El sol dejó ver la mañana en la que Adrien regresaba a la escuela después de casi dos meses de no haber asistido por su fractura. Los amigos se arremolinaron a su alrededor mientras caminaban en dirección al salón. Adrien estaba feliz de regresar, además necesitaba una distracción de todo lo pasado la noche anterior.

Abrió la puerta del salón y se encontró de frente con Marinette, quien iba de salida y la cual palideció al verlo. La última vez que se habían visto había sido después de besarse en esa cita fallida, para después salir corriendo en distintas direcciones.

Ambos fingieron que no se vieron y siguieron sus respectivos caminos. Suficiente tenían con la vergüenza del día anterior como para acumular más vergüenza ese día.

¿La vergüenza era acumulable?

Esque ¡Por Dios! Él quería respetar a todas las personas (aún más a Lady Bug) pero sus hormonas no le tenían respeto a sí mismo, era como si se hubiesen confabulado en su contra. Es más, el asunto no se sentía fisiológico, si no mejor dicho como una fuerza mágica que los obligará.

¿Sería el matrimonio mágico? Nah, seguramente eso no era.

No le tomó importancia, de la nada la realidad de donde estaba le chocó, tenía que reunirse con sus compañeros de equipo para un proyecto de clase. Tenía que enfocarse ¡ya!

Con calma saludó a Ivan que llegaba a sentarse a su mesa, apreciando que faltaba el tercer integrante que no escuchó quien era por estar pensando.

Su suerte de gato negro predecía que le podía haber tocado con la chica que tanto había evitado, pero la vida no podía ser tan cruel con él. Nadie quiere un acta de defunción donde la causa de muerte sea la incomodidad.

¿Era su imaginación o vio una coleta azabache tras la gran figura de su compañero? Seguro ya la estaba alucinando. Esperó a que Iván se sentara y cerró los ojos con pesades al ver sus sospechas ser ciertas. Marinette era el tercer integrante.

Debería de comenzar a leer cartas, ¿dónde podía adquirir una bola de cristal? Definitivamente podía ver el futuro.

-Eh... hola.

Dijo la azabache con incomodidad ¿Qué clase de equipo Umizoomi era ese?

-Eh hola.

Contestó Agreste aún con su maraña de pensamientos. Ese fue su primer intercambio de palabras desde la cita fallida.

-Yo... eh... Nunca me disculpe así que perdón por eso. Yo... no quería ofenderte, ni besarte ¡No! Osea si querí...

-Si, no hay problema, yo no quería no besarte, osea, me refiero a...

Iván que estaba frente a ellos escuchó aquello con incomodidad. Sin pensarlo pidió permiso y huyó al baño, del cual no regresó hasta la siguiente clase.

-No es que... agh ¿me entiendes?

Ella asintió mirándole a los ojos.

-Te entiendo.

Le dijo dándole una sonrisa sincera, habiendo resumido con ello mil palabras y tomando su mano. Grave error la última acción.

El contacto de sus manos fue como una chispa, fuegos artificiales en sus ojos, un océano en sus venas, la misma sensación que el día anterior. Ambos se miraron en trance hasta que el sonido de un lápiz cayendo al suelo los hizo despertar. Los dos se agacharon bajo la mesa por el lápiz, solo una excusa, ambos en cuclillas y sus miradas se encontraron. La luna llena de medio día los iluminaba por la ventana, y Adrien sin pensarlo jaló a Marinette de la cintura juntando de lleno sus labios, besándose de manera desenfrenada.

Y todo eso en la mesa del fondo del inmenso salón lleno de gente y de ruido. Nadie los notó.

Dos kwamis que se asomaban por las loncheras, miraban aquello desconcertados.

-¿No crees que deberíamos de decirles que ese tipo de tensión va a aumentar cuando la luna llena sea visible de día?

Susurró Plagg mientras daba una arcadilla de asco y la roja negó.

-Tal vez después. Ahora no hay manera de meternos en eso sin que nos vean... o nos coman.

Dijo la kwami sintiendo otra energía mágica acercándose. Otro kwami sin duda venía o estaba cerca.

-Oigan, que ve... ¡se están comie...

-Callate Trixx.

No sabían que la tenían atrás de ellos. Los tres kwamis huyeron siendo el grito solo escuchado por Lila que llevaba rato mirándolos a lo lejos. Sin dudarlo los separó, pero extrañamente con total disimulo. ¿Por qué? Simple, porque cuando fuera novia de Adrien, todos les recordarían aquello ¿Los iba a dejar ser felices tan fácil? No, ya había tenido demasiados gestos de bondad por ese día. Igual no iba a gastarse mucho, solo hizo que cambiaran a Marinette al equipo de Rose y Nathaniel (donde ella estaba antes) para ella tomar su lugar con la excusa de que el tipo de aprendizaje de ellos dos era el mismo, auditivo y Marinette era visual.

Mientras que con los chicos, Dupain miró al suelo y garabateó por el resto de la clase, no sabiendo que estaba pasando con ella. Adrien ni caso le hizo a tener que escuchar como Lila contaba la historia de como conoció a un marciano y la llevo a viajar por todo el universo. Le gustaban dos chicas y se acababa de casi comer a Marinette. Era un cerdo.

Ambos miraron a la ventana, suspirando inconscientemente a la gran luna llena que se miraba en el azul cielo diurno.

Continuara...
No puede ser, esto lo escribí desde la temporada 4 ¿cómo iba a saber que iban a derrotar a Lila o que Gabriel iba a entiesarse?
Okey, lo debí suponer pero no creí que la serie me ganara a la historia. Estudiar si que es difícil.

Y odio los universos alternativos pero supongo que va a tener que volverse uno :(
En fin, disfruten.