- ¿¡Qué hiciste que cosa!?

Ese gritó venía de parte de una pequeña Merlín, quien miraba al  gowther trapito (:v) con cara de que lo iba a matar en cualquier segundo.

- eh...¿hice algo malo?

- ¡Malo se queda corto! ¡Gran imbécil!

~ En el territorio de las diosas~

Mael se levantó de su cama, ya era de día y podía escuchar a otras diosas alistarse para la guerra.

Al levantarse, sintió una extraña sensación de vacío, como si algo le faltara.

Lo dejo pasar inmediatamente, todo estaba en su lugar en la casa...

Excepto...

En una parte pequeña de su closet, había ropa que no era de él, era demasiado pequeña...

¿De dónde había salido?

De nuevo, lo dejo pasar, seguro alguien había puesto esa ropa ahí por accidente.

Se puso su ropa y salió de casa, topandose con Elizabeth en la salida.

- Lady Elizabeth

- Mael, ¿como amaneciste hoy?

- Bien,¿ y usted?

- ah...podría estar mejor ...esta guerra es demasiado cansada, encima mi cabeza duele...

Se quedaron hablando un rato, hasta que Elizabeth noto algo en particular en el arcángel más poderoso.

- Um..Mael...y ese anillo?

Al oir eso, el peli plata volteó a ver a su mano, topandose con el dichoso anillo de bodas, el cual no tenía idea de donde había salido.

- Ni idea...

Iba a quitárselo, pero un fuerte dolor de cabeza le atacó.

- ugh...

- estas Bien?

Elizabeth, preocupada, sentó a mael en una banca para ver mejor como estaba, y ahí no sólo noto que tenía dolor de cabeza, si no que, escondida por la camisa, tenía una extraña marca en el hombro.

- Mael...que te paso aquí?

~ En el territorio demoniaco~

Meliodas iba caminando por los pasillos del Castillo de los demonios, ya se había puesto su ropa y su cabeza no dolía tanto.

Al ir caminando, se topó con 3 personas, dos haciendo estupideces

- Melascula, Galand, no creen que es demasiado temprano para estar cantando sobre un barril de cerveza?

- Ñio! - al mismo tiempo ambos-

Meliodas nego con la cabeza y se dio un pequeño face palm, el no convivía mucho con otros demonios, sobre todo porque su padre no lo dejaba, pero estaba seguro que estos no eran tan estúpidos como esos dos.

El tercero en el lugar, su hermano menor estarossa, lo saludo tranquilamente, parecía ser el único normal de ese lugar en aquel momento.

- Cómo amaneciste hermano?

- Maso menos, con un dolor de cabeza...y tu?

- vaya...ya eres la quinta persona que se despertó con dolor de cabeza...

Ambos se quedaron confundidos ante eso...¿Sería una coincidencia ?

Que más daba..

~~~~~~~~~~~~~~~