Parte 3, "Messed Up" (Reencuentro alternativo de Penguin con (Tn) )

¿Ese es mi hermano?.-Una voz muy familiar a sus espaldas lo hizo sobresaltarse.

-Mierda.-Volteó para encararla, su rostro palideció.

-¿Que huele tan mal?.-Mencionó arrugando la nariz.

-Lamento admitir que soy yo el que apesta.-Dijo con una sonrisa forzada.-(Tn).-Asintió con la cabeza a modo de saludo.

-Pen.-Dijo inclinándose apenas hacia adelante, devolviéndole el gesto, sin despegar la vista de los dos jóvenes que charlaban mirando un tanque al final del pasillo.

-¿Que haces aquí?.-Preguntó enderezándose, intentando actuar normal, por dentro su estomago era una revolución de emociones.

La noche anterior la había tenido encima de él en un sueño, ahora la tenía de pie frente a él en la vida real.

La chica llevaba puesto unos pantalones de jean azules y una blusa de tirantes blancas con zapatillas del mismo color.

Sencillo, era un outfit sencillo, pero era algo que en ella parecía único. Sólo ella tenía esa habilidad de hacer lucir cualquier prenda como una pieza digna de la pasarela.

-Ehh.-Volteó la mirada hacía él.-Vine por...por el peluche de mamá.

-Ah.-La decepción atacó su corazón de nuevo.-¿Te envió a buscarlo?.

-No, en realidad, yo quise pasar por él, creí que sería un lindo detalle dárselo mañana cuando despierte, ha estado en cama todo el día.

-Que mal.-Murmuró rascándose la nuca.-Lo he dejado en una caja, dentro del deposito, en breve te lo traigo.-Comenzó a caminar en dirección a la sala nuevamente.

-Oh, este...-Penguin se detuvo aguardando a que hablase.-...¿Tienes apuro?.

-¿Por que?.

-Es que hace tiempo no te veía.-Apretó con fuerza su puño derecho, claramente nerviosa, el pelinegro lo notó pero se limitó a no decir nada.-¿En cuanto sales?

-N-no sabría decirte.-Los nervios se hicieron de su cuerpo, casi no podía hablar, no podía tampoco quitarle la mirada de encima.-Debo limpiar la plataforma.-Señaló con la cabeza en dirección al pelirrojo.-El inútil de tu hermano iba a ayudarme a terminar pero ojitos brillantes me lo robó.

-Ya veo.-Devolvió la mirada hacía ella.-Es linda, de hecho, ¿No se te hace parecida a mi?.

Penguin se puso a su lado, la miró a ella y luego miró a la chica de amigo.

-Para nada.

-Oh, vamos.

-Nah.-Se volteó para continuar con su camino.-Estas loquita, no se parecen en nada.

-Vamos.-Lo tomó del uniforme y jaló de él, devolviéndolo a su lugar.-Mírame bien y dime la verdad, ¿No somos iguales?.

Tragando saliva e intentando controlar a su corazón, obedeció. Subió la mirada por ese cuerpo que lo volvía loco hasta llegar a su rostro, se detuvo a analizar cada centímetro de su rostro, tomándose todo el tiempo que creyó necesario para poder grabarse ese rostro en la memoria y ver si más tarde podía recrearlo en su sueño. Vio sus ojos, se perdió en el tono (__) de estos, nunca había visto a ese color de una manera tan hermosa como lo estaba haciendo ahora, con las luces frías de aquel pasillo mezcladas con los reflejos azulados del agua de los tanques, mezclándose todos sobre su rostro, generando que esas brillantes esferas que traía como ojos brillasen de una manera tan frágil, tan adormecedora, que podría haber caído rendido en ese momento. Se vio atacado por unas ganas terribles de besar la punta de su nariz para luego alejarse y ver sus mejillas rojas y un ceño fruncido mientras se la rascaba, regañándole por haberle provocado cosquillas. Antes de despegar la vista de ella, se detuvo a apreciar sus labios, mordió el interior de su mejilla, de no ser porque aún le quedaba un atisbo de sentido común, la hubiera tomado en ese mismo momento y la hubiera dado el mejor beso de su vida.

Pero no, no estaba en posición de poder hacer algo al respecto con sus sentimientos, era tarde para hacerle saber todo lo que sentía por ella

-Eres mil veces más hermosa.-Confesó volviendo a subir la mirada de sus labios a sus ojos.

Y bueno, ya saben que pasó, me dio paja.