Cap 3: Despues de la boda viene...
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Cuando la ceremonia oficial de la boda entre Meliodas y Mael se acabo, la fiesta por la boda, al puro estilo demoniaco, llego.
Casi todos los invitados a la boda se encontraban ahora en un salon de fiestas, tomando y riendo como si la tension de aquella union nunca hubiera pasado.
No falta decir que los demonios eran el alma de la fiesta.
Puea solo con hechar un vistaso se podia ver como estos animaban a algunas diosas a bailar o hacer alguna actividad, ademas de estar haciendo puras estupideces que, sin duda, estaban divertiendo a todos los miembros de la fiesta.
Por ejemplo, galand borracho soltando cada anecdota estupida que se le viniera a la mente.
Estarossa invitando a bailar a algunas diosas, cabe decir que casi todas tenian 2 pies izquierdos al igual que el y bailaban terriblemente gracioso.
Zeldris sacando cada 3 minutos a estarossa de la pista de baile.
Y asi podian seguir la cantidad de cosas que hacian los demonios en aquella fiesta, que a las diosas habia cogido por sorpresa, no imaginaban a los demonios como seres tan sociables.
Pero, la pareja recien casada no estaba formando parte de la gran fiesta, ellos dos se encontraban en el fondo del salon, la parte más tranquila de todas, mirando a ambos clanes convivir de manera pacifica por primera vez en siglos.
El arcangel volteo su mirada hacia su ahora esposo, quien se encontraba tomando una copa de vino mientras observaba el desmadre, y no pudo evitar sentirse un poco mal por él.
Despues de todo, meliodas se habia casado en otro reino, de una manera bastante distinta a la de su cultura, apartir del hoy viviria en el reino de las diosas, y ahora nisiquiera se encontraba disfrutando de la fiesta con los demas demonios.
Aparentemente quien menos salio ganando aqui era él.
- y.... ¿Te gustan los gatos?
El arcangel aguanto una risa al escuchar esa pregunta por parte del más bajo, que sin duda estaba intentando iniciar un tema de conversacion con su actual esposo.
- la verdad sí, son muy esponjosos¿, y a ti?
Estuvieron aproximadamente 3 horas hablando, enterandose de cosas sobre el otro, si iban a estar casados apartie de ahora, minimo eso debian hacer.
Entonces, la hora de que la fiesta terminara y de que los recien casados se fueran llego.
Ambos salieron de la sala, topandose con un carruaje. Justo alfrente se encontraba Chandler con las maletas de meliodas, limpiandose una lagrimita.
La pareja entro al carruaje, desde ahi podian escuchar los "te extrañaremos" de los demonios hacia su principe, los "felicidades" de las diosas, el "no te pases con el Mael" de nerobasta que le subio los colores al rostro al pobre tipo, y un "Más te vale cuidar a mi estudiante, arcangel" por parte de chandler.
El carruaje empezo a avanzar, la "luna de miel" ya estaba planificada por elizabeth y nerobasta, lo que mael interpretaba como un "esto no va a salir bien".
El silencio fue el rey del lugar durante la mayor parte del viaje, ninguno de los ahora casados se atrevia a decir palabra, aunque lo intentaran.
El más alto miraba por la pequeña ventana que traia aquel carruaje, mirando el camino, soprendido por la lejania del lugar que Elizabeth y Nerobasta habian elegido para la luna de miel, seguro querian que fuera un lugar bello, tranquilo y privado, asi eran ellas cuando de estas cosas se trataban.
Luna de miel....
Bello...
Privado...
"Diablos" fue la palabra que paso por la mente del arcangel despues de asociar esas palabras y recordar un pequeño e insignificante detalle.
Si bien el matrimonio y el beso de union se habie llevado a cabo, toda pareja que se casaba debia llevar a cabo un ultimo acto para, de manera definitiva, sellar su union.
Ese mismo era el acto tan conocido por todos como "sexo", solo pensar en aquello provoco que a Mael se le volvieran a subir los colores a la cabeza.
Y vio que no era el unico que ya habia recordado aquel detalle, pues el principe de los demonios tenia un leve rubor en las mejillas y la mirada de "rayos" que indicaban la verguenza.
Para ser sinceros, Mael no queria llegar a ese punto todavia, literalmente acababa de conocer a aquel joven, y no queria tener algo tan intimo con él, pues el arcangel siempre habia defendido la idea de que el acto sexual solo debia darse cuando la pareja sintiera el amor y deseo mutuo para hacerlo.
Pero sí él llegaba a volver al reino de las diosas y alguien notaba que ellos no habian llevado acabo el acto, se tomaria como desobediencia a la Suprema deidad, ademas de que a los ojos de todo aquel que siguiera esa tradicion, ellos no serian nada más que conocidos.
El repentino freno del carruaje llamo la atención de ambos, que abrieron la puerta para ver que pasaba.
- hemos llegado.
Dijo el chofer del carruaje, mientras bajaba el equipaje de los dos.
Mael debia admitir que elizabeth y nerobasta se la habian rifado esta vez.
La luna de miel seria en una hermosa casa hecha de marmol blanco bien pulido, de unos dos pisos, justo a la orilla del mar.
El jardin no era nada pequeño, estaba muy bien cuidado, tenia un hermoso estanque en medio del lugar, y una bella fuente hecha de oro en medio de este, se podian ver pequeños peses en aquel estanque.
La vista al mar, por su parte, era fantastica, aquel oleaje se podia ver ir y venir a unos 15 metros de la casa, y seguro que los amaneceres y atardeceres se verian geniales desde ahi.
Por parte del demonio, este estaba casi hipnotizado con la belleza tan pura y elegante del lugar, pues el estaba bastante acostumbrado a los estilos un poco más oscuros del reino demoniaco.
Su mirada, actualmente de un color morado oscuro, se paseaba por todo el jardin, para luego dar en la playa, seguir con la casa y repetir el proceso.
Tales acciones le causaron una pequeña risa a Mael, quien despues de despedirse del chofer que ya se iba, ayudo a meliodas con el equipaje para entrar a la hermosa casa.
Ya en el interior, la belleza del lugar seguia siendo increible.
Un hermoso candelabro de oro puro iluminaba la mayor parte de la casa, que por dentro no era nada pequeña.
Los cuadros y sillones estaban tan bien colocados que se sentia una sensacion de hogar, pese a nunca haber estado ahí antes.
Los cuartos se encontraban en el segundo piso.
Cuando llegaron a la habitacion principal, notaron que esta estaba completamente preparada para su llegada.
Unas velas aromaticas eran quienes daban iluminacion a la habitacion, que estaba a oscuras porque la noche ya habia llegado. Petalos de rosa estaban esparcidos por el suelo y por encima de la cama matrimonial.
Meliodas dejo su equipaje en la entrada de la habitacion y se sento en la cama, sintiendo lo alcochonada y suave de esta.
Por parte suya, Mael repitio la accion del demonio, pero al hacerlo noto una nota que se encontraba en la mesa de noche.
"Se que estas en contra del acto sin amor, pero aun así ya preparamos el lugar para ustedes y su primera noche, así que no te me hagas ahora el mariquita y dale lo suyo al guapeton del principe demonio, porque si no lo haces tu lo hare yo, de todas maneras es ley que lo tienes que hacer.
Atte: Nerobasta"
El arcangel no sabia si reirse, sonrojarse, molestarse o las 3 almismo tiempo.
Su vista se desvio hacia el rubio quien tambien se le encontraba mirando. Sus miradas se cruzaron por unos segundos, entendiendo lo que decian sin necesidad de palabras.
"Solo sera esta vez, pero si no quieres lo entiendo..."
Era lo que decia claramente Mael en la suya.
" Esta bien, quitemonos esta estupidez de encima de una buena vez"
Era lo que respondia meliodas con la suya, un poco nervioso pero manteniendose firme.
Mael solto un suspiro y se acerco a meliodas en la cama, solo seria esta noche, solo esta.
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Quito con la suavidad tipica de él el chaleco y la camisa que el rubio llevaba, dejando al descubierto el trabajado torso del demonio, aunque tanta musculatura no fuera a corde con su apariencia infantil.
Meliodas, que se encontraba más nervioso ya que sabia que le iba a dar, tuvo un poco más de problemas en quitar el chaleco y la camisa del arcangel, dejando ver el nada flacucho torso de este ultimo.
El ya mencionado no iria directo a "eso" solo para quitarse el peso de encima, para él eso era algo estupido.
Notando los nervios de meliodas, llevo sus labios al cuello del más bajo, dando suaves besos, con la intencion de calmarle.
El rubio no supo como reaccionar a eso, no es que fuera virgen, pero es muy distinto dominar a una mujer en la cama a que te domine un hombre en la cama.
Mael descendio sus besos hasta el torso de meliodas, escuchando los suaves jadeos que el más bajo ya habia empezado a soltar de forma involuntaria.
Se dedico a "jugar" un poco en esa zona, especificamente en los dos botones rosados del principe demoniaco, arrebatandole más de esos jadeos, ahora más fuertes.
¿Qué?
Mael podia ser un pan del señor, pero ignorante en temas del sexo no era.
Ya cuando noto que era suficiente bajo los pantalones y boxers de meliodas, dejando a la vista al "pequeño amiguito" del rubio, que ya no estaba muy dormido que digamos.
Dedico una mirada rapida al más bajo, buscando la aprovacion de seguir.
Aprovacion que claramente encontro con un leve movimiento de cabeza.
Con un dedo empezo a crear circulos en la punta del miembro del rubio, consiguiendo unos suaves ,y a su parecer adorables, gemidos por parte del demonio.
Siguio asi un rato, subiendo y bajando la fuerza, hasta que noto como su ahora esposo estaba tembloroso.
Y es que meliodas no podia negarlo, se sentia condenadamente bien, y nunca ninguna de las chicas con las que se acosto lo habian puesto asi.
Entonces llego la parte que probablemente todo el que este leyendo esto estaba esperando, pinches pervertidas.
Mael llevo uno de sus dedos a la entrada de meliodas, mientras se enderezaba sobre este ultimo, para darle suaves besos en la clavicula. Empezo a tentar la entrada del más bajo con el dedo, y cuando esta se dilato un poco, lo introdujo.
Escucho el pequeño quejido que el rubio acababa de soltar, pero aun asi empezo a mover el dedo en circulos con delicadeza, notando como la cara de incomodidad de meliodas se tornaba en una de placer.
Cuando iba a meter el segundo, escucho un pequeño susurro
- metela de una vez joder.
Para el arcangel no era sorpresa el saber que los demonios podian llegar a ser un poco masoquistas, y bueno, el se habia propuesto darle comodidad a meliodas, asi que acato a su orden.
Se quito el pantalon y los boxers, sacando su dedo del interior de meliodas, para luego acercar su miembro a la entrada del ya mencionado.
Entro lentamente, escuchando el gruñido que se le escapo al rubio, y se quedo quieto un momento, dudaba de que el principe demoniaco ya hubiera perdido "esa" virginidad antes, y estaba en lo cierto.
Cuando alfin el más bajo pudo sentirse agusto, las estocadas empezaron.
Al inicio lentas, tipicas del arcangel que se encontraba embistiendole, pero luego empezaron a tornarse más y más rapidas, a peticion del sumiso.
El demonio se aferro a la espalda del arcangel, gimiendo de una manera bastante fuerte. Evitaba agarrar las sobresalientes alas de su pareja, pues no queria incomodarle.
En un momento dado, a Mael le parecio ver que los ojos de meliodas ya no eran morado/negro/LoQueSea, si no de un bello color verde, pero fue solo por unos instantes.
Alfinal, llegaron al climax, corriendose meliodas en el pecho del arcangel, y este mismo en el interior del demonio.
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Se arrecostaron con cuidado en la cama, sobre todo Mael, quien acomodo al claramente cansado Meliodas en esta misma.
Cuando el sueño ya le habia ganado al demonio, el arcangel empezo a cerrar los ojos, pero no se durmio al instante, si no que se quedo pensando.
"Me case contra mi voluntad con un demonio el cual era mi enemigo, termine por quitarle la virginidad de ""esa"" zona con tal de que no le molestaran cuando volvieramos, y ahora estare con el de por vida...."
Vaya semana.
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2108 palabras!? K vrga!?
Me inspire :v
Perdonen faltas de ortografia, pero comprendan que no planeo ponerme a leer eso ⬆️ para ver las faltas.
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