El alfa salió de su restaurante con una escoba en sus manos, la calle estaba limpia pero durante casi dos meses supo que la hora en la que pasaba el castaño por su restaurante era más o menos a esa hora y fingía barrer la calle para oler aquel aroma que le encantaba tanto.

Aunque se decepcionaba que el castaño no lo mirara, pero tampoco podía hacer nada. Ese omega era un niño, no podían ser pareja, al menos no ahora. La simple idea de que su omega fuera un niño de catorce años no le agradaba para nada, mientras más lo pensaba más se le hacía extraño y enfermo, por eso no solía pensar en eso.

Sonrió levemente al ver al omega caminar tranquilamente, un poco decaído a decir verdad pero este empezó a sonreír cuando un alfa lo abrazo por detrás. Inmediatamente su sonrisa se borró, aventó la escoba aún lado y se metió a su restaurante, saco unos panecillos de la vitrina, salió nuevamente y se paró enfrente del castaño.

- ¿Eh?... - Sanha miro a todos lados antes de aventar al alfa que lo abrazaba hacia un lado para rodear al pelinegro y empezar a caminar nuevamente.

- Sanha, leí tu carta y quiero intentarlo - habló Moonbin sujetando la muñeca del menor.

Sanha aventó al alfa que lo acompañaba un tanto lejos de él - Bogum, te veo mañana en clases, ¿Si? - sonrió levemente con sus mejillas rojas.

El alfa entendió un poco la situación - Entonces, te veo mañana... Yoon - supuso que si lo llamaba por un apodo el alfa lo golpearía, de por sí este lo miraba mal.

Sanha vio como su amigo se alejaba cada vez más, dirigió su mirada al alfa esperando que este hablara - ¿Qué acabas de decir?

- Quiero intentarlo, no quiero que ningún alfa se te vuelva acercar, eres mío - habló.

- Pero dijiste que es asqueroso... - murmuró.

El alfa agarro la mano del castaño y lo llevo a un callejón para tener un poco de privacidad.

- Podemos intentarlo pero hay unas condiciones, ¿Las vas aceptar?

El omega lo pensó un poco - Si yo puedo poner condiciones también, acepto.

- Es obvia la diferencia de edad y aunque posiblemente tú no lo consideres, lo es.

- ¿De que? - cuestionó.

- Lo que vamos hacer es pedofilia - dijo y vió como Sanha hacía una mueca - Y está mal

- ¿Qué no es cuando eres mayor de edad y tienes pensamiento sexuales con alguien menor? - cuestionó confundido - ¿Piensas en mi de esa forma?

- ¿Qué? ¡No! Pero eres mi predestinado y no podemos estar separados porque tanto mi lobo sufre como el tuyo.

- ¿Cuáles serán las condiciones?

Moonbin soltó un suspiro - Nada de besos hasta que cumplas dieciséis o más, nadie puede saber de esta relación porque me podría meter en problemas y tampoco te marcaré hasta que cumplas veinte años o más, sexo solo hasta que cumplas dieciocho - habló

Sanha hizo una mueca - Mejor nos
volvemos a ver dentro de cinco años - murmuró con un puchero.

Moonbin lo ignoro - ¿Cuáles son tus condiciones?

- Mmh... Cómo no puede ver besos ni nada de esos, ¿Qué tal si me das mimos todos los días? Al menos media hora de mimo, mi lobito es muy empalagoso.

- ¿Solo tu lobo? - murmuró.

- Si te escucho, tonto alfa - dió un leve golpe al alfa.

- Acepto tus condiciones, omega... ¿Tu aceptas las mías? - cuestionó y vio a Sanha asentir - Yo... Lamentó haberte hecho llorar aquel día.

- No te preocupes, supongo que es normal esa reacción... Soy seis años menor que tú.

Moonbin mordió su labio inferior antes de hablar - También te daré cupcakes todos los días, así que no te andes quejando.

Los ojitos de Sanha brillaron- ¿Cupcakes hechos por tí?

- Obviamente.

Sanha sonrió en grande antes de abrazar al alfa - ¡Eres un gran alfa, te
amo!

Moonbin sintió sus mejillas calientes, también un cosquilleo en sus manos.

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Sanha comía los cupcakes que su alfa le había traído, estaban ambos sentados en una banca disfrutando de la compañía del otro.

El omega soltó una risita cuando sintió como el alfa rozaba su mano con la de él de manera "Accidental" su alfa era muy lindo.

- Binnie, ¿Quieres casarte conmigo?  - pregunto el omega con una tierna sonrisa.

Moonbin se sonrojo al escuchar eso - ¿Qué? ¿Casarnos?

- Ya llevamos años con esto, ya tengo diecisiete y ni siquiera nos hemos dado un beso - hizo un mohín.

- Pero ¿Por qué casarnos?

- Porque quiero está contigo, como no tenemos una marca que nos una pensé que el matrimonio era una muy buena opción.

Moonbin lo pensó un poco, no le desagradaba la idea de estar casado con el Omega pero había un obstáculo, los padres del castaño.

- No te preocupes por mis padres, ellos ya aceptaron. Solo tienes que pedir mi mano de rodillas ante mis padres - mencionó.

- ¿De rodillas?

Sanha asintió - Les dije que tú eras capaz de pedir mi mano de rodillas con tal de conseguir mi mano.

- ¿Cuando hablaste de eso con ellos? ¿Por qué aceptaron? - interrogó.

- Hice una exposición llamada, Razones por las cuales debo casarme con mi alfa - respondió - Y les prometí eso.

Moonbin soltó un pequeño suspiro y revolvió su cabello un poco frustrado, Sanha al ver eso se sintió mal, así que soltó la mano del pelinegro y le sonrió.

- Pero si no quieres está bien, les puedo explicar a mis padres la situación - rió.

- Creo que piensas mal, si quiero casarme contigo. Solo qué ahora tendré que comprar una casa - mencionó.

- ¿Tú vas aceptar? ¿Vamos a casarnos? - cuestionó con una sonrisa.

Moonbin asintió - Di que día debo ir a la casa de tus padres para pedir tu mano.

Sanha abrazo al alfa con fuerza - Te amo tanto, mucho - deposito varios besos por toda la cara del alfa.

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Moonbin estaba de rodillas, su cabeza y manos pegadas al piso, frente a los padres del castaño.

- Bien, aceptamos... Tienes el dinero suficiente para darle las comodidades a mi hijo, aparte de que Sanha te ama y son predestinados.

Sanha soltó un chillido de felicidad y corrió abrazar al alfa - Levántate, alfita. ¿Escuchaste? ¡Nos vamos a casar!

Moonbin miro como su omega estaba tan feliz, valió la pena la humillación.

- No dejes preñado a Sanha, es muy chico, también es muy chico para tener una marca - hablo el omega.

- No me marcará, mamá - dijo mientras seguía abrazando a su alfa.

- Entonces, vamos a comer ya
- el matrimonio camino hasta el comedor, dejando solo a la pareja.

El omega ayudo a su alfa a levantarse del suelo, después Moonbin dió un pequeño beso en la frente del castaño. Sanha se sonrojo muchísimo, está vez era la primera vez que su alfa le daba un beso.

- Ahora uno aquí... - señaló sus labios.

- Ese hasta el día de la boda, osito - dijo antes de avanzar hasta el comedor.

- Lo intenté... - sonrió levemente.