6.
Miraba con detenimiento mi reflejo en el gran espejo de la oscura habitación, había planchado mi pelo, no había colocado mucho maquillaje, quizás un poco de rimel y rubor, tenía puesto un vestido negro con manga larga y espalda al descubierto, arriba de la rodilla con unos vans en negro también.
No solía usar vestidos, podía dejar a la vista los moretones que día a día escondía con mi uniforme, pero era una ocasión especial, por primera vez me habían invitado a una fiesta.
Escuche vibrar mi celular.
(1 mensaje nuevo)
Pequeña Gi
Hye, ¿lista? estoy en donde acordamos
8:45 p.m.✔️✔️
Bien, dame un minuto
8:46 p.m ✅
Guarde el celular en mi pequeño bolso y salí de mi habitación cuidadosamente, la puerta de salida estaba tan cerca y tan lejos al mismo tiempo.
Caminé tratando de hacer el menor ruido posible.
No podía creerlo.. ¿Lo lograría?
—¿A dónde vas? —cerré los ojos derrotada.
No, no lo haría.
—Yo, sólo...
—¿Tú que? —dijo levantándose de su sillón —¿Iras con un chico? Pequeña Hye, ya hemos hablado de esto...
—Yo... —el miedo poco a poco se apoderaba de mi.
—No saldrás a ninguna parte —vociferó fuertemente —Te quedarás aquí a preparar la cena.
¿Qué? No, Gi estaba esperando.
Ten estaba esperando por mí.
—Ve a la cocina, ahora.
No podía dejar ir esta bonita ocasión.
—No —respondí fríamente —Si tanta hambre tiene, preparé la estúpida cena usted.
—¿Qué dijiste? —me miró serio, me quedé callada —¡Te hice una maldita pregunta, respóndeme!—gritó.
—¡Soy su hija, no su estúpida sirvienta! —grité de vuelta.
Maldición. Respuesta incorrecta.
El sonido de su mano sobre mi mejilla se escuchó por toda la casa, y luego un ardor en ella se hizo presente.
Pase mi mano por encima causando más ardor, las lágrimas amenazaban con salir, pero esta vez, no le daría el gusto.
—¿Por qué? ¿Por qué me hace esto? ¿Qué está mal conmigo? ¡¿Por qué siempre me trata como una basura?!—grité furiosa —Soy su hija, lo único que le queda.
—Cállate —me dijo esquivando mi mirada.
—Entiende papá, ella no va a volver, ella ya no está, acéptalo de una puta vez, maldita sea.
—¡No puedo! —gritó con lágrimas en los ojos —No puedo por culpa tuya, eres idéntica a ella, y no puedo aceptar su partida teniendote a ti.
Y las lágrimas no se detuvieron por mucho tiempo.
—Ella se fue, yo sigo aquí —hablé inaudita—Y no me voy a ir, no lo haré, no soy como ella, carajo —espete caminando furiosa a la cocina, abrí el cajón donde guardaba diferentes cosas y saqué las tijeras, una vez las tenía en mano, regresé con el —No quiero parecerme a ella —dije y corte la parte izquierda de mi pelo con frustración.
Mi celular comenzó a sonar. Solté las tijeras sorprendida al poseso, al lado de los mechones de mi pelo, ¿Qué acababa de hacer?
—Anda —pasó bruscamente su mano por su cabello—Ve, deben estar esperándote —lágrimas seguían brotando de sus ojos.
¿Qué?
—Papá..
—Ve antes de que me arrepienta de dejarte ir.
Abrí la puerta principal con lentitud, tomé las tijeras del piso y salí de la gran casa rápidamente.
Caminé hacia el parque cerca de casa en donde Gi esperaba por mi, ¿Qué respondería cuando preguntara por mi cabello? ¿O de mis ojos llorosos? ¿Y de mi mejilla?
—Son Hye, por amor de Dios, comenzaba a creer que... ¡Oh por Dios! —ahogó un gritó por tal sorpres—Tú cabello Hye, ¿Qué demonios?
—Tuve un episodio, quería un look diferente —sonreí débilmente —¿Crees que podrías mejorarlo? Vengo preparada —le enseñe mis tijeras.
Ella seguía mirándome sorprendida.
Las tomó insegura. Sonrió.
—Déjame ver que puedo hacer con ese desastre a lo que tu llamas cambio de look.
La música resonaba por cada rincón de la enorme casa, quede fascinada, había una multitud de gente aquí.
—Necesito un baño —le grite a Seúl Gi —Para vomitar quizás —el olor a alcohol causaba ese efecto en mi. Me recordaba tanto a él.
—De acuerdo —gritó de vuelta —Iré por bebidas y te veré aquí en diez.
Asentí y comencé con mi búsqueda de un baño cruzando la multitud de adolescentes hormonales que bailaban al ritmo de la música, aquellos me empujaban todo el tiempo para poder pasar o seguir con su libre movimiento. Continué hasta tope con el pie de las escaleras, agotada, subí escalón por escalón hasta que al doblar a la derecha: ¡Bingo! Ahí estaba lo que tanto había estado buscando. Sin siquiera molestarme en tocar, abrí la puerta y me adentre rápidamente a él cesando un poco así la música.
Tomé una fuerte bocanada de aire, me miré en el pequeño espejo del baño, si, el golpe era lo suficientemente notorio, suspiré frustrada.
Cuando terminé, salí de ahí preparada mentalmente para lo que venía, me encamine con dificultades técnicas al mismo lugar de antes para verme con mi pequeña amiga.
—Preciosa, no te había visto por aquí antes —llegó un chico arrinconándome en la pared repentinamente, él olor de vodka que emanaba era asqueroso—¿Por qué tan sola?
—Por tipos como tú, prefiero estar sola, ahora si me permite —empuje su frente con mi dedo índice hasta hacerlo tambalear.
—Oh vamos, se que lo deseas tanto como yo —susurro pasando su lengua por el contorno de sus labios causando tanta repulsión en mi.
—Eso es asqueroso —hice una mueca de desagrado —Déjame en paz—dije, sin embargo había sido vilmente ignorada.
¿Qué esperaba? Era un borracho.
—Ey amigo, estas fuera de si, deberías descansar, yo me llevaré a la señorita—llegó un lindo Chittaphon al rescate, tomó con delicadeza mi muñeca y me llevó al jardín. Sacándome de todo ese alboroto.
—Aquí está más tranquilo —dijo sonriéndome—Comenzaba a creer que no vendrías.
—Pero aquí estoy —dije ocultando mi mejilla con la parte larga de mi cabello. Lo último que quería era causar lástima esta noche.
No quería que el me viera de esa manera. Suficiente ya tenía con lo del otro día lluvioso.
—Te ves muy bien, bastante bien de hecho—rio nervioso y avanzó un pasó frente a mi—Un corte interesante.
Un silencio nos invadió cuando tomó mi mejilla con delicadeza, aquella que trataba de ocultar, me había descubierto y automáticamente frunció su entrecejo.
—No digas nada —pedí en un susurro—Sé lo que estas pensando, soy horrible.
—Eres hermosa —murmuró cariñosamente—Eso estaba pensando —dijo bajando la mirada.
Mi pecho se contrajo en ese instante. Una lágrima traviesa se deslizó por mi mejilla, pero con rapidez me deshice de ella.
—Wow, me encanta esa canción —dijo tratando de evitar el tema. Y lo agradecía muchísimo.
—Jamás la había escuchado—le respondí esperando ocultar mi ahora nerviosismo.
—Oh vamos, es touch de cigarettes after sex.
—Cigarrillos después del sexo —repetí burlesca—¡Wow! Que gran elección.
—Ahora sabes inglés—dijo observándome divertido.
—Soy bastante buena en inglés de hecho.
—Baila conmigo —extendió su mano frente a mi, esperando que la tomará.
—Yo, no... No sé hacerlo —respondí avergonzada.
—Yo tampoco, así que tranquila, no serás la única haciendo el ridículo, vamos, toma mi mano.
—Yo...
—¿Confías en mi? —me miró como si pudiese profundizarse en mis ojos, como si pudiese traspasar mi cuerpo.
Tomé su mano con suma lentitud y con un movimiento lento me pego hacia el.
—Acabo de conocerte y...Confiaré en ti —susurré—Eso me asusta.
—¿Por qué?
—Por qué te estoy dando poder, y si así lo quisieras, podrías herirme en cualquier momento.
[Aquí debería haber un GIF o video. Actualiza la aplicación ahora para visualizarlo.]
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