2.
—Dios, Son Hye, ¿Estás bien? —preguntó mi amiga una vez que entró a la enfermería —Sook me dijo que estabas aquí, ¿Qué pasó? ¿Es grave? ¿Tienen que amputarla?
—¿Qué? —abrí mis ojos mas de lo normal —¡No! Claro que no, Gi, estoy bien, solo fue un accidente
—¡No lo fue! —espetó con indiferencia —Sook me platico lo que pasó, y todo es culpa de esa tal Mali
—Shhh —la calle —¿Desde cuando tú y Sook se hablan? Olvidaste qué esa chica te quitaba tu dinero
—Ohh bueno, al parecer, cambió mucho desde que regresó de Alemania, yo diría que maduro —sonrió —compartimos clase de arte con Ten
—Vaya que cambió, tuvimos una conversación extraña en el baño —suspiré, me sentía agotada—Ahg mi mente es un desastre
—¿Te duele mucho? —señaló mi mano vendada
—Es un dolor soportable —respondí
—Es rara —habló de repente —Mali
—Solo, es difícil ser la chica nueva Gi —hablé
—No, no creo que sea solo eso
—Estas siendo paranoica enana —me queje
—Habló enserio, desde que la vi, yo..., tuve una corazonada
—¿Enserio Gi? ¿Una corazonada? —respondí burlesca
—¡No te rías! —aventó una almohada en mi cabeza, provocando una fuerte carcajada de parte de las dos
—Lo siento, lo siento —me acomode en la camilla
—No sabes cuanto te extrañe —soltó de pronto —Los seis meses que te fuiste a Inglaterra con tu mamá
—También te extrañe Gi —sonreí ligeramente —Era aburrido no tener a alguien a quien molestar
—Ja Ja, muy graciosa —dijo con un toque de sarcasmo
—¡Son Hye! —entro un chittaphon paranoico a la habitación armando un completo escándalo —¡Oh por dios! ¡Tu mano! —la tomó con delicadeza —Tú dulce y delicada mano
—Estoy bien Ten —reí ante su acción —Estás siendo dramático
—Mali me dijo lo que pasó —se sentó al frente mio —Lo lamenta mucho enserio
—Fue solo un accidente
—No, no lo fue —habló la enana a mi lado —Si realmente lo sintiera, estaría aquí disculpándose
—Seul Gi, por favor —la miré con desaprobación
—No es grave ¿cierto? —preguntó, estaba realmente preocupado
—No lo es —sonreí
—Es un alivio —beso mi frente
—Ashh, ustedes dos me causan diabetes —interrumpió mi amiga —Vamos a comer ¿O se quedarán aquí dándose amor el uno al otro todo el día?
—Vamos —me levanté de la cama enredando mi brazo encima de sus hombros
—Dios, eres tan pesada —se quejo
—Y tú muy pequeña —reí —yo no tengo la culpa
—En la cafetería de siempre, a las 5:00, ¿que te parece? —preguntó mientras acercaba la botella de agua a su boca
—Ahí estaré —le empuje haciendo que se vaciara parte del líquido en su uniforme
—¡Oye! —me aventó un bocado de comida —Más te vale tener cuidado, no lo dejaré pasar por alto cuando te descuides
—¿Qué hacían ustedes dos? —preguntó la chica sentándose al lado de mi novio, interrumpiendo todo
—Estaban hablando de algo que haran está tarde—sonrió mi amiga victoriosa
Definitivamente a Seul Gi no le agradaba la pelirroja.
—¿Enserio? —respondió sonriente
—Son 100 días a su lado, ¿Cómo no celebrar? —espetó chittaphon emocionado
Sonreí.
—Yo, en verdad lo lamento no, no era mi intención lastimarte —dijo la chica con un gesto indescriptible mientras señalaba mi mano
—No pasa nada —sonreí —Ya no me duele
—Casi le amputan la mano, pero está bien —respondió la castaña de mala manera
—Entonces, 100 días ehh, eso es mucho tiempo —sonrió incomoda, pude notarlo
—¡100! —repitió chittaphon comiendo de su hamburguesa
—Chittaphon, tontito —delineo con su dedo lenta y delicadamente sus labios, quitando el resto de salsa de tomate —Siempre fue muy descuidado al comer —se dirigió a mi
El me miró.
—¿Dime que también lo viste? —susurro mi amiga, recibiendo un codazo de mi parte
—Ya veo —sonreí incomoda —Mmm debo, debo irme —me levante de mi asiento dispuesta a salir de aquel lugar, pero una mano impidió mi acción
—¿Debes irte? Así ¿De la nada? Ni siquiera provaste tu comida —preguntó Ten frunciendo el ceño
Mi amiga me miró extrañada. Y la entendía.
No era yo quien sobraba en ese lugar, pero así se sentía.
—Yo...
—Vamos Tennie, dejala, quizás es algo importante que olvidó —habló Mali, quitando la mano de Ten de mi muñeca
—Si, yo, es, importante —baje la mirada —En la cafetería de siempre ¿Verdad? A las 5:00, te veo allá —Camine apresuradamente
—Espera, significa que no te veré hasta esa hora —grito a mis espaldas llamando la atención de todos—¿Es necesario torturarme así?
Lo ignore por completo.
Estaba volviéndome loca.
Tal vez los nudos en la garganta.
Tal vez el amor.
Esté amor no era más que un cobarde sentimiento que no hacia más que desmoronarte, no era mas que agonía.
Ahora temía sentirme estúpida, porque ya me sentía imbécil.
No se que pasaba conmigo.
No sé qué estaba experimentado.
Hoy no era mi día.
Es que el es hermoso, y perfecto, me gusta muchísimo, y yo estaba comportándome como una tonta ridícula.
—Son Hye saltándose clase, como en los viejos tiempos —habló sacándome de mis pensamientos
—¿Acaso estas siguiendome?—la miré
—Estás enfadada —sonrió —Justó como creí
—Yo no lo estoy, solo me encanta que otra chica limpie residuos de comida de los lindos labios de mi novio —dije con un tono amargo
—Son Hye ¿Estás celosa?
—Tremendamente —suspiré—¿Quieres sentarte? —me hice a un lado formando un espacio
—Gracias —tomó el lugar —Es lo que busca
—¿Perdón?
—Esa chica quiere meterse en tu cabeza, haciendo que imagines cosas innecesarias y provocarte inseguridades
—¿Qué? —la miré desconcertada.
—Dios, Son Hye, eres tan ingenua —reclamó la rubia —¿Dónde se fue ese lado salvaje?
—Créeme, esa Hye, quedó en el pasado
—Pues has que vuelva, la necesitas, me caía mejor.
—Vaya, Sook, ¿Hablas enserio? ¿No me odiabas?
—Era envidia —rió
—¿Por qué tú me tendrías envidia?
—Porqué siempre has sido una chica fuerte —respondió con sinceridad —Te lo dije, te tengo una gran admiración
—¿Por qué me trataste mal entonces?
—Porqué era una chiquilla inmadura —dijo con obviedad
—Tiene sentido para mi —reí—¿Quieres hablar de ello?
—¿Contigo?—pregunto mirándome algo indecisa—Si así lo quieres, ¿Por dónde empezar?—se dijo así misma
—Puedes empezar por donde quieras, en realidad no es muy importante
—Escape de casa porque él ponía demasiada presión en mi
—¿Por eso Alemania?
—Si, bueno, mamá se casó con una alemán muy guapo
Sonreí.
—Chica tonta —me empujó levemente con su hombro mientras reía, de pronto, su semblante se tornó deprimido—Lo cierto es que, papá era igual al tuyo
—¿De verdad?—pregunté frunciendo mi ceño preocupada
—No me quería cerca, así que me envió al extranjero a estudiar, cuando volví las cosas seguían siendo malas, así que decidí escapar—suspiró y luego frunció su ceño—Si le dices a alguien, te asesino
—Entonces simplemente olvidémonos, como dijiste, lo pasado, ahí se debe quedar —dije sonriente mientras le extendí mi mano
—De acuerdo —la tomo —¿Qué tal Inglaterra?
—wow ¿cómo sabes que...
—Vamos Son Hye, todo el mundo sabe que fuiste a vivir a Inglaterra con tu madre durante seis meses después de tu estancia en el hospital y luego volviste por Chittaphon
—Estoy sorprendida
—La verdad es que... Yo estuve ahí
—¿Perdón? —la mire confundida
—Tú madre vino a buscarte esa tarde al colegio, pero ya te habías ido, se veía desesperada —comenzó —Siempre tomaba la ruta frente a tu casa para llegar a la mía, así que, lo vi todo, la policía capturando a tu padre, los para médicos metiendote en la ambulancia, etcétera... Pensado un poco, llegué a la conclusión de que, tú, señorita no formabas parte de alguna pandilla —rio —Sólo era tu padre atormentandote
—¿Se lo has dicho a alguien? —pregunté sorprendida
—Te lo dije Hye, tu secreto está a salvo conmigo
Suspiré.
—Gracias —solté
—¿Por qué agradeces? —me miró confundida
—Porque no trataste de hundirme, te he juzgado mal todo este tiempo Sook, y lo lamento —la mire con sinceridad
—Dios, ¿Qué pasó contigo? Te volviste más cursi —sonrió ligeramente
—Bien, regresemos a clases, si nos descubren, estamos muertas
—¡Estoy en casa! —grité botando la mochila
—¿Qué tal la escuela?—preguntó mi madre saliendo de la cocina
—Un caos total —me tumbe al sillón
—Dios ¿Qué le paso a tu mano? —la tomó preocupada
—Te lo digo, un caos —dije sin inmutarme
—La limpiaré
—Estoy bien, no es grave
—¿No es grave? —exclamó retirando la venda —¡Es terrible!
—De hecho no se veía así hace unas horas —dije con tranquilidad
—¿Saldrás esta tarde?—preguntó aún admirando mi mano
—Cierto, debo prepararme —subí rápidamente las escaleras.
—Hye, con cuidado, puedes tropezar —gritó—En un momento subiré y te curaré eso, no te salvarás de mí y el ungüento
—No es necesario —grité de vuelta
Sook tenía razón, esa tal Mali solo quería provocar inseguridad.
Y no lo iba a permitir.
Quizás estaba siendo paranoica, exagerada... Pero era la primera vez que sentía esto por alguien.
4:45 pm.
Al llegar pude percatarme de que la cafetería estaba casi vacía, y hacía mucho frío, yo solo tenía puesto un vestido negro poco arriba de las rodillas, y comenzaba a arrepentirme.
—Son Hye —exclamó un voz masculina bastante familiar
—Pero si es el guapísimo Lee Jaewon—sonreí al mirarlo
—¿Cuándo regresaste? La cafetería se volvió muy aburrida sin ti
—Lo siento —reí —Debí venir a verte
—Dime que volverás a trabajar
—Tal vez —sonreí de lado —Te dejaré con la duda
—¿Esperas a alguien? —preguntó mirando mi forma de vestir
—De hecho, estas en lo correcto —me encogi de hombros
—Te traeré algo mientras esperas, aguarda —comenzó a preparar una bebida que se veía bastante bien a mi parecer —¡ta tannnn! tu favorito
—Ohhh enserio, te lo agradezco —lo tomé contenta —Siempre es buen momento para un macchiato de caramelo
—Sabía que te gustaría
—Ohh tienes clientes —reí —Iré a sentarme
5:15 pm
Mi vista no se despegaba de la puerta, Chittaphon no era una persona impuntual.
—Vamos ¿Qué ocurre? —estaba comenzando a preocuparme
No estaba contestando mis llamadas y mensajes.
5:57 pm
—El no vendrá, ¿cierto? —le hable sin ánimos al chico detrás del mostrador
—No se de quien estamos hablando, pero no cabe duda, es un completo idiota —respondió
—No lo sé, el... No es así —suspiré pesadamente —Jamás me había dejado plantada de esta manera
—Mmm espera un momento, cerraré la tienda y te llevaré a un lugar muy especial
—No debes preocuparte por mi Jae...
—Vamos, ¿Es que acaso tenias algo más que hacer? —miró mis ojos
Lo mire indecisa.
Mi plan de un día maravilloso ya se habia ido a la mismísima Mierda. Había sido plantada, por mi novio, el día de nuestro aniversario.
Claramente no tenía nada más que hacer.
—Tú ganas —sonreí débilmente
—Perfecto, espera aquí, iré a cambiarme, cerraré esto y estare listo
Y si... El no vendría.
Al salir, el viento chocó directamente con nuestros rostros, la temperatura era más baja, hacia demasiado frío.
—Ponte esto —sentí como un calor se desprendía sobre mi espalda, efecto del abrigo colocado por el
—Te resfriaras, debes usarlo tú —le dije sorprendida
—Yo estaré bien si tú lo estas —me sonrió con esa sonrisa tan amable que solo el poseía y paso su brazo encima de mis hombros, dejándome completamente anonadada.
Sin decir nada más, continuamos con nuestro camino, no tenía ni idea de a dónde íbamos, pero en ese momento, poco me importaba, solo necesitaba una buena compañia.
Ten.
6:10 pm
Baje rápidamente del taxi, rogando porque ella aun siguiera esperando por mi llegada.
Pero todo rastro de esperanza se perdió cuando llegue, y el lugar estaba cerrado.
¿Qué debía hacer?
Quería volverme loco.
Sin pensarlo dos veces, comencé a caminar sin alguna dirección en mente.
Mali había convencido a mamá para que yo le mostrara la ciudad, justo hoy, justo está tarde, estaba enojado... Retraso así completamente mis planes. Y mando mi sorpresa al demonio.
Caminé y caminé, atravesando el río Han, había parejas por doquier, solo me recordaba lo idiota que estaba siendo, y lo miserable que debía sentirme por dejarla.
Llamada, tras llamada, ella no respondería... Y con justa razón. No tenía excusa alguna.
Busque entre la multitud.
Hasta que..
Mi mirada... La encontró.
Reconocería esa silueta en donde fuera, se veía hermosa con ese vestido negro y su pelo medio rizado, sus ojos desaparecían, resultado de esa sonrisa que sobresalía, así hubiera un mundo de gente.
Me relaje un poco, pero la tranquilidad no duró nada.
Cuando mire el motivo de esa sonrisa.
El la había hecho reír.
Y no pude contenerme demasiado.
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