo.

La señora Winslow solo veía como los ojos de los Day no podían ocultar por completo su alegría, creyendo que serán los suegros del presidente de la empresa Winslow.

—¿Disculpe?—Kenne quería preguntar algo por lo que interrumpió la charla que tenían ellos tres.

—Ah, donde están mis modelas.—Sonríe a penado.—Elijah, ellos son la familia Day.—Señala a Kenne.—La cabeza de la familia, Kenne Day.

—Un gustó conocerlo, joven maestro.—Queria preguntar del porque le llama "hermano" en vez de padre.

—Ella es la señora Day. Meredí Day.

—Mucho gusto.—Viéndolo bien no creo que sea necesario que Luciel se case con él. ¿Esta mayor? Sí, pero se sabe los de esa edad son los que mejor tratan mas si es un joven. Si Frey se casa con él podría vivir para siempre como Rey.

Meredí suavemente golpea con el codo a Frey dándole a entender que debe de mostrar sus cualidades, el protagonista todavía estába indeciso sobre el matrimonio pero no estaba demás el resaltar su belleza.

‹Así no me case con él no estaría demás el dejarlo flechado, lo lamento por Luciel pero no es mi culpa si su futuro esposo cae por mí.› Discretamente y tímidamente Frey hace saber sobre su presencia, moviendo sus pestañas seductoramente.

—Es posible que esa persona tenga problemas en los ojos por como los mueve.—Señala a Frey.—Alguien que le traiga unas gotas para la irritación.

La vergüenza se apoderó de Frey querido salir huyendo de ahí, no esperaba que Elijah no cayera en sus encantos y mucho menos estaba en sus planes que fuera así de directo.

—¿Le cayó basura o el aire acondicionado le da alergia?—Pregunta la señora Winslow.

—Gracias por su preocupación pero solo me entró alguna basura.—Que vergonzoso y en qué momento mis ojos se movían raro, solo estaba parpadeando como siempre lo hago.

—Entonces sigamos con las presentaciones.—Expreso el señor Winslow.—Por último tenemos a el joven...

—Ya basta de presentaciones innecesarias si al final sabes bien que terminaré olvidando sus nombres.—Se sienta junto a su madre, cruzando los brazos y las piernas.—Mejor dicho ya los olvidé.

En este instante debería de estár con Luci en vez de estar respirando el mismo aire que estás cosas inferiores, sin embargo tienen que pagar lo que le hicieron y quieren hacerle a mi frágil corderito.

—Solo dí porque me llamaste.

—¡Deja de ser irrespetuoso con las visitas!—Su madre lo regaña.—Ya hablamos de esto anteriormente, que te casarás con el hijo del señor Day.

—¿Dónde está ese hijo por qué no lo veo aquí?—¿Mi corderito me estará observando en este instante? Si es así tengo que dar lo mejor de mi en esta actuación.

—Frey, no te tomes ha mal el comportamiento de este chico.—Su mano cae sobre el hombro de Elijah.—Es alguien poco sociable sin el don de caer bien por eso está soltero.

—Tenerlo por seguro que lo entiendo.—Sonríe dulcemente.

Ahora entiendo porque está solo si es un insensible y un déspota, pese a eso me sigue parecido atractivo maldición. No estaría mal el educarlo al punto que no pueda vivir sin mí.

—A mí tampoco me gusta salir mucho, prefiero quedarme en casa ya sea leyendo o viendo algún programa educativo.—¿Quién me conviene más Elijah o Dagmar?—Pero,puedo preguntar algo.

—Sí, adelante.—Permite la señora Winslow.

—¿Por qué le llamo hermano en vez de papá?—No quería preguntar esto pero la mirada de mi padre no me dejaba en paz, tenía que hacerlo quisiera o no. Que importa si es hijo, sobrino, hermano. Son solo detalles al igual que su edad.

—Ah, eso.—Ya veo por donde van.—Es porque es el hermano menor de mi esposo pero todo el mundo lo conoce como nuestro hijo, y al no saber como se veía empezaron a circular rumores de que era un viejo, feo, y gordo.

—Por eso siempre he dicho que nunca se debe opinar sobre la vida de las personas si no sabes nada.—Comentó Frey.

—Señores Day, han criado a un chico muy excepcional.—Sonríe.

—Muchas gracias, señora.—Ambos padres se siente orgullosos al no conocer ni distinguir el sarcasmo.

Elijah se empezó a sentir nauseabundo por tanta hipocresía en el aire, pero se sintió mucho mejor cuando pensó en Luciel. Sonriendo ligeramente.

—Frey tu tienes la última decisión con respecto a aceptar este matrimonio.—Comenta la señora Winslow.—Como puedes ver él es mayor que tú...

—Ya dije anteriormente que la edad no es importante.—Ya lo decidí, si me casaré con este hombre.—Si aceptó casarse.—Cuando él se muera yo seguiré siendo joven entonces iré con Dagmar.—¿Qué piensa usted?—Mira a Elijah.

Es obvio que diera que si después de todo nadie más le hará caso, tampoco puede resistir a mis encantos así finja que no es así. Solo se está haciendo el interesante en vez de desesperado.

—¿Está de acuerdo?

—¿Seguían aquí?—Se hace el sorprendido.—Creí que ya se había ido.

—Elijah.—Su padre lo ve fulminante.

—No me gusta, es muy simple.—Declaro.—No me voy a casar con un crio que podría ser mi hijo, no pienso cambiar pañales a está edad.—No sé cómo pero podría jurar que escuché la bella sonrisa de Luci.

—¡Señor, puede dejar de ofenderme!—Exclamo sin poder contener su enojo.—En nigún momento le he faltado el respeto pero usted ya lo hizo en más de una ocasión, no solo a mi sino también a mis padres.

Los señores Day se sentía de la misma manera que su hijo, no es que no quisieran alzar la voz y defenderse sin embargo, si lo hacían son ellos los que saldrían perdiendo.

—Solo estoy siendo sincero y eso no es un pecado.—Ve fijamente a Frey.—No me gustas, no eres mi tipo.—Lo ve de arriba a bajo con arrogancia.—Podré ser un anciano pero este anciano tiene gustos finos, no le gusta la carne que aparenta ser de cisne pero que en realidad es de rana.

—¿Q-Qué no soy su tipo?—Aprieta sus dientes y puños.

‹¡Cómo se atreve a decir algo así cuando es un maldito viejo! Debería de estár agradecido que le este mirando, haciéndole el favor al casarme con él pero en cambio recibió humillación.› Frey estaba rojo del coraje.

—No, eres sordo también.—Suspiro.

—¡Me disculpo por lo que voy a decir pero estoy es demasiado, señores Winslow!—Alzo la voz Kenne.—Si hizo todo esto solo para humillarme a mí y a mi familia es de muy mal gusto.—Yo también soy de la alta sociedad no me dejaré de estás personas.—No creí que fueran de está manera, estoy muy decepcionado...

—Yo también estoy muy decepcionado, me mintieron cuando me dijeron que su hijo era un ser de otro mundo.—Arquea su ceja mientras mira de arriba abajo al contrario.—¿Dónde está ese ser de otro mundo? Yo, solo veo un niño.

—Elijah, ya basta.—Su padre lo detiene aunque quería que su hijo siguiera soltando verdades.—No quería que pasara nada de esto, se lo puedo asegurar, señor Day.—Tambien era muy bueno fingiendo estar decepcionado del comportamiento de su hijo.—Se que el dinero no puede compensar tal momento tan desagradable aún así, estaré invirtiendo en su proyecto y dándole una compensación...

—Espera, hermano.—Mira fijamente a Kenne.—A mi me gusta el color anaranjado ese que parece una flama de fuego ardiendo, ¿tienes un hijo o familiar con esa clase de ojos?—Preguntó.

—¿Qué?—Los tres se desconcertaron.

—Si existe alguien así en tu familia entonces estaría dispuesto a darle el mundo enteró si me lo pide.—Veamos que harán acontinuación.

‹¡Si no estoy mal Luciel tiene esa clase de ojos!› Pensaron los tres al mismo tiempo, al igual que una idea brilló en su cabeza.

—¿Solo los ojos?—Preguntó Kenne Day.

—Sí.—Respondió Elijah.

Esa mirada codiciosa y tan desagradable me anticipa lo que piensa hacer el muy bastador, pero antes que sus manos lleguen a tocar los ojos de mi Luci, caerán al suelo.

—Solo tiene que tener una mirada así de majestuosa.—Dirige su mirada a la puerta.—Si no existe tal persona en tu familia, entonces puedes casar a tu hijo con él.—Señala a Dagmar que recién va llegando.

Frey se quedó completamente helado al ver llegar a Dagmar, queriendo ocultarse de su mirada pero ambos terminaron haciendo contacto visual.

—El es hijo de nuestro nuestro mayordomo que es como nuestra familia, casarse con él es igual que ser parte de nuestra familia...

—¡No!—Exclama Meredí.—¿Cuánto más piensa seguir burlandose de nosotros.

—¿Por qué?—Frunce el ceño.—¿Por qué es de origen humilde o por qué no es tipo de su hijo?—Cuestiona.—¿Qué dices tú, joven Frey?

El protagonista muerde con fuerza su labio en cuestión de segundos lo pusieron contra la espada y la pared, nunca se esperó está situación mucho menos que Dagmar fuera supuestamente hijo del mayordomo.

—No es necesario que respondan si mi hijo solo ver a esa persona como su amigo.—No esperaba que ese chico conociera a los Winslow.

—Dagmar es nuestro sobrino.—Mencionan los señores Winslow.—Lo hemos visto crecer y es un buen chico.

—¿Dagmar, te gustaría casarte con ese joven?—Pregunte, quería abrirles los ojos.

—Si el no le importa de donde provengo entonces sí, me gustaría cansarme con él.—En nigún momento a dejado de ver a Frey.—Él me gusta mucho...

—¡¿Acaso está fue una trampa?!—Pregunta con histeria la señora Day.—¡Desde un principio su intención era buscarle paraje a un sirviente!—Vocifera.—Solo responde para que nos vayamos, Frey.

—Mamá...—No quiero dar una respuesta que lastimé a Dagmar sobre todo cuando confesó que le gustó, me gustaría responder que a mí también pero mis padres se enojaran.—Hare lo que mis padres gusten...

—¿Entonces el querer casarte con Elijah nunca fue tu elección?—La señora Winslow no dejo pasar la oportunidad para señalar es punto.—Todo lo que dijiste sobre la edad era mentiras...

—¡No es así en verdad no importa la edad cuando él se ve así de guapo...!—Llevo sus manos a la boca.—Lo que, quiero decir es...

—Ya respondiste ahora solo vamos.—Meredí jaló de la mano a su esposo e hijo hacia la salida, no iba a quedarse un minuto más en ese lugar.

Mientras que en la sala había tal escandalo en otro lugar de la mansión, mas preciso el balcón de la habitación. Ahí estaba un sonriente Luciel comiendo palomitas mientras disfrutaba de esa obra de teatro.

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