C A P Í T U L O 15

Deportes.

Sonic.

—Están tardando mucho, ¿ya podemos empezar? —Preguntó lloriqueando el echidna.

—No, aún no.

—¿Siquiera van a venir? Mira cuánto están haciéndonos esperar. ¿Por qué tuviste que invitar chicas? Aprecio que quieras ayudarnos a ligar pero no las necesitamos en un partido de fútbol.

—No las invité para que se las liguen, las invité a jugar.

—¿Al menos saben jugar?

—No porque sean chicas quiere decir que sean malas, Amy es buena en deportes, es la capitana de un equipo de baloncesto. —Knuckles arrugó el semblante, sé que quiere empezar con el juego ya.

—¿No son las que vienen allá? —Señaló Tails, efectivamente, eran ellas.

Caminé sonriente hasta ellas, todas me saludaron alegres; podía sentir la mirada de Knuckles en mi espalda esperando a que le hiciese caso y fuera a jugar.

—La ropa deportiva no te queda mal, Blue. —Halagó la murciélago blanquecina.

Agradecí y fuimos hasta el centro del campo. Claro, ellas dejaron sus cosas en el borde del mismo.

—Ya estamos todos, ¿cómo nos dividimos? —Pregunté.

—Tú y yo escogemos. —Comentó Knuckles.— Dame a Tails. —Se colocó al lado de Knuckles.

—Amy. —Ella imitó la acción de mi colega al ubicarse cerca de mí.— Shadow.

—Silver y la murciélago. —Ambos fueron hasta él quedando Blaze al último.

—Blaze, ven. —Fue hasta mi lado.— Nos quedamos con la portería de acá. —Le informé a Knuckles señalando mi portería.

—Bien, sacó yo. —Asentí.

Colocó el balón en la mitad de la cancha y se preparó para tirar, decidió dar un pase y hacer a Silver ahora poseedor de la pelota.

Fue cuestión de segundos para que Shadow le lograra quitar el balón, Knuckles fue contra él, sin embargo alcanzó a pasármelo. Pasé la media cancha, cuando Silver venía por mi decidí darle a Knuckles una demostración de que estaba terriblemente equivocado. Se la pasé a Amy.

Fabricó una jugada individual y anotó gol al burlarse al portero, Tails en este caso. Ella corrió hacia mí para festejarlo, me dio un abrazo, cuya temporalidad fue corta.

—¡Ta daa! —Pronuncié burlándome de Knux.

[...]

El partido terminó con un marcador final de 3 a 2. Ganó mi equipo, un gol de Amy, uno mío y otro de Shadow gracias a un buen pase de Blaze, siendo que esta última era portera, salió de su área para hacer una increíble jugada.

Apesar de la evidente derrota de Knux, no se enfadó sino que aquello lo hizo acercarse más a ellas. En cuanto a sus anotaciones, una fue de Silver y el otra de Rouge.

—Oye, Blaze... ¿Blaze, verdad?

—Sí. —Soltó una risa.

—Estuvo increíble la jugada que hiciste, en serio, soy tu fan ahora. —Aquel comentario de Silver la hizo sonreír.

—Y tú. —Habló Knuckles dirigiéndose a Rouge.— Estuvo genial el gol que anotaste, fue desde afuera del área.

—Y creías que ellas no tenían ni puta idea de cómo jugar. —Entré en su conversación.— Ya te ha quedado claro, ¿no?

—Gracias Knuckie, gracias Big Blue. —Pronunció con cierto tono de coquetería. Algo que noté a Amy le causó una mueca de disgusto, je.

Amy.

Rouge es buena amiga y todo pero no veo el por qué es necesario ponerle apodos a los chicos.

—Tú no te quedas atrás. —Sonic se colocó a mi lado.— No me dijiste que sabías hacer fintas. —Reí nerviosa.

—Ya sabes, no quería ponerte nervioso si jugabas contra mí. —Intenté retomar el egocentrismo para esconder mi inseguridad al hablar con él.

—Pero si tú eras la que decía que te ponía nerviosa. —Sentí mis mejillas calientes.— ¿Sigue en pie lo del partido de baloncesto? —Sonreí confiada.

—Traigo un balón en mi mochila.

—¿Y qué esperas? Ve por él. —Reí, corrí hasta mi mochila, saqué el balón  y alcancé a Sonic.

Jugamos un rato entre él y yo. Yo tenía un muy buen tino al aro; mientras que Sonic tenía suficiente agilidad al correr y fuerza en sus piernas, saltaba increíblemente alto. Era fabuloso verlo jugar.

—Sonic, haremos un segundo partido. —Avisó Shadow.

—En un rato los alcanzo. —Excusó para seguir jugando conmigo.

[...]

Lamentablemente, nuestro pequeño partido terminó por un empate, qué lástima que no pude alardear mi victoria.

Ambos nos sentamos para descansar en una de las bancas de concreto que había frente al campo de fútbol.

—Se me hace extraño que tú te canses. —Comenté mirándolo.

—No lo estoy en absoluto.

—¿Entonces por qué no vas a jugar?

—Si entro a jugar, sería demasiado deprimente que sólo te dedicaras a vernos sin ni siquiera platicar con alguien. —Miró detrás de nosotros.— Eh... ¿Sabes? Creo que debo de estirar un poco las piernas, tengo que pararme. —Se incorporó de la banca y se ubicó detrás de mí.

Al poco rato de descanso decidí que estaba lista, así que ambos pisamos el terreno de juego, ahora estábamos en equipos contrarios.

Me costaba detenerlo, él tenía bien desarrollada la capacidad de hacer fintas y regates. Yo por mi parte, tenía una buena visión para centrar y pasar el balón.

Al final del partido, el equipo de Sonic ganó por la muy notoria diferencia de goles en los penales. Todos caminamos por la pista que rodeaba todo el terreno, ya era la hora de irnos.

—Te gané. —Presumió exclamándolo en mi oído derecho.

—Ajá.

—Te vencí. —Alardeó detrás de mí.

—Sí, sí.

—Te superé. —Ahora en mi oído izquierdo.

—Ya.

—¡Yo triunfé! —Vociferó dando una vuelta frente a mí. Enserié el semblante y él rió a carcajadas.— Bien, ya paro, sólo no pongas esa cara de trasero. —Presionó mis mejillas con sus manos.

Él se separó, me sonrió y se adelantó para alcanzar a sus amigos.

—Y aseguras no tener nada con él. —Entabló conversación Rouge.

—No tengo nada con él. —Corté.— Bueno, lo del certificado no cuenta.

—Bien, pero no puedes negar que ambos quieren tener algo.

—Eso tampoco es cierto.

—Pero es que ¿no te percataste del tipo que se la pasaba mirando tu trasero cuando estaban descansando? Sonic tuvo que cubrirte el culo simulando hacer estiramientos.

Así que fue por eso. Es protector... O es tan buena persona que se preocupa por toda mujer en el mundo que esté siendo acosada... Cualquiera que sea, son puntos a favor.

Los chicos subieron a la camioneta cuyo dueño era Shadow.

—¿Vamos al bar y luego echamos una noche de bolos, billar, antro, algo? —Sugirió Knuckles.

—Paso, vayan ustedes, tengo que arreglar los papeles del departamento. —Interrumpió Sonic.

—Yo tengo una cita con Cream, lo siento pero no puedo faltar o se pondrá furiosa.

—Bájense de mi camioneta, será gasolina en vano.

Tails bajó algo molesto, Sonic no le dio importancia alguna. Shadow arrancó, Silver —Que iba en la batea.— se despidió de nosotras moviendo la mano de izquierda a derecha.

—Aún hay espacio en mi auto. Pueden venir con nosotras. —Ofreció Rouge.

Ellos no mostraron abnegación alguna. Subí al auto de Rouge en el asiento del copiloto, Blaze se tuvo que ir en los asientos traseros. Tails subió al auto, Sonic no.

—¿No vas a venir, Big Blue? —Joder con sus apoditos.

Él recargó sus brazos en la ventana del auto, quedando frente a mí. Soltó una breve risa mostrando esa dentadura perfecta.

—Nah, las haré recorrer la ciudad, tengo que ir a mi casa a cambiarme y por unos papeles, luego tengo que ir al centro al Departamento de Registro Público y bla bla bla. Cosas aburridas y burocracia.

—¿Seguro? A Rouge no le importaría gastar gasolina. —Ésta me volteó a ver con un semblante ofendido.

—¿Disculpa? —Terció nuestra conversación.

—Gracias Ames, pero prefiero ir corriendo. —Se separó de mi ventana y paró en el centro de la acera. Desde allí, me miró, guiñó el ojo izquierdo y se marchó corriendo tal y como lo había dicho, dejando sólo una estela azul.

Me ha guiñado el ojo, ¡luce tan encantador cuando sonríe y guiña el ojo al mismo tiempo!... Ejem, no es que lo haya estado stalkeando en facebook.

Bien Amy, no vienes sola, están Rouge, Blaze y Tails, no te pongas como una maniática. Justo en ese momento, el estéreo comenzó a sonar con una canción de 1983, "She Is A Maniac". ¡Pff!

—¿A qué se refería Sonic con lo del departamento? —Pregunté a su amigo.

—Está por mudarse, apenas entró en la etapa de querer independizarse.

—Ya veo.

Paramos en un semáforo, escuchamos como alguien tocó el cristal de atrás. Era Sonic, ¿Qué?

—Olvidé mi mochila. —Tails se la dio a través de la ventana.— Por cierto, dale esto a tu papá. —Sacó algo semejante a una tira de uno de los bolsillos de la mochila.

—¿Boletos para un concierto?

—¡Sí! —Pronunció con un grito súper agudo.— ¡Hombres G y Enanitos Verdes en un mismo concierto! —Solté una risa ante su evidente fanatismo.

—Antes se odiaban a muerte ¿y ahora lo invitas a un concierto?

—Él es el único que comprende mi obsesión con esas dos bandas. Sempre hay que saber perdonar.

—Tienes un saco de boxeo con el nombre de la gente que odias escrito. —Terció Tails.

—Shh... —El semáforo cambio a verde.— Bien, me voy. —Se fue corriendo con esa velocidad tan característica de él, creando así una gran corriente de aire en el interior del auto.

Escrito: 21/12/2017.
Publicado: 17/06/2018.

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