Luciel muy pensativamente mirá su bella y nueva apariencia reflejada en el espejo, posee un ondulado cabello lila, de suave y tersa piel tan blanca como la nieve. Tres pequeños lunares espaciados en el lado izquierdo de su tallado rostro, bajo el ojo, en su fino pómulo y por último un lunar cerca del rojo labio inferior.

Su aspecto cambió por completo de sumamente fornido paso a poseer un cuerpo atlético, mucho mas joven de lo que es. Pero eso no le incómoda lo que siente raro es ver un rostro muy diferente al suyo lo único que le pertenece en ese rostro son sus ojos, esa mirada sigue siendo de él al igual que ese color anaranjado feroz como el fuego y afilado cómo una esperada.

Sin embargo, así no lo diga hubiese deseado que ese color fuera diferente porque solo verlo le recuerda cierto sentimiento y situación en el mundo dejado atrás.

"—Luci, mira lo que me hice.—Da la medía vuelta, levantado su camisa dejando ver su sensual espalda baja.

Luciel fue sorprendió al ver el hermoso tatuaje ahí en esa bella piel, lo que se había tallado ahí era unas llamas anaranjadas. Pero, si le prestabas la requerida atención entre esas feroces llamas podías observar una mirada. Luciel no comprendía cómo ese tatuador había logrado tan azaña. Asombrado por su excelente trabajo, de como logró crear dos tatuajes en uno limpiamente.

—¿Te gusta?—Rodea con sus manos el cuello de Lucile.—¿Genial, verdad?

—Es un excelente trabajo pero porque escogiste algo como eso.—Toca sus ojos.—¿Por esto?

—Sí, pero eso pasaría hacer secundario.—Se aleja de Luciel. Camina hacia la ventana.—Tal vez no encontremos en nuestra siguiente vida, con eso espero que me recuerdes y puedas encontrarme.

—Como que ya estás muy grandesito para esas cosas, ¿no?—Abraza por la espalda a Elijah.—Es un tatuaje no una marca de nacimiento.—Embiste al villano.—Y no estoy interesado en andar levantó camisa o bajando pantalones de cualquier tipejo.—Inclina la espalda del villano hacia adelante, subiendo la camisa y bajando el pantalón del contrario.

—¡Luciel, estamos hablando!

—Prefiero hablar con nosotros cuerpo, eso es más emocionante y se que te encanta." Luciel rocía su cara con agua fría del ese grifo para dejar de estar pensando en el pasado.

‹Ese tipo si que es persistente y siguen sin querer abandonar mi mente, prometí no olvidarlo pero no que lo recordaría con cada cosa. Todo es por ese maldito tatuaje y sus hilarantes palabras.› Negó con la cabeza antes de romper el espejo, procedió a salir del baño.

066 no logró ver eso ya que se quedó en la cama y no tenía el pasatiempo ni quería observar como su anfitrión, se ducha.

<¿Ya no le incómoda el golpe en su cabeza?> La pantera estába acostado boca arriba, dejando ver su pancita y con la cola entre medio de sus piernas, cubriendo sus partes privadas porque aunque sea un robot, también se le creó lo que cualquier animal tiene.

—La herida ya sano.—De igual manera tendré que venderla.

Sin el siguente mundo me vuelven a recibir con un golpe juro que mataré allí mismo al culpable, no pienso tolerar ninguna otra agresión hacia a mi persona, bueno. Este cuerpo ni es mi pero igual no lo voy a tolerar.

—Baja de la cama.—Agarro la patita de 066.—No quiero dormir entre pelos de gato.—Lo lanzo lejos.

El sistema salió volando pero tuvo la destreza en de tenerse antes de impactar con cualquier objeto, fulminando a Luciel sin que este lo vea por supuesto.

<¡Que agresivo! Lo que acaba de hacer es maltrato y no soy un gato, ¡soy una pantera de raza por si no lo sabe!› Quería darle con la almohada en la cabeza.

—Correción, no eres nada de eso. Eres un robot que no siente, se mueve y hablar todo gracias a la tecnología pero ni eso puede lograr hacer que sientas. ¿Estoy equivocado? —Muestra su puño.—Acercate te haré saber lo que es ser maltratado.

<No gracias, estoy bien.> Se mantiene lejos de Luciel. <No está equivocado, sin embargo si me creador lo quiere puede lograr...>

—Aqui lo único que importa es que no estoy equivocado, que tengo la razón fin de la discusión.—Se deja caer sobre la cama.

La pequeña pantera solo empuña sus puños para impactarlo en la almohada, sacando la frustración que su anfitrión le provoca. Si no fuera un robot ya hubiera tenido una embolia por el coraje.

—Envia la información de este lugar.—Cierra sus ojos, cruza sus manos sobre su pecho.

<Bien, se transferida en menos de un segundo.> Puso su ratita peluda en la frente de Luciel, este último solo frunció el ceño ante la incomodidad de que su cerebro está siendo clavado con ese martillo golpeando esos grandes clavos en su cráneo.

La historia gira entonó cómo siempre en los protagonistas masculinos, en este caso; Frey y Dagmar ellos dos se conocieron en su último año de preparatoria (este año) él es un joven que llegó no hace mucho del extranjero, desde que su mirada se encontró con la tímida y dulce mirada de Frey, sintió una atracción casi inmediata pero no es de esos protagonista masculino que se vuelve perros siguiendo a su mano el mismo día que conocen, no.

Dagmar mostró cierta distancia pero con el pasar de los días y las situaciones en las que siempre quedaban atrapados juntos, ellos dos se fueron aceptando mucho más hasta volverse amigos.

Sin embargo su situación se complica al enterarse que Frey tenía que casarse por el bien de la familia, Dagmar e indignando y con furia quiso ir hablar con Kenne, padre de Frey. No obstante Frey lo impidió porque no quería que su padre enviara a alguien a lástimar a Dagmar (Frey no sabía que la persona que le gustaba era de una familia adinerada) por lo que optó por alejarse del protagonista masculino.

Ignorando e invitándolo a toda costa porque no quería que “se lastimará por su culpa” lo quisiera o no iba a casarse, sin embargo un día de la nada Kenne recibió un correo con las fotos y acta de nacimiento e incluso prueba de ADN, informado que tenía otro hijo. Uno ilegítimo.

Kenne desde que se enteró de esa información creyó que esa mujer con la que había dormido hace exactamente 19 años, (no fue así, el muy bastador la forzo.) Creyendo que quería amenazarlo o pedirle dinero por lo que fue hasta esa zona rural.

Su intención era dejarle en claro que no pensaba darle nigún centavo, segundo que ni se le ocurría intentar manchar su nombre o el de su familia que le iría muy mal, sin embargo a medio camino se dió cuenta que tal información y hijo le había caído del cielo.

Ya que tenía otro hijo era mejor sacrificar ese que a su amado e inocente, bondadoso hijo. Por lo que sus planes cambiaron y su objetivo era llevar a su hijo ilegítimo (Luciel) a la mansión. Ordenarle que se case, sin embargo eso no fue tan fácil como lo creyó.

Desde que Luciel lo vió amenazando e insultado a su madre, él se fue encima de Kenne con piedra en mano con toda la intención de estrellarla en su cabeza, pero los hombres de Kenne lo detuvieron aún así Luciel siguió sin rendirse.

Les rompió la cabeza a tres de ellos pero cuando estaba por llegar junto a Kenne, el ya nombrado agarro por el cuello a la madre de Luciel y uno de los guardaespaldas a su hermano menor. Él al ver que si seguía luchando podrían en riego a su amada familia decidió rendirse, cediendo ante el pedido de Kenne. Yendo con él a cambio que nunca vuelva a tocar a mamá y hermano. Firmando un contrato.

Solo que Luciel no se esperaba un recibimiento tan acogedor, siendo golpeado por la señora Day, Mérida Day. Luego de lanzarle un vaso en la cabeza le tiro otros objetos mientras le gritaba bastador, (Luciel llegó justo a tiempo antes de que quedara inconciente por tres días como en la historia original.) Luciel solo permaneció callado, no podía decir nada por miedo a que su familia recibiera las represalias de su comportamiento.

Al despertar tras estar inconsciente esos tres días, junto a su cama yacía Frey sosteniendo sus manos, con grandes ojeras porque se había quedado despierto cuidando de él. Eso al principio no convenció a Luciel manteniendo la guardia, no podía bajarlo cuando se encontraba en guarida del tigre, sin embargo con el tiempo vio la buena fé de su hermano.

Sintiéndose protegido porque cada vez que Mérida le quería quería gritar o golpear Frey intervenía, protegiéndolo y diciéndole a su mamá que pare. Gradualmente Luciel fue creyendo en Frey al punto en que casarse con tal de proteger la felicidad de su hermano ya no lo veía como algo horrible, él mismo aceptó sin refutar el casarse lo mas antes posible.

Frey lloraba y le decía que no tenía porque hacer eso, no podía permitirlo pero Luciel solo lo abrazo, "También eres mi hermano al igual que Jan, por su felicidad haría lo que fuera." Fueron sus palabras.

Solo que nunca se vio venir el desenlace que lo llevaría a la muerte, lo orillaron a convertirse en villano luego de casarse. Nunca sufrió en su vida de casado pero utilizo tal poder tras suyo para despejar el camino de su hermanito Jan, quién se había enamorado de nada menos que Frey. Quedó cautivado desde el primer día que lo vino a visitar junto a Luciel, desde ese día estudio mucho para poder ir a estudiar a la universidad.

Cuando le confesó a Luciel que estaba enamorado de Frey, Luciel se preocupó, no quería ver sufrir a ninguno de sus hermanos por lo que únicamente quedaba la opción de deshacerse de Dagmar que era un obstáculo entre sus dos hermanos, pese a sus intentos ninguno funcionó lo que llevó a poner en gran predicamento a la familia de su esposo, quienes tenían negocios con la familia de Dagmar.

No solo eso; tanto su madre y su hermano se decepcionaron de su toma de decisiones, en lo que se había convertido. Jan en nigún momento le pidió a Luciel que hiciera algo malo o que dañara a otra persona todo por su amor, no. Jan había decidió vivir con su amor correspondido y se lo hizo saber a su hermano mayor cuando lo fue a visitar a la cárcel.

"—¡Lo hice por ti, Jan!—Vocifera.—Quería que fueras feliz, lo leí en tu diario.—Solloza.—No me mires así solo no quería que mancharas tus manos de sangre.

—¿De qué estás hablando, hermano mayor?—Lo ve extrañamente.—Nunca he tenido nigún diario, ¡sabes muy bien que tú siempre has sido mi confidente!—Muerde su labio.—Si te dije que estaba enamorado de Frey no fue para que intentarás matar a su prometido, solo quería por lo menos una persona lo supiera y me consolara.

—¡Pero si lo leí!—Sostiene las manos de su hermanito.—"Creó que voy a comerte una locura, no puedo permitir que mi Frey se case con ese tipo. Mamá y hermano mayor...lo siento mucho." Eso decía el diario.

—Luciel, no tengo nigún diario...jajajajaja." Solo entonces Luciel se dió cuenta que desde un principio estuvo cayendo en la telaraña bien tejida, haciendo todo lo que esa persona quería.

Desde que Luciel acepto la amabilidad de Frey fue que cayó en la manipulación, fue Frey y su madre los que le enviaron la información de que Kenne tenía un hijo ilegítimo. El enojo e indignación, humillación de Mérida todo fue actuado. Desde un principio sabía que Luciel entraría a la mansión, ella jugaría el papel de esposa herida y de mala madrastra mientras su hijo se desempeñaría en su papel de buen hermano.

No obstante, la participación de Frey termino cuando Luciel se casó aunque no fue a la boda “por miedo que el novio fuera por él” por eso prefiero quedarse en casa y nunca fue a visitar a Luciel.

Qué no participará en las demás trampas en las que cayó Luciel, no significaba que directamente o indirectamente no supiera lo que su madre estaba haciendo, puesto que Mérida no quería que Luciel viviera feliz, en lujos. Porque aunque no fuera amado, o deseado por su esposo en nigún momento le faltó al respecto y eso es lo que no le agrada a Mérida.

Mérida quería que Luciel sufriera todo el tiempo porque un bastador no podía ser feliz, así que aprendió a escribir igualita a Jan para escribir esas letras y al saber que Luciel haría todo por su familia, estaba segura que lo primero que haría sería eliminar el obstáculo que sería Dagmar y así fue; llevándolo a prisión y morir en ese lugar eso sí, pese a que su madre y hermano estaban decepcionados por lo que hizo lo siguieron yendo a visitar, contándole su día a día hasta que su madre murió de tristeza.

Cayó en depresión al enterarse que su hijo le darán cadena perpetua, eso fue demasiado para ella jamás ver correr libremente a su amado hijo. Y así sucesivamente las personas importante para Luciel fueron muriendo, culpandose por sus decisiones que terminaron dañado a muchas personas.

—Una villana y un villano que te lo pintan como un protagonista masculino e ingenuo dejándose influenciar por su madre, a la que no le puede decir no. Mientras que el verdadero ingenuo y tonto fácil de manipular era nada menos el joven que describen como villano, o sea Luciel. Tenían los papeles investidos.

Por eso digo que el amor es una cosa peligrosa, ya sea romántico o de hermandad te hace cometer idioteces e incluso perder la cabeza.

—¿Cuales son sus deseos?

<Primero, proteger a su familia, evitar que tengan el mismo destino así como impedir que Jan se enamoré de Frey. Segundo; castigar cruelmente a Mérida y también a Kenne. Tercero; hacer que Dagmar conozca el verdadero ser de Frey, que vea cuan falso y manipulador puede llegar hacer con esa carita de yo no fuí. Cuarto; no casarse.>

—¿Por qué?—Luciel tuvo un ligero mal presentimiento.—¿Por qué no pide obtener el corazón de su ese hombre?

<No quiere algo como eso porque por su culpa la familia de su esposo tuvo problemas, y hasta el final no lo abandonaron por eso no quiere involucrarlos en las artimañas de esta podrida familia. Aparte, ninguno de los dos se amaban solo eran buenos amigos.›

—Comprendo, ¿algo más?

<Cuando su venganza terminé y todos los que lo merecen haya pagado, le gustaría ir a vivir su día a día en esa casa donde se crío. Viendo desde la ventana de su habitación aquella espléndida vista del mar y su izquierda la granja.>

—Lo tengo.—Se arropa con la colcha.—Dormiré, haz que este cuerpo hierva en fiebre cuando alguien venga a despertarme mañana por la mañana.

<¿Qué piensa hacer? ¿Por qué tengo que hacerles creer que está enfermo?> La sonrisa maquiavélica de Luciel no le dió buena espina a 066. <¿Anfitrión?>

Luciel solo cerró los ojos y apagó la luz dejando con la inquietud al pobre sistema, sin quedarle de otra solo le tocó acostarse en la otra almohada cerca de la cabeza de su anfitrión, esperando por el día de mañana y averiguar que hará Luciel.