21- Shock
Jake
Después de haberle confesado mi amor eterno, moría de ganas de hacerle el amor una y otra vez, hasta dejarnos sin aliento; pero entendía que Arabella había quedado en shock por mis palabras, a pesar de haberme besado. No porque no me correspondiese, sino porque seguía insistiendo en que no se merecía mi amor.
Por suerte Ingrid nos había dejado el apartamento disponible para usarlo hasta que arregláramos nuestros asuntos y ella y su hijo se fueron a la casa de Arabella.
Sin embargo, algo me decía que esa pequeña luna de miel que había sucedido entre nosotros, no era el final de la tormenta. Podía sentir que había algo que Arabella no me decía, algo oculto que era la principal razón se su reticencia a lanzar todo por la borda y entregarse al amor, pero... ¿Cómo podía hacer para que me lo dijera?
Decidí que le daría su espacio, todo el tiempo que lo necesitara. Me iría a mi apartamento y la dejaría sola, si ella así lo sentía. Haría cualquier cosa con tal de solucionar esa distancia que sentía entre ella y yo; pero no fue necesario que lo hiciera. Al parecer, los dos estábamos con el mismo pensamiento en mente, porque tan pronto como tomé la decisión de darle su espacio, Arabella me pidió que habláramos.
─Sé que después de que te lo diga, nada será lo mismo entre nosotros, pero mereces la ver...
Justo en ese momento comenzó a sonar un teléfono.
─¿¡Qué mierda?! ─expresé con disgusto, puesto que era muy tarde para que alguien esté llamando─. ¿Es el tuyo?
─Sí... Es Monica ─contestó Arabella, mirando la pantalla de su teléfono.
─¿Monica? ¿A esta hora? ─pregunté confundido, frunciendo el entrecejo.
─Si me está llamando es porque es algo muy importante. Haz silencio ─me pidió, llevando un dedo sobre sus labios con la señal de que no hiciera ruido.
Podía ver la duda en el rostro de Arabella. No quería atender. Y la entendía. Muchas cosas malas le habían sucedido en muy poco tiempo y entendía su reticencia a atender, pero al final de cuentas terminó atendiendo.
La interacción con Monica fue más corta de lo que hubiese pensado, aunque no le cortó; pero se puso a buscar algo en su teléfono.
─¿Qué sucede? ¿Qué te dijo? ─pregunté ansioso.
─¡¿Estás con Jake?! ─se escuchó decir del otro lado a Monica.
Arabella me dio una mirada, como si quisiera matarme y yo recordé que me había pedido que hiciera silencio. Maldita sea. Ahora tendríamos que contarle a Monica que estábamos juntos, aunque no hubiésemos definido del todo nuestra relación.
─Prometo contártelo todo después Mon, pero ahora necesito que me digas qué mierda es esto ─sostuvo, señalando a la pantalla del celular.
─Pues ahora que sé que estás con Jake, entiendo por qué Shawn está resentido, aunque igualmente no justifica lo que está haciendo.
Monica no tenía idea de lo que Shawn le había hecho a Arabella y, además, Shawn estaba hablando mierdas de Ara en un portal de noticias de la farándula.
─Dinos Shawn ─se escuchó decir a la entrevistadora del programa─. ¿Por qué crees que Arabella y Jake volvieron? O, como tú dices, ¿escondieron su romance por tantos años?
─Fácil. Arabella no acepta que él es mucho más joven que ella, pero quiere tener todo lo que puede, sin renunciar a nada. Quiere tenernos a todos. ─La forma en la que lo dijo, hioz que me hirviera la sangre.
─Voy a matar a ese hijo de puta ─susurré entre dientes.
─No lo vale, Jake. No dejaré que te ensucies las manos con alguien como Shawn.
─¿Entonces por qué estuviste con él? ─expresé, dejando que la pregunta saliera de mi boca antes de que mi cerebro me lo impidiera.
─No lo sé... ─hizo una pausa─. Creo que, que yo... Necesitaba una forma para olvidarte, y él apareció en el lugar y el momento justo.
Si rostro irradiaba tristeza y decepción, por lo que preferí no continuar interrogándole sobre cuestiones del pasado. Traté de acercarme para abrazarla, pero justo en ese instante se levantó de la cama, con sus ojos pegados en la pantalla del teléfono.
─¿A dónde vas? ─le consulté, frunciendo el entrecejo, todavía un poco confuso por todo lo que había pasado en tan poco tiempo.
─Necesito un poco de aire ─respondió en un susurro, tomó mi camiseta que estaba en el piso, se la puso y salió de la habitación, dejándome solo y con un enjambre de pensamientos inconexos.
Arabella
Lo había besado, pero la confesión de amor de Jake me dejó sin palabras, sobre todo por la enorme culpa por el secreto que guardaba.
Sabía que si se lo contaba, la posibilidad de que no quisiera saber más nada conmigo era inmensa, pero tampoco podía continuar negándole la verdad.
No quería alejarme de él, no ahora que por fin nos habíamos reencontrado, y me daba pavor el tener en claro que mi confesión podía marcar un antes y un después en nuestra relación.
¿Era realmente el momento para decírselo? ¿Podía esperar aunque sea unos días hasta contárselo? Pensar si quiera en esas preguntas me hacían ver lo cobarde que era ante el hombre que me había profesado su amor eterno.
Tendría que elegir entre decirle todo y correr el riesgo de perderlo, o no decir nada, dejar que la culpa me carcoma y negarle la verdad a Jake. Así que hice lo que tendría que hacer hecho desde el primer momento en que lo supe y le pedí que habláramos.
Sin embargo, cuando estaba a punto de hacer mi declaración, el sonido de un teléfono, el mío, casi hizo que se me saliera el corazón del susto.
Me había sobresaltado, pero ahora lo único que estaba en mi cabeza era que seguramente se trataba de malas noticias; sobre todo cuando vi que quien llamaba era Monica.
Ella y Hector no pudieron asistir al funeral de mi padre, aunque ambos me llamaron y me dieron sus condolencias. Ambos mandaron flores y una hermosa nota para darme su apoyo en ese momento tan difícil.
No importaba dónde estuviesen, sabía que siempre tendría su protección, su sostén. Eran parte de mi familia y si, ahora Monica llamaba, era porque algo importante estaba sucediendo.
De igual modo, dudé en atender. Me daba pavor pensar en lo que pudiera decirme. Ella no sabía que estaba con Jake y tampoco le conté sobre el episodio de violencia con Shawn. Sabía que si lo hacía, buscaría la manera de hacerle daño al imbécil, y para no generar más problemas, decidí callarlo.
Jake me miraba expectante. Era claro que tenía más curiosidad que miedo, por saber qué quería Monica para llamarme a estas horas. Así que le pedí que no hiciera ruido y atendí.
─¿Monica?
─Ara, perdona la hora, pero busca ahora mismo mismo el portal Fama News. No podrás creer lo que está pasando.
Mi corazón se aceleró cuando escuché sus palabras. ¿Qué mierda estaba pasando y por qué tanto misterio?
No le respondí nada, pero la puse en altavoz para poder buscar en mi teléfono la página que me había dicho.
Apenas entré, vi que había una transmisión en vivo. Fama News tenía el mismo estilo de TMZ, y durante toda mi carrera se dedicaron a hablar mal de mí y de todo lo que hacía, llegando incluso hasta una especie de acoso por la cantidad de mentiras que esparcían sobre mí. Eso fue hasta que Monica contrató al mejor buffete de abogados de Portland y les iniciaron un juicio a Fama News, que terminamos ganando. No podrían volver a hablar de mí y, si lo hacían, tendrían que pagarme quinientos mil dólares por cada vez que lo hicieran. Así que las cosas salieron a mi favor... Hasta ahora.
El muy bastardo estaba declarando que yo lo había engañado con Jake, lo cual sí era cierto, no podía negarlo, pero lo que sí me molestó es que dijera que lo había hecho durante toda nuestra relación. Nada de eso era verdad, puesto que recién había reconectado con Jake cuando volví a Estados Unidos por la enfermedad de mi padre.
También sostuvo que no era la primera vez que lo engañaba, ya que previamente había perdonado una de mis infidelidades y que, ahora, para él nuestro compromiso estaba definitivamente roto y que no quería saber más nada conmigo.
¿Era esta la nueva estrategia de Shawn para infligirme dolor? Nunca, en todo el tiempo que compartimos, me imaginé que sería capaz de hacer algo así, pero era evidente que no lo conocí de verdad.
Ya no podía aguantar lo que estaba viendo, no podía soportarlo. Además Jake empezaba a bombardearme con preguntas que no quería responder en ese momento. Todo era demasiado. Necesitaba salir de allí.
Me levanté, dispuesta a tomar un poco de aire. Jake me preguntó a dónde iba y ahí me di cuenta de que estaba desnuda. Entonces noté que camiseta estaba en el piso y la tomé para ponérmela. Le dije que iría a tomar algo de aire y, por suerte, no me siguió.
Cuando ya estaba lo suficientemente lejos de la habitación, saqué el teléfono del altavoz y lo llevé a mi oreja para hablar con Monica.
─¿Mon? ¿Estás ahí?
─Sí cielo, sigo aquí.
─Necesito que me hagas un favor ─le pedí, mientras caminaba en círculos por el living.
─Claro. Lo que quieras.
─Consígueme una entrevista con el medio más importante que encuentres. Es momento de contar mi versión de los hechos.
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