—Estoy bien Ten, ¿Lo ves? —sonreí señalando mi cuerpo—Hagamos como si nada hubiese ocurrido ¿De acuerdo? —me levanté con cuidado de la cama

—¿Qué haces? El doctor dijo que...

—Se lo que el doctor dijo —lo mire —Descanso absoluto Son Hye, descanso A B S O L U T O—dije imitando la voz del viejito

—¿Y por qué...

—Ya me siento bien, quiero salir Chittaphon

—Mmm no lo sé Hye, es muy peligroso, mejor esperemos ¿Si?

—Ahhh —ahogue un grito de frustración —Bien —me senté de nuevo —Entonces cuéntame, ¿Qué tal la escuela?

—Bastante bien, de hecho, mañana no podré venir a verte

—¿Qué? ¿Por qué? Me dejaras sola

—Tengo un proyecto que hacer para la clase de artes en parejas, y no estarás sola, Gi vendrá

—¿Qué tipo de proyecto?

—Debemos escribir una canción, y mi compañera decidió una canción de romance

—¿Quien es tu pareja? —le miré frunciendo el ceño

—Kim Sook Hyun—dijo como si nada —Una chica rubia, bronceada, alta, con bonitos ojos y...

—Si, si, se quien es ella —lo miré con fastidio —Y para tu información Chittaphon, su cabello es teñido, el bronceado es artificial, mide como 1.60, yo podría decir que por lo menos, más alta que yo no es, y por favor, sus ojos no son para nada bonitos —dije con rapidez, suspire —No puedo creer que pasaras toda la tarde con ella —susurré

—¿Por qué estás actuando así? —me miró desconcertado —Sólo es un...

—Olvídalo —me levanté con rapidez —Solo... —sentí un leve mareo, me sostuve de la pared

—Son, ¿Está todo bien? —se acercó casi corriendo a mi lado, pero impedi su contacto físico

—Perfectamente —caminé al baño y cerré con brusquedad

¿Por qué había actuado de esa manera tan... ? ¿Extraña? Era una sensación tan fuerte, tan difícil de controlar, estaba ¿enojada? ¿Decepcionada? Ohhh no puede ser... Yo...

Estaba celosa.

—Pudiste haberme dicho —dijo con seriedad y con la dona de chocolate en su mano derecha

—No, no pude hacerlo —bajé la mirada

—Pude haberte ayudado Hye—mencionó con voz entrecortada

—No, tú ...

—Yo no tenía porque juzgarte,  pero si tenía que ayudarte —bajo la mirada a un punto de la habitación

—Y lo hiciste —la miré—Me ayudaste, y no solo una vez

Ella me miró confundida.

—Me hiciste reír cuando estaba llorando, me brindaste tu compañía cuando estaba completamente sola, fuiste incluso mi estilista personal —ambas reímos —Insististe, no te rendiste conmigo

—Y seguiría insistiendo

—Te qui... —voltee a mirar a otro lado —Te quiero

Sus ojos se abrieron como platos.
Luego comenzaron a cristalizarse. De un momento a otro se lanzó hacia mí. Convirtiendo ese espacio entre nosotras en un abrazo.

—Yo te quiero más —susurró

Sonreí.