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Mirando el techo con el torso recostado sobre la alfombra del suelo de su habitación y con las piernas sobre el diván, la ojiazul miraba sus repisas con ligero estrés.
La idea del regalo ya la tenía en mente, lo que no tenía en mente era como haría un regalo con algo que tuviera su esencia. Tan solo ¿qué se definía como esencia? ¿Dónde se encontraba? Porque si se hablará literalmente de una esencia ¡Podrían ser sus calcetines! Rayos ¡no usaba calcetines!
-Tikki, aconsejame. Deja de hacerme la ley del hielo por haber llamado a Bunnix.
La kwami la miró pero ella volvió a negar.
-Ya vio mis peluches, mis flores, mis diseños, ¿cómo pongo mis alfileres con manija de gatito en una pulsera sin lastimarlo?
Tikki pareció compadecerse y se acercó más a ella, pensando en algún consejo.
-¿Qué es importante para ti? Piensa, los peluches no lo son y los alfileres aún los ocupas. Tiene que ser algo que sea tan tuyo que hasta tenga tu escencia.
Entonces el ser la empujó despacio hasta el espejo, haciendo que ella mirara su reflejo.
-¿Hago una pulsera con mi blusa? ¿o con mis zapatos? Agh, no lo sé.
La chica tomó su cabeza y masajeó su cuero cabelludo para liberar tensión, sintiendo como Tikki soltaba su cabello y dejaba sus listones en su hombro. Ella detuvo su mirada en ellos 10 segundos para después hablar.
-¡Ya sé. Mis listones! Es algo que siempre uso y tienen mi escencia. Yo misma cosí estos listones, estoy segura que será perfecto. Será muy sencillo añadir esto a la pulsera.
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Adrien miraba satisfecho el collar de dijes que había hecho como regalo. El kwami se acercó y le miró (a él y al regalo) con indiferencia, antes de hablar.
-¿Y qué le vas a poner de tu basta habitación? Un trofeo.
El rubio negó habiéndolo olvidado, mientras ponía el regalo en una bolsa de tela.
-Por lo que entendí tiene que tener algo muy especial y mis trofeos no es algo tan especial. Tengo muchas cosas, pero ninguna me importa tanto como mi miraculous y las fotografías de mi mamá.
Le dijo y el kwami negó.
-No puedes poner la fotografía de tu madre, va a saber quién eres inmediatamente.
Él asintió.
-Lo sé, pero aún no se qué darle ¿mi almohada? Mi almohada no es especial.
Entonces miró el amuleto de la suerte de la ojiazul y negó.
-Y no quiero darle el amuleto de Marinette.
El kwami negó de inmediato.
-¡No! No hagas eso. Emm...Yo en tu caso le regalaría queso, pero eres un chico complicado, así que dudo que me hagas caso.
-El queso no es especial para mí. ¿Que tal los anillos de la familia de mi mamá?
-¿Son importantes para ti?
Él negó.
-Agh, que difícil.
Miró su habitación y entre todos los videojuegos ninguno le convenció, entonces el disco autografiado de Marinette le apareció entre tantos estuches.
-¿¡Por qué Marinette tiene que estar demasiado presente? ¡Agh!
Con cansancio se sentó en la alfombra y miró una tela azul sobresalir de la puerta entrecerrada de un armario, haciendo que el chico se levantara de inmediato. Era la bufanda de su padre.
-Esto es muy especial para mí y solo por Lady Bug sería capaz de descocer esta bufanda. Esta es la prueba de que mi padre piensa en mi. Le pondré algunos hilos de esto.
El kwami entrecerró los ojos y negó al ver escrito un nombre en las costuras, mientras el chico, que también lo leyó, negó.
-Esto tiene que ser una broma. Ya hasta alucino su nombre ¡Marinette me dio agua de calzón y no me di cuenta!
El kwami le quitó la bufanda al escandalizado rubio y la analizó detenidamente.
-Ya cállate, yo también veo el nombre. Al parecer ella hizo la bufanda. Wow, nunca desmintió que no era de tu padre. No sé mucho de humanos pero hasta yo sé reconocer un lindo gesto.
El chico sintió sus mejillas enrojecer conforme más lo pensaba. Simplemente tomó su rostro y se lanzó de cara a su cama, completamente rojo.
-¡Nooo. Ahora me gusta más Marinette!
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Las horas pasaron y Plagg finalmente se había apiadado de él.
-Bueno, recuerdo que un portador impregnó su escencia en el regalo al usarlo y funcionó. Solo úsalo.
Él asintió y sin pensar se lo puso.
Continuara...
Después de años de no sufrir una caída, me fui a tropezar con un tope, me manché el pantalón (que de por si es blanco) y me raspe horrible.
Todo bien pero que vergüenza :(
Estoy segura que lo superaré, nada más lo quería contar. Espero les guste y perdonen la ortografía;)
En fin, disfruten.
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